Diario "La Nación". Buenos Aires, 11 de marzo de 2014.
Juan G Tokatlian."América latina ni tan integrada, ni tan fracturada"
Del placer por consumirproduc-tos
de la otra punta del mundo, descubrir culturas diferentes, viajar a
nuevos destinos y disfrutar de la vida globalizada a un resurgimiento de
la xeno-
fobia parece haber sólo un paso, o tres, según la explicación de Juan Gabriel Tokatlian. El director del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella cree que son tres los factores determinantes que, combinados, dan origen a lo que denomina "cóctel molotov en favor de la xenofobia": * La extensión y profundidad de la crisis. "Es un punto decisivo, porque en situaciones así se incrementa el miedo a perder el empleo, la beca, a que disminuyan las inversiones en la geografía próxima. Las crisis generan miedo, sensación de piso movido, frágil."
^ * Los niveles de desigualdad. "Hoy los niveles de desigualdad de Estados Unidos son los mismos que en los años 20 del siglo pasado. La Unión Europea vive desmantelando su estado de bienestar y tiene niveles de desigualdad increíbles para su historia. China y la India tienen niveles de desigualdad pavorosos. América latina, a pesar de lo que mejoró relativamente tanto en términos de igualdad como mucho más de lucha contra la pobreza, sigue siendo la región más desigual del mundo. Tenemos sociedades polarizadas por elementos objetivos." 3) El tipo de liderazgo en los principales países del mundo. "Si hay liderazgos cada vez más nacionalistas, proteccionistas, ensimismados, centrados enlonacionala pesar déla globalización, se tiene un elemento que opera en contra porque desde la cima del poder no surgen mensajes claros de integración, convivencia, articulación común déla sociedad." Tokatlian vivió en Colombia entre 1981y 1998. Fue testigo privilegiado del flagelo del narcotráfico y la guerrilla que en el pasado reciente provocaron al menos 200.000 muertos -85% de los cuales fueron civiles- en el mismo país que hoy se ha vuelto uno de los destinos favoritos para la inversión extranj era en la región. Tras señalar que Colombia "ha vivido atravesado por largos períodos de violencia" (que debilitaron al Estado, lo llevaron a perder a Panamá, "su activo más importante", y fueron el caldo de cultivo para el surgimiento de las FARC y el negocio del narcotráfico), asegura que "buenos negocios y avance de industrias ilícitas no son necesariamente antagónicos".
¿No afecta la credibilidad y el posicionamiento internacional de un país no resolver esas cuestiones?
-Creo que es relativamente menor el impacto de lo que se presume. Desde ya que haber avanzado en el frente antiinsurgente le genera a Colombia un reconocimiento internacional elocuente, pero no haber solucionado radicalmente el problema de las drogas no implica que los capitales decidan no ir al país, máxime cuando se trata de inversiones que han vivido históricamente en otras partes del mundo situaciones donde han tenido que convivir con nichos de violencia. Sectores como hidrocarburos y minería-dada la enorme rentabilidad que tienen- suelen convivir en espacios "grises", donde el Estado está menos presente o hay más violencia. Lo hemos visto en Asia, África y en América latina. La que pasó parece haber sido la gran década económica de los emergentes, y la región tuvo un protagonismo particular. ¿Acompañó eso una maduración en el terreno político? ¿Cómo ve hoy a América latina?
-Parto de una premisa: ni estamos tan integrados como solemos decir retóricamente ni estamos tan fracturados como muchos suponen. Creo que como ha sido históricamente -y sigue siendo-, América latina es un mosaico diverso y por lo tanto es necesario hacer varios cortes para analizar la región, más allá del que está de moda, que es Atlántico-Pacífico.
