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martes, 6 de octubre de 2015

CATALUÑA 2014 Ultimátum del gobierno catalán a Rajoy tras el éxito de la consulta

 

Ultimátum del gobierno catalán a Rajoy tras el éxito de la consulta

Mas le puso un plazo a Madrid para que acepte negociar un referéndum vinculante; si no, llamará a elecciones
Martes 11 de noviembre de 2014




BARCELONA.- Los majestuosos salones medievales del Palacio de la Generalitat amanecieron llenos de funcionarios que todavía celebraban el apoyo masivo a la votación independentista celebrada anteayer en Cataluña a pesar de la prohibición explícita que había dictado la justicia española.
El jefe de todos ellos, el presidente autonómico Artur Mas, aprovechó el impulso que le dio el éxito de su desafiante 9-N para acentuar el proyecto separatista y lanzó un ultimátum al gobierno de Mariano Rajoy para que acepte negociar un referéndum vinculante sobre el estatus político de la región más rica de España.


En las próximas horas, el líder nacionalista le enviará una carta a Rajoy para emplazarlo a hablar del tema "sin condicionamientos". Advirtió que si no le diera una respuesta convincente en un "plazo razonable" podría lanzarse a organizar unas elecciones gubernamentales de carácter plebiscitario.


Mas, exultante anteanoche tras conocer los resultados
Mas, exultante anteanoche tras conocer los resultados.Foto:Reuters
Mas busca capitalizar el aturdimiento en que quedó el gobierno español con la imagen de los ciudadanos que se amontonaron en toda Cataluña para votar en una consulta que estaba suspendida por el Tribunal Constitucional (TC) y que carecía de todo valor jurídico.


Según las cifras difundidas por la Generalitat, no verificadas por un ente imparcial, 2,3 millones de catalanes -de casi 6 millones habilitados- asistieron a los colegios electorales para el simulacro ideado por Mas. De ellos, el 80,76% -es decir, 1,8 millones de personas- se inclinaron por la independencia.
Como forma adicional de presión, el gobierno catalán dejará abierto el llamado "proceso participativo" para que sigan votando durante los próximos 15 días quienes no pudieron o no quisieron hacerlo el domingo. "El objetivo ahora es conseguir el mandato definitivo para crear el Estado propio", anunció Josep Rull, coordinador de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido que lidera Mas. Si bien consideró "poco probable" que Rajoy acepte autorizar un referéndum, dijo que cumplirán con intentarlo. Según él, no deberían esperar más de "uno o dos meses".


El segundo paso sería preparar unas elecciones plebiscitarias para renovar el gobierno regional en las que todas las fuerzas políticas soberanistas promuevan un programa electoral basado en la declaración de la independencia. Un referéndum por otros medios. "Es muy probable que tomemos ese camino", dijo ayer Rull, aunque evitó hablar de fechas para esos eventuales comicios parlamentarios.
Allí empiezan los obstáculos para Mas y CDC, nacionalistas de orientación conservadora y separatistas recientes. Ellos promueven la formación de una "candidatura de país", unificada y liderada por el actual presidente.
En cambio, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el partido con raíces independentistas más profundas, pretende que cada partido concurra a las elecciones con su propia lista. Su líder, Oriol Junqueras, encabeza las encuestas de intención de voto.
ERC aspira a que el Parlamento que surja de las "plebiscitarias" respalde un gobierno de concentración nacional y declare unilateralmente la independencia al asumir. "Con la demostración democrática del 9-N hemos ganado el derecho de avanzar con la construcción de un nuevo país", afirmó ayer Junqueras.
Con esa dinámica también discrepa Mas, que no quiere comprometerse en público a proclamar la República Catalana. Sus allegados explican que prefiere dar pasos sólidos. Le preocupa sobre todo obtener respaldo en la Unión Europea (UE) antes de lanzarse a la secesión.
Se vienen días de discusión entre los sectores independentistas. Pero el éxito de la consulta alternativa rescató a Mas del infierno que significaron para él los escándalos de corrupción que involucran a su padrino político y ex líder regional Jordi Pujol. Fiel a su fama de sobreviviente, el presidente ganó tiempo para maniobrar y seguir al frente del reto catalán.
Ayer, la contracara era Rajoy. Al presidente español le llovieron las críticas en medio de la resaca del 9-N. Desde sectores de la derecha lo acusan de no haber sido lo suficientemente enérgico para impedir una votación prohibida por la justicia y que pone en peligro la unidad de España.
El secretario general del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, viajó a Barcelona para anunciar su intención de impulsar de "manera urgente" una reforma constitucional que resuelva el encaje de Cataluña en el Estado. "Lo haremos con o sin Rajoy", advirtió.
Los socialistas se derrumbaron en territorio catalán, pero buscan aliados en el frente nacionalista para evitar la ruptura.
Por el Partido Popular (PP) sólo dio la cara su secretaria general en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, para advertir que la justicia "va a actuar" contra Mas por el acto de desobediencia que significó la pseudoconsulta del domingo, que calificó de "fracaso total".
Una interpretación que contrastaba con la imagen de las banderas esteladas que florecían como nunca ayer en los balcones del centro de Barcelona, convertidos en una vidriera de la rebelión silenciosa que llena de incógnitas el futuro de España.

