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viernes, 17 de enero de 2014

REINO UNIDO. ALEXANDER LEBEDEV, UN ESPÍA AL RESCATE DE LA PRENSA BRITÁNICA



Diario “La Nación”. Buenos Aires, domingo 04 de abril de 2010 
Protagonistas
Alexander Lebedev, un ex espía al rescate de la prensa británica
Fue agente de la KGB soviética antes de amasar una fortuna inmensa tras el fin de la Guerra Fría. Ahora, junto con su hijo Eugeny, el magnate ruso se convirtió en un jugador de peso en la prensa de Gran Bretaña: compró los tradicionales periódicos The Evening Standard The Independent y, para sorpresa de muchos, promueve la investigación seria e independiente
Richard Perez-Peña
The New York Times

Cuando Alexander Lebedev y su hijo, Eugeny, se hicieron cargo de The Evening Standard,de Londres, hace 14 meses, la cobertura de los medios se centró en el padre y su ex estatus como agente de la KGB y oligarca ruso, y en el gusto de ambos hombres por las mujeres bellas. Muchos artículos periodísticos se preguntaban si no ejercerían una influencia poco saludable sobre uno de los mayores periódicos británicos.
El jueves pasado, cuando cerraron la compra de otro respetado pero tambaleante periódico británico,The Independent , la pregunta, contra todas las previsiones, era otra: si los Lebedev no serían la mejor esperanza de preservar el periodismo serio en el país.
"Creo que fue casi demasiado halagador para mí", dijo irónicamente Alexander Lebedev, de 50 años, sobre la reciente cobertura periodística. Hablaba desde Moscú, adonde viajó para reunirse con su socio, Mikhail Gorbachov, el ex líder soviético. "Espero no convertirme en un malcriado".
En Inglaterra, los artículos periodísticos sobre la venta de The Independent mencionaban una vez más su pasado en la KGB, su enorme fortuna (2000 millones de dólares, según Forbes ) y sus aspiraciones políticas. Pero esta vez, gran parte de la cobertura periodística elogiaba a Lebedev por haber mantenido vivos dos diarios que perdían dinero y probablemente hubieran desaparecido sin los nuevos dueños, y por no haber interferido con la cobertura de noticias de The Evening Standard.
"Hubo gran escepticismo, pero hasta el momento no hay evidencias de que Lebedev pretenda otra cosa que financiar una prensa gratuita y seria", dijo Tim Luckhurst, director del centro de periodismo de la Universidad de Kent. "Habla con pasión de la prensa gratuita, y por lo que parece, lo dice en serio."
En octubre pasado, los Lebedev convirtieron a The Evening Standard , que se distribuye en la región de Londres, en un diario gratuito sin reducir sus contenidos... y eso, en una nación en la que los diarios gratuitos han tendido a ser poco más que un breve resumen. Además, el diario casi triplicó su circulación, hasta alcanzar los 600.000 ejemplares. Ayudado por la desaparición, el año pasado, de dos diarios gratuitos londinenses, The Standard afirma que ha ganado en ingresos publicitarios más dinero del que ha perdido por no cobrarle nada a sus lectores. "Hemos pasado de un periódico que perdía unas 500.000 libras semanales", o alrededor de 745.000 dólares, "a un periódico que ahora pierde la mitad de esa suma, o menos", dijo Eugeny Lebedev, de 29 años. Como presidente de The Standard -cargo que también ocupará en The Independent - está mucho más involucrado que su padre en el funcionamiento del periódico.
¿Los Lebedev habrán descubierto un nuevo modelo empresarial para una industria en dificultades... un nuevo modelo que puede ser una amenaza para sus competidores?
Temores y desafíos
Durante los meses de negociaciones para la compra de The Independent , uno de los diarios nacionales británicos, los medios especularon con la posibilidad de que también fuera convertido en un diario gratuito, o al menos se recortara su precio, que es de 1 libra. Eso podría afectar seriamente a otros periódicos nacionales, particularmente a The Guardian , cuya postura de izquierda es la más similar a la orientación de The Independent .
"Lo que sí sabemos es que no podemos seguir adelante con el diario en su forma actual", dijo Eugeny Lebedev sobre The Independent , que perdió 12, 4 millones de libras (alrededor de 18,5 millones de dólares) el año pasado. "Tenemos que implementar algún cambio del modelo empresarial".
Los Lebedev dicen que aún no han decidido una nueva estrategia. Y, más notable aún, dicen que les preocupa la manera en que su estrategia pueda afectar a otros periódicos -una afirmación que está muy lejos del usual enfoque encarnizado de los magnates mediáticos-. "Si uno intenta salvar un buen periódico, no quiere perjudicar a los otros", dijo Alexander Lebedev.
Los expertos dudan que un periódico pueda convertirse en gratuito con una circulación en todo el Reino Unido sin perder enormes sumas de dinero, porque el costo de la distribución es muy grande. "Tiene la red de distribución en Londres, de manera que podría convertir a The Independenten un periódico gratuito solamente en Londres, y seguir cobrándolo en el resto de los lugares", opinó Roy Greenslade, ex editor de varios periódicos británicos importantes, que escribe comentarios sobre los medios en The Guardian The Standard . Los otros diarios "están muy preocupados por la decisión que puedan tomar los Lebedev".
Haga lo que haga, Alexander Lebedev seguirá siendo una figura poco usual. Empezó a leer los periódicos británicos en la década de 1980, como parte de su trabajo en la KGB, que le encomendaba la tarea de reunir información de inteligencia sobre la economía británica. Durante varios años, esa agencia lo destinó a Londres.
Se convirtió en empresario después de la desintegración de la Unión Soviética a principios de la década de 1990, y edificó un imperio que incluye instituciones bancarias, líneas aéreas, hoteles y manufacturas. Dijo que su experiencia empresarial, que lo obligó a enfrentar la corrupción en Rusia y en otros países, estimuló su interés por promover un periodismo de investigación amplio y abierto. "Francamente, no veo otra manera de hacer eso si no es a través de los medios de comunicación", dijo. "E incluso así, el gobierno puede reaccionar o no".
Mientras otros magnates se dedicaban a comprar equipos deportivos, Lebedev invirtió, junto con Gorbachov, en Novaya Gazeta , un periódico caracterizado por su trabajo de investigación y su postura crítica con respecto al gobierno y a poderosos intereses comerciales. (También es conocido por sus cuatro periodistas asesinados en el curso de la última década, incluida Anna Politkovskaya.) Alexander Lebedev aún mantiene su domicilio principal en Moscú, mientras que el de su hijo está en Londres.
A principios de este año, algunos medios británicos cuestionaron la independencia de Lebedev respecto del Kremlin, después de que la línea aérea Aeroflot, mayoritariamente propiedad del gobierno, accedió a comprarle su parte accionaria de la empresa.
Alexander Lebedev se ha postulado varias veces para ocupar cargos públicos y ha ocupado durante cuatro años una banca en el parlamento ruso, la Duma, un antecedente que en EE.UU. sería considerado un caso de conflicto de intereses. Ha cambiado de partido político varias veces, y él y Gorbachov han hablado de fundar un partido reformista.
Tras comprar el 74,1% de The Standard , contrató a un nuevo editor, Geordie Greig, con la misión de revivir el diario. Se lanzó una campaña publicitaria con el eslogan "Lamentamos perder contacto", atacando directamente la percepción de que el diario era demasiado seco y demasiado negativo hacia Londres.
Greig le ha dado a la tapa un aspecto menos pesado y más atractivo, dijo Lorna Tilbian, una experta en medios del banco de inversión Numis, "pero no sacrificó las notas serias".
En Rusia y en Inglaterra, los Lebedev han defendido una prensa que no está alineada ni controlada por ninguna facción política o empresarial y, bajo su égida, The Standard se ha alejado de su postura conservadora.
Además, en el caso de The Independent , la postura deberá "ser de principios elevados", dijo Eugeny Lebedev, "y evitar la cultura popular de las celebridades. Ese nicho está más que cubierto".
© The New York Times

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