Si miro el Caribe insular, Centroamérica y México, esa porción que podríamos llamar de Centroamérica y Norteamérica realmente gira entorno a los Estados Unidos en todos los sentidos. No es un tema solamente económico, que EE.UU. sea el principal inversor o que las ventas y compras de los caribeños, centroamericanos y mexicanos sean preferentemente hacia o desde EE.UU., cultural-mente cada vez hay una penetración mayor de caribeños y centroamericanos en la vida de Estados Unidos. Si se analiza la presencia
militar, EE.UU no usa ni tiene base alguna en Sudamérica, pero sí en Centroamérica y el Caribe. De Panamá hacia arriba hay cada vez más una suerte de comunidad norteamericana que abarca diferentes tamaños, poblaciones, estilos, idiosincrasias, etc. En Sudamérica, de Colombia hacia acá se pueden hacer cortes de diferente naturaleza. El corte civil-militar, por caso. En una buena parte del mundo andino -en especial Perú, Colombia y Venezuela-apesar de tener gobiernos de diferentes signos políticos, los militares juegan un rol decisivo en la política interna. En el Cono Sur -particularmente Argentina, Chile y Uruguay- es distinto. Con diferentes grados, el control político sobre las fuerzas armadas es superior. Si el corte es respecto de las preferencias de tipo comercial, obviamente está la Alianza del Pacífico por un lado y el Mercosur con
Venezuela, por otro. Son opciones comerciales distintas. ¿Hay una que es superior, más dinámica o más regresiva? No las dividiría por eso. En primer lugar hay que ver un poco la "realidad real" de la Alianza del Pacífico. Hoy es más barato llevar un producto desde el puerto de Buenaventura, en Colombia, hasta cualquier punto del Pacífico, que entre Buenaventura y Bogotá. Hay problemas de integración domésticos que tienen los países del área del Pacífico que son elocuentes. Es verdad que todos esos países miran co-mercialmente hacia el Pacífico, pero eso no quita que gran parte del dinamismo reciente del comercio entre países asiáticos y Sudamérica sea con naciones grandes como la Argentina y Brasil.
Tokatlian dice no tener dudas respecto de que el "Mercosur está adormecido", pero pide "calma" a la hora de hablar de la "fuerza y dinámica inéditas" de la Alianza del Pacífico. "Pueden ser términos que sirvan para que vuelva a surgir la diferencia entre la buena y la mala América latina, la buena y la mala izquierda, pero no creo que de mucha cuenta de una realidad que es un poco más compleja", agrega.
¿Por qué dijo que a pesar del anuncio por parte del secretario de Estado Kerry respecto del fin de la Doctrina Monroe, eso no implicaba un anuncio de retirada de EE.UU. de la región?
-Creo que cuando el año pasado se anunció formalmente en la OE A el fin de la Doctrina Monroe, el propósito era mostrar el espíritu de EE.UU. respecto de que Sudaméricaya está de pie, es distinta, es una región más diversa con opciones alternativas y muchos actores cada vez más interesados en ella: China, India, Sudáfrica, Rusia, etc. Fue reconocer de facto que aquella vieja doctrina impositiva, con muchos elementos coercitivos estaba llamada a guardarse.
Sin embargo, eso no debe llevarnos a una lectura rápida y supuestamente optimista respecto de que EE.UU. se fue de la región. Usé la imagen de un tango de Troilo para decir que siempre está llegando, porque que hoy sea formalmente menos visible no quita que su presencia sea significativa. Tiene acuerdos de libre comercio con México vía Nafta; con Centroamérica más República Dominicana; con Panamá, Colombia, Perú yChile.Hasido muy activo. Tiene desplegada la cuarta flota nuevamente. Es el país que provee de mayor asistencia a la región (en el último lustro, US$ 17.000 millones). Es el mayor proveedor de ayuda militar (casi US$7000 millones en los últimos 5 años). Tiene cinco proyectos de lucha antidroga que cubren casi toda la región, salvo el Cono Sur. Tiene la segunda embajada más grande del mundo en Colombia. En fin, la presencia probablemente sea menos visible pero sigue siendo vigente e importante. Sin embargo, es cierto que su peso específico es distinto segúnla zona: una cosa es Estados Unidos en Centroamérica y México, y otra en Sudamérica, y específicamente otra en el Cono Sur donde su presencia y gravitación relativas son hoy menores que en el pasado. En Centroamérica el embajador de Estados Unidos sigue siendo un virrey; en la Argentina trata de pasar desapercibido. Ésa es la realidad estadística. -
fobia parece haber sólo un paso, o tres, según la explicación de Juan Gabriel Tokatlian. El director del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella cree que son tres los factores determinantes que, combinados, dan origen a lo que denomina "cóctel molotov en favor de la xenofobia": * La extensión y profundidad de la crisis. "Es un punto decisivo, porque en situaciones así se incrementa el miedo a perder el empleo, la beca, a que disminuyan las inversiones en la geografía próxima. Las crisis generan miedo, sensación de piso movido, frágil."
