Diario "Clarín". Buenos Aires, 16 de marzo de 1995. |
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martes, 30 de junio de 2015
CHINA - AMÉRICA LATINA China promete invertir US$ 250.000 millones en América latina en diez años
Diario "La Nación". Buenos Aires, Viernes 09 de enero de 2015
Estrategia
China promete invertir US$ 250.000 millones en América latina en diez años
El
presidente Xi Jinping lo dijo en una reunión de líderes de la región en
Pekín; el objetivo del país es aumentar su influencia y garantizarse la
provisión de materias primas
PEKÍN.- El presidente de China,
Xi Jinping, prometió ayer 250.000 millones de dólares en inversiones en
América latina en los próximos diez años, como parte de una campaña
para aumentar la influencia de Pekín en una región dominada por largo
tiempo por Estados Unidos.
Líderes
de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) -un
bloque de 33 países en la región que excluye a Estados Unidos y Canadá-
se reunieron en Pekín por primera vez para un foro de dos días.Xi dijo en un discurso que el comercio bilateral entre China y América latina está previsto que aumente a 500.000 millones de dólares en la próxima década. "Yo creo que esta reunión logrará resultados fructíferos, dar al mundo una señal positiva sobre la profundización de la cooperación entre China y América latina y tener un importante y extenso impacto en promover la cooperación Sur-Sur y la prosperidad en el mundo", dijo el presidente.
"China y América latina tienen cooperación en las áreas de energía, construcción de infraestructura, agricultura, manufacturas e innovación tecnológica", dijo Xi.
"China está interesada en la región por sus recursos y mercados", estimó Deng Yuwen, un analista político en Pekín. "Obviamente, China tiene la intención de competir con Estados Unidos por una mayor esfera de influencia en la región", dijo Deng. "Pero si esta estrategia debilitará la influencia de Estados Unidos ahora es difícil de juzgar", agregó.
Matt Ferchen, residente del Centro Carnegie-Tsinghua para Política Global, dijo que la acción de China no alarmaría a Washington, pues la mejora de los vínculos entre Estados Unidos y Cuba reforzará la influencia estadounidense. "La realidad de vínculos económico-sociales, vínculos persona a persona, entre cualquier país en la región y Estados Unidos, es mucho más profunda que cualquier cosa que existe con China", sostuvo Ferchen.
"El acuerdo con Cuba cambia todo en términos de cómo Estados Unidos puede establecer una agenda positiva en la región", agregó.
China, la segunda mayor economía mundial, está comprando petróleo de Venezuela, cobre de Perú y Chile, y soja de la Argentina y Brasil. A cambio, China estuvo inyectando miles de millones de dólares en inversiones en la región.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó anteayer que se aseguró más de US$ 20.000 millones en inversiones de China en su país, mientras que Ecuador informó que obtuvo un total de 7530 millones en líneas de crédito y préstamos. "Para repetir lo que el (ex) presidente Hugo Chávez dijo, China está demostrando al mundo que un país no necesariamente busca la hegemonía a medida que se vuelve más poderoso", afirmó Maduro, en un discurso que fue traducido al inglés.
La necesidad argentina
Conseguir dólares será la prioridad de la presidenta Cristina Kirchner en febrero próximo, cuando visite oficialmente China. El Gobierno -que ya logró un swap de créditos de ese país- buscará divisas para proyectos de infraestructura, como las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, pero principalmente para intentar blindarse durante un año electoral en el que enfrentará la presión de los llamados fondos buitre para sentarse a negociar por la deuda aún en default.En ese marco, el ministro de Planificación, Julio De Vido, se reunió ayer con el embajador de China en la Argentina, Yang Wanming, para analizar los temas de la agenda que tratará la Presidenta. Según un comunicado oficial, De Vido y Wanming se reunieron en el Palacio de Hacienda para repasar "la agenda de temas de infraestructura bilaterales que se abordarán" en Pekín.
De acuerdo con el comunicado del Ministerio de Planificación, De Vido y el embajador chino avanzaron en la preparación de "los principales puntos" de la agenda. Según se estimó, éstos serían: "Los sectores nuclear, aeroespacial, eléctrico y de comunicaciones, e inversión en infraestructura, entre otros".
"En línea con ello, se refirieron a las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, ajustando detalles previos al primer desembolso del pago, tras la firma del contrato de financiamiento para su construcción, celebrada entre ambos jefes de Estado en 2014", señaló el comunicado. Agregó además que el lunes próximo la cartera que dirige De Vido enviará a la embajada de China en la Argentina y también informará al Ministerio de Relaciones Exteriores el temario definitivo que será tratado durante el viaje de la Presidenta a China.
Agencia Reuters.
EE.UU. OBAMA 2014 Obama deja la prudencia y se transforma en halcón
Diario "La Capital". Rosario, Sábado, 23 de agosto de 2014
Obama deja la prudencia y se transforma en halcón
DPA
DPA
Nunca en sus casi seis años de mandato, Barack Obama
habló en términos tan duros: las milicias terroristas del Estado
Islámico (EI) buscan un genocidio, no tienen "ningún tipo de aprecio por
la vida humana". Por eso, no hay lugar para ellos en el siglo XXI, son
"un cáncer" que hay que extirpar. El presidente estadounidense,
galardonado con el premio Nobel de la paz, es conocido por su prudencia y
siempre dijo que su objetivo era poner fin a las guerras. Pero al
escuchar a Obama el miércoles último dio la impresión de que en su lugar
hablaba su predecesor, George W. Bush.
La decapitación del periodista estadounidense James
Foley frustró las vacaciones del presidente. Los terroristas titularon
el video del horror, que mostraba supuestamente el asesinato y que
Washington considera auténtico, "Un mensaje a América". Obama no podía
hacer otra cosa que reaccionar con absoluta dureza. Y es que hay mucho
en juego. Los islamistas amenazan abiertamente con nuevos asesinatos de
ciudadanos estadounidenses, entre otros del periodista Steven Sotloff,
desparecido en Siria desde 2013. Pero la respuesta de Obama no podía ser
más clara: "Seremos intransigentes".
Pesadilla. En Washington ya circula
desde hace meses el miedo a una nueva dimensión de la amenaza: los
investigadores tienen pruebas de que una cifra desconocida de musulmanes
estadounidenses ha viajado a Siria para unirse a los islamistas y ser
entrenados por ellos, con el objetivo de volver después a Estados Unidos
y perpetrar allí atentados. Una pesadilla para los estadounidenses.
Obama está bajo presión: el avance de las milicias
del EI puede suponer un fuerte golpe que tire por tierra toda su
estrategia para poner fin a las guerras de Irak y Afganistán. También
las críticas permanentes de los republicanos acerca de que es débil y de
que con sus vacilaciones y titubeos en la guerra de Siria contribuyó al
auge de los islamistas, están trayendo algunos frutos que podrían ser
muy molestos antes de las elecciones al Congreso.Mientras tanto, el
Ejército estadounidense anunció que los aviones de combate
estadounidenses seguirán atacando. Y es que Obama sabe que los ataques
aéreos contra las posiciones del EI están teniendo efecto y poniendo en
aprietos a los islamistas. Hace semanas se dijo que las milicias del EI
tenían en el punto de mira a Bagdad, algo que no sería difícil en vista
de la huida masiva de los soldados iraquíes ante su avance. Ahora, el
Ejército está sin embargo anunciando los primeros éxitos: los
combatientes del EI tuvieron que cesar su asedio a las montañas de
Sinyar tras los ataques estadounidenses y también abandonaron sus
posiciones en torno a la estratégica represa de Mosul.
La pregunta que muchos se hacen ahora es si los
terroristas seguirán apostando por atrocidades como la decapitación para
frenar a Estados Unidos. Retóricamente implacable se mostró también el
secretario de Estado norteamericano, John Kerry: "En este mundo existe
el mal". "Un mal horroroso, horrible, inexplicable, nihilista que carece
de valores". Algo que suena demasiado parecido a aquel "eje del mal"
que acuñó Bush.
ESTADO ISLÁMICO 2014 Crece la presión para que Europa avance contra las brigadas del Estado Islámico
Diario "La Capital". Rosario, Sábado, 23 de agosto de 2014
Crece la presión para que Europa avance contra las brigadas del Estado Islámico
Alemania, Francia y Gran Bretaña descartan
por el momento sumarse a Estados Unidos en un acción militar en Irak y
Siria a raíz de la decapitación de un periodista estadounidense.
Listos para la acción. Un grupo de oficiales iraquíes, durante la ceremonia de graduación cerca de Bagdad.
El gobierno del presidente Barack Obama considera el
asesinato de Foley por parte de la milicia terrorista un atentado contra
Estados Unidos, según dijo ayer Ben Rhodes, asesor adjunto de Seguridad
Nacional de la Casa Blanca. "Lo consideramos un ataque a nuestro país",
dijo Rhodes en la isla de Martha's Vineyard, en el Estado de
Massachusetts, donde vacaciona Obama. Por ello, añadió que se hará todo
lo necesario para enfrentar ese desafío. No dijo, sin embargo, si habrá
ataques aéreos estadounidenses contra posiciones del EI en Siria, donde
había sido secuestrado el periodista. El funcionario aclaró que la lucha
contra el EI llevará tiempo y que debe ser llevada adelante junto a
socios regionales e internacionales, ya que la milicia se encuentra
fuertemente arraigada en la región.
Pero los líderes políticos en Reino Unido, Francia y
Alemania han descartado hasta ahora sumarse a una acción militar en
Irak, pero reiteraron su compromiso para apoyar a los rebeldes kurdos
que combaten al EI, que se escindió de Al Qaeda por diferencias de
estrategia.
La canciller germana, Angela Merkel, justificará ante
el Parlamento en Berlín la decisión sin precedentes de enviar armamento
a los kurdos en el norte de Irak para su defensa del avance de los
fundamentalistas, aunque descartó el envío de fuerzas militares. Un
sondeo de IFOP mostró que la mayoría de los franceses, un 52 por ciento,
aprueba armar a las fuerzas kurdas contra el EI, que ahora controla un
tercio de Irak, y cuyo número se ha incrementado tras enrolarse
musulmanes extremistas procedentes de Europa.
Se cree que los dirigentes europeos afrontarán más
presión para implicarse en la cumbre de la Otán en Gales el mes próximo.
Algunos políticos dicen que es momento de llevar la lucha a Siria,
donde el grupo tiene su base de poder, e incluso trabajar conjuntamente
con el presidente Bashar al Assad pese a condenar su régimen. "Algunas
veces tienes que tratar con alguien desagradable de cara a lidiar con
personas que son incluso más desagradables", dijo el presidente del
comité de seguridad e inteligencia del Parlamento británico y ex
canciller Malcolm Rifkind. "Si los estadounidenses son tan serios como
dicen que son respecto a la eliminación (de EI) en Siria además de en
Irak, no puedes llevar a cabo solo ataques aéreos, necesitas tropas
sobre el terreno", agregó. El general Martin Dempsey, presidente de la
junta de jefes del estado mayor conjunto de Estados Unidos, sugirió que
el EI seguiría siendo un peligro mientras contara con refugios seguros
en Siria.
No hay diálogo. El ministro de
Relaciones Exteriores británico, Philip Hammond, y su colega francés,
Laurent Fabius, descartaron ayer cualquier diálogo con Assad, afirmando
que el mejor camino era una coalición internacional que trabaje con el
gobierno de Irak.
Un diplomático francés dijo que en septiembre se
celebraría en París una conferencia de países de la región y de
potencias para encontrar una forma de luchar contra el EI y que
incluiría a Siria. "Si queremos luchar contra el Estado Islámico,
tenemos que luchar en Irak, pero no podemos ignorar la cuestión en
Siria. No tengo la solución hoy, pero el problema debe ser analizado
desde cero", dijo Fabius.
Mientras tanto, el padre Luis Montes, un sacerdote
argentino perteneciente al Instituto del Verbo Encarnado (IVE) y
radicado desde años en Bagdad, aseguró que la persecución que EI efectúa
sobre los cristianos en Irak llegará a ser considerado un "genocidio".
Reiteró además que el pedido de asistencia humanitaria a la comunidad
internacional y consideró que el gobierno local debe conformar una
alianza que integre a las minorías islámicas para llegar a un "horizonte
de paz". El padre Montes, que llegó a Medio Oriente en 1996 y desde
2010 vive en Irak, opinó que la situación de los cristianos ha ido en
constante empobrecimiento luego de un halo de esperanza que produjo la
muerte de Saddam Hussein en 2006.
