Temor en París por el hallazgo de cinco bombas

Un grupo desconocido escondió explosivos en una de las principales tiendas de la ciudad

Por Luisa Corradini | LA NACION

PARIS.- Una ola de pánico se produjo ayer al mediodía en tienda Printemps-Haussmann, en pleno período de compras navideñas, cuando la policía descubrió cinco cartuchos de dinamita sin detonadores y ordenó evacuar los tres gigantescos edificios de siete plantas, lo que puso en estado de alerta a todo el barrio en el que se encuentran las principales galerías comerciales de París.

En una carta enviada a la agencia France Presse, el misterioso Frente Revolucionario Afgano indicó que había dejado los explosivos, atados con un simple cordón, en los baños de mujeres de la prestigiosa tienda ubicada en el Boulevard Haussmann.
El grupo, desconocido por los servicios de seguridad, exige el retiro de la tropas francesas de Afganistán. Pero, según los expertos, ni el lenguaje ni la metodología corresponden a los usados habitualmente por los extremistas islámicos, y mucho menos por Al-Qaeda.
"Se trata de un grupo totalmente desconocido por todos los servicios de inteligencia", indicó la ministra del Interior, Michelle Alliot-Marie. Para los especialistas en terrorismo, hay tres razones que permiten dudar de la existencia de lazos entre este ignoto grupo y la red liderada por Osama ben Laden.
"La primera es que Al-Qaeda no tiene la costumbre de prevenir antes de golpear. La segunda, que el dispositivo utilizado por ambos es completamente diferente: éste es lo más básico imaginable. Por último, el Frente Afgano no incluye una sola referencia islamista en su misiva, contrariamente a Al-Qaeda", explica Ali Laidi, investigador del Instituto de Investigaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS). "El término «revolucionario» no existe en ningún vocabulario islamista. Más bien hace pensar en un grupo laico."
La búsqueda de explosivos interrumpió durante dos horas las actividades en la tienda, en un período en el que unas 100.000 personas hacen allí sus compras navideñas diariamente.
La totalidad del personal fue evacuada de los tres edificios de Printemps y la policía filtró el intenso tráfico que circula por ese boulevard, una de las arterias principales de la capital francesa. En esa avenida también se encuentra otra célebre tienda, las Galerías Lafayette, que recibe 150.000 visitantes diarios.
En una operación sin conexión aparente con el incidente, la policía francesa arrestó ayer a siete jóvenes sospechosos de tener lazos con movimientos extremistas islámicos.
El presidente Nicolas Sarkozy llamó ayer a la vigilancia en el Parlamento Europeo, donde pronunciaba su último discurso como presidente pro témpore de la Unión Europea. "La vigilancia frente al terrorismo es la única actitud posible porque, desgraciadamente, todo puede suceder. Y firmeza, porque no se transige con los terroristas. Se los combate", declaró.

Advertencia

Los expertos piensan que el episodio de Printemps puede constituir una advertencia, ya que todo fue hecho para permitir el hallazgo de los explosivos. El texto de la reivindicación afirma que no se trata de una broma: "Hagan llegar este mensaje a su presidente: que retire sus tropas de nuestro país [por Afganistán] antes de febrero de 2009. De lo contrario, volveremos a pasar a la acción en sus grandes tiendas capitalistas y, esta vez, sin advertencia".
Francia fue blanco del terrorismo internacional en varias ocasiones. Bombas reivindicadas por el grupo terrorista Hezbollah estallaron en Printemps y en las Galerías Lafayette en 1985 y dejaron 43 heridos. Más de una docena de personas murieron en París entre 1980 y 1990 por los atentados de grupos terroristas de Medio Oriente y Argelia. El último gran ataque fue en 1996, cuando ocho personas murieron y unas 200 resultaron heridas en atentados perpetrados por islamistas argelinos contra estaciones de subte y sitios turísticos de la capital.
El mes pasado, en un mensaje difundido por la cadena de televisión Al-Arabia, un grupo talibán amenazó con lanzar ataques en París si Francia no retiraba sus 2785 militares de Afganistán. En agosto, 10 soldados franceses murieron y otros 21 fueron heridos en una emboscada talibana cerca de Kabul. Ese fue el ataque más sangriento contra tropas extranjeras desde la caída de los talibanes, en 2001. Desde entonces, el apoyo de los franceses a la presencia de sus militares en ese país se derrumbó. .

Diario "La Nación". Buenos Aires, 20 de diciembre de 2007.

Diario "La Nación". Buenos Aires, 3 de octubre de 2003.


Diario "La Nación". Buenos Aires, 22 de mayo de 2003.

Diario "La Nación". Buenos Aires,19 de abril de 2002.

La tragedia hizo temer un atentado terrorista

Milán vivió horas de pánico

Una avioneta embistió la torre más alta de la ciudad; tres muertos

ROMA.- En lo que se temió fuera una dramática reedición en Italia del atentado contra las Torres Gemelas, una avioneta se estrelló ayer contra el Pirellone, el único gran rascacielos de Milán, sede de la gobernación regional, y causó tres muertes, treinta heridos y la destrucción de varios pisos.

