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viernes, 16 de octubre de 2015

ESCUDO ANTIMISILES 2002 Otra prueba exitosa del escudo antimisiles

Otra prueba exitosa del escudo antimisiles

Un misil lanzado desde el Pacífico logró interceptar un simulado ataque hostil, en el test más complejo realizado hasta ahora
Diario "La Nación". Buenos Aires, 17 de marzo de 2002.



WASHINGTON.- Estados Unidos superó con éxito el test más complicado realizado hasta la fecha en el marco de sus planes de construir un escudo de defensa antimisiles, confirmaron ayer fuentes del Departamento de Defensa en Washington.
Según la vocero del Pentágono, Cheryl Irwin, el misil destruyó por colisión una falsa ojiva nuclear lanzada en la noche del viernes sobre el océano Pacífico. Este fue el sexto test realizado en el marco del programa y, en total, el cuarto exitoso.



El Pentágono detalló que por primera vez fueron lanzados tres globos señuelo además del cohete intercontinental que portaba la cabeza nuclear simulada, lo cual implica que el misil debió distinguir entre cuatro posibles objetivos. Según Irwin, éste impactó en el objetivo correcto.
De acuerdo con las fuentes, el misil agresor fue lanzado desde la base aérea de Vandenberg, en California. Unos veinte minutos después despegó desde el arrecife de Kvajalein, en el Pacífico, a unos 7700 kilómetros de distancia, un misil provisto de un llamado kill vehicle (vehículo matador), que se desprendió del cohete portador y destruyó en vuelo al que llevaba la falsa cabeza nuclear, antes de que éste iniciase su reentrada en la atmósfera, a unos 225 kilómetros de altura.





La prueba tuvo un costo estimado de 100 millones de dólares y es una de las muchas que el Pentágono prevé realizar incorporando cada vez más complejidad hasta poder desarrollar un sistema totalmente operativo, lo que podría ocurrir en 2006 o 2007.

Un gran paso

En un comunicado, el Departamento de Defensa consideró que el último test es un "gran paso" en el programa de pruebas, que está avanzando "a toda máquina". Estados Unidos continuará los tests con diversos elementos, para poder hacer frente a la creciente amenaza por parte de misiles balísticos, señaló el comunicado oficial.





El año último, el presidente George W. Bush dejó sin efecto su adhesión al Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM) firmado en 1972 con la Unión Soviética. Esta decisión fue criticada por países como Rusia y China, que acusaron a Washington de desatar una nueva carrera armamentista en el nivel mundial, algo que se creía superado tras el fin de la Guerra Fría, hace una década.
Además, los planes del Departamento de Defensa son criticados desde dentro del país, especialmente por sectores demócratas, quienes los consideran un despilfarro de recursos económicos que podrían utilizarse en otros proyectos de seguridad nacional.
Agencias DPA, AP y EFE

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La abismal brecha entre Washington y Europa

Polémico aumento de gastos militares
Domingo 17 de marzo de 2002


KLIETZ, Alemania.- Con la última prueba misilística norteamericana de fondo, los gobiernos europeos comienzan a advertir que se están convirtiendo, cada vez más, en potencias de segunda categoría, incapaces de afectar los objetivos de política exterior norteamericanos, por cuanto sólo pueden poner sobre la mesa unos pocos -demasiado pocos- recursos militares.
Hasta lord Robertson, secretario general de la OTAN, ha advertido que Europa debe optar entre "modernización o marginalización". El embajador norteamericano ante la OTAN, Nicholas Burns fue más allá y expresó: "Sin una acción impactante para cerrar la brecha, encaramos la perspectiva real de una alianza en dos niveles". Y señaló el riesgo de que dicha alianza "sea tan desequilibrada que, tal vez, en el futuro, ya no podamos luchar juntos".
Algunos países europeos, en especial Gran Bretaña y Francia, han procurado modernizar sus ejércitos. Alemania ha emprendido también esta reforma, pero su verdadero problema es que sólo destina a gastos militares el 1,5 por ciento de su PBI, o sea, la mitad del porcentaje asignado por Estados Unidos.
Altos funcionarios norteamericanos y europeos concuerdan en que, mientras la guerra en Afganistán pone en evidencia las disparidades entre el ejército de Estados Unidos y los de sus aliados, la eterna renuencia europea a incrementar sus gastos de defensa le restó credibilidad ante Washington.
Las responsabilidades globales de Estados Unidos, juntamente con sus inversiones considerables y crecientes en alta tecnología bélica, desde las comunicaciones satelitales hasta los aviones sin piloto Predator, están dejando muy atrás a los miembros europeos más agresivos de la OTAN.

Discrepancias

En opinión de Kori Schake, profesora del Instituto de Estudios en Seguridad Nacional, en Washington, esa brecha está llegando a un punto crítico. Después del 11 de septiembre, vaticina: "Estados Unidos aumentará espectacularmente sus gastos de defensa y acelerará la transformación de sus fuerzas armadas, en tanto que declinará su interés por las misiones de manejo de crisis y el apoyo que les preste".
La incapacidad europea actual se debe, al menos en parte, a su creciente discrepancia con Washington respecto de qué hace falta para combatir las amenazas y la pobreza del mundo en desarrollo. Devastada por las guerras del siglo XX, Europa prefiere gastar su dinero en asistencia social interna y ayuda a los países pobres.
Gran Bretaña y Francia son verdaderas potencias militares y nucleares, pero Estados Unidos está a punto de lanzarse a una carrera desviada. Bush quiere aumentar el presupuesto del Pentágono en 120.000 millones de dólares, lo cual lo llevaría a 379.000 millones. Esta cifra excede la suma de los presupuestos militares de los 14 países que le siguen entre los que más gastan.
Aún más inquietante, para algunos, ésta es la división implícita del trabajo dentro de la OTAN: los norteamericanos combaten; los europeos limpian y mantienen la paz.
Por Steven Earlanger De The New York Times 
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Diario "La Nación". Buenos Aires, 16 de junio de 2000.
 

Diario "La Nación". Buenos Aires, 15 de diciembre de 1999.

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