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miércoles, 29 de octubre de 2014

URUGUAY REDEFINE SU RELACIÓN CON EL BARRIO.



La visión del Partido Nacional

Uruguay redefine su relación con el barrio

Tanto el Frente Amplio como el Partido Nacional, que definirán la presidencia en el ballotagge del 30 de noviembre, creen que para crecer, el país debe firmar acuerdos extrarregionales; el futuro del Mercosur y el vínculo con la Argentina
Por   | LA NACION

Cuál es la ciudad con más uruguayos después de Montevideo? Buenos Aires. No se trata de un acertijo sino de un dato simple que de modo contundente refleja la ligazón que existe entre ambos países. Quien lo comenta, Pablo Ferreri, candidato a diputado y asesor de Tabaré Vázquez, apela al ejemplo cuando se le pregunta por el futuro de la magullada relación bilateral. Tal como pronosticaban las encuestas, los uruguayos definirán el 30 de noviembre quién será el sucesor de José Mujica mediante un ballotagge entre Vázquez, del oficialista Frente Amplio, y Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional.
La campaña electoral que desembocó en las elecciones de anteayer giró en torno de dos problemáticas centrales: seguridad y educación. Aunque la relación de Uruguay con sus vecinos y su lugar en el Mercosur es una cuestión de marcada preocupación tanto para el sector público como el privado, quizá haya una explicación que justifique su ausencia en los debates: no hay diferencias sustanciales entre las diferentes fuerzas.
Más allá de una cuestión de estilos, los cuatro principales postulantes a la presidencia (además de Vázquez y Lacalle Pou, Pedro Bordaberry, del Partido Colorado, y Pablo Mieres, del Partido Independiente) comparten el fondo de la cuestión: para crecer, Uruguay debe mirar hacia afuera de la región y en ese contexto, el Mercosur con la decisión 32/00 -que impide a los socios firmar acuerdos comerciales bilaterales por fuera del bloque-, no sirve. En ese contexto, "mejorar la relación con la Argentina", es otro de los postulados que se repite en las plataformas políticas y en los discursos públicos, aunque cuando se escuchan las explicaciones de los diferentes interlocutores no quedan dudas de que se trata de una necesidad que impone la geografía más que de una elección estratégica.
Ferreri, del Frente Amplio, distingue dos planos en la relación bilateral.
El primero, de relacionamiento entre los dos pueblos, que describe como de hermandad absoluta e inalterado en el tiempo. "Muchas uruguayos tienen familiares viviendo en la Argentina. Todos los que han ido no sólo fueron muy bien recibidos sino que tienen oportunidades de trabajo, desarrollo personal y familiar. Lo mismo ocurre con los argentinos que pasan sus vacaciones en Uruguay o con los tantos que en los últimos años decidieron venir a vivir acá", dijo.
El segundo, el plano institucional entre gobiernos. "Es ahí donde han habido altibajos de público conocimiento y en los que hay que trabajar de la mejor manera, sobre todo teniendo en cuenta la complementariedad que en muchos aspectos puede haber entre la Argentina y Uruguay", dice. Como parte de esa labor de acercamiento, explica que el Frente Amplio empezó -aún antes de las elecciones del domingo- a tener contacto con quienes "aparecen como los competidores más fuertes para gobernar la Argentina en un próximo período". Y detalló que hace 10 días Tabaré y algunos de sus asesores se reunieron con el gobernador bonaerense Daniel Scioli.
"La idea es, pensando en el futuro de la relación, ir generando protocolos de entendimiento para solucionar las diferencias cuando ocurran, pero viendo la enorme cantidad de cosas que tenemos que hacer en materia de infraestructura y energía. Creo que la relación transitará de la mejor manera posible. Es la predisposición de ambos lados", agregó.
