Diario "La Capital". Rosario, 21 de junio de 2004
India y Pakistán tendrán un "teléfono rojo" para evitar una guerra nuclear
Los históricos enemigos poseen misiles atómicos.El nuevo gobierno indio mejoró la relación bilateral
Nueva Delhi. - India y Pakistán acordaron
ayer instalar un "teléfono rojo" entre sus respectivos ministerios de
Relaciones Exteriores con el fin de reducir los riesgos de un conflicto
nuclear. Ambos países estuvieron al borde de una guerra a gran escala en
2002 por la posesión de la región de Cachemira y poseen arsenales
nucleares oficialmente desde 1998.
"Una línea roja especial y
segura será establecida entre los dos ministerios de Relaciones
Exteriores con el fin de impedir los malentendidos y reducir los riesgos
vinculados a asuntos nucleares", precisa un comunicado difundido al
término de dos días de negociaciones sin precedentes en Nueva Delhi
entre los dos países. Por otra parte, la "línea roja" que ya existe
entre los mandos de las fuerzas militares indias y paquistaníes será
modernizada.
Los dos países prometieron continuar la moratoria
sobre los ensayos nucleares "a menos que, en el ejercicio de la
soberanía nacional (un país) decida que acontecimientos extraordinarios
amenazan sus intereses supremos", añade el comunicado. Los dos vecinos
"llaman a todas las potencias nucleares a sostener reuniones de trabajo
regulares con el fin de discutir temas de interés común" y prometen
"seguir en consultas bilaterales sobre la seguridad y la no
proliferación en el contexto de negociaciones multilaterales".
India
y Pakistán, las dos últimas potencias atómicas declaradas (en 1988), ya
se enfrentaron militarmente tres veces desde la partición del imperio
británico de la India y el nacimiento de los dos Estados en 1947.
Los
dos países estuvieron a punto de entrar nuevamente en guerra en 2002,
después de un ataque contra el Parlamento indio atribuido a un comando
islamita ligado, según Nueva Delhi, a Pakistán. El trasfondo de estos
conflictos ha sido siempre la posesión de la región de Cachemira,
dividida en dos entre ambas naciones desde 1947 pero en permanente
estado de violencia por el accionar de guerrillas islámicas cercanas a
Pakistán. Este país reclama la totalidad de Cachemira en base al
carácter islámico de su población.
En la crisis de 2002 ambas
potencias estuvieron cerca no sólo de una nueva guerra convencional a
gran escala, sino de una escalada que llevara al uso de armas nucleares.
Los analistas destacan la diferencia cultural con las potencias
nucleares del resto del mundo: para muchos indios y paquistaníes la
pérdida de "algunos" millones de sus propios habitantes es un precio
factible si conlleva la derrota total del enemigo histórico. Durante la
crisis de ese año, dirigentes políticos indios oficialistas llegaron a
reclamar a su gobierno el disparo de misiles con cabezas nucleares
contra las principales ciudades paquistaníes. El pánico hizo huir a gran
parte de la numerosa colectividad extranjera de Nueva Delhi y de otras
grandes ciudades indias y paquistaníes.
Según el corresponsal de
la BBC en Delhi, existía en ambas naciones preocupación real acerca de
un accidente nuclear que pudiese desatar una escalada bélica. Los dos
contendientes no tienen una estructura de mando y control a la altura
del conflicto que protagonizan, al estilo de las que poseen Rusia, EEUU y
China, por ejemplo.
Asimismo, India y Pakistán han reafirmado
ayer que mantendrán la moratoria de pruebas nucleares. Según los
analistas en Delhi es claro el mejoramiento de las relaciones
bilaterales desde la llegada al poder del nuevo gobierno indio surgido
de las recientes elecciones, en las que resultó derrotado el Partido
Nacionalista Hindú y resurgió el Partido del Congreso. La formación de
la dinastía Gandhi retomó el poder después de una década de gobiernos
nacionalistas.
El acuerdo anunciado ayer será seguido por un
nuevo encuentro entre ambos ministros de Exteriores en China, donde se
discutirá una amplia agenda de diferendos. India ha remarcado que no
será nunca la primera en usar armas nucleares, pero Pakistán no la
siguió en esta afirmación. Hace tres años, un acuerdo preliminar exigía a
ambas partes la notificación previa de las pruebas de misiles. Pero el
documento no llegó a ser firmado por ambos gobiernos porque se produjo
el atentado contra el Parlamento indio en diciembre de 2001. Recién el
año pasado se reanudaron las negociaciones cuando se encontraron el por
entonces primer ministro indio, Atal Vajpayee, y el presidente
paquistaní, Pervez Musharraf. Luego siguió la reanudación de los vuelos
comerciales y por vía terrestre entre ambos países y el mejoramiento del
diálogo diplomático.
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