Sábado 14 de diciembre de
2013 |
Desafío separatista
El PP y el PSOE unen fuerzas contra el plebiscito catalán
El Mundo
MADRID.- Descartada la negociación, sólo cabe esperar un largo conflicto político
entre España y el gobierno separatista de Cataluña.
La Moncloa advirtió ayer que activará todos los mecanismos políticos y
jurídicos para impedir que las autoridades catalanas convoquen a un plebiscito
de autodeterminación el año que viene, al que considera inconstitucional.Pero, fieles a su hoja de ruta, el gobierno de la Generalitat, a cargo de Artur Mas, y sus aliados independentistas presentaron en el Parlamento regional el proyecto que, una vez aprobado, abrirá el proceso hacia el referéndum. Además, la vicepresidenta Joana Ortega anunció que ya se trabaja en la confección del censo y en los aspectos logísticos de la hipotética votación del 9 de noviembre próximo.
El gobierno de Mas desoyó el rechazo tajante de Rajoy a la consulta y se encamina a un choque de poderes. Una vez aprobado por el parlamento catalán, el plan será enviado a Madrid para que el Congreso de los Diputados autorice la cesión a Cataluña del derecho a convocar un plebiscito.
"Apelamos a la reflexión del señor Mas y le pedimos que abandone este proceso que busca fracturar a la sociedad. No vamos a negociar ni a discutir sobre la soberanía del pueblo español", dijo ayer la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Además, confirmó que el Partido Popular (PP) hará un frente común con el opositor Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para impedir cualquier debate en el Congreso. En realidad, el gobierno impugnará el proyecto ante el Tribunal Constitucional apenas sea aprobado por el parlamento catalán (donde Mas y sus aliados tienen casi dos tercios de las bancas).
El PSOE confirmó su respaldo a la estrategia de Rajoy. La vocera socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, señaló que los dos grandes partidos formarán "un bloque constitucional muy fuerte" contra la ofensiva nacionalista. "No estaríamos de acuerdo nunca en modificar el ámbito de nuestra soberanía", añadió, en relación a las propuestas de su partido para buscar una reforma legal que reduzca el descontento catalán.
El plan secesionista fue anunciado anteayer de forma sorpresiva por Mas -líder de la coalición Convergència i Unió (CiU)- y sus aliados de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Se puso fecha a la consulta y se definieron cuáles serían las preguntas: "¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?" Y en caso afirmativo: "¿Quiere que este Estado sea independiente?"
Mas descontaba el no de Rajoy, pero quiso agotar los pasos que exige la Constitución para demostrar a la comunidad internacional su voluntad de cumplir con todos los requisitos legales. Así lo señala el texto presentado ayer en el Parlamento: "La convocatoria de una consulta se tiene que considerar un escenario normal y homologable a los países con naturaleza democrática, como ocurrió en Québec o en Escocia".
De todos modos, Ortega admitió ayer que -ante la evidente imposibilidad de un acuerdo con las fuerzas políticas españolas- se avanza en paralelo con la hipótesis de organizar el plebiscito bajo la legislación catalana. La Moncloa anticipó que apelará al Tribunal Constitucional si Mas sigue ese rumbo.
Sáenz de Santamaría evitó decir qué haría el gobierno si las autoridades catalanas organizaran de todos modos la votación. Le preguntaron en una conferencia de prensa si podría aplicarse el artículo 155 de la Constitución, que faculta al gobierno central a intervenir una comunidad autónoma en rebeldía. "No voy a entrar en hipótesis. Apelamos a que Mas demuestre apego por la ley", dijo.
Con todos los caminos legales cerrados, el presidente catalán podría recurrir a unas elecciones plebiscitarias: disolver el gobierno y presentar un frente integrado por todos los partidos independentistas. Esa opción fue reconocida ayer por el diputado Josep Antoni Durán i Lleida, jefe del bloque parlamentario de CiU y uno de los dirigentes más dialoguistas de la coalición que gobierna Cataluña.
En cambio, el líder de ERC, Oriol Junqueras, advirtió que el proceso lanzado esta semana no se detendrá y que el pueblo catalán se movilizará para defenderlo..
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