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jueves, 15 de octubre de 2015

AFGANISTAN 2001. Comenzó el ataque de EE.UU. y Gran Bretaña contra Afganistán

Comenzó el ataque de EE.UU. y Gran Bretaña contra Afganistán

Bombardearon desde aviones, barcos y submarinos; se lanzaron 50 misiles, que destruyeron el Ministerio de Defensa en Kabul y blancos en varias ciudades
Diario "La Naión". Lunes 08 de octubre de 2001

WASHINGTON.- A 26 días de los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, los Estados Unidos y Gran Bretaña iniciaron ayer su largamente esperada ofensiva sobre Afganistán.
La operación, que duró cinco horas, consistió en un ataque de misiles y bombas sobre instalaciones militares del régimen talibán y sobre campos de entrenamiento de terroristas islámicos en varias ciudades.
Un misil Tomahawk es lanzado anoche desde el USS Philipine Sea
Un misil Tomahawk es lanzado anoche desde el USS Philipine Sea.Foto:AP
Los primeros Tomahawk, de un total de 50 misiles crucero, cayeron sobre Kabul a las 20, hora local, y destruyeron el Ministerio de Defensa talibán. En los ataques intervinieron 15 bombarderos y 25 aviones cazabombarderos. El dispositivo bélico funcionó con base en la isla británica Diego García, en el océano Indico, y en buques y portaaviones de EE.UU. y el Reino Unido instalados en el Golfo Pérsico. Ambos países atacaron también con submarinos armados con Tomahawk.
Además de la capital, los bombardeos se extendieron a la ciudad de Kandahar, base del movimiento talibán, acusado de proteger al principal sospechoso de los atentados contra Estados Unidos, el multimillonario saudita Osama ben Laden. También fue atacada Jalalabar, donde funcionan varios centros de operaciones de Al- Qaeda, la red terrorista que lidera Ben Laden.

"Acciones enfocadas"

El presidente norteamericano, George W. Bush, calificó las represalias de "acciones cuidadosamente enfocadas", destinadas a "interrumpir el uso de Afganistán como una base de operaciones terroristas" y dijo que cuenta con el apoyo de más de 40 países. Por su parte, el premier británico, Tony Blair, afirmó que el ataque "es legítimo" y que la lucha no es contra el pueblo afgano.
En ese sentido, la puesta en marcha de la operación Libertad Duradera mostró, llamativamente, un ataque militar simultáneo a la entrega de ayuda humanitaria arrojada desde aviones a gran altura.
El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, no aclaró si los 70.000 hombres que EE.UU. y Gran Bretaña desplegaron en la región entrarán en breve en combate.
Ante la posibilidad de nuevos atentados, la administración norteamericana dispuso medidas de máxima seguridad en el Pentágono, en el Capitolio y en los aeropuertos de todo el país.

Comenzó el bombardeo a Afganistán

WASHINGTON.- Estados Unidos y Gran Bretaña iniciaron ayer un ataque con misiles y bombas contra instalaciones militares del régimen talibán y contra las bases de operaciones de la guerrilla islámica liderada por Osama ben Laden en Afganistán, en respuesta a los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
En las operaciones se utilizaron 15 aviones bombarderos B-1, B-2 y B-52, que operaron desde la base británica de la isla Diego García en el océano Indico, 25 aviones de combate, 50 misiles Tomahawk y bombas guiadas por satélite, lanzadas desde buques ubicados en el Golfo Pérsico, y que comenzaron a caer sobre Kabul desde las 20 hora local. Uno de los primeros blancos alcanzados fue el Ministerio de Defensa de los talibanes en la capital afgana. Por dos horas la ciudad se mantuvo a oscuras por los cortes de electricidad.
Los ataques se extendieron rápidamente a campos de entrenamiento de terroristas en Jalalabad, y al centro de radares del aeropuerto de Kandahar. Esta ciudad es el corazón del movimiento talibán y alberga al líder político y religioso, el mullah Mohammed Omar. El gobierno talibán aclaró que tanto él como Ben Laden sobrevivieron a los ataques.
Mientras las detonaciones se hacían cada vez más repetidas sobre Kabul, el presidente estadounidense, George W. Bush, confirmó la puesta en marcha de la operación Libertad Duradera e indicó que “la batalla está entablada ahora en muchos frentes”. El presidente norteamericano dijo que Afganistán recibió la primera fase de los ataques, pero admitió que nuevas incursiones podrían tener lugar contra otros países que den apoyo a la acción del terrorismo internacional.
Desde el Pentágono, el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, aclaró que uno de los primeros objetivos de los ataques es destruir los sistemas de defensa antiaérea de los talibanes y los sistemas de aviones. Una vez superados esos obstáculos la coalición contra el terrorismo podría incrementar sus incursiones aéreas sobre Afganistán e intentaría desplegar fuerzas de tierra.
Los talibanes cuentan con misiles tierra-aire y equipos móviles de artillería antiaérea.
Mientras continuaba la represalia bélica estadounidense-británica, Ben Laden apareció en la cadena de televisión árabe, Al Jazeera, y emitió un mensaje en el que llamó a los musulmanes a la guerra santa (jihad) y dijo que el gobierno y población norteamericanos están sujetos a nuevos atentados (ver página 3).
La acción militar contra el gobierno afgano se produjo por sostener y dar refugio a la organización Al-Qaeda (La Base), que lidera Ben Laden. Ambos sospechosos de los atentados terroristas en las Torres Gemelas y el Pentágono. Los ataques cuentan con un amplio apoyo internacional, unos 40 países estarían participando de distintas formas del operativo. El Pentágono informó a Israel su decisión de atacar una hora antes de que se lanzara el primer misil.
Las más duras condenas a los ataques se hicieron oír desde Irán e Irak, y los palestinos se pronunciaron en favor de definir, junto al resto de los países árabes y musulmanes, una posición común sobre la ofensiva contra el régimen de Kabul.
Misiles y alimentos
Al mismo tiempo que caían misiles sobre territorio afgano, el gobierno norteamericano lanzaba ayuda humanitaria desde gran altura. La Casa Blanca informó que lanzó ayer 37.500 raciones de comida en territorio afgano.
Los misiles fueron disparados desde buques estadounidenses y británicos instalados en el mar de Oman. Partieron desde el Golfo Pérsico, recorrieron una distancia de unos 1000 kilómetros y alcanzaron Afganistán luego de atravesar el espacio aéreo de Paquistán. Por brindar esa asistencia, el gobierno de Pervez Musharraf, el único en el mundo que reconoce al gobierno talibán, podría ingresar en una conflictiva situación con el país vecino.
Al referirse al dispositivo bélico, el general Richard Myers, jefe de la Junta de Estado Mayor de los Estados Unidos, indicó que en las primeras oleadas contra el régimen talibán se dispararon unos 50 misiles Tomahawk, se utilizaron 15 bombarderos y 25 cazabombarderos, que despegaron de bases aéreas de la zona y desde portaaviones ubicados en el Golfo Pérsico. Los efectos sobre la población civil de Afganistán no se conocían anoche con certeza. De acuerdo con lo expresado por un enviado de la televisión iraní al norte del país, los ataques habrían provocado “numerosas víctimas entre la población civil”.
Agencias AP, AFP, ANSA y Reuters

Cifras de un golpe anunciado

50 Tomahawk Misiles de largo alcance Los misiles fueron lanzados desde el Golfo Pérsico por buques estadounidenses y británicos.
15 bombarderos Además de 25 cazabombarderos Aviones B-1, B-2 y B-52 intervinieron en los ataques de lanzamiento de bombas sobre varias ciudades.
37.500 raciones Comida y ayuda humanitaria La asistencia a la población afgana se lanzó desde gran altura en contenedores especiales.
70.000 hombres Estadounidenses y británicos Las tropas de la coalición esperan para un despliegue. Los talibanes tendrían unos 40.000 combatientes.

Parte de guerra

Ofensiva: buques y aeronaves de los EE.UU. y Gran Bretaña lanzaron el primer ataque contra instalaciones de Osama ben Laden en Afganistán.
Bush: el presidente norteamericano prometió castigo para los talibanes, pidió paciencia y destacó el apoyo a los Estados Unidos de la comunidad internacional.
Ben Laden: en un mensaje grabado poco antes de la ofensiva estadounidense, el terrorista saudita anunció el inicio de una guerra santa contra Washington y advirtió que “EE.UU. nunca más conocerá la seguridad”.
Paquistán: mientras varios dirigentes islámicos se enfurecieron por los ataques de ayer, el gobierno de Islamabad, dividido por los desacuerdos internos, aún no se pronunció sobre lo ocurrido, y la incierta reacción del pueblo paquistaní despierta inquietud.
Blair: el premier británico justificó el ataque aliado y puso a disposición del Pentágono submarinos y la base militar Diego García, en el océano Indico.
Israel: el gobierno de Sharon dio su total respaldo a Washington y aseguró que deseaba ayudar a los Estados Unidos.

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