^ * Los niveles de desigualdad. "Hoy los niveles de desigualdad de Estados Unidos son los mismos que en los años 20 del siglo pasado. La Unión Europea vive desmantelando su estado de bienestar y tiene niveles de desigualdad increíbles para su historia. China y la India tienen niveles de desigualdad pavorosos. América latina, a pesar de lo que mejoró relativamente tanto en términos de igualdad como mucho más de lucha contra la pobreza, sigue siendo la región más desigual del mundo. Tenemos sociedades polarizadas por elementos objetivos." 3) El tipo de liderazgo en los principales países del mundo. "Si hay liderazgos cada vez más nacionalistas, proteccionistas, ensimismados, centrados enlonacionala pesar déla globalización, se tiene un elemento que opera en contra porque desde la cima del poder no surgen mensajes claros de integración, convivencia, articulación común déla sociedad." Tokatlian vivió en Colombia entre 1981y 1998. Fue testigo privilegiado del flagelo del narcotráfico y la guerrilla que en el pasado reciente provocaron al menos 200.000 muertos -85% de los cuales fueron civiles- en el mismo país que hoy se ha vuelto uno de los destinos favoritos para la inversión extranj era en la región. Tras señalar que Colombia "ha vivido atravesado por largos períodos de violencia" (que debilitaron al Estado, lo llevaron a perder a Panamá, "su activo más importante", y fueron el caldo de cultivo para el surgimiento de las FARC y el negocio del narcotráfico), asegura que "buenos negocios y avance de industrias ilícitas no son necesariamente antagónicos".
¿No afecta la credibilidad y el posicionamiento internacional de un país no resolver esas cuestiones?
-Creo que es relativamente menor el impacto de lo que se presume. Desde ya que haber avanzado en el frente antiinsurgente le genera a Colombia un reconocimiento internacional elocuente, pero no haber solucionado radicalmente el problema de las drogas no implica que los capitales decidan no ir al país, máxime cuando se trata de inversiones que han vivido históricamente en otras partes del mundo situaciones donde han tenido que convivir con nichos de violencia. Sectores como hidrocarburos y minería-dada la enorme rentabilidad que tienen- suelen convivir en espacios "grises", donde el Estado está menos presente o hay más violencia. Lo hemos visto en Asia, África y en América latina. La que pasó parece haber sido la gran década económica de los emergentes, y la región tuvo un protagonismo particular. ¿Acompañó eso una maduración en el terreno político? ¿Cómo ve hoy a América latina?
-Parto de una premisa: ni estamos tan integrados como solemos decir retóricamente ni estamos tan fracturados como muchos suponen. Creo que como ha sido históricamente -y sigue siendo-, América latina es un mosaico diverso y por lo tanto es necesario hacer varios cortes para analizar la región, más allá del que está de moda, que es Atlántico-Pacífico.
