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martes, 21 de enero de 2014

ARMENIA. FUERTE ESCALDA DEL CRUCE ENTRE FRANCIA Y TURQUÍA.



Fuerte escalada del cruce entre Francia y Turquía por el genocidio armenio
El premier Erdogan atacó a Sarkozy y acusó a París de “genocidio en Argelia”.










PROTESTA. ACTIVISTAS TURCOS FRENTE A LA EMBAJADA FRANCESA EN ANKARA.
Diario “Clarín”, 24/12/11
La escalada de duros cruces entre Francia y Turquía por el genocidio del pueblo armenio continuó ayer con acusaciones de Ankara contra París por las masacres en Argelia cuando ese país estuvo bajo soberanía gala. “Francia masacró en 1945 a un 15 por ciento de la población de Argelia. Eso es genocidio”, dijo el primer ministro Recep Tayyip Erdogan.
La furia de Turquía estalló después de que la Cámara Baja del Parlamento francés dio su conformidad a un proyecto que penaliza por ley la negación de la masacre cometida por el imperio Otomano contra el pueblo armenio que causó 1.500.000 de muertos, considerado el primer genocidio del siglo veinte. Turquía niega ese tremendo episodio y subestima la cantidad de muertos.
El viernes después del voto legislativo, Ankara retiró a su embajador de París y suspendió la colaboración militar y las visitas oficiales. Ayer, Erdogan continuó con la ofensiva y en un encuentro con la Organización Islámica del Trabajo calificó la ley aprobada en Francia de ejemplo de racismo y de la discriminación de musulmanes en el país galo y Europa.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, llamó a la mesura. “Respeto las convicciones de nuestros amigos turcos (...) ellos también deberían respetar las nuestras”, dijo el mandatario en un aparte del funeral del ex presidente checo Vaclav Havel en Praga.
Erdogan, lejos de apaciguarse, atacó personalmente a Sarkozy, del que dijo que alimentaba el racismo para ganar las elecciones. “No le teme a ese peligroso juego”, sostuvo el premier. De inmediato afirmó que el gobierno francés debería ocuparse de la masacre de Argelia y recomendó a Sarkozy preguntarle al respecto a su padre, Paul Sarkozy, que estuvo en Argelia como miembro de la Legión Extranjera francesa. La cancillería en París se ocupó, en un comunicado, de rechazar ese golpe. La nota deploró el recurso a “fórmulas excesivas y a ataques personales que no están a la altura de los desafíos y del recíproco interés de nuestras relaciones”.
Las crueldades infligidas a los armenios fueron consideradas genocidio por más de una veintena de países, entre ellos Francia y Suiza y también Argentina.
El canciller Alain Juppé, alarmado por la escalada, llamó a los turcos a tener la cabeza fría. “Hay muchos motivos para mantener relaciones de confianza e incluso de amistad entre Francia y Turquía”, señaló en Burdeos. “Déjennos intentar revivir las relaciones ahora estancadas. Será difícil. Soy consciente de eso, el tiempo ayudará”.

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