Diario "La Nación". Buenos Aires, Sábado 07 de diciembre de 2013
Por el nuevo IPC, baja la tensión entre el Gobierno y el FMI
El organismo destaca la intención de corregir las estadísticas oficiales
WASHINGTON.- La bendición de la directora gerente, Christine Lagarde, ha sido decisiva. Si bien no se espera que pasado mañana el Fondo Monetario Internacional (FMI) levante la "tarjeta amarilla" que impuso al país por sus malas estadísticas
, sí se da por descontado que no avanzará en el proceso de sanciones,
lo que abrirá la primera inflexión en años en el vínculo con el
organismo.
"No están los ánimos ni las condiciones para levantar la moción de censura a la Argentina.
Pero sí para darle un respaldo en el proceso que abrió tras su
reconocimiento de la situación", escuchó LA NACION de boca de fuentes
familiarizadas con el proceso.Si bien el FMI no dio información oficial alguna -más allá de la confirmación de la fecha-, se espera que pasado mañana el directorio de la entidad considere lo que ha dado en llamarse "el caso argentino". Tres palabras que sintetizan la difícil relación que el gobierno argentino mantuvo con el organismo, especialmente, en los últimos siete años de gestión de Néstor y de Cristina Kirchner.
Al cierre de la semana, la expectativa era que ese ciclo empezara a revertirse, con el detenimiento del proceso de sanciones que el organismo abrió en febrero pasado.
Fue entonces cuando, por primera vez en su historia, aplicó una "moción de censura" contra uno de sus países miembros por no suministrar información estadística apropiada sobre su situación económica.
En el caso argentino, la alerta roja se activó tanto con el índice de precios al consumidor (IPC), al que se define como "la inflación", y el de evolución del producto bruto interno.
En el primero de los casos, el compromiso es aplicar un nuevo indicador, de alcance nacional, que reemplace al que actualmente mide el costo de vida en la Capital Federal y el conurbano bonaerense, y que fue manipulado bajo la gestión del ex secretario de Comercio Guillermo Moreno.
"La Argentina ha hecho progresos en su trabajo y estamos satisfechos por eso", dijo días atrás la directora gerente del organismo, Christine Lagarde.
"Estamos haciendo un avance positivo, pero es un asunto que será revisado por el directorio y no quisiera prejuzgar cuál será el resultado", agregó Lagarde.
A la hora de distender, señaló también su "satisfacción" por el hecho de que el gobierno de Cristina Kirchner le hubiese solicitado "un análisis profundo del sistema financiero, que hemos conducido, y que ha redundado en una gran cooperación", sostuvo.
La nueva etapa de trabajo con el país coincidió con la llegada a la dirección de la oficina del Hemisferio Occidental del organismo del mexicano de origen argentino Alejandro Werner, en reemplazo del chileno Nicolás Eyzaguirre.
En recientes declaraciones, Werner aceptó la posibilidad de que el nuevo índice en el que trabaja la Argentina abra una posible solución a la situación, siempre y cuando "responda a los estándares internacionales".
El ejecutivo dijo que era necesario evaluarlo en su totalidad antes de emitir una opinión.
Reiteró la cautela en lo referido a la posibilidad de que la nueva etapa que ensaya la Argentina incluya la revisión de las cuentas del país, verificación a la que está obligado en su condición de socio del FMI, en un procedimiento que se conoce como "Artículo IV".
"No hemos hablado de eso", dijo Werner, cuando LA NACION lo consultó al respecto semanas atrás.
- Christine Lagarde / Directora gerente del FMI
El lunes el directorio del FMI revisará la evolución del "caso argentino". Se espera que el organismo respalde el proceso de corrección de las estadísticas de inflación y PBI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario