La Capital Rosario, Viernes, 27 de diciembre de 201301:00
Crece la presión sobre el premier turco por el escándalo de corrupción
Un fiscal turco acusó ayer a la policía de obstruir
su investigación de un caso de corrupción de alto perfil, con lo que
sumó presión sobre el gobierno del primer ministro Tayyip Erdogan. Tres
ministros habían renunciado tras enterarse de que sus hijos estuvieron
entre las decenas de personas detenidas el 17 de diciembre como parte de
una investigación sobre prácticas corruptas en la contratación pública,
lo que expuso profundas divisiones institucionales y dejó al obstinado
premier ante la mayor crisis en sus 11 años de mandato.
Erdogan, acusado de varios escándalos, respondió el
miércoles con la sustitución de la mitad de su gabinete con miembros
leales, mientras los inversores entraban en pánico y la lira caía ayer a
un mínimo histórico. Entre 10 nuevos ministros leales a Erdogan
nombrados el miércoles a última hora estaba Ekfan Ala, un ex gobernador
de la inestable provincia de Diyarbakir que ahora manejará el poderoso
Ministerio del Interior y supervisará la seguridad doméstica turca. Ala,
a quien se considera especialmente cercano a Erdogan, reemplaza a
Muammer Guler, uno de los miembros del gabinete que renunció después de
que sus hijos fueron detenidos en la investigación de sobornos que
surgió el 17 de diciembre. Guler, quien igual que Erdogan había
calificado el caso como sin fundamentos y un complot, despidió o
reasignó a oficiales de policía involucrados.
En denuncias por escrito en los medios turcos, el
fiscal Muammer Akkas dijo que también fue relevado del caso, que según
él comprometía a policías que se habían negado a cumplir su orden de
poner bajo custodia a más sospechosos. "A través de la fuerza policial,
el Poder Judicial fue objeto de una presión abierta, y la ejecución de
órdenes judiciales fue obstruida", sostuvo el fiscal Akkas.
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