Julio Lacarte Muro, coordinador del área de Relaciones exteriores del Partido Colorado, coincidió en que "existen varios frentes abiertos en la relación bilateral para los que no hemos logrado una solución adecuada". Luego de explicar que no se trata un fenómeno novedoso en la relación entre dos países con una proximidad histórica como los nuestros y que resulta casi inevitable que eso sea así, admitió que una gran diferencia es que en el pasado se encontraron soluciones.
"La relación diplomática con la Argentina -como con cualquier país-, debe hacerse de modo profesional, dejando de lado las posiciones políticas. Las quejas de Uruguay por el dragado de los canales, el puerto de Nueva Palmira y los temas de navegación especialmente, están muy trancadas y eso tiene como marco acuerdos firmados. La negociación nunca arranca de cero. Ocurre que somos un país de Derecho, una democracia reconocida y buscamos soluciones pacíficas desde el Derecho para cualquier negociación. Uruguay es un país celoso de su independencia y soberanía, ahí hay aspectos indeclinables", dijo a LA NACION.
El referente del Partido Colorado -que la misma noche de los comicios adelantó su apoyo al Partido Blanco para la segunda vuelta- dice que en su fuerza creen que "hay que mantener el Mercosur, pero no como está". Lacarte Muro, diplomático, ex embajador en EE.UU. y Argentina, entre otros, explicó que la Decisión 32 pone a Uruguay en "gravísima desventaja" porque mientras en el mundo se están creando grandes bloques de comercio (citó como ejemplo las negociaciones entre Canadá y la UE, Estados Unidos-UE, Japón-UE y el Acuerdo Transpacífico, por caso), el Mercosur "hace años que evalúa si es conveniente acordar con la UE".
"Hay un panorama sombrío para el Mercosur. Todos negocian y nosotros no estamos en ningún lado. Sería gravísimo que nos quedáramos al margen del mundo. Con la OMC paralizada y estos acuerdos marchando, en 1 o 2 años el comercio mundial se hará con preferencias. El bloque debe acercarse a la Alianza del Pacífico en lo que el canciller de Chile llamó "la convergencia en la diversidad". No importa la ideología sino que se hagan las cosas", remató.
"Es claro que el Mercosur no está dando plena satisfacción al Uruguay. Hay una coincidencia generalizada en que hoy está demasiado politizado y se ha alejado mucho del contenido del Tratado de Asunción. No funciona como se previó. Hoy es, a lo sumo, una zona de libre comercio y bastante imperfecta. Si se coordinaran las políticas económicas y comerciales se beneficiaría a todos", sostuvo.
Marcell Vaillant, coordinador del programa económico del Partido Independiente, explicó que todos las fuerzas coinciden en que "Uruguay debe llevarse lo mejor posible con Argentina, Brasil y el Mercosur, pero como toda economía pequeña, el país necesita mayores posibilidades de apertura".
Según su análisis, "el Mercosur enfrenta un período negativo razón por la que hay que empezar a sincerarse respecto de cuáles son los compromisos que se están cumpliendo". Vaillant está convencido de que la idea de que para Uruguay es imperioso no cerrar su economía y firmar acuerdos con terceros mercados, es una política de Estado. "En esto son muchos más los puntos de convergencia que de divergencia" entre los diferentes partidos, insistió.
A su turno, Ferreri aseguró que aunque Uruguay diversificó sus mercados, el barrio sigue siendo un sostén muy importante para las exportaciones. "La relación con la Argentina, pero también con Brasil y el creciente intercambio con Paraguay, son un motor de desarrollo fundamental. Reivindicamos y creemos en el Mercosur, pero de un Mercosur que funcione correctamente, donde se cumplan todas las normas que han sido acordadas, que tienda hacia la integración total y no que tenga trabas o problemas que no estaban previstos y que en muchos casos no deberían ocurrir", concluyó.
Más allá de quien resulte elegido el 30 de noviembre, hay una certeza: en marzo, cuando asuma la próxima gestión, soplarán vientos de cambio en la relación bilateral.