TAILANDIA 2011 BANGKOK Mercados, templos y tuk-tuks
Domingo 10 de julio de 2011
Bangkok
Templos
con Budas de oro sólido, mercados flotantes, restaurantes entre las
nubes... Todo es posible en la exótica, inabarcable capital tailandesa
BANGKOK.-
Al salir del aeropuerto internacional de Suvarnabhumi, lo primero que
mata es la humedad: es algo que golpea y de algún modo certifica que
acabamos de dar media vuelta al mundo. Es una manera distinta, calurosa,
de decir Bienvenidos a Bangkok.
Lo segundo que se nota, sin dejar
el aeropuerto, es la omnipresencia del rey de Tailandia, Bhumibol
Adulyadej; su imagen cubre las enormes paredes de vidrio; distintas
gigantografías lo muestran en familia, hablando por teléfono,
concentrado frente a un libro. Los últimos tiempos han sido
políticamente convulsionados en el antiguo reino de Siam, con el golpe
de estado en 2006, el restablecimiento de la monarquía constitucional en
2007 y el juicio político al nuevo primer ministro en 2009. Pero el
soberano, dicen, mantiene su popularidad.El tercer dato acerca de Bangkok se aprende al tomar la autopista, adornada con estatuas de elefantes y más retratos del rey, hacia el hotel: acá el tránsito es casi tan pesado como la humedad.
Durante las próximas horas, más y más lecciones se sucederán a cada momento. Con nueve millones de habitantes, Bangkok es uno de los gigantes urbanos y económicos del sudeste asiático, con su posición dominante entre Myanmar, Laos, Cambodia y Vietnam. Y es una habitual puerta de entrada a la región. Exótica, previsiblemente, pero también densa, contaminada, intensa, sobrepoblada, excesiva día y, por cierto, noche.
Sin embargo, seguramente debido al suave carácter tailandés, la ciudad junto al río Chao Phraya es relativamente tranquila y segura, incluso en sus zonas más... erróneas, en los famosos distritos rojos, que atraen tantos norteamericanos y europeos solitarios. Lo que la hace aún más intrigante. Y eso que, como destino, suele funcionar sólo como escala cultural y de compras por dos o tres noches, antes de rebotar en conexión hacia las idílicas playas del Sur, como las de la famosa isla Phuket.
En el lado este de la ciudad, Ratchaprasong es un distrito comercial donde se ubican varios de los mejores hoteles. Allí, la transitadísima intersección de las avenidas Ratchadamri y Phloen Chit resume la gran paradoja de esta ciudad. En una de sus esquinas se encuentra el altar de Erawan, sitio de oración hinduista donde los devotos rinden culto 24 horas al día a la diosa Brahma con danzas, inciensos y ofrendas. La esquina de enfrente, en cambio, la ocupa una gran vidriera de Louis Vuitton.
No es mala síntesis para una ciudad donde religión y comercio parecen ser muy buenos vecinos. Tailandia debe ser el país con más templos budistas en el mundo y Bangkok parece ser una de las ciudades con más actividad comercial en torres vidriadas y en puestitos callejeros.
Así que, aunque no se planee comprar mucho, es inevitable conocer los mercados, las ferias y hasta los shoppings de Bangkok: la vida de la ciudad transcurre en gran parte entre locales y galerías. Estas son algunas paradas esenciales:
CHATUCHAK . Uno podría irse de vacaciones a este mercado más que a Bangkok. Es que Chatuchak, que funciona sólo los fines de semana, es un pequeño pueblo en sí mismo con 5000 puestos en un predio de más de una hectárea, pero que rebalsa sus propias fronteras: fuera del mercado propiamente dicho, cientos de vendedores callejeros continúan ofreciendo, en un amplio radio, desde comida hasta relojes.
Lo que más se ve acá es ropa, auténtica y de la otra; artesanías-suvenires, en general más bien industriales. Pero también alimentos, juguetes, lámparas, mascotas y cualquier cosa que se pueda imaginar. ¿Busca estatuas de Buda de todas las medidas? Hay. ¿Un escorpión vivo? Ningún problema. ¿Un muñeco de Alien en tamaño natural? Claro, pase que se lo embalan y lo envían a su casa. Sólo es cuestión de caminar, descubrir y regatear. Con una recomendación: "Si ves algo que te gusta, compralo en el momento porque es probable que no vuelvas a encontrarlo en este laberinto", explica la inglesa Nicola Chilton, relaciones públicas regional de Four Seasons en Tailandia. Reserve al menos tres horas para Chatuchak, sin pretensiones de verlo todo.
MERCADO DE FLORES . Si Chatuchak puede resultar algo agobiante, Pak Khlong Talad es un interesante contraste. Más tradicional y en menor escala, es un gran lugar para confirmar la impresión de que los tailandeses realmente aman las flores. El mercado funciona todos los días, las 24 horas, pero el mayor movimiento se da entre la madrugada y el amanecer, cuando llegan los camiones cargados de flores frescas.
A pesar del nombre y el protagonismo floral, el Pak Khlong alberga también docenas de puestos de carnes, frutas, verduras, especias y otros productos, todo en un ambiente relajado que poco tiene que ver con Chatuchak.
MERCADOS FLOTANTES . Aunque existen varias de estas ferias acuáticas alrededor de la ciudad, la más famosa y turística es Damnoen Saduak. Queda a las afueras de Bangkok, hacia el Sur, por lo que para visitarla hay que considerar una excursión de medio día o más, que suele comenzar muy temprano, alrededor de las 7, y que se puede contratar fácilmente por medio del hotel. Más o menos en las mismas condiciones que cuando fue instalado hace unos cien años, aunque ahora totalmente saturado de gente, consiste en un castigado canal principal donde se alinean botes de madera exhibiendo todo tipo de productos, entre los que avanzan, a remo, otros botes de alquiler (por unos diez dólares la hora) con potenciales compradores y turistas sacando miles de fotos.
NO HAY MALL QUE POR BIEN.... Mucho menos pintorescos, pero también representativos de la vida real, los grandes shopping malls redondean el mapa comercial de Bangkok.
En el distrito de Ratchaprasong se pueden encontrar varios malls, uno al lado del otro. Siam Paragon es uno de los más grandes y caros, con todas las marcas internacionales, locales de diseño y decoración, y hasta Lamborghini de distintos colores para elegir, si hiciera falta. Ah, y también salas de karaoke. Lo mejor, un supermercado gourmet ideal para proveerse de arroces, condimentos, sopas instantáneas y golosinas en los packagings más fantásticos. Gaysorn es otro shopping, aún más orientado al consumo de lujo (Louis Vuitton, Prada, Armani, Boss, Zegna). A pocos metros, en cambio, el WBK ofrece todo lo contrario: pisos enteros de celulares, computadoras y ropa, todo parecidísimo a best sellers de marcas muy conocidas, pero, en fin, con algunas diferencias de calidad y también de precio..
ETIOPÍA 2011 Etiopía, la tierra de los mil secretos
Diario "La Nación". Buenos Aires, Domingo 15 de mayo de 2011
Viajes
Etiopía, la tierra de los mil secretos
De
las primitivas tribus del valle del Omo a la modernidad de Addis Abeba,
un recorrido entre leyendas, paisajes y antiguas tradiciones
El
eco de los cánticos retumba en las paredes de piedra de un antiguo
templo en penumbras. A la luz de las velas, hombres y mujeres cubiertos
con túnicas y velos blancos se arremolinan detrás de sacerdotes y
enormes cruces de bronce, en un rito que permanece tan vivo como hace
cientos de años.
Estamos en Lalibella, pequeña población del norte
de Etiopía, considerada un lugar sagrado por los fieles de la Iglesia
Ortodoxa Etíope. Aquí se encuentra uno de los mayores tesoros de este
país de secretos y costumbres milenarias: once iglesias subterráneas,
talladas directamente sobre la roca, que recuerdan las de Petra, en
Jordania.La joya del conjunto, el santuario de Bet Giorgis, es un templo en forma de cruz griega que se contempla desde lo alto, antes de descender y perderse por sus recovecos. La historia cuenta que, en el siglo XII, el rey Lalibella quiso construir su propia Jerusalén y convertir la ciudad en un centro religioso; para eso, ordenó excavar un grupo de templos sobre el suelo rocoso. La leyenda dice que fue ayudado por una cuadrilla de ángeles. En Etiopía, mito y realidad se confunden constantemente.
Este bello país del Cuerno de Africa es uno de los más pobres del mundo, pero sorprende a cada paso con su historia poblada de leyendas, la riqueza y diversidad de su cultura y paisajes, y la profunda religiosidad de su gente. Aunque la mayor parte de la población es cristiana, hay también una gran comunidad musulmana entre los 85 millones de habitantes.
Claro que andar por los caminos etíopes no es fácil. Implica dejar de lado la comodidad, abrirse a lo inesperado y vivir la realidad de un país con enormes carencias. A comienzos de los años 80, Etiopía fue noticia cuando sufrió una intensa hambruna debido a una sequía sin precedente. Desde entonces, su simple mención remite en el imaginario popular a niños famélicos y grandes extensiones desérticas, pero aunque la gran mayoría de la población vive en una profunda pobreza, la antigua Abisinia es mucho más que eso.
Etiopía no sólo es la cuna de la humanidad, lugar de origen de Ardi -el ancestro más antiguo del hombre- o de su antecesora Lucy (ver Apuntes). En su historia también resuenan ecos bíblicos: la leyenda dice que la reina de Saba -mencionada en la Biblia- reinó en Etiopía, y que en ese antiguo feudo, situado en la ciudad de Aksum, un viejo monje custodia hoy el Arca de la Alianza con las Tablas de la Ley.
Si hablamos de historia reciente, Etiopía es el único país de Africa que no fue colonizado, hecho que los etíopes viven con un inmenso orgullo. La fugaz ocupación italiana, entre 1935 y 1941, dejó como legado la pasta y la pizza, el ciao como saludo, y algunos rastros en la arquitectura.
La ruta santa
Recorrer Etiopía en transporte público es una aventura no apta para ansiosos. Es preciso llegar a la terminal de madrugada para asegurarse un lugar, ya que los pasajes se venden con anticipación, pero no son numerados. El autobús no tiene horario fijo de partida, y sólo cuando está completo se pone en marcha.Las rutas del circuito histórico-religioso del Norte están prácticamente desiertas. Durante más de 10 horas de viaje, no vemos automóviles ni camiones. A veces, un vehículo 4x4. Mujeres y niños caminan al costado de la ruta, acarreando bidones con agua o montones de leña. En los campos sólo se ven arados tirados por bueyes. No existe la maquinaria agrícola en un país donde el 85 por ciento de la población vive en zonas rurales, sobre la base de una agricultura de subsistencia, en viviendas de adobe y paja y con grandes problemas para acceder al agua. Los cortes de energía son habituales en todo el país.
Ya en Bahar Dar, la ciudad sorprende con sus bellas avenidas con palmeras, el orden y la prolijidad. Es uno de los principales centros urbanos del país, y el lugar donde hacer base para visitar las cataratas del Nilo Azul y los monasterios que rodean el lago Tana. En una pequeña lancha es posible hacer un recorrido por algunos de los 17 templos -la mayoría construidos entre los siglos XVI y XVII- ubicados en algunas de las 30 islas que rodean el lago. Un monje oficia de guía por los rústicos santuarios, que impactan con los vibrantes colores y la belleza de las antiguas pinturas con motivos religiosos que adornan paredes y techos.
El siguiente destino es Gondar, otra importante ciudad, antigua capital de los emperadores cristianos de Etiopía entre los siglos XVI y XVIII. Sorprende encontrarse con un bello castillo de estilo medieval en medio de Etiopía. Se trata del Palacio del Emperador Fasiladas, dentro del imponente Recinto Real, que junto con otros cinco castillos fueron construidos con la colaboración de los portugueses, que llegaron a la región para ayudar a combatir una invasión musulmana en el siglo XIV.
Un camino de ripio no apto para huesos frágiles nos conduce hacia Debark, 150 kilómetros al norte de Gondar. En esta pequeña aldea se contrata todo lo necesario para hacer trekking y acampar en el Parque Nacional de las Montañas Simien, con alturas de hasta 4500 metros. Montañas que se extienden más allá de la vista, desfiladeros empinados, y los curiosos monos gelada, que se mueven en manadas, hacen de ésta una excursión imperdible.
Aksum, antigua sede del imperio aksumita, que dominó el comercio entre Asia y Africa y tuvo su apogeo entre los siglos III y VI, es la ciudad visualmente menos atractiva del recorrido. Pero aquí es donde otra vez la leyenda se mezcla con la historia: en una pequeña capilla del complejo de Santa María de Sion los etíopes juran que duerme el Arca de la Alianza, una creencia que nadie se atreve a poner en duda. También sostienen que sólo el monje que custodia la capilla es la persona autorizada para verla. La leyenda dice que fue el rey Menelik, hijo de la reina de Saba y del rey Salomón, quien trajo a Etiopía el Arca desde Jerusalén.
Según algunos historiadores, esta mítica soberana -una figura muy presente en la cultura etíope- reinó en Aksum en el siglo X a.C. Hoy es posible ver allí ruinas de su antiguo palacio, descubiertas por arqueólogos alemanes en 2008, y decenas de obeliscos, de más de mil años de antigüedad, perfectamente conservados, que señalan antiguas tumbas de reyes.
Dejamos atrás el espíritu religioso del Norte y emprendemos camino hacia el más pagano Sur. Pero antes hacemos una parada en la caótica capital, Addis Abeba. Esta ciudad, sede de la Unión Africana, es uno de los destinos preferidos en Africa por diplomáticos y expatriados, por su vida nocturna, sus lujosos hoteles cinco estrellas, y la seguridad que ofrece en comparación con otras capitales africanas. Los rastros del pasado comunista son todavía evidentes en la arquitectura gris de la ciudad, mientras la incipiente modernidad de los centros comerciales contrasta con la imagen de cabras pastando en Meskal Square, en pleno centro.
Después de una caminata por Piazza, el barrio de herencia italiana, desordenado y desprolijo como todo en Addis, una buena idea es disfrutar de una celestial pasta en el elegante restaurante Castelli, el mejor de la ciudad. Sabemos que durante el resto del viaje la comida etíope será la única opción en muchos lugares.
A la entrada del lugar, una foto del dueño del restaurante junto a Angelina Jolie y Brad Pitt -de cuando la pareja de actores visitó el país para buscar a su hija etíope- recuerda al viajero que este país se ha convertido en un destino de moda para las adopciones. En el hotel donde nos hospedamos abundan parejas de extranjeros con sus niños recién adoptados.
Después de comer es tiempo de saborear el exquisito café etíope. El codiciado grano es originario de Etiopía, de la antigua región de Kaffa, e incluso en los parajes más recónditos es delicioso. La coffee ceremony, que incluye el tostado y la molienda de los granos, es un rito cotidiano, infaltable en cualquier hogar etíope.
La exportación de café constituye el principal ingreso de divisas para la empobrecida economía de este país. En los últimos años, un próspero e incipiente mercado de exportación de flores también instaló buenas perspectivas de crecimiento económico.
Hacia el remoto Sur
Arba Minch, la ciudad más importante del Sur, es la primera parada antes de aventurarnos a descubrir las primitivas tribus del valle del río Omo, los karo, banna, mursi o hamer, y sus bulliciosos mercados. Hipopótamos y enormes cocodrilos observan de reojo mientras paseamos en un frágil botecito por el lago Chamo. Al día siguiente, el viaje sigue hacia las remotas aldeas del Sur, por caminos de ripio y tierra casi inexistentes.Llegar a Turmi, corazón de la etnia hamer, es entrar en un lugar en el que el tiempo parecería haberse detenido. Sentados en un rústico bar -cuatro simples bancos sobre suelo de tierra- vemos pasar a las bellísimas mujeres hamer, de rasgos angulosos y cuerpos perfectos, vestidas con faldas de cuero de cabra, adornadas con collares y ornamentos tradicionales. Llama la atención su cabello, teñido de color marrón rojizo con tinturas naturales.
Los hombres caminan todos con su borkoto en la mano, un pequeño objeto de madera que utilizan como almohada o asiento. Y aunque mantienen las mismas costumbres desde hace miles de años, los hamer ya saben cómo aprovechar el escaso turismo que llega hasta allí y ofrecen posar para fotos a cambio de dinero.
Nuestro último destino será Harar, al este del país, a pocos kilómetros de la frontera con Somalia. Caminar dentro de la antigua ciudad amurallada, perderse en los callejones blancos y laberínticos, y descubrir sus más de 90 mezquitas nos hace olvidar por un momento que estamos en Etiopía. La ciudad vieja tiene una atmósfera y una arquitectura muy diferente del resto del país.
Harar es el centro espiritual de la comunidad musulmana etíope, y fue el último refugio del poeta francés Arthur Rimbaud, a donde llegó en 1884 y vivió durante siete años antes de enfermar y regresar a París. La visita obligada será el Museo Rimbaud, una vieja casa reciclada con buen gusto, donde se exponen fotografías y muestras sobre su vida.
Los hararis son conocidos por ser grandes consumidores de chat, una planta de propiedades estimulantes. Su consumo es un hábito extendido en todo el país. Los hombres etíopes pasan horas sentados mascando sus hojas. Y aunque en algunos países está prohibido, en Etiopía su consumo es legal.
Harar fue un importante centro comercial que servía de punto de encuentro entre Africa, la India y el Lejano Oriente. Hoy es célebre por la calidad del café que allí se produce, por la cerveza, y por la cantidad de sastres que, con sus máquinas de coser y metros de coloridas telas a la vista ofrecen sus servicios en los viejos callejones.
Etiopía, la tierra del sol eterno y los caminos imposibles, no será un destino fácil para el viajero. Pero esconde tesoros para quien se aventure a descubrirlos.
Más información www.lonelyplanet.com/ethiopia
DATOS UTILES
Cómo llegar. No hay vuelos directos desde Buenos Aires. Se puede volar hasta Johannesburgo (US$ 1600, South African Airways), y conectar con un vuelo hasta la capital etíope (US$ 1100, Ethiopian Airlines). Los argentinos pueden solicitar la visa (US$ 20) en el aeropuerto de Addis Abeba.Salud. Llevar un certificado oficial de vacunación contra la fiebre amarilla. En algunas regiones hay riesgo de malaria, por lo que se recomienda asesorarse sobre medicación antes de viajar.
Dónde dormir. La infraestructura turística es mínima. Hoteles simples, con baño privado y sin lujos se encuentran en todo el país. A no desesperar por los frecuentes cortes de energía.
Cómo moverse. Las distancias son grandes y el transporte es precario, pero lo mejor es subir a los ómnibus y armarse de paciencia. La otra opción, más costosa, es alquilar un todoterreno.
APUNTES
- En 2009 se confirmó que el ancestro más antiguo del hombre vivió en Etiopía. Se trata de Ardi, un homínido que vivió hace 4,4 millones de años, cuyo esqueleto fue hallado en 1994. Antes de Ardi fue encontrado el fósil de Lucy, de 3,2 millones de años. El hallazgo se produjo en Etiopía en 1974, a unos 72 kilómetros de donde se encontró a Ardi 20 años más tarde.
- El presidente Meles Zenawi, enquistado en el poder desde hace 19 años, volvió a ganar las elecciones en mayo de 2010 con el 99,6% de los votos, en medio de acusaciones de fraude y fuertes críticas por su política de derechos humanos, persecución a políticos y prensa opositora. La ONU anunció en febrero que casi 3 millones de etíopes necesitarán ayuda alimentaria de emergencia este año, debido a la sequía en algunas regiones.
- La base de la alimentación etíope es el injera, una especie de gran panqueque hecho a base de un cereal llamado tef. Se come con la mano, acompañado de carne -generalmente cordero- con salsa. La versión vegetariana es el shiro, una preparación con garbanzos. En la capital hay variedad de opciones, pero en algunas aldeas todo se limita a la comida etíope, o a lo sumo un plato de fideos.
VATICANO 2008 El Papa deploró la "creciente brecha" entre ricos y pobres
El Papa deploró la "creciente brecha" entre ricos y pobres
El Papa Benedicto XVI se quejó ayer en el inicio de su visita a Francia del abismo creciente entre ricos y pobres en los países occidentales y exigió un papel más determinante para la religión en la vida social.
El Papa Benedicto XVI se quejó ayer en el inicio de su visita a Francia del
abismo creciente entre ricos y pobres en los países occidentales y exigió un papel más determinante
para la religión en la vida social.
"También me preocupa el estado de nuestro planeta", añadió
el Papa durante la recepción en el palacio del Elíseo. Asimismo criticó la situación de muchos
jóvenes que se encuentran desorientados en el mundo moderno y son marginados.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su mujer, Carla
Bruni, recibieron ayer al Sumo Pontífice de la Iglesia Católica en el aeropuerto de Orly
acompañados de una ligera lluvia. Con esta bienvenida personal se desviaron del protocolo
habitual.
El Papa, que realiza su décimo viaje al extranjero a
invitación de Sarkozy, se alojó en París y celebrará hoy una misa cerca de Les Invalides, en el
centro de la capital francesa, a la que se espera que asistan cientos de miles de personas.
El principal motivo de este primer viaje de Benedicto XVI a
Francia es el 150 aniversario de las apariciones de la virgen María en Lourdes, el conocido lugar
de peregrinación en los Pirineos, en el sur del país.
El Papa celebrará allí una misa mañana, antes de volver el
lunes a Italia.
Sarkozy llamó al diálogo entre el Estado y las religiones
en su discurso de bienvenida. "Es legítimo en una democracia buscar el diálogo con las religiones,
especialmente con la religión cristiana, con la que compartimos una larga historia", manifestó el
presidente en el Elíseo.
Por su parte, Benedicto XVI se expresó categóricamente a
favor de replantearse el sentido y significado de una separación de Estado e Iglesia como en
Francia. "Por un lado, esta separación es necesaria para garantizar la libertad religiosa y
asegurar la responsabilidad del Estado", señaló Benedicto.
Pero por otro lado, se debe discutir con más claridad qué
papel determinante puede desempeñar la religión "para contribuir a un consenso ético fundamental en
la sociedad", señaló.
El Papa alabó que Sarkozy se expresara acerca de un
"laicismo positivo", un entendimiento abierto en la relación entre Iglesia y Estado.
En el debate sobre cuestiones candentes como la bioética
las tradiciones religiosas deberían tener voz, subrayó Sarkozy.
"El laicismo positivo significa una invitación al diálogo,
la tolerancia y el respeto", añadió el presidente francés. Laicismo significa la separación entre
Iglesia y Estado.
"El diálogo con y entre las religiones es el mayor reto del
siglo que comienza", declaró Sarkozy. "Respeto las religiones. Conozco los errores que se
cometieron en su nombre en el pasado pero también la contribución que han supuesto para la
humanidad", subrayó el mandatario francés. "El ansia humana de espiritualidad no supone ningún
peligro para la democracia o el laicismo", concluyó.
Condena al fanatismo. El Papa dio luego una conferencia ante unos 700
intelectuales y dirigentes de otras confesiones, entre ellas la judía y la islámica, congregados en
el College des Bernardins, un ex monasterio que fue templo de enseñanza para los monjes
medievales..
Allí, Benedicto lamentó que "para muchos Dios se haya
convertido en un desconocido", y aseveró que "una cultura puramente positivista, que sólo permite
que la pregunta por Dios sea planteada a nivel personal por considerar que no es científica, sería
una capitulación de la razón".
El Pontífice agregó que "la búsqueda de Dios y la predisposición a oírlo
sigue siendo el fundamento de toda cultura genuina". l (DPA y AP)EE.UU. OBAMA 2011"Tengo un diálogo vibrante con los países de la región"
Diario "La Nación". Buenos Aires, lunes 21 de marzo de 2011 |
-Cuando esté en Chile, daré un discurso que explica nuestra visión para el hemisferio y que se funda en el concepto de alianza igualitaria que he perseguido desde que asumí la presidencia. También me enfocaré en áreas específicas en las que podemos trabajar juntos, como el crecimiento económico, la energía, la seguridad ciudadana y los derechos humanos.
-¿Por qué eligió Chile entre los países que visita y como lugar para dar su discurso a la región?
-La experiencia chilena, y más particularmente su exitosa transición democrática y su sostenido crecimiento económico, es un modelo para la región y el mundo. Chile es un país cada vez más conectado a nivel global, que se está consolidando como un aliado capaz de enfrentar los desafíos que afectan las vidas de la gente en toda América latina y en el mundo.
-El año pasado, Chile estuvo en las noticias a nivel mundial debido al terremoto y al rescate de los mineros. ¿Cómo cambiaron esos dos acontecimientos su percepción de Chile?
-Esos eventos reafirmaron lo que respeto y admiro de los chilenos, así como ellos han inspirado gente a través de todo el mundo. Estos son tiempos prometedores para la gente de Chile. Los norteamericanos estuvieron entre el billón de televidentes que vieron a los 33 mineros atrapados emerger sanos y salvos.
-La divulgación de los cables de WikiLeaks ha tenido un fuerte impacto en la región. Justa o injustamente, la opinión pública tiende a asimilar los juicios personales de los diplomáticos norteamericanos con las convicciones del Departamento de Estado. ¿Cree usted posible que su pronunciamiento en Santiago contribuya a clarificar esta confusión?
-Desde los primeros días de mi presidencia, Estados Unidos ha buscado convocar a la gente y a los países de las Américas como aliados. Mi discurso es otra oportunidad de recalcar ese mensaje que hemos implementado a través de acciones concretas que apuntan a mejorar la inclusión económica y social, a neutralizar las amenazas a la seguridad de los ciudadanos, a avanzar en la seguridad energética, a enfrentar el cambio climático y a defender los valores esenciales que compartimos. A través de nuestras acciones y declaraciones, que son de registro público, esas políticas benefician a gente en Estados Unidos y en la región. Es esa dedicación a trabajar como aliados para el progreso que ha restaurado la posición de Estados Unidos en América latina.
-¿La creciente gravitación de Brasil en el escenario internacional favorece la interlocución de Estados Unidos con el resto de la región o la hace más compleja?
-Tenemos un diálogo vibrante con países en toda América latina. Los éxitos democráticos y económicos en la región son buenos para su gente y para Estados Unidos. Nos alegramos de ese éxito y del compromiso de países como Chile y Brasil, para nombrar sólo dos. Mi llamado a una alianza igualitaria con las Américas contempla el dinamismo de la región y busca fortalecer las buenas relaciones con la mayor cantidad de países posible.
-Africa y el Medio Oriente están viviendo cambios en sus regímenes autocráticos, algunos de los cuales han sido apoyados por Estados Unidos. ¿Qué hará su país para garantizar la estabilidad y promover la instalación de democracias?
-Desde el inicio de los disturbios defendimos un conjunto de principios claros. Nos oponemos a la violencia; respaldamos un conjunto de valores universales, y apoyamos un proceso de cambio político y económico que responde a las aspiraciones de la gente. Esos son los principios que defenderemos en todos lados. También creemos que el statu quo es insostenible y que sólo habrá una estabilidad real si se da un proceso de reforma política y económica.
-¿Cuál fue el momento más difícil que le tocó vivir en los últimos dos años?
-Bueno, entre los más difíciles, sin duda, está haberme reunido con los padres, los cónyuges y los hijos de los hombres y mujeres que dieron sus vidas por nuestro país.
Horas antes de su llegada a Chile, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, respondió un cuestionario del diario El Mercurio. Los siguientes son los principales párrafos de la entrevista..
"Tengo un diálogo vibrante con los países de la región"
Obama anticipó que en Chile dará un discurso para toda América latina
Horas
antes de su llegada a Chile, el presidente de Estados Unidos, Barack
Obama, respondió un cuestionario del diario El Mercurio. Los siguientes
son los principales párrafos de la entrevista.
SANTIAGO,
Chile (El Mercurio/ GDA).- En la década de 1990, Estados Unidos tenía
una política específica hacia América latina a través de las Cumbres de
las Américas y de la configuración del ALCA. Desde entonces parece haber
habido una falta de política regional. ¿Qué tipo de política desea
desarrollar usted con la región? -Cuando esté en Chile, daré un discurso que explica nuestra visión para el hemisferio y que se funda en el concepto de alianza igualitaria que he perseguido desde que asumí la presidencia. También me enfocaré en áreas específicas en las que podemos trabajar juntos, como el crecimiento económico, la energía, la seguridad ciudadana y los derechos humanos.
-¿Por qué eligió Chile entre los países que visita y como lugar para dar su discurso a la región?
-La experiencia chilena, y más particularmente su exitosa transición democrática y su sostenido crecimiento económico, es un modelo para la región y el mundo. Chile es un país cada vez más conectado a nivel global, que se está consolidando como un aliado capaz de enfrentar los desafíos que afectan las vidas de la gente en toda América latina y en el mundo.
-El año pasado, Chile estuvo en las noticias a nivel mundial debido al terremoto y al rescate de los mineros. ¿Cómo cambiaron esos dos acontecimientos su percepción de Chile?
-Esos eventos reafirmaron lo que respeto y admiro de los chilenos, así como ellos han inspirado gente a través de todo el mundo. Estos son tiempos prometedores para la gente de Chile. Los norteamericanos estuvieron entre el billón de televidentes que vieron a los 33 mineros atrapados emerger sanos y salvos.
-La divulgación de los cables de WikiLeaks ha tenido un fuerte impacto en la región. Justa o injustamente, la opinión pública tiende a asimilar los juicios personales de los diplomáticos norteamericanos con las convicciones del Departamento de Estado. ¿Cree usted posible que su pronunciamiento en Santiago contribuya a clarificar esta confusión?
-Desde los primeros días de mi presidencia, Estados Unidos ha buscado convocar a la gente y a los países de las Américas como aliados. Mi discurso es otra oportunidad de recalcar ese mensaje que hemos implementado a través de acciones concretas que apuntan a mejorar la inclusión económica y social, a neutralizar las amenazas a la seguridad de los ciudadanos, a avanzar en la seguridad energética, a enfrentar el cambio climático y a defender los valores esenciales que compartimos. A través de nuestras acciones y declaraciones, que son de registro público, esas políticas benefician a gente en Estados Unidos y en la región. Es esa dedicación a trabajar como aliados para el progreso que ha restaurado la posición de Estados Unidos en América latina.
-¿La creciente gravitación de Brasil en el escenario internacional favorece la interlocución de Estados Unidos con el resto de la región o la hace más compleja?
-Tenemos un diálogo vibrante con países en toda América latina. Los éxitos democráticos y económicos en la región son buenos para su gente y para Estados Unidos. Nos alegramos de ese éxito y del compromiso de países como Chile y Brasil, para nombrar sólo dos. Mi llamado a una alianza igualitaria con las Américas contempla el dinamismo de la región y busca fortalecer las buenas relaciones con la mayor cantidad de países posible.
-Africa y el Medio Oriente están viviendo cambios en sus regímenes autocráticos, algunos de los cuales han sido apoyados por Estados Unidos. ¿Qué hará su país para garantizar la estabilidad y promover la instalación de democracias?
-Desde el inicio de los disturbios defendimos un conjunto de principios claros. Nos oponemos a la violencia; respaldamos un conjunto de valores universales, y apoyamos un proceso de cambio político y económico que responde a las aspiraciones de la gente. Esos son los principios que defenderemos en todos lados. También creemos que el statu quo es insostenible y que sólo habrá una estabilidad real si se da un proceso de reforma política y económica.
-¿Cuál fue el momento más difícil que le tocó vivir en los últimos dos años?
-Bueno, entre los más difíciles, sin duda, está haberme reunido con los padres, los cónyuges y los hijos de los hombres y mujeres que dieron sus vidas por nuestro país.
Horas antes de su llegada a Chile, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, respondió un cuestionario del diario El Mercurio. Los siguientes son los principales párrafos de la entrevista..
ISRAEL.2012 Israel ironiza sobre la tecnología iraní
Diario "La Capital". Rosario, Viernes, 17 de febrero de 2012
Israel ironiza sobre la tecnología iraní
Tel Aviv. - Irán exagera el progreso de su programa nuclear para hacer creer al mundo que es demasiado tarde para detenerlo, aseguró el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak.
Tel Aviv. - Irán exagera el
progreso de su programa nuclear para hacer creer al mundo que es
demasiado tarde para detenerlo, aseguró el ministro de Defensa israelí,
Ehud Barak.
"El espectáculo de ayer fue sólo un espectáculo, para
los propios iraníes, para fortalecer su espíritu y para el resto del
mundo", dijo Barak. "Están fanfarroneando de logros que todavía no
tienen. Están hablando sobre una tercera y cuarta generación de
centrifugadoras. Creo que todavía tienen mucho trabajo con la segunda
generación, y ni que decir de la tercera", añadió. Pero el mundo no
puede permitirse ignorar el considerable progreso que Irán ha realizado y
tiene que intensificar las sanciones contra Teherán, agregó el
ministro. El miércoles, Irán inauguró cuatro nuevos centros nucleares,
incluido uno de enriquecimiento de uranio. En un acto transmitido por la
TV nacional, el presidente Mahmud Ahmadineyad se mostró frente a una
serie de "centrifugadoras de última generación", que son precisamente
las que causaron los comentarios irónicos de Israel. Las centrifugadoras
se utilizan para enriquecer uranio luego de gasificarlo.
En tanto, el cerco económico se cierra sobre Irán.
Los principales compradores de petróleo iraní en Europa están haciendo
recortes, antes de que se apliquen las sanciones de la Unión Europea,
reduciendo el flujo de marzo en más de un tercio o 300.000 barriles por
día, dijeron fuentes de la industria. La francesa Total ya frenó la
compra de crudo, que está sujeta a las sanciones de la Unión Europea
(UE) a partir del 1º de julio, y fuentes de mercado dicen que Royal
Dutch-Shell también se ha achicado bastante. Se cree que Motor Oil
Hellas, de Grecia, cortó su compra de crudo a Irán, mientras su
compatriota Hellenic Petroleum y las españolas Cepsa y Repsol estaban
frenando esas importaciones.
TERRORISMO. 2012 Perpetua para el "terrorista de los calzoncillos"
Diario "La Capital". Rosario, Viernes, 17 de febrero de 2012
Perpetua para el "terrorista de los calzoncillos"
Washington. - Un nigeriano que intentó volar por los aires un avión de pasajeros que se dirigía de Amsterdam a la ciudad estadounidense de Detroit en la Navidad de 2009 con unos explosivos ocultos en su ropa interior fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
Washington. - Un nigeriano que
intentó volar por los aires un avión de pasajeros que se dirigía de
Amsterdam a la ciudad estadounidense de Detroit en la Navidad de 2009
con unos explosivos ocultos en su ropa interior fue condenado a cadena
perpetua en Estados Unidos.
Umar Farouk Abdulmutallab se declaró culpable de los
cargos, diciendo que planeaba el atentado en venganza por las acciones
estadounidenses en Irak, Afganistán, Somalia y otros países. Durante el
juicio, los pasajeros relataron su experiencia. Durante el vuelo de
Amsterdam a Detroit, Abdulmutallab intentó detonar la bomba oculta en
sus calzoncillos. Cuando los pasajeros notaron que salía humo de sus
pantalones lo redujeron, le bajaron los pantalones y descubrieron la
bomba. La explosión hubiera causado de seguro un daño estructural al
avión.
lunes, 29 de junio de 2015
SISTEMA INTERNACIONAL 2001 Otro año en el que viviremos en peligro
Diario "La Nación". Buenos Aires, 23 de diciembre de 2001.
Estados Unidos: amenaza de conflictos internos
Estados Unidos: amenaza de conflictos internos
Otro año en el que viviremos en peligro
Será necesaria toda la fortaleza de Bush para impedir que vuelvan las controversias domésticas
WASHINGTON
La guerra contra el terrorismo predominará en la vida política norteamericana durante los primeros meses del año próximo pero luego, inevitablemente, el tráfago de los asuntos internos captará obligadamente la atención de Washington a medida que asomen y se aproximen las elecciones legislativas de noviembre próximo.
La primera gran prueba electoral de la presidencia de George W. Bush, en
la mitad de su gestión, se decidiría, en épocas de normalidad, sobre la
base de los asuntos internos: la economía, la educación, el cuidado de
la salud.
La guerra contra el terrorismo predominará en la vida política norteamericana durante los primeros meses del año próximo pero luego, inevitablemente, el tráfago de los asuntos internos captará obligadamente la atención de Washington a medida que asomen y se aproximen las elecciones legislativas de noviembre próximo.
En cierto sentido, esta agenda y el prejuicio respecto de los asuntos internos aún se mantienen, a pesar de los acontecimientos del 11 de septiembre último. Esas elecciones, en la mitad del período presidencial, tienden a ser incluso más locales que presidenciales. Cuando los votantes del Estado de Carolina del Sur vayan a las urnas para decidir quién sucederá a Strom Thurmond, que finalmente se retira a los 99 años, la carrera se decidirá sobre la base de las recientes controversias sobre el videopoker y la bandera confederada, y de la situación de las escuelas locales. Las elecciones también otorgan a los demócratas una verdadera oportunidad para cambiar el mapa político de los Estados Unidos. En el Senado, que los demócratas han controlado desde junio de 2001 por la mínima diferencia, los republicanos tienen que defender 20 escaños mientras que los demócratas solamente 13. Estos tendrán también la esperanza de doblegar la estrecha mayoría republicana de la Cámara de Representantes. Y entre las 36 contiendas para elegir gobernadores, en 23 hay republicanos en el cargo.
Sin embargo, aun frente a la inexorable gravitación de la competencia política, está claro que algo ha cambiado. Para cuando llegue noviembre, Bush, según él mismo ha reconocido, probablemente siga en las trincheras librando una extensa "guerra contra el terrorismo"; y esa guerra irá mucho más allá de las fronteras norteamericanas. El manejo de la política exterior acaso no sea la cuestión principal, pero importará más que en cualquier otra elección desde la guerra de Vietnam. Muchos norteamericanos considerarán esta perspectiva con aspecto adusto. El período anterior al 11 de septiembre, cuando a los medios de su país les preocupaban los tormentos del legislador Gary Condit (el Modesto Lotario), ahora parece idílico; incluso el fiasco electoral del Estado de Florida parece relativamente benigno. El período entre el fin de la Guerra Fría y la aparición de Osama ben Laden y el ántrax -más o menos durante las dos presidencias de Clinton- ahora parece algo propio de una edad dorada.
Redescubrir la diplomacia
Nadie al que le importen los Estados Unidos podría recibir con beneplácito la nube que los ha envuelto. Pero su reabsorción en el mundo más amplio está retrasada. Retroactivamente, la participación de los Estados Unidos en el escenario mundial antes de los atentados terroristas ahora parece extrañamente sesgada. Económicamente, su compromiso era pleno. Ejercían una función activa en la reducción de las barreras comerciales y la propagación del capitalismo. La globalización se convirtió en sinónimo de compañías norteamericanas. Sin embargo, políticamente, fueron más reacios. Mientras George Bush padre se había propuesto crear un nuevo orden mundial, la política exterior de Clinton fue más una cuestión reactiva. Después de comenzar casi ignorando el tema, Clinton pareció ser mejor para resolver crisis que para prevenirlas. Y no era ayudado por un Congreso republicano que se deleitaba menospreciando a las Naciones Unidas.Para muchos de los aliados de los Estados Unidos, la presidencia de Bush hijo comenzó encaminada hacia una incluso peor dirección, desdeñando "unilateralmente" una serie de tratados internacionales y prometiendo seguir adelante con un escudo antimisiles, sin tener en cuenta el tratado de misiles antibalísticos. En la mayoría de los casos, el nuevo presidente sencillamente dejaba en claro las diferencias que Clinton había preferido eludir. Pero su estilo era brusco y la diplomacia pareció estar abajo en su lista de prioridades. El 10 de setiembre último, la revista Time, en la tapa, preguntaba:"¿Adónde has ido, Colin Powell?" Al día siguiente, el mundo cambió y, desde entonces, el secretario de Estado ha estado yendo de un lado a otro para tratar de forjar una coalición. Los Estados Unidos recurrieron a otras grandes potencias, Rusia y China. Y han renovado su interés en tratar de resolver viejos conflictos, como el caso de Palestina y Cachemira.
El principal desafío para los Estados Unidos en 2002 será mantener este impulso. Pero podría ser cada vez más difícil. En el plano interno, muchos norteamericanos preferirían recluirse detrás de las propias paredes del país; mejorar la seguridad en las aerolíneas, adoptar una posición más rigurosa respecto de la inmigración, y mantenerse a salvo de aventuras extranjeras. El aislacionismo siempre tuvo partidarios: George Washington pensaba que la política norteamericana debía "abstenerse de formar alianzas permanentes con cualquier parte del mundo exterior". Muchos extranjeros también preferirían que los Estados Unidos miraran hacia adentro. De hecho, ya plantearon el argumento de que los atentados contra el World Trade Center y el Pentágono fueron una consecuencia inevitable del imperialismo norteamericano. Esas voces disonantes se harán oír con mayor estridencia si la guerra contra el terrorismo resulta infructuosa.
Sin embargo, los Estados Unidos deben mantenerse comprometidos por tres motivos.
El primero de ellos es que la guerra contra el terrorismo no tiene sentido sin un activo componente internacional. Ninguna pared -ni siquiera el escudo antimisiles propuesto por Bush- podrá aislar y librar de atentados a los Estados Unidos. Y, como lo demostraron los años noventa, una política exterior reactiva conlleva riesgos propios. Una de las razones por las que Osama ben Laden surgió como una amenaza se debe a que los Estados Unidos hicieron muy poco para atraparlo; una razón por la que el régimen talibán tomó el poder en Afganistán se debe a que Occidente hizo muy poco para ayudar a ese país después de la retirada soviética.
El segundo motivo tiene relación con el oportunismo geopolítico. Con su modalidad perversa e infame, los atentados del 11 de setiembre último le han dado a George W. Bush la posibilidad de abordar algunos de los problemas más espinosos del mundo. Parte de las oportunidades -la creación de un Estado palestino junto con el de Israel, la perspectiva de imponer sanciones más inteligentes a Irak- provocan inmediatamente resentimientos (supuestos o reales) en el mundo árabe. Pero también hay espacio para considerar cuestiones más amplias, por ejemplo, las relaciones con Rusia y el futuro de las Naciones Unidas. Semejante injerencia contiene sus propios riesgos, pero vale la pena correrlos.
El tercer motivo tiene que ver con lo que algunos llaman el estilo norteamericano. Durante la última media centuria, los Estados Unidos fueron una superpotencia benevolente, que supervisó cómo aumentaban en todo el mundo la prosperidad y la libertad. Los atentados terroristas de 2001 fueron un ataque infame contra esa tradición. Si 2002 ve a los Estados Unidos recluirse nuevamente hacia su propio terreno, los terroristas habrán conseguido su mayor victoria. .
Por John Micklethwait De The Economist (Traducción de Luis Hugo Pressenda)
Diario "La Nación". Buenos Aires, 23 de diciembre de 2001.
Panorama mundial: la influencia de la guerra
Consecuencias económicas del terror
Los efectos materiales de la acción terrorista no tendrán mayor gravitación
LONDRES
La recesión en los Estados Unidos es ahora evidente. Para los tres primeros meses, y quizá para los seis primeros meses de 2002, la economía norteamericana registrará un proceso de retracción. Lo que importa es cuán profunda, cuán prolongada y cuán contagiosa habrá de revelarse esa retracción... y qué hacer al respecto.
Mucho depende de que se produzcan más ataques o no en gran escala contra
los Estados Unidos y sus aliados. Los efectos materiales de la acción
terrorista no tienen mayor gravitación: incluso la terrible destrucción
en Manhattan fue minúscula en relación con la totalidad del activo
económico de la nación. La cuestión estriba en la confianza... la más
grande vulnerabilidad económica de Estados Unidos. Aun cuando el
crecimiento de la producción haya sido más pausado en los últimos años,
con los mercados de valores en abrupta caída y en tela de juicio las
esperanzas que se habían cifrado en la quimérica "nueva economía", los
compradores en los Estados Unidos siguen gastando. Eso precisamente fue
suficiente para mantener a flote la economía. Los ataques en Nueva York y
Washington golpearon a una declinante economía allí donde era más
vulnerable.
La recesión en los Estados Unidos es ahora evidente. Para los tres primeros meses, y quizá para los seis primeros meses de 2002, la economía norteamericana registrará un proceso de retracción. Lo que importa es cuán profunda, cuán prolongada y cuán contagiosa habrá de revelarse esa retracción... y qué hacer al respecto.
Si el atentado del 11 de septiembre es un hecho aislado, los Estados Unidos y sus socios comerciales acaso puedan ver, con suerte, cómo se reanuda rápidamente el crecimiento, aun cuando la caída inicial de la producción haya sido considerable. Si las cosas se dan de este modo, la capacidad de recuperación de la economía sorprenderá a la gente, como se ha visto ya en anteriores crisis de recesión.
Algunas de las medidas de expansión ahora proyectadas por el Congreso y la Reserva Federal serán de largo alcance, como las normas de excepción a raíz de la caída de los mercados bursátiles en 1987. Pero si hay más ataques de magnitud, el panorama cambia: la pérdida de confianza sería más profunda y más persistente.
En 2002, por lo tanto, la más importante herramienta de políticas económicas no han de ser los impuestos, el gasto público y ni siquiera las tasas de interés, sino las medidas que los Estados Unidos y sus aliados adopten en el propio país y en el extranjero para combatir el terrorismo. Si fracasaran esas medidas, la política fiscal y monetaria se revelará impotente para sobreponerse a la definitiva pérdida de confianza resultante; si tienen éxito, no será necesario recurrir a espectaculares cambios de política fiscal y monetaria. Esta redefinición 2002 de la "política económica" -que torna casi redundante el tecnicismo ortodoxo de los economistas- es sólo uno de los aspectos en que ha cambiado el mundo, después del 11 de septiembre.
Pero las guerras son buenas para la economía, ¿no es así? Pueden serlo, en cierto modo. Las guerras impulsan el crecimiento económico, en una comparación convencional, en tanto se traducen en ingentes gastos militares y movilización de personal. Esa clase de guerras resuelven la desocupación, por lo menos. Pero el incremento de la actividad económica que se opera en tiempos de guerra es casi enteramente desperdicio, y en escala colosal. Pase lo que pase, esta "guerra" no va a ser tan "buena" para la economía como los conflictos militares convencionales en gran escala.
Una referencia más apropiada es la guerra limitada contra Saddam Hussein después de la invasión de Kuwait en 1990. La Guerra del Golfo, principalmente por sus efectos sobre la confianza, contribuyó a la recesión en Estados Unidos: en el último trimestre de 1990, la economía se contrajo en un 3 por ciento anual como consecuencia de una severa retracción en los gastos del consumidor y en los negocios de inversión. Esta vez, el shock de confianza entre los norteamericanos es más pronunciado. Estados Unidos ha aprendido que sus enemigos pueden causar enormes daños dentro de las fronteras de la nación. Los terroristas son más difíciles de enfrentar que Saddam Hussein; éste, al menos, tenía un territorio al cual invadir y bienes por destruir. Y el contexto mundial de la economía es peor, también. Japón da señales de estancamiento, por lo menos, y el crecimiento en Europa es perezoso, mientras que en 1990 el mundo fuera de los Estados Unidos se desenvolvía bastante bien.
En respuesta, la Reserva Federal y otras autoridades monetarias de todo el mundo están bajando las tasas de interés, lo que es justo. En materia de política fiscal, sin embargo, se están cometiendo equivocaciones. Lo más importante es dejar que actúen los llamados estabilizadores automáticos. (A medida que las economías se contraen, las rentas fiscales merman y los gastos sociales se incrementan, reduciéndose automáticamente los superávit del presupuesto o se aumenta el déficit, según los casos.) Lo más cuerdo es dejar que esto ocurra, aun cuando ello signifique transgredir las artificiosas reglas de prudencia presupuestaria que se han puesto de moda en Gran Bretaña, donde el ministro de Hacienda ha usado a menudo de su golden rule de política del presupuesto, y en la zona europea de moneda única, donde impuestos y gastos se rigen por el mal aconsejado "pacto de estabilidad".
Neutralizar los estabilizadores automáticos sería un error. Pero ir mucho más allá de simplemente dejarlos funcionar, como lo hará Estados Unidos, con nuevos programas de gastos y reducción de impuestos, tampoco parece recomendable. A corto plazo, el efecto será limitado en cualquier caso: los gastos gravitan lentamente y las rebajas impositivas no lograrán estimular el consumo mientras prevalece la falta de confianza. Los Estados Unidos disponen de ingentes ingresos para gastar y aunque no ocasionaría mayor daño el gastarlos, especialmente si las medidas son temporarias, tampoco sería de algún provecho. En lo que concierne a los efectos económicos de la guerra contra el terrorismo, la primera línea de combate no estará en los ministerios financieros, sino en la confianza del pueblo.
El autor es subdirector de The Economist.
Vuelvan a volar, por favor
Aumentarán las aerolíneas de bajo costoLONDRES
Los viajes aéreos comenzarán a normalizarse durante el año próximo después de la crisis originada por la depresión económica y los efectos de los ataques terroristas en Nueva York y Washington. El año asistirá asimismo al incremento de las aerolíneas de bajo costo en Estados Unidos y Europa. Lo que se extenderá incluso a las rutas de Australasia.
Con anterioridad a los ataques terroristas, las aerolíneas norteamericanas hacían frente a una cifra en rojo de alrededor de 3000 millones de dólares este año deben haber finalizado el año con pérdidas de hasta 10.000 millones de dólares. El subsidio federal de 15.000 millones ayudará a la mayor parte de ellas a seguir operando mal que bien, pero en la primera mitad de 2002 al menos una, y posiblemente tres, de las compañías de aviación de los Estados Unidos irá a la quiebra. Aunque el tráfico se recuperará hasta cerca de los niveles normales para mediados de año, la pérdida de efectivo en caja en el ínterin podría revelarse insostenible para compañías como la America West o la US Airways. Northwest y Continental están muy expuestas también. Una completa recuperación del tráfico no es de esperar que ocurra antes de 2003.
En un mundo normal, tan pronto como se acumulan las nubes económicas, las empresas reducen los gastos de viaje de la clase business . De manera que declina el volumen, y muchos viajeros business se limitan a ocupar los asientos de la clase económica. Esto se va a ver a lo largo del año próximo. Las aerolíneas que se desenvolverán mejor en términos de tráfico son las de bajo costo. Actualmente, los viajeros de mentalidad económica pueden optar por alguno de los vuelos mucho más baratos disponibles en las compañías de bajo costo, tales como la Southwest y la JetBlu, en Estados Unidos; Easylet, Go y Ryanair, en Europa. La Southwest llevará pronto más pasajeros en el interior de los Estados Unidos que ninguna de las grandes aerolíneas. En Europa, el incesante crecimiento de las compañías de bajas tarifas las llevan a establecer bases en el continente. Una nueva aerolínea, Blue Fox, inaugurará en marzo vuelos transatlánticos business-class con tarifa rebajada.
El volumen del tráfico aéreo en todo el mundo disminuirá alrededor del 5 por ciento en 2002, antes de volver a recuperarse espectacularmente en 2003, con un crecimiento de cerca del 20 por ciento. Las utilidades de las aerolíneas por cada asiento ocupado van a disminuir más rápidamente. En el largo plazo, esto significa una declinación del 1 por ciento anual, pero con los descuentos para atraer de nuevo a los pasajeros perdidos será más acentuada.
La combinación de un cambio estructural -el gran esfuerzo de las aerolíneas de bajas tarifas- y el coyuntural receso económico impulsarán a las grandes compañías por la vía del cambio. La fusión de compañías con arreglo a los lineamientos convencionales del comercio no es posible debido a la naturaleza reglamentada del viaje aéreo. Un mezquino, anticuado, nacionalismo será causa de perjuicios económicos. Es virtualmente imposible para un "transportador de bandera" incorporar a otro. Y ninguna aerolínea puede operar en un país que no sea el suyo propio. Teóricamente, eso deja cierto margen de consolidación entre los dos más grandes mercados de la aviación, Estados Unidos y Europa.
En los Estados Unidos, las condiciones estaban dadas para una fusión considerable cuando la United Airlines se manifestó favorable a la unión con la US Airways en mayo del 2000, seguida siete meses más tarde por otra negociación por la cual la American Airlines rescataría a la deficitaria TWA, al mismo tiempo que se haría cargo de partes de la US Airways de las que la United considerase prudente desprenderse con el fin de aplacar a las autoridades antimonopolio en Washington. Entretanto, los funcionarios bloquearon de buenas a primeras el convenio de la United, y la American salió lo más campante con TWA para convertirse en la compañía de aviación más grande del mundo.
En Europa, se esperaba que la consolidación seguiría a la audaz expansión de la Swissair que adquirió una parte de la belga Sabena y compró acciones de varias compañías menores de Francia. Todo eso quedó en la nada porque todas las aerolíneas compradas por la Swissair revelaron un oneroso drenaje de cash. En resumidas cuentas, tanto Swissair como Sabena se presentaron en quiebra. Saldrán, si es que salen, de la bancarrota muy disminuidas. De igual modo, los proyectos de la British Airways (BA) de enlace con la KLM Royal Dutch Airlines quedaron sin efecto.
¿Quiere ello decir, entonces, que las fusiones están fuera de cuestión en el 2002? De ningún modo. Se espera que la BA y la KLM tratarán de nuevo, y en los Estados Unidos algo tendrá que hacerse con US Airways. Delta y Continental se consolidarán, mientras que United podría adquirir la Northwest. Los reguladores asistirían complacidos. Entretanto, la antigua saga de la BA y la American Airlines empeñadas en compartir su negocio transatlántico está otra vez de moda. Tienen que salvar dos obstáculos: uno, desvirtuar los temores en Europa de que una combinación que les daría el 50 por ciento del tráfico en rutas clave no habría de ser anticompetitiva. El otro es la creación de un acuerdo de cielos abiertos entre Gran Bretaña y Estados Unidos, sin el cual Washington nunca otorgaría a las dos aerolíneas la inmunidad antimonopolio requerida para compartir servicios, tarifas y utilidades. Si las aerolíneas no sacan adelante con prontitud el acuerdo se encontrarán con que Gran Bretaña perderá en breve la facultad de negociar los convenios de ese género cuando la Comisión Europea obtenga tales atribuciones a principios del año próximo con referencia a los contratos aéreos para la UE en conjunto.
El otro gran cambio concierne al uso de Internet. Los carriers de bajo costo están a la vanguardia de los que utilizan Internet para reducir costos de distribución. Las aerolíneas establecidas están actuando rápidamente, junto con sus joint online booking services , tales como Orbitz y su similar europea, para evitar que buena parte de la distribución de los viajes aéreos se desvíe hacia agencias online ajenas a las compañías de aviación, como la Expedia. El negocio de la aviación (con su producto perecedero, los asientos en un vuelo) y la Internet (con su flujo de información instantánea) han sido hechos el uno para el otro. Ese ha de ser el año en que ambos aprenderán cómo vivir juntos.
El autor es editor de Industria y Comercio de The Economist. .
Por Clive Crook De The Economist (Traducción de Jorge Ortiz Barili) Por Iain Carson De The Economist (Traducción de Jorge Ortiz Barili)
2002: el mundo que viviremos
El poder rendirá examen cada día
La dimensión que tomó la irritación social en los últimos meses no le deja margen de ineficiencia al conjunto de la dirigencia
La política no vivirá tranquila durante el próximo año. Pero podría
resultar mucho peor si sus dirigentes (y sobre todo, ahora, los del
peronismo) eligieran mal en la opción entre la civilización y la
barbarie, que es la encrucijada en la que irremediablemente se
encontrarán.
El país está atravesando las consecuencias económicas y sociales de un
default virtual. No sólo el Gobierno tiene cortado el crédito interno y
externo, sino también el sector privado, cada vez más limitado,
inclusive, a conseguir las importaciones esenciales, salvo las compradas
al contado y con pago previo. Esa crisis de las importaciones no podrá
superar los próximos 60 días sin que la producción argentina colapse.
La carencia del crédito, el motor esencial de la economía (consumido y gastado durante décadas por un Estado voraz y dispendioso), está dejando consecuencias imposibles de medir aún en la actividad económica y en la merma del empleo. Todo los economistas han hecho suyo un pronóstico que indica que la caída del PBI en el primer semestre de 2002 será del orden de entre el 6 y el 7 por ciento.
Caída estrepitosa del PBI, exponencial crecimiento del desempleo, parálisis de la economía y falta absoluta de crédito, son precisamente las consecuencias del default, sea éste virtual o formal.
Así las cosas, la economía está definitivamente enhebrada con la política. En los últimos días del año perdido de 2001 se le agregó además un conflicto social de dimensiones monumentales. Hace muy poco tiempo, el delegado de las Naciones Unidas en la Argentina, el diplomático español Carmelo Angulo Barturen, comprometido hasta el límite de su gestión con el drama argentino, le preguntó a este periodista: "¿Por qué el estallido social no está en las calles de la Argentina? ¿Las estadísticas del desempleo y la pobreza son falsas o hay razones sociales que yo no comprendo?".
Apenas semanas más tarde, las estadísticas y la realidad lograron converger. Angulo Barturen ya no tiene -es de suponer- curiosidad intelectual, sino una soberbia preocupación. Previsor, el diplomático español había preparado antes, al lado de la Iglesia católica argentina, un escenario de diálogo esencial entre los distintos actores políticos, económicos y sociales de la crisis.
Esa mesa, que existe y ya dio sus primeros pasos, aún puede ser útil, cuando el vendaval social fulminó al gobierno de Fernando de la Rúa y a su estilo perpetuo de girar en el vacío, entre los espasmos cada vez más virulentos de la crisis.
El portagonismo popular
El peronismo ha ofrecido, por ahora, una elección tras otra durante 2002, que es la manera de disimular, y de resolver al mismo tiempo, su interna encendida. Los primeros dos meses del año podrían ser tan o más insoportables que los últimos dos meses de De la Rúa, si el justicialismo se abocara sólo a una campaña electoral que no podrá ser ya a cielo abierto.La gente común ha tomado protagonismo y, aunque a veces actúa de manera arbitraria, le impide a los políticos el ejercicio más simple de caminar por la calle. No habrá actos públicos ni la televisión perderá a sus espectadores entregando las pantallas a los depredadores de cualquier rating.
El peronismo tiene dos opciones por delante:
- Seguir atendiendo sólo a sus señores feudales, casi jefes de tribus sin un proyecto colectivo, y a la pelea operística ya entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde.
- Asumir que la crisis nacional de dimensiones inéditas no podrá resolverse sólo con el golpe de mano de un partido, el peronismo, que también sufrió el repudio de muchos votantes en las elecciones de hace dos meses.
Compromiso
La segunda opción requiere que el gobierno peronista que asume en estas horas, aún cuando fuere de una inquietante precariedad, tenga el mandato de hacer una concertación de políticas comunes con todos los sectores políticos, económicos y sociales. El peronismo debería ser el primero en comprometerse en continuar con esas políticas consensuadas si continuara en el poder después de marzo, como todo lo indica hasta ahora.El peronismo apuró los tiempos institucionales con el argumento, en cierta medida razonable, de que el ex presidente De la Rúa sólo podía, por su notable impericia para gobernar, agrandar el incendio de un país que irremediablemente caería en manos del peronismo. Al justicialismo lo empujaba la ambición de poder, que es su razón de existir en la política, pero también el temor de que la sociedad le reprochara no haber hecho nada cuando podía hacerlo.
Nadie sabe si el peronismo también es consciente de que la sociedad le reprochará con más ganas aún si, una vez reconquistado el poder antes de tiempo, terminara mostrándose sin planes y sin aptitud para resolver la crisis.
El peronismo ya no tiene un seguro de indemnidad frente a la sociedad. Más aún: aquel default inevitable, formal o virtual, amenaza con llevarse de la vida pública a varios de sus gobernadores. La crisis no distingue entre partidos, sino simplemente entre políticos que deben pagar salarios a fin de mes o los que, por sus cargos parlamentarios, están exceptuados de esa misión casi automática del Estado, pero que se convirtió en una hazaña mensual en muchisimas provincias.
Puede decirse que la necesidad de buscar un acuerdo mínimo entre dirigentes políticos y sociales es una condición inexorable para salir de la crisis y, sobre todo, para demostrarle al mundo que la Argentina está todavía dentro de las fronteras de la civilización.
El mayor deaafío
Sin embargo, el mayor desafío de la dirigencia estará frente a los propios argentinos, a quienes ningún dirigente les demostró aún que tiene la talla política para resolver el colosal conflicto nacional. Nadie vive, en la Argentina, en cualquier momento de la historia. No sólo existe el precedente de una elección reciente e insólita en la que descolló la protesta y la desconfianza.La desconfianza social y la bronca han crecido geométricamente desde octubre. Esa dimensión de la irritación social comenzó cuando los políticos argentinos descubrieron que tenían negada, por ejemplo, la extracción bancaria de los 250 pesos semanales. No eran los bancos los que les cerraban las puertas, sino los enfurecidos ahorristas que hacen cola frente a los cajeros y que los despedían a los gritos no bien los veían llegar.
Poco más tarde, ese furor llegó a la calle. Durante el curso del año 2002, al Argentina podría ser un país normal, con sus ciudadanos en sus casas, en el trabajo, en los bares o en los clubes, si optara por la civilización. O será una nación sublevada e imprevisible, con el tumulto resolviendo de mala manera los conflictos políticos, si decidiera regresar a la barbarie.
Diario "La Nación". Buenos Aires, 23 de diciembre de 2001.
Economía: tiempos difíciles
Una recesión del siglo XXI
La economía norteamericana se recuperará hacia fines del 2002, pero puede ser apenas un espejismo
WASHINGTON
No es difícil predecir cómo comenzarán el año los Estados Unidos. La nación estará en guerra y la economía en recesión. La producción económica habrá caído en los trimestres tercero y cuarto del 2001 -cumpliéndose así la definición técnica de una recesión- y el brusco desliz continuará durante los primeros meses de 2002. El desempleo seguirá en aumento... cercano al 5,5 por ciento, en los comienzos del año. El invierno estará ilustrado por las sensibles cifras de los sin trabajo.
Cómo terminará el año es menos previsible, y depende de factores no sólo
económicos. Más ataques terroristas o una guerra que se prolongue sin
resultados prácticos habrían de tener severas consecuencias para el
comercio y para los consumidores ya de por sí bastante alterados. Con
Europa y, sobre todo Japón, desconcertados al mismo tiempo, no es
inconcebible una recesión mundial. Sin embargo, haciendo frente a esas
calamidades, la economía norteamericana se recuperará hacia fines de
2002. Los Estados Unidos darán la impresión de salir adelante en seguida
contra todos los pronósticos. Pero ese optimismo con el símbolo de la V
acaso no esté edificado sobre cimientos muy firmes.