Sin embargo, las autoridades italianas descartaron, por el momento, que se estuviera frente a un nuevo ataque terrorista.
Por la increíble similitud con lo sucedido en Nueva York el 11 de septiembre último, desde que ocurrió el hecho, a las 17.50 en Italia (las 12.50 en la Argentina), la alarma sonó en todo el mundo. En medio del pánico, todos los noticieros cortaron sus programas con ediciones extraordinarias e inevitablemente se pensó en una repetición italiana del ataque a las Torres Gemelas, en un nuevo golpe al mejor estilo Al-Qaeda, la red de Osama ben Laden.
Funcionarios del gobierno de Estados Unidos se comunicaron de inmediato con el gobierno italiano y se mantuvo informado, permanentemente, al presidente George W. Bush, indicó el vocero presidencial, Ari Fleischer. La Bolsa de Nueva York cayó casi el 2% y en Europa bajaron las acciones, se debilitó el euro y subió el oro, aunque los mercados se calmaron luego, al descartarse la hipótesis de un atentado.
Mientras imágenes impactantes de humo negro saliendo de los últimos pisos del edificio símbolo de Milán -de 127 metros de alto- se veían en las pantallas de TV, una hora después del siniestro, el ministro del Interior, Claudio Scajola, descartó la hipótesis de un atentado y abonó la del accidente. Algo que hizo suspirar de alivio a los italianos, totalmente shockeados por la noticia, pero que en verdad no tranquilizó a nadie porque quedaron varios interrogantes sin respuesta.
"Sobre la base de los elementos que conocemos, pensamos que se trata de un accidente, aunque hay investigaciones en curso. Parece que hubo una falla técnica que llevó al avión desgraciadamente a tener este impacto", dijo Scajola por la noche, desde el escenario de la tragedia.
En medio de la confusión, del ruido de las sirenas de los bomberos y de las ambulancias que iban y venían del Pirellone (así llamado porque fue sede de la empresa Pirelli), que queda en pleno centro de Milán y tiene 30 pisos, poco a poco fue trascendiendo lo que había pasado. Al parecer el monomotor, que había despegado a las 17.15 de Locarno, Suiza, estaba averiado, y antes de estrellarse en el piso 25 del edificio, había enviado un SOS.
Al mando de la avioneta se encontraba Luigi Fasulo, de 68 años, un italiano que residía en Suiza, el único a bordo del piper y una de las tres víctimas. Según los informes, comunicó a las torres de control de Linate -una especie de Aeroparque de Milán-, que tenía un problema en el tren de aterrizaje. Como la pista de emergencia de ese aeropuerto estaba ocupada, el piper fue desviado a otra zona. Después, la torre de control perdió todo contacto con el aparato, que a las 17.50 fue visto entrar violentamente en el Pirellone, sumergiendo a Milán en el caos y en el espanto. Según el Enac (Ente Nacional de Aviación Civil), el accidente probablemente ocurrió debido a un malestar del piloto, o a raíz de humo a bordo.
El impacto, fuertísimo, fue en el piso 25 del edificio, el que se encontraban en ese momento unas 300 personas, empleados de la región Lombardía. En los pisos superiores, sin embargo había poca gente, porque estaba en obra.
Según testigos, que vieron cómo el pequeño aparato volaba a baja altura en dirección al edificio, se trató de una "escena apocalíptica". "Escuché una explosión violentísima, giré la cabeza y pensé revivir las imágenes de las Torres Gemelas de Nueva York, vidrios que volaban en el cielo, y humo", dijo Mariangela Garavaglia, que trabaja en un edificio cercano. "Parecía un sueño: vi cómo el avión entró en las oficinas y estalló. Vi volar vidrios por todos lados", contó, por su parte, Luigi Meloni, dueño de un bar.

Fuego y nubes de humo

El impacto enseguida provocó un incendio, densas nubes de humo negro en toda la zona y una lluvia de escombros. Vidrios, metales, hierros retorcidos y hojas de papel, que alfombraron trágicamente el lugar. En medio de escenas de pánico de la gente que poco a poco salía corriendo del edificio -algunos quedaron varias horas atrapados en los ascensores-, de heridos en estado de shock, de familiares que aparecían para preguntar por sus seres queridos, cientos de efectivos policiales y bomberos llegaron a la zona, que quedó vallada ante el riesgo de un eventual hundimiento del edificio.
Bloqueados los celulares de la zona para facilitar la labor de médicos y ambulancias que iban socorriendo a los heridos, decenas de helicópteros comenzaron a sobrevolar el área, para ayudar en los rescates. Además del piloto, en el desastre murieron dos mujeres, Annalisa Rapetti y Alessandra Santoncito, que trabajaban como abogadas de la región Lombardía, en el piso 26 del Pirellone.
Mientras el gobierno italiano se reunió de emergencia para establecer una "unidad de crisis" para seguir la evolución de los hechos, pese a haber descartado la hipótesis terrorista decidió activar el dispositivo de defensa aérea nacional. En otro hecho inquietante, en efecto, poco después de que el piper se estrelló contra el Pirellone, otro aparato fue visto sobrevolar el lugar, haciendo pensar lo peor -en las Torres Gemelas se estrellaron dos aviones- y poniendo en evidencia la falta de control en los cielos milaneses.
La pregunta que todo el mundo se hacía anoche era, de hecho, qué es lo que hacía el piper que se estrelló en pleno centro de Milán, donde está prohibido todo tipo de sobrevuelo. Y, anticipando las polémicas que, sin dudas, vendrán, todos se preguntaban si en verdad pudo evitarse esta tragedia, siempre y cuando haya realmente sido un accidente, y no un atentado. .
Por Elisabetta Piqué Corresponsal en Italia