1108

Una de las medidas que más ruido generó en la relación bilateral en el último tiempo es la Resolución 1108 de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Argentina, que prohibió los transbordos de mercadería local en puertos uruguayos. Cuando se le preguntó sobre el tema, Pablo Ferreri, uno de los referentes del Frente Amplio, destacó que "el puerto de Montevideo es un elemento de desarrollo fundamental y por lo tanto que se tengan los niveles de actividad esperados es muy importante". Luego prefirió enumerar los sectores en los que hay mucho "por avanzar", como el energético.

La visión del partido nacional

Aclaración
LA NACION consultó al coordinador de equipos de gobierno del Partido Blanco, Pablo da Silveira, pero la respuesta fue que en la semana previa a los comicios se hacía complicado responder, motivo por el cual se sugirió visitar la página web que contiene las propuestas de Lacalle Pou.
En líneas generales, los postulados coinciden con el resto de las fuerzas: se detallan ideas para "recomponer la relación con Argentina", "fortalecer la posición de Uruguay en el Mercosur" y "Medidas orientadas a la búsqueda y aprovechamiento de oportunidades fuera del Mercosur"..
 
Uruguay

En busca de la segunda independencia

Sin distinción partidaria, la dirigencia oriental está convencida de que el futuro del país pasa por una mayor integración con el mundo; cómo seguirá la relación con los vecinos
Por   | Corresponsal en Uruguay


MONTEVIDEO.- A 190 años de una fecha un poco tramposa para la historia uruguaya, que figura como "Declaratoria de la Independencia", el próximo gobierno de este país se preparará para dar un paso firme hacia una real independencia: la del comercio exterior, integrado al mundo.
En marzo de 2015 asumirá un nuevo gobierno, y en el pensamiento de los cuatro principales candidatos presidenciales está un plan para mantener relaciones amistosas con los vecinos, pero de alguna manera desatar amarras y consolidar la tendencia de estos años, que ha sido de quitar dependencia de los dos grandes países que lo rodean.
Cada 25 de agosto, Uruguay conmemora aquella supuesta independencia declarada por bravos orientales que desafiaron a los invasores brasileros. Pero no era una independencia total. Esa fue una de las tres leyes que aprobó la Asamblea Legislativa de 1825. Y la segunda ley fue "por la unidad con las demás Provincias Argentinas a que siempre perteneció por los vínculos más sagrados que el mundo conoce".
Los orientales no querían ser un país separado de sus hermanos rioplatenses pero la guerra argentina brasilera derivó en intervención británica, y la negociación para que la Provincia de Montevideo fuera un estado independiente. En eso incidió que Inglaterra tenía preocupación por el puerto de Montevideo, por el comercio de esta región con el mundo. Eso marcó al país para siempre.
Antes incluso, el prócer oriental José Artigas había mostrado en documentos y decisiones políticas la importancia que asignaba al comercio con el resto del mundo. Hoy en la Bolsa de Comercio está el cuadro que ilustra sobre el acuerdo de libre comercio que firmó Artigas con el Reino Unido en 1817.
Y el cónsul de los Estados Unidos gestionó ante el jefe de los orientales un acuerdo similar con su país. Eran otros tiempos.
En los 90, Uruguay sintió que pasaba un tren al que debía subirse, porque si no lo hacía quedaba casi aislado. Y se subió al acuerdo argentino-brasileño que terminó derivando en el Mercosur.
El proceso de integración avanzó hasta que a fines del 98 Argentina entró en fase recesiva y que al inicio del 99, Brasil devaluó. Y el bloque se estancó y comenzaron las violaciones al tratado.
Los problemas fueron mayores cuando Argentina puso barreras políticas al ingreso de mercadería. Y el espíritu de libre comercio regional quedó por el piso.
A eso se suma la dificultad del bloque para negociar con otros países o "clubes" comerciales.

Coincidencia

¿Qué opinan hoy los principales dirigentes políticos? Hay coincidencia de que Uruguay es un país chico para el cual una buena inserción comercial es indispensable para consolidar crecimiento.
Y coinciden en que el Mercosur, tal cual es, no es el vehículo para esa mejora.
No proponen irse del bloque, pero sí dar batalla para conseguir el aval a acuerdos puntuales con otros países.
Hoy, Brasil no es el principal destino de exportaciones uruguayas: lo es China.
Hoy, Argentina es apenas 5% del total exportado de mercaderías.
Todos hablan de reforzar el Mercosur, pero condicionado a poder abrir la economía al mundo, a otros bloques.
El oficialista Frente Amplio tiene un programa negociado en su interna, que tiene el empuje de los sectores que pretenden priorizar la integración sudamericana. Pero Tabaré Vázquez pone acento en negociar con el mundo.
Los partidos tradicionales apelan a independizarse, sin romper, con el Mercosur.
El Partido Independiente, socialdemócrata, destaca en su programa que el Mercosur no funciona, ni puede ser motivo de esperanza. Tabaré ya lo sufrió cuando fue presidente.
Ya nadie habla de aquellas ideas proteccionistas de otrora, ya nadie dice "hay que vivir con lo nuestro". El Uruguay se fue desenganchando de la dependencia comercial con Brasil y la Argentina, que hasta hace poco tiempo eran destino de la mitad de sus exportaciones.
La independencia política que nació por intervención extranjera, con la mira en el comercio entre Europa y el Río de la Plata, abre camino ahora a una independencia comercial, a la que aspiran los que quieren conducir a los orientales desde 2015..
 
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Diario "La Nación". Buenos Aires, 14de julio de 2011.

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