No es difícil predecir cómo comenzarán el año los Estados Unidos. La nación estará en guerra y la economía en recesión. La producción económica habrá caído en los trimestres tercero y cuarto del 2001 -cumpliéndose así la definición técnica de una recesión- y el brusco desliz continuará durante los primeros meses de 2002. El desempleo seguirá en aumento... cercano al 5,5 por ciento, en los comienzos del año. El invierno estará ilustrado por las sensibles cifras de los sin trabajo.
Agudas tendencias recesivas han dado lugar a espectaculares ejemplos de recuperación económica; la crisis 2001-2002 no tendría que ser una excepción. Las otras dos recesiones graves de posguerra -a mediados de la década 1970/80 y a principios de la década 1980/90- registraron una contracción económica promedio del 3,2 por ciento seguida de un sorprendente 7 por ciento de crecimiento del PBI en el primer año de la recuperación. Parte de esa recuperación no es más que un cíclico rebote natural. Los consumidores comenzaron a efectuar las compras que habían dejado pendientes cuando las perspectivas se anunciaban sombrías; las compañías comenzaron a reponer existencias al considerar que mejoraban las probabilidades.
Los estímulos monetarios y fiscales en gran escala jugarán también un papel importante. La Federal Reserve, el Banco Central de los Estados Unidos, reaccionó vigorosamente en 2001. La tasa de los fondos federales de inversión, clave de las tasas de interés a corto plazo, era del 6,5 por ciento a principios de 2001. A comienzos de septiembre, había bajado al 3,5 por ciento. Un mes después de los ataques terroristas estaba en el 2,5 por ciento. La dinámica respuesta continuará. La tasa de los federal-funds iniciará 2002 con el 2 por ciento. No se descarta que caiga aún más en los primeros meses del año, empujando las tasas reales de interés mientras los índices de inflación oscilan alrededor del 2 por ciento.
Aunque los críticos de la inflación empezarán a murmurar contra los riesgos de esas generosas facilidades, las señales de presión inflacionaria han de ser exiguas. Los precios de los artículos de consumo seguirán bajos mientras la economía mundial esté en recesión. En tanto la acción militar esté circunscripta en Afganistán, los precios del petróleo -que reaccionaron tan dramáticamente en la Guerra del Golfo en 1991- apenas se moverán. Cualquier preocupación de abastecimiento se verá más que compensada con la caída de la demanda originada en la disminución de los viajes aéreos y la retracción en las economías. Y lo que es más sorprendente, el dólar no va a caer aparatosamente. El enorme déficit de la cuenta corriente de los Estados Unidos sugiere que, llegado a cierto punto, el dólar tiene que declinar. Los riesgos del país, ahora más altos, indican que esa declinación podría ser inminente. Pero en 2002 esos temores estarán contrarrestados por las menores perspectivas económicas tanto en Europa como en Japón. El dólar seguirá casi lo mismo que antes.
Las decisivas medidas de orden monetario probablemente habrían sido suficientes para restablecer el funcionamiento de la economía. Pero podría haber otros estímulos. Y con ellos viene el peligro. Los políticos norteamericanos, aterrorizados por el fantasma de la debacle económica después de una década de prosperidad, abrirán los grifos de las arcas fiscales. Inmediatamente después de los ataques del 11 de septiembre, el Congreso votó una partida de 40.000 millones de dólares como desembolso inicial para reconstrucción y seguridad en el ámbito de Nueva York y Washington. Se otorgaron 5000 millones en ayuda (además de otros 10.000 millones en avales de crédito) con destino a las aerolíneas gravemente afectadas. Semanas más tarde, otros 75.000 millones de dólares de un paquete "estímulo" de reducción de impuestos e inversiones (en su mayoría con destino a los trabajadores cesantes). Ello sumado a las reducciones ya decretadas para 2002, los Estados Unidos estarían en presencia de una erogación total de 200.000 millones de dólares, equivalente al 2 por ciento del PBI en el 2002. Teóricamente, esto supondría una fuerte reactivación en el corto plazo. Con pródigos gastos en las áreas de defensa y seguridad, el presupuesto inyectará más estímulos en el oleoducto.
De hecho, el impacto probablemente será modesto. Muchas de las reducciones impositivas se adoptarán por razones políticas antes que económicas y por eso no se traducirán necesariamente en rápida estabilidad. Por ejemplo, la decisión de acelerar las reducciones de impuestos anteriormente proyectadas para el 2004 y el 2006, beneficiará sobre todo a los norteamericanos más ricos, que guardarán el dinero excedente en 2002 en vez de gastarlo.
Aunque lo van a propalar como una importante respuesta política a la depresión económica, este despilfarro presupuestario terminará por causar más problemas de los que resuelve. Porque durante 2002 el dramático deterioro del saneamiento fiscal norteamericano a largo plazo ha de ser más evidente. En mayo de 2001, los peritos contables del Congreso calculaban que el superávit de presupuesto de los Estados Unidos en los últimos diez años ascendía a 5,6 billones de dólares (4 por ciento del PBI). En octubre de 2001, el pronóstico había disminuido a 2,6 billones (2 por ciento del PBI) como resultado de las reducciones impositivas de Bush, el crecimiento más lento de la economía y los mayores gastos. Esa estimación bajará aún más en 2002. Esta pérdida de la disciplina fiscal a largo plazo y las más elevadas tasas de interés a largo plazo resultantes pueden revelarse como el talón de Aquiles de la economía norteamericana en 2002 y más allá.
La actual recesión no eliminará los inveterados desequilibrios de los Estados Unidos. El déficit de la cuenta corriente seguirá exageradamente alto. Las tasas de ahorro personal subirán a medida que los consumidores pierden confianza, pero aun así serán mínimas. La economía de los Estados Unidos creció en la década del noventa a pesar de esas debilidades. Si podrá hacerlo nuevamente en 2002 y 2003 es menos claro. En los últimos años de la década del noventa, el incremento de la productividad en los Estados Unidos fue la maravilla que permitió resolver todos los demás problemas. Revisiones estadísticas con anterioridad al 11 de septiembre han establecido que una parte de ello fue ilusorio. Pero si declinan los índices de crecimiento de la productividad, entonces los diversos desequilibrios de los Estados Unidos volverán a inquietarlo, y la vigorosa reactivación económica de 2002 sería efímera.
El autor es corresponsal de The Economist en Washington. .
Por Zanny Minton-Beddoes De The Economist (Traducción de Jorge Ortiz Barili)
Europa: la moneda única entra en vigor
Comienza un año revolucionario
Más de 300 millones de ciudadanos de la Unión Europea reemplazarán, a partir de enero, su dinero nacional por el euro
LONDRES
Europa, que a veces da la impresión de cambiar tan lentamente, va a protagonizar un año revolucionario. Desde enero, más de 300 millones de ciudadanos de la Unión Europea tendrán en sus bolsillos nuevos euros en billetes y monedas. Para fin de febrero habrán perdido la moneda nacional de toda la vida. El paisaje psicológico y económico del continente va a cambiar para siempre. Una segunda revolución, casi tan trascendental, se producirá más tarde en el año. Los 15 miembros del club decidirán acerca de una camada adicional de nuevos socios de Europa central, oriental y meridional, que probablemente se incorporen a la Unión hacia 2004.
Esta expansión redibujará el mapa político de Europa. Pero marcará
también la apertura de un debate constitucional sobre legitimidad y
responsabilidad democrática. En el pasado, los líderes europeos
solamente le han dedicado jarabe de pico; ahora no podrán eludir un
debate serio. La razón es que la ampliación hacia el Este romperá con el
precedente de expansión controlada. En el pasado, a partir del ingreso
de Gran Bretaña, Dinamarca e Irlanda en 1973, la UE había preferido una
ampliación restringida. En 1986, España y Portugal siguieron a la previa
admisión de Grecia. En 1995, la UE daba la bienvenida a Austria,
Finlandia y Suecia. Anticipándose a complicaciones imprevistas, la tanda
de posibles miembros incluirá esta vez al menos cinco, quizá ocho o, a
lo sumo, diez miembros. Entre los favorecidos de ese primer grupo es
probable que se incluyan la República Checa, Chipre, Hungría, Eslovenia y
por lo menos uno de los Estados bálticos, posiblemente Estonia. La
lista podría incluir también a Letonia, Lituania, Malta, Polonia y
Eslovaquia. Sólo Bulgaria, Rumania y Turquía quedarán rezagados.
Europa, que a veces da la impresión de cambiar tan lentamente, va a protagonizar un año revolucionario. Desde enero, más de 300 millones de ciudadanos de la Unión Europea tendrán en sus bolsillos nuevos euros en billetes y monedas. Para fin de febrero habrán perdido la moneda nacional de toda la vida. El paisaje psicológico y económico del continente va a cambiar para siempre. Una segunda revolución, casi tan trascendental, se producirá más tarde en el año. Los 15 miembros del club decidirán acerca de una camada adicional de nuevos socios de Europa central, oriental y meridional, que probablemente se incorporen a la Unión hacia 2004.
Un "big bang" expansivo pondrá sobre el tapete la cuestión de cómo ha de organizarse una UE de 20 países más. Gracias a la presión de Alemania, la Unión Europea proyecta reunir en la primavera de 2002 una convención integrada por expertos constitucionalistas, legisladores nacionales y miembros del Parlamento Europeo para discutir la distribución de poderes en una Unión más amplia. La convención no estará a la altura de la versión 1787 de Filadelfia -¿dónde está la Europa de Madison?- y desde luego no se traducirá en una constitución vigorosa. Pero a diferencia de anteriores debates, celebrados a puertas cerradas entre especialistas, esta vez comprenderá intercambios públicos ante la atenta mirada de un presidente con plenos poderes, quizás un ex primer ministro europeo. La convención se inaugurará en la primavera y se prolongará al menos durante 12 meses.
De especial trascendencia en los asuntos de la agenda, deberá arbitrarse sobre la mejor manera de compartir las facultades entre los organismos ejecutivos de Bruselas, los parlamentos nacionales y las regiones. Los expertos alemanes han sugerido un catálogo de atribuciones, pero esto parece demasiado complejo. Cabe esperar una más genérica declaración de principios.
La convención considerará si es pertinente que un nuevo organismo examine detenidamente la legislación de la UE para verificar si no se excede en sus atribuciones. Podría recomendar que se sustraiga de los líderes de Europa la selección del presidente de la Comisión Europea, el ejecutivo de la UE. Una idea es poner los candidatos encabezando las listas de los aspirantes al Parlamento Europeo en las elecciones del 2004. Eso señalaría un tardío esfuerzo por restablecer la autoridad de la Comisión que, bajo la presidencia de Romano Prodi, ha perdido el rol europeo de faro político que ejercía hace 15 años bajo Jacques Delors.
Con todo, no debemos considerar la ampliación de la UE como un hecho consumado. El año próximo será testigo de arduas negociaciones entre los 15 miembros y los países solicitantes sobre los dos puntos que más interesan: la ayuda regional y la política común en materia agrícola.
Los miembros más pobres de la UE -entre ellos Grecia, Portugal y España- han hecho saber que no prestarán su acuerdo a una ampliación que, en palabras del ex primer ministro español Felipe González, se realiza a expensas de sus propios agricultores. Países más ricos, como Francia y Alemania, han hecho hincapié en el mismo asunto. Alemania, nominalmente uno de los más entusiastas partidarios de la ampliación, se manifiesta preocupada también por el impacto en sus regiones más pobres. De modo que espera una eclosión de protestas cuando se aproxime la decisión en las negociaciones sobre la ampliación. El probable ingreso de Chipre, el perenne barril de pólvora, ha de provocar seguramente tensiones entre Grecia y Turquía, sobre todo si sólo la mitad griega de la isla es considerada con merecimientos para su incorporación. Otra fuente de tensiones es Polonia, de importancia por su población y en términos geopolíticos. Debido a una combinación de arrogancia e incompetencia por parte de sus gobiernos anteriores, Polonia había quedado relegada frente a otros aspirantes en el cumplimiento del acquis communautaire , los requisitos del club.
La amenaza de una crisis gravita más pesadamente a causa del calendario electoral en Europa. En la primavera (boreal) comienza en Francia la primera ronda de las elecciones presidenciales con Jacques Chirac, el mejor amigo de los agricultores, en busca de la reelección frente al probable candidato socialista, el primer ministro Lionel Jospin. En otoño, Gerhard Schrsder, canciller socialdemócrata, se presentará para la reelección en Alemania. Para ninguno de los dos países va a ser fácil bloquear el ingreso de Polonia. De modo que una posibilidad sería la de que los estados miembros ordenaran una "pausa", postergando futuras incorporaciones del grupo reducido por unos cuantos meses hasta que Polonia esté preparada. Eso va a desencadenar el furor entre otros países solicitantes, la mayor parte de los cuales ha estado esperando ansiosamente la incorporación desde el desmoronamiento del comunismo hace más de una década.
