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lunes, 12 de octubre de 2015

EE.UU. OBAMA Por la falta de éxito, Obama cambia su táctica para combatir a EI

Por la falta de éxito, Obama cambia su táctica para combatir a EI

Desactivó un fallido programa de entrenamiento de rebeldes fuera de las fronteras sirias; en su lugar enviará armas y equipos a grupos que luchan contra Al-Assad y contra los jihadistas en el terreno
Diario "La Nación". Buenos Aires, Sábado 10 de octubre de 2015
WASHINGTON.- A la hora de enfrentar a las milicias de Estado Islámico (EI), de nada sirve diseñar brigadas a medida. Lo descubrieron el Pentágono y la Casa Blanca, que en un marcado cambio de táctica dejarán de entrenar a miles de rebeldes que demostraron carecer de experiencia y capacidad de combate mano a mano con los jihadistas. En su lugar, según se anunció ayer, sólo se entrenarán líderes rebeldes seleccionados y se enviarán pertrechos a grupos fogueados con probada capacidad.
El anuncio marcó el alejamiento del programa de entrenamiento de unidades de insurgentes fuera de Siria, en bases de Turquía y Jordania, que después eran enviados a combatir a EI con resultados que orillaron el fiasco y el papelón. El frustrado lanzamiento del proyecto, hace unos meses, en vez de victorias y avances, generó críticas contra la estrategia del presidente Barack Obama para ayudar a terminar con la guerra civil.
"El secretario de Defensa [Ashton] Carter ordenará al Departamento de Defensa que entregue paquetes de equipamiento y armas a un grupo selecto de líderes aprobados y a sus unidades de modo que, con el tiempo, puedan realizar una entrada concertada a territorio aún controlado por EI", declaró el vocero del Pentágono, Peter Cook.
La ayuda se concentrará en armas, equipamiento de comunicaciones y municiones, y los entrenamientos se limitarán a líderes rebeldes, en vez de centrarse en unidades de infantería completas, según precisó un alto funcionario del Pentágono a condición de anonimato.
"Con el tiempo, los cambios aumentarán el poder de combate para contrarrestar a las fuerzas de EI", dijo por su parte el secretario Carter, y admitió que "no estaba contento" con los primeros resultados del programa de reclutas, presupuestado en 500 millones de dólares. "Estoy convencido de que una derrota duradera de EI en Siria dependerá en parte del éxito de fuerzas terrestres locales y motivadas", agregó.
Si algo faltó a todas luces fue motivación. En mayo pasado, el ejército norteamericano comenzó el entrenamiento de miles de combatientes, en la que fue considerada una prueba a la estrategia de Obama de tener aliados locales para combatir a EI, manteniendo a las tropas de Estados Unidos lejos del frente. Pero el programa tuvo problemas desde el principio.
Dos pequeños grupos rebeldes entraron en Siria a través de Turquía, con resultados desalentadores. En su debut en el campo de batalla, el primer grupo de reclutas se dispersó poco después de entrar en combate. Algunos fueron capturados o abatidos y otros huyeron. Y en cuanto al segundo grupo, el comandante sirio que lo encabezaba, la semana pasada, entregó media decena de vehículos a milicianos extremistas.
La decepción del proyecto se explica también en cifras: el objetivo original del Pentágono era entrenar hasta 5400 rebeldes este año y otros 15.000 durante los próximos tres años, pero el gobierno reconoció el mes pasado que sólo había logrado insertar en el campo de batalla sirio a "cuatro o cinco" combatientes que luchan activamente contra EI.
Tras los bochornosos resultados de las nuevas brigadas, varios legisladores republicanos tacharon el programa de farsa y fracaso.
Bajo el nuevo enfoque, Estados Unidos proporcionará, por ejemplo, equipos de comunicaciones para que los rebeldes puedan coordinar sus operaciones en tierra con los bombardeos de la coalición aérea que lidera Washington.
Y también habrá entrenamientos, pero más selectivos. El gobierno decidió que es mejor centrarse en líderes de los grupos que "sacar a combatientes" del campo de batalla "y someterlos a entrenamiento durante muchas semanas", dijo Brett McGurk, enviado especial adjunto de Estados Unidos para la coalición que enfrenta a EI.
"Tenemos que ser flexibles, tenemos que adaptarnos para ser eficaces. Esto no es poner fin a nuestro programa, es adaptarlo", afirmó.
El secretario de Defensa dijo por su parte que el plan será revisado "siguiendo el ejemplo de la colaboración con los kurdos", donde se insertaron reclutas exitosamente. Y agregó que ese sistema "es exactamente la clase de ejemplo que quisiéramos aplicar con otros grupos en otras partes de Siria en el futuro".
El colapso del proyecto de entrenamiento masivo fuera de Siria tuvo su correlato, ayer, con nuevos traspiés de las fuerzas rebeldes e internacionales contra los extremistas de EI, por ahora indoblegables en sus múltiples frentes contra las tropas leales a Bashar al-Assad, otros insurgentes y los bombardeos de Rusia y de la coalición que lidera Estados Unidos.
Los jihadistas continuaron avanzando a posiciones de otras brigadas rebeldes sirias en el norte de Aleppo, y amenazan la última ruta de suministro rebelde entre esa ciudad y Turquía.

Del editor: qué significa. El cambio de táctica también responde a las crecientes críticas internas a la Casa Blanca por la falta de efectividad de su estrategia general para Siria.
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Agencias EFE, AFP y Reuters

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