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viernes, 5 de junio de 2015

U.E. 2012 Indignación en la UE por la rebaja de su calificación crediticia

Indignación en la UE por la rebaja de su calificación crediticia

Standard & Poor's argumentó que se degradó la "cohesión" del bloque europeo
Por   | LA NACION
PARÍS.- La agencia de calificación Standard & Poor's provocó ayer la indignación de los líderes de la Unión Europea al quitarle al bloque la triple A, la máxima nota crediticia.
La agencia norteamericana de calificación justificó su decisión al hacer referencia a negociaciones cada vez más difíciles entre los socios del bloque sobre cuestiones presupuestarias.
De AAA, la calificación de la UE, que sirve de referencia a los inversores fue reducida a AA+. La perspectiva, por el contrario, permaneció "estable". Esto significa que S&P no tiene intención de modificarla a mediano plazo.
Para S&P, la "cohesión" europea se ha degradado. La agencia recordó las interminables negociaciones para lograr un acuerdo sobre el presupuesto plurianual del bloque. Esas negociaciones, en efecto, requirieron la organización de dos cumbres de jefes de Estado y de gobierno a fines de 2012 y comienzos de 2013, que fueron escenario de varias pulseadas memorables.
Violando su costumbre de no reaccionar ante este tipo de acontecimientos, el comisario para la Economía europeo, Olli Rehn, organizó una conferencia de prensa para rechazar los argumentos de S&P: "Siempre, incluso durante la crisis financiera, los Estados miembros cumplieron con su contribución al presupuesto europeo", recordó. También subrayó que, en virtud de los tratados vigentes, el presupuesto de la UE no puede estar en déficit y que el bloque no tiene deudas.
La UE obtiene dinero en los mercados para prestar dinero a terceros países y financiar ciertos programas. En diciembre, su cartera de créditos se elevaba a 56.000 millones de euros, según S&P.
"Se trata de un análisis realizado por los mismos expertos que, antes de la crisis bancaria, afirmaban que todo iba sobre rieles. Es necesario relativizar estas opiniones", declaró por su parte el primer ministro belga, Elio Di Rupo.
Con más violencia, otro responsable europeo recordó que S&P "había atribuido triple A al banco Lehman Brothers, poco antes de que quebrara, arrastrando al sistema financiero mundial".
La UE se preparaba para una reducción de su nota desde enero de 2012, cuando S&P puso al bloque en perspectiva "negativa", debido a la intensidad de la crisis en la zona euro. Desde entonces, varios países importantes de la UE, como Francia, fueron degradados. Desde que Holanda perdió en noviembre su AAA, sólo quedan seis países de la UE con esa calificación.
Poco después de esa mala noticia, la cumbre de Bruselas cerró ayer sus trabajos sin haber logrado avanzar en ninguno de los temas en discusión. El presidente François Hollande no consiguió convencer a sus socios de colocar dentro de un marco europeo a la actual intervención militar de Francia en la República Centroafricana, y mucho menos de financiarla. Un fracaso que intentó disimular detrás del compromiso del bloque de estudiar una posible misión de la UE en enero.
La canciller alemana, Angela Merkel, tampoco logró obtener el apoyo del bloque para su proyecto de firmar "contratos" mediante los cuales los Estados de la UE se comprometerían a efectuar reformas estructurales a cambio de apoyo financiero.
Sobre el sensible tema de la integración y la ampliación del bloque, David Cameron lideró el grupo de aquellos países que exigen nuevas reglas para poner límite a la "ola inmigratoria". Para lograrlo, el primer ministro británico amenazó, incluso, con vetar la futura incorporación de otros países a la UE.
Cameron pidió mecanismos para limitar la llegada a los mercados de trabajo del bloque de "trabajadores golondrina" de otros países comunitarios. También exigió reglas más restrictivas para los beneficios sociales de los inmigrantes..

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