Si miro el Caribe insular, Centroamérica y México, esa porción que podríamos llamar de Centroamérica y Norteamérica realmente gira entorno a los Estados Unidos en todos los sentidos. No es un tema solamente económico, que EE.UU. sea el principal inversor o que las ventas y compras de los caribeños, centroamericanos y mexicanos sean preferentemente hacia o desde EE.UU., cultural-mente cada vez hay una penetración mayor de caribeños y centroamericanos en la vida de Estados Unidos. Si se analiza la presencia
militar, EE.UU no usa ni tiene base alguna en Sudamérica, pero sí en Centroamérica y el Caribe. De Panamá hacia arriba hay cada vez más una suerte de comunidad norteamericana que abarca diferentes tamaños, poblaciones, estilos, idiosincrasias, etc. En Sudamérica, de Colombia hacia acá se pueden hacer cortes de diferente naturaleza. El corte civil-militar, por caso. En una buena parte del mundo andino -en especial Perú, Colombia y Venezuela-apesar de tener gobiernos de diferentes signos políticos, los militares juegan un rol decisivo en la política interna. En el Cono Sur -particularmente Argentina, Chile y Uruguay- es distinto. Con diferentes grados, el control político sobre las fuerzas armadas es superior. Si el corte es respecto de las preferencias de tipo comercial, obviamente está la Alianza del Pacífico por un lado y el Mercosur con
Venezuela, por otro. Son opciones comerciales distintas. ¿Hay una que es superior, más dinámica o más regresiva? No las dividiría por eso. En primer lugar hay que ver un poco la "realidad real" de la Alianza del Pacífico. Hoy es más barato llevar un producto desde el puerto de Buenaventura, en Colombia, hasta cualquier punto del Pacífico, que entre Buenaventura y Bogotá. Hay problemas de integración domésticos que tienen los países del área del Pacífico que son elocuentes. Es verdad que todos esos países miran co-mercialmente hacia el Pacífico, pero eso no quita que gran parte del dinamismo reciente del comercio entre países asiáticos y Sudamérica sea con naciones grandes como la Argentina y Brasil.
Tokatlian dice no tener dudas respecto de que el "Mercosur está adormecido", pero pide "calma" a la hora de hablar de la "fuerza y dinámica inéditas" de la Alianza del Pacífico. "Pueden ser términos que sirvan para que vuelva a surgir la diferencia entre la buena y la mala América latina, la buena y la mala izquierda, pero no creo que de mucha cuenta de una realidad que es un poco más compleja", agrega.
¿Por qué dijo que a pesar del anuncio por parte del secretario de Estado Kerry respecto del fin de la Doctrina Monroe, eso no implicaba un anuncio de retirada de EE.UU. de la región?
-Creo que cuando el año pasado se anunció formalmente en la OE A el fin de la Doctrina Monroe, el propósito era mostrar el espíritu de EE.UU. respecto de que Sudaméricaya está de pie, es distinta, es una región más diversa con opciones alternativas y muchos actores cada vez más interesados en ella: China, India, Sudáfrica, Rusia, etc. Fue reconocer de facto que aquella vieja doctrina impositiva, con muchos elementos coercitivos estaba llamada a guardarse.
Sin embargo, eso no debe llevarnos a una lectura rápida y supuestamente optimista respecto de que EE.UU. se fue de la región. Usé la imagen de un tango de Troilo para decir que siempre está llegando, porque que hoy sea formalmente menos visible no quita que su presencia sea significativa. Tiene acuerdos de libre comercio con México vía Nafta; con Centroamérica más República Dominicana; con Panamá, Colombia, Perú yChile.Hasido muy activo. Tiene desplegada la cuarta flota nuevamente. Es el país que provee de mayor asistencia a la región (en el último lustro, US$ 17.000 millones). Es el mayor proveedor de ayuda militar (casi US$7000 millones en los últimos 5 años). Tiene cinco proyectos de lucha antidroga que cubren casi toda la región, salvo el Cono Sur. Tiene la segunda embajada más grande del mundo en Colombia. En fin, la presencia probablemente sea menos visible pero sigue siendo vigente e importante. Sin embargo, es cierto que su peso específico es distinto segúnla zona: una cosa es Estados Unidos en Centroamérica y México, y otra en Sudamérica, y específicamente otra en el Cono Sur donde su presencia y gravitación relativas son hoy menores que en el pasado. En Centroamérica el embajador de Estados Unidos sigue siendo un virrey; en la Argentina trata de pasar desapercibido. Ésa es la realidad estadística. -
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