Gran Bretaña observa también con suspicacia el calendario electoral europeo. El gobierno británico contará con España para fortalecer la causa de la liberalización, particularmente una vez que el gobierno de centroderecha asuma la presidencia rotativa de la UE el 1º de enero de 2002. Sus esperanzas están cifradas en la reunión cumbre de la UE en Barcelona, en marzo de 2002. En ésta se pasará revista a los progresos registrados desde la reunión de marzo de 2000 en Lisboa, que se impuso una ambiciosa meta con el fin de impulsar la competitividad europea en biotecnología, energía y tecnología de la información. A Gran Bretaña le agradaría sobremanera utilizar a Barcelona como un escaparate para el argumento de que Europa se está moviendo al estilo neoliberal británico. Esto formaría parte importante de una futura campaña para persuadir al pueblo británico de la conveniencia de unirse al euro.
El autor es director de la edición europea del Financial Times.
La nueva antigua Rusia
El gobierno de Putin cosechará beneficios en su política exteriorMOSCU
Rusia cosechará en 2002 los beneficios de su creciente fama de nación amistosa y confiable, a pesar de que aún no resolverá la mayor parte de sus principales problemas. La nueva pátina lustrosa que la recubre la favorecerá más en la política exterior, plano en el que el presidente, Vladimir Putin, respaldará firmemente la coalición internacional contra el terrorismo. A cambio de abandonar lucrativas viejas amistades con países como Irak, Rusia estará situada en buena posición para negociar enérgicamente con Occidente respecto de intereses que incumben más a sus asuntos internos.
Suponiendo que Putin proceda eficazmente contra el terrorismo, la retribución será una renovada voluntad, en Bruselas, de prestar oídos a la aprensión rusa respecto de la extensión de la OTAN y la Unión Europea. De manera especial, Rusia estará más que dispuesta a presionar con mayor intensidad para negociar el futuro de Kaliningrado, una provincia empobrecida insertada entre Lituania y Polonia. Habrá un acuerdo resonante, quizás incluso un tratado, entre la OTAN y Rusia. En su reunión cumbre de noviembre, la alianza atlántica adoptará un criterio moderado respecto de las conversaciones sobre incorporación de miembros con las repúblicas bálticas , y con otros Estados del este europeo. La influencia de Rusia en el Cáucaso aumentará en 2002, a medida que el Kremlin aprovecha los probables cambios de conducción política en Georgia y Azerbaiján.
En el plano interno, habrá calma política. El principal acontecimiento del año será, en marzo, la elección de un nuevo organismo: el Parlamento de la Unión Rusa-Bielorrusa. Habrá mucho entusiasmo al respecto, tanto positivo como negativo. Otras ex repúblicas soviéticas, incluyendo a Moldavia y tal vez a Armenia, podrían tener la intención de sumarse a ese equipo vagamente definido, por considerarlo una vía hacia una energía barata y un acceso preferencial al (relativamente) próspero mercado ruso. Algunos perciben una nueva Unión Soviética en ciernes. Ni las esperanzas ni los temores demostrarán tener justificación, en 2002 por lo menos. Nuevos organismos como ése aumentan los costos pero no el poder de influencia, por la simple razón de que Rusia ya impone su propio estilo en la mayoría de las ex naciones cautivas.
Mucho tiempo y empeño dedicará Putin, no sin preocupación, a analizar su inmensa pero cada vez más frágil popularidad. Los rusos -en su mayoría- confían en que se esfuerza al máximo para mejorar las cosas, pero una verdadera reforma -por ejemplo, de las mal administradas y deficitarias empresas de servicios públicos- será un proceso penosamente lento. La reacción frente a las noticias negativas seguirá reflejando el profundo afán por acallar al mensajero: la prensa rusa permanecerá, en 2002, bajo un estricto control, si bien se ejercerá con cierta discreción.
El prestigio internacional de Rusia, ahora más sólido, podría dar a los servicios de seguridad más campo de acción para tratar con la oposición en el plano interno. No se volverá a la represión al estilo soviético, pero menores serán las preocupaciones por las críticas desde el extranjero cuando hostiguen a individuos y organizaciones de pensamiento independiente en los tribunales, a través de inspecciones impositivas y otros estamentos de la burocracia gubernamental. A los sindicatos independientes se les hará la vida imposible en 2002, oprimidos entre airados afiliados y un nuevo código laboral que restringe considerablemente su derecho de protesta.
El gran cambio, sorprendentemente, acaso sea Chechenia. Tarde o temprano, el Kremlin tendrá que iniciar algún tipo de negociaciones de paz con los jefes rebeldes. No hay ninguna solución militar a la vista, como reconoce, en privado, el Kremlin. Contactos informales con terceros países ya están en marcha. La solución más probable implica que tanto los jefes rebeldes como los líderes respaldados por los rusos den un paso al costado, y se convoque a elecciones con la presencia de veedores internacionales. Sin embargo, para lograr eso, Putin tendrá que librar algunas arduas batallas con las propias fuerzas armadas rusas, que prometieron una rápida victoria hace dos años y, aunque provocaron una situación caótica, no estarán dispuestas a admitir que será imposible ganar esa guerra.
Las relaciones con otros estamentos del Estado ruso se volverán más mañosas, a medida que los jerarcas de Rusia se reponen de la conmoción inicial de tener a alguien tenaz e idóneo en el Kremlin. La principal iniciativa de la nueva conducción política para afrontar los problemas de las distintas regiones ha sido designar a siete representantes presidenciales que se encargarán de controlar a los altivos funcionarios locales. Esto demostrará ser no mucho más que un nuevo estrato de una burocracia inútil. Si Putin se siente seguro, acaso declare cumplida la misión del gobierno y espere que nadie le pregunte lo que realmente se logró.
Si el precio del petróleo permanece por encima de los 20 dólares el barril, la economía de Rusia, aunque no sin traqueteos, seguirá su marcha. Algunas empresas rusas son ahora auténticamente competitivas, y habrá más que alcanzarán esa condición en 2002. Sin embargo, la mayoría todavía está envuelta en una red de relaciones invisibles e informales que la apartan de la genuina competencia.
Rusia generó una riqueza considerable en los últimos dos años. Indudablemente es capitalista y occidental. Tendrá un impuesto a las ganancias envidiablemente bajo del 24 por ciento y la gente finalmente pagará sus tributos. Sin embargo, muchos capitales extranjeros no llegarán mientras el país siga dando la impresión de que es un mercado intrínsecamente adverso.
El gran problema interno seguirá siendo la reforma de la burocracia: una pesadilla en un vasto país que nunca supo de un gobierno bien administrado. Y ese desafío acaso sea demasiado incluso para un hombre hábil y de muchos recursos como Vladimir Putin.
El papel de la corona
España y el futuro de las monarquías en la ComunidadMADRID ¿Qué será de las monarquías europeas cuando el sueño de una Europa unida cristalice en una institución supranacional? ¿Qué papel desempeñarán los reyes y las reinas en sus respectivos países? Esas preguntas son, más o menos, las mismas que la reina Isabel de Gran Bretaña le espetó a Felipe González, a la sazón primer ministro de España, durante las deliberaciones del Tratado de Maastricht.
Al parecer, él apaciguó a Su Majestad en cuanto al futuro inmediato de las casas reales, quizá sin comprender que los monarcas tienen vocación de eternidad y no de los más limitados horizontes del político. Los españoles, sin embargo, no han tenido que esperar el nombramiento de un presidente de Europa para entrar en una acalorada discusión sobre las perspectivas de la corona. Recientes rumores acerca del eventual casamiento del heredero del trono, Felipe de Borbón, príncipe de Asturias, con Eva Sannum, una modelo noruega, que finalmente no se realizará, han suscitado un debate que se prolongará durante el 2002. Algunos han desatado una polémica sobre la conveniencia de que un futuro jefe de Estado contraiga enlace con una mujer cuya carrera se desarrolla en una pasarela, donde miles de personas han tenido oportunidad de admirar su cuerpo. Otros se manifiestan preocupados porque la aspirante a reina de España no haya nacido en un hogar católico.
La controversia acerca del matrimonio real no ha de revestir mayor significación que los debates sobre la realeza que se desarrollan en otras naciones de Europa, como Holanda y Noruega -por no mencionar Inglaterra, donde siempre parecen estar de moda estas sagas de la casa real-, si no fuera por el hecho de que la tradición monárquica española, pese a sus raíces seculares, es bastante frágil. Casi la mitad del siglo pasado transcurrió bajo la égida ya sea de una república o de una dictadura. El sentimiento monárquico de los españoles es más bien una identificación con la persona del actual rey Juan Carlos, principal arquitecto de la restauración de la democracia tras la muerte de Franco, que con la institución misma.
De modo que, por primera vez en un cuarto de siglo y desde la sanción de la Constitución vigente, la polémica nupcial ha dado lugar a una discusión sobre el papel de la corona en el futuro. Esto ha involucrado la conveniencia de ciertas reformas constitucionales, como la actual precedencia de un heredero varón sobre una heredera, la única discriminación basada en el sexo que existe en el código legal español. A lo largo de los últimos 25 años, la monarquía se ha beneficiado de un pacto de silencio por parte de los medios; se ha considerado necesario abstenerse de cuestionar a la familia real para no comprometer la estabilidad de una incipiente democracia.
Consciente de la situación, y como acérrimo campeón del régimen democrático, Juan Carlos nunca ha cultivado los círculos monárquicos tradicionales de España, que le reprochan su falta de compromiso con ellos. Con frecuencia ha seguido el ejemplo de las monarquías nórdicas en sus relaciones con el pueblo. Pero los españoles tienen sangre más ardiente que los noruegos, y algunos creen que un error del príncipe Felipe en relación con su futura esposa iniciaría un debate susceptible de conmover la monarquía y poner en peligro su continuidad.
Un debate acerca del trono es una novedad en una nación en la que las cuestiones fundamentales de preocupación son el terrorismo, la economía, la inmigración clandestina y la introducción del euro. La llegada de la moneda única europea coincide con el turno de España para asumir la presidencia de la Unión. El primer ministro José María Aznar sólo se convirtió a la nueva fe monetaria pocos meses antes de su elección, en 1996. Las esperanzas del gobierno de utilizar la presidencia de Europa en provecho propio van a ser muy relativas por la posición del ministro de Relaciones Exteriores, acusado de negocios dudosos antes de que entrara a formar parte del gabinete.
Aznar se verá en mayores dificultades manejando su mayoría absoluta en este Parlamento que cuando gobernaba en coalición con los nacionalistas vascos y catalanes. Pero los comicios muestran una ventaja de su partido, el Partido Popular, sobre el Partido Socialista. Y lo necesitará en vista de que el crecimiento económico disminuye ligeramente de su nivel de alrededor del 2,6 por ciento este año. El gobierno podría eventualmente verse frente a una falta de fondos en el 2002 si no se halla la manera de reducir los gastos; su presupuesto podría caer nuevamente en déficit.
El autor es fundador y ex director de El País, de Madrid. .
Por Lionel Barber Para The Economist (Traducción de Jorge Ortiz Barili) Por Edward Lucas De The Economist (Traducción de Luis Hugo Pressenda) Por Juan Luis Cebrián Para The Economist (Traducción de Jorge Ortiz Barili)
Horas de incertidumbre
La región vivirá su período más difícil desde la ola de reformas liberales inaugurada en la última década
LONDRES
Será un año de presagios en América latina, el período más difícil desde la ola de reformas liberales inauguradas en la región a mediados de la década de 1980-1990. Dos aspectos predominarán: uno es el espectro de una recesión de alcances regionales y la continua amenaza de una debacle financiera en la Argentina; el otro, las elecciones presidenciales de Brasil, en octubre, que podrían exhibir un cambio hacia la izquierda en el país más grande de la región. No habrá una retirada integral de la democracia o de la economía de mercado. Pero habrá un encarecimiento serio en favor del nacionalismo económico y de una mayor confianza en la política industrial.
Eso sería una reacción en defensa propia: la crónica vulnerabilidad de
América latina ante los sucesos externos castigará a la región una vez
más. Una economía mundial menos dinámica junto con la persistente
fragilidad en las finanzas de los mercados emergentes afectó seriamente a
la región en este año, interrumpiendo el impresionante crecimiento de
México en sus transacciones y paralizando una prometedora recuperación
en muchos partes de América del Sur cuando apenas comenzaban a
levantