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viernes, 13 de diciembre de 2013

EE.UU. CHINA. DOS PAÍSES OBLIGADOS A MARCHAR JUNTOS

Dos países obligados a avanzar juntos

Por   | Agencia Reuters
WASHINGTON.- Por uno de esos giros del destino, las dos mayores superpotencias del mundo eligieron nuevos líderes al mismo tiempo. En la superficie, cada uno es la fiel contracara del otro.
Aunque la carrera presidencial en Estados Unidos fue reñida hasta el final, de alguna manera el resultado del martes pasado podía preverse. Y en Pekín, el nuevo líder Xi Jinping, que será consagrado oficialmente esta semana, ya fue señalado hace años como futuro secretario general del Partido Comunista Chino.
En Estados Unidos, la crisis política es definida como una crisis de polarización. El extremismo partidario que reina en Washington ha hecho que el país sea prácticamente ingobernable.
Desde que Obama fue elegido, en 2008, los republicanos se han esforzado más por hundirlo que por aprobar alguna ley. Los demócratas tal vez sean menos homogéneos y extremistas, pero también harían lo posible por impedir que un presidente republicano aplicara algunas de las ideas que ilusionan al Tea Party.
Por el lado de China, desde la masacre de la plaza Tiananmen, en 1989, la elite gobernante le teme tanto al malestar popular que ha intentado sofocar cualquier atisbo de disidencia. Pero la sociedad china es cada vez más compleja y se pregunta hacia dónde debería avanzar el país.
El año pasado, cuando estalló la batalla entre el carismático gobernador izquierdista de la provincia de Chongqing, Bo Xilai, y su contraparte más liberal, Wang Yang, de Guangdong, los históricos del partido se movieron con celeridad para calmar los ánimos. Bo Xilai fue expulsado del partido y Wang bajó su perfil.
Queda por ver si esta puja en los niveles más altos del poder y en las bases electorales impedirá que China tome las drásticas decisiones que debe tomar, y si en el proceso no terminará alentando un violento efecto rebote. La gran pregunta que enfrenta el mundo es si, terminada la transición en los dos países, se aliviarán las crisis que los afectan.

Nadar o hundirse

Y aunque parecen opuestas, son dos naciones interdependientes: el yin de China suele ser la causa del yang de Estados Unidos. La compra de bonos por parte de China alimenta el consumo de los estadounidenses, y su liderazgo en ascenso amenaza el liderazgo norteamericano. Lamentablemente para las dos potencias, la respuesta depende de lo que suceda en la otra orilla del Pacífico: Estados Unidos y China están condenados a nadar o hundirse juntos.
Traducción de Jaime Arrambide .

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