Del editor: qué significa. ?Mas se jugó la vida con esta consulta, por la que muchos no apostaban un peso, y ganó tiempo, pero parece difícil que al final se salga con la suya.
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Mas se prepara para la "batalla" internacional

El gobierno catalán busca apoyos para presionar a Rajoy a negociar un referéndum
Diario "La Nación". Buenos Aires, Martes 11 de noviembre de 2014


BARCELONA.- Luego de la consulta simbólica sobre la independencia que Cataluña celebró anteayer, pese al veto del Ejecutivo español, el gobierno regional situó ayer uno de sus próximos objetivos en el frente internacional.
"Hay una batalla por ganar, que es la batalla internacional, la de los Estados", señaló ayer el vocero del gobierno catalán, Francesc Homs.

El independentismo catalán movilizó a más de 2,2 millones de personas (un tercio de las llamadas a votar), que acudieron a votar en una consulta simbólica que había sido vetada por el gobierno conservador de Mariano Rajoy. Más del 80% de los votantes apoyó la independencia.

El Ejecutivo regional de Artur Mas pretende lograr apoyo internacional para presionar a Rajoy a negociar la celebración de un referéndum legal y vinculante, como el que hace poco hubo en Escocia.

"Evidentemente, esto se puede ganar, y se gana a base de tener determinadas actitudes, como la voluntad negociadora, el civismo y el diálogo", dijo Homs al respecto.
El apoyo internacional al independentismo catalán es hasta ahora escaso. Desde la Unión Europea (UE) se insistió siempre en que una Cataluña independiente quedaría automáticamente fuera del bloque, en el que tendría que tener un respaldo unánime de todos los socios -España incluida- para poder entrar.

Un vocero de la Comisión Europea rechazó valorar la consulta de anteayer. "El papel de la Comisión no es expresar opiniones sobre cuestiones de organización interna que tienen que ver con el orden constitucional de los países miembros", dijo Margaritis Schinas.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, volvió a manifestar ayer a través de un vocero que el tema catalán es un "asunto interno" de España. Y recordó también lo que la canciller dijo en agosto, durante su última visita a España. "Es un tema de política interna de España, [pero] todo lo que dijo [Rajoy] tiene mucha lógica y me parece algo que se debería apoyar", opinó entonces.
A mediados de septiembre pasado, el propio vocero de Merkel, Steffen Seibert, insistió en que el gobierno alemán y la canciller comparten la visión legal del gobierno español.
En tanto, el primer ministro británico, David Cameron, que enfrentó recientemente la posibilidad de la secesión de Escocia, expresó su apoyo a la "unidad" de España. El premier resaltó la importancia de que los referendos respeten el marco constitucional de los Estados.
Al ser consultado en un acto público sobre los consejos que le daría a Rajoy sobre la situación en Cataluña, Cameron dijo que para Gran Bretaña lo más importante es que "España permanezca unida".
Pese a la prudencia de los dirigentes europeos, los más de dos millones de personas que votaron en Cataluña, y el hecho de que más del 80% se mostrara a favor de la independencia, avivó las ansias secesionistas en Europa, mitigadas por la derrota escocesa.
En calidad de observadores, algunos líderes independentistas se dieron cita anteayer en Barcelona. Unos 35 grupos europeos pertenecientes a 15 "naciones sin Estado" acudieron a la capital catalana para ver el desarrollo de la consulta simbólica. Entre ellos figuran representantes de Flandes, País Vasco, Bretaña, Galicia, Córcega, la minoría macedonia de Grecia, Sur-Tirol, Moravia, Lombardía, Véneto, Valencia, Escocia y Gales. Una delegación de Quebec también se unió desde Canadá.
Los movimientos políticos, muy variados ideológicamente, se reunieron bajo el nombre de Alianza Libre Europea. La mayoría de sus líderes cantaron victoria luego del resultado de la consulta catalana.
"En Cataluña el viento de la libertad sopla fuerte, así como en el resto de Europa", dijo Roberto Cota, ex gobernador de la región italiana de Piamonte y actual secretario nacional de la Liga Norte.
"Entre nosotros, [el viento] sopla fortísimo en Véneto, pero también en Piamonte. Y [el jefe del gobierno italiano Matteo] Renzi está demostrando ser muy centralista y está yendo contra corriente", agregó Cota.
La legalidad de la consulta catalana fue rechazada por el Tribunal Constitucional, por lo que, en lugar del gobierno regional, fueron voluntarios de grupos independentistas los encargados de organizar la votación.

La economía, en apuros

Tras la consulta simbólica celebrada anteayer en Cataluña, la agencia de calificación de riesgos Fitch emitió ayer un informe en el que advirtió que "incluso una ruptura ordenada de España plantearía riesgos en la economía nacional".
Para Fitch, un desacuerdo continuado entre Madrid y Barcelona sería "negativo" para las calificaciones de la deuda soberana y regional. Una incertidumbre prolongada de la situación en Cataluña podría dar lugar, según la agencia, a "salidas de depósitos" que afectarían sobre todo a los bancos catalanes, y a un descenso de la inversión de las empresas en la región.
Agencias AFP, DPA y EFE

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