La Nación. Buenos aires. Jueves 05 de diciembre de 2013 |
Conflicto
Asesinan en el Líbano a un líder de Hezbollah
El ataque fue reivindicado por grupos islámicos rivales
BEIRUT.- El grupo extremista libanés
Hezbollah denunció ayer el asesinato de uno de los cabecillas de la
Resistencia Islámica, su brazo armado, en un barrio del sur de Beirut,
en un ataque del que culpó a Israel.
Sin embargo, el gobierno israelí negó estar involucrado
en la muerte del líder chiita Hassan al-Laqqis, quien recibió cinco
disparos, probablemente con un arma con silenciador, cuando llegaba
cerca de la medianoche de anteayer a su casa ubicada en el distrito de
Hadath."Esto no tiene nada que ver con Israel", dijo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, Yigal Palmor.
Fuentes diplomáticas coincidieron en que el asesinato de Al-Laqqis parece más una consecuencia del conflicto entre sunnitas y chiitas por la implicación de Hezbollah en la guerra civil siria, en apoyo del gobierno de Bashar al-Assad.
En efecto, dos grupos extremistas sunnitas, rivales de Hezbollah, reivindicaron ayer el asesinato.
El primero en hacerlo fue la llamada Brigada de los Sunnitas Libres en Baalbeck, que informó en varios mensajes en Twitter que esa "operación jihadista gloriosa" fue perpetrada por los "leones sunnitas libres del Líbano".
"Juramos por Dios que la victoria está cerca. Éste es el inicio de una nueva era", subrayó el grupo, poco conocido hasta ahora, pero muy activo desde hace tiempo en la red social.
Posteriormente, un segundo grupo, autodenominado Brigadas de los Partidarios de la Nación Islámica, sostuvo en un comunicado que había cometido el atentado en represalia por la masacre de Al-Quseir.
Esa localidad siria cerca de la frontera con el Líbano fue tomada por el ejército sirio con apoyo de Hezbollah el 5 de junio tras intensos combates contra los rebeldes.
Desde el inicio de la guerra civil siria, en marzo de 2011, el Líbano ha sido escenario de enfrentamientos entre partidarios y detractores de Al-Assad, con atentados, ataques en la frontera y secuestros.
Según algunas fuentes diplomáticas, que calificaron el ataque como un "golpe estratégico y moral", la persona asesinada fue elegida con cuidado y no al azar, para enviar a Hezbollah el mensaje de que su poder no es infinito dentro del Líbano, aunque ya lo controle en buena parte.
El dirigente asesinado era cercano al jefe de la organización, el jeque Hassan Nasrallah, y había integrado las filas del grupo desde su fundación, en 1982, a partir de la financiación de los Guardianes de la Revolución de Irán.
Agencias ANSA y Reuters.
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