Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 22 de agosto de 2013
Las revueltas árabes / La situación en Egipto
Autorizaron a Mubarak a salir de la cárcel
Lo resolvió un tribunal que lo juzga por una causa de corrupción; el gobierno dispuso que quede bajo arresto domiciliario
EL CAIRO.- La orden de un tribunal de liberar de la prisión a Hosni Mubarak,
el dictador que gobernó Egipto con mano de hierro durante 30 años y que
cayó durante el estallido de la "primavera árabe", sacudió aún más a un
país que vive una escalada de violencia tras el derrocamiento del presidente Mohammed Morsi, siete semanas atrás.
Para
evitar profundizar la polarización que reina en el país, el gobierno
interino ordenó que si es liberado, algo que podría ocurrir hoy, Mubarak
permanezca bajo arresto domiciliario, ya que todavía tiene causas
pendientes.El primer ministro egipcio, Hazem al Beblaui, en su calidad de vicegobernador militar, emitió un decreto para que Mubarak sea puesto bajo arresto domiciliario "en el marco del estado de emergencia" que rige en el país a raíz de la ola de violencia que se desató el miércoles pasado tras la represión de una protesta de islamistas que dejó más de 600 muertos.
El Tribunal de Apelaciones de Delitos del norte de El Cairo consideró ayer que Mubarak debe ser excarcelado, ya que superó el plazo máximo para seguir en prisión preventiva en la última causa por la que no había recibido todavía una orden de libertad provisional.
Esa instancia judicial aceptó así el recurso de la defensa de Mubarak en el proceso abierto en su contra por haber supuestamente recibido regalos millonarios de parte del conglomerado de instituciones periodísticas estatales Al-Ahram.
Sin embargo, pese a su inminente salida de la prisión de Tora, Mubarak debe ser todavía juzgado en todos los procesos en que se halla inculpado, un total de cuatro. La próxima sesión de uno de ellos, en el que está acusado por la muerte de manifestantes en la revolución de 2011 que lo derrocó, se celebrará este domingo.
Además, el "faraón" se enfrenta a otra causa por el desvío de fondos públicos y a otra por enriquecimiento ilícito. Estas causas abiertas le impiden viajar fuera de Egipto.
Mubarak, de 85 años, fue condenado a cadena perpetua el año pasado por no evitar la matanza de manifestantes en 2011, pero una corte aceptó el pedido de nulidad de ese proceso y ordenó un nuevo juicio.
El ex dictador probablemente no tenga futuro político, pero muchos egipcios consideran que la liberación de Mubarak simboliza la reinstauración del antiguo régimen sostenido por los militares y un revés para los vientos democráticos que lo derrocaron.
El 3 de julio pasado, las fuerzas armadas de las que Mubarak fue amo y señor desde 1981 hasta 2011 derrocaron al islamista Morsi, el primer presidente elegido democráticamente en 60 años. Desde entonces, Egipto vive el peor conflicto interno de su historia moderna, con unos 900 muertos.
Luego de arrestar anteayer a Mohammed Badie, guía espiritual de los Hermanos Musulmanes, el partido político más poderosos del país y al que pertenece Morsi, el gobierno asestó ayer nuevos golpes al islamismo con las detenciones de Safwat Hegazy, un influyente predicador, y Murad Ali, vocero del Partido de la Libertad y la Justicia (PLJ). Por su parte, los islamistas elevaron el desafío contra los militares liderados por el general Abdul Fatah al-Sisi al llamar ayer a sus simpatizantes a manifestarse mañana contra el golpe militar.
Mientras la crisis y la violencia engullen al país, la comunidad internacional comienza a perder la paciencia que hasta ahora tuvo con la conducción militar, receptora de miles de millones de dólares de sus aliados occidentales.
La Unión Europea (UE) suspendió ayer el suministro a Egipto de armas que puedan ser usadas para reprimir a la oposición política, mientras que Estados Unidos, principal aliado occidental de El Cairo, evaluaba congelar el giro de fondos.
Una nueva vida para el faraón
- HOSNI MUBARAK // EX PRESIDENTE EGIPCIO
Profesión: militar
Edad: 85 años
Su gobierno: estuvo en el poder durante 30 años. Derrocado en 2011, fue encarcelado y condenado a cadena perpetua en 2012; tras padecer una enfermedad, Mubarak retoma una vez más el protagonismo
Jueves 22 de agosto de 2013
El Cairo, entre el apoyo y el rechazo
En un país polarizado, el fallo fue festejado por seguidores del ex rais y criticado por detractores
EL CAIRO.- El convulso panorama político egipcio es una caja de sorpresas que se suceden a un ritmo vertiginoso. En sólo 12 meses, los Hermanos Musulmanes pasaron de la gloria electoral a la peor represión de los últimos 60 años, y el ex dictador Hosni Mubarak,
de escuchar una condena a cadena perpetua a ser puesto en libertad. La
noticia de la excarcelación del general, de 85 años, fue recibida con
pareceres dispares, algo lógico en un país polarizado hasta el extremo.
Mientras
hace un par de años era difícil encontrar algún egipcio que defendiera
el legado de Mubarak, ahora salen admiradores del ex rais de
abajo de las piedras. Estos dos años y medio de turbulenta transición
convirtieron en nostálgicos a muchos ciudadanos. "Mubarak fue un buen
presidente. Bajo su gobierno había estabilidad, seguridad, prosperidad.
Venían muchos turistas e inversores. Ahora, en cambio, el país está
preso de la violencia", comenta Mustafá, un joven taxista contento por
la puesta en libertad condicionada del general. "El gran error de
Mubarak fue querer imponer a su hijo como presidente. Su sucesor se
debería haber elegido a través de elecciones", añade.No todos los que se alegran de la excarcelación de Mubarak son "fulul", el término usado por los revolucionarios para definir a los seguidores del antiguo régimen. Essam, un panadero del barrio de Dokki, no vio con malos ojos la deposición de Mubarak, pero tampoco ahora su salida de prisión. "Es un hombre ya muy mayor para estar en la cárcel. Además, sus relaciones con los otros países podrían ser útiles para el actual gobierno", explica, mientras pone una magdalena en una bolsa.
En la blogosfera, muchos recibieron la noticia con ironía. "Los Hermanos Musulmanes en las cárceles, [Mohammed] El-Baradei en Viena, y Mubarak en la calle. Retorno a 2010", era el mensaje que, con algunas variaciones, triunfó en Twitter. Manar Sharawi, una profesora de lengua árabe que votó a Morsi en las elecciones presidenciales, cubierta con su velo, expresaba ayer no sólo decepción, sino también una gran preocupación por la liberación de Mubarak.
"Esto es un retorno al antiguo régimen en toda regla. Tengo mucho miedo. ¿Para qué nos sirvió hacer la revolución?", se lamentaba Manar, que interpreta la decisión del ejército como una muestra de gran confianza. "Se sienten tan fuertes que incluso se han atrevido a liberar a Mubarak", señala.
Entre los activistas laicos de la plaza Tahrir, la mayoría de los cuales apoyó el golpe de Estado que depuso al islamista Mohammed Morsi, algunos relativizaban la importancia del hecho de que el dictador al que derrotaron pueda volver a su casa. "La revolución no la hicimos contra Mubarak por su persona, sino por sus políticas. Lo que queríamos era cambiar un sistema opresivo", dice Bassem Janubie, un activista que fundó la organización revolucionaria Hijos de Egipto, una más de la constelación de grupos juveniles que afloraron en la "primavera árabe" egipcia.
Temerosos del poder de los Hermanos Musulmanes, y hostiles a su visión del mundo de inspiración teocrática y conservadora, muchos jóvenes revolucionarios se han lanzado a los brazos de los militares, la misma institución contra la que batallaron durante la transición dirigida por la junta militar, hace apenas un año y medio.
Ellos no temen el retorno del régimen de Mubarak. "La gente no lo va a permitir. Se rompió la barrera del miedo, y ya no hay marcha atrás. Confío en que las promesas de llamar a elecciones y aprobar una Constitución laica y moderna se cumplan", asevera Bassem, sentado en un café de la Bolsa, la bulliciosa zona de bares donde se suelen reunir los revolucionarios, antes de volver a casa obligado por el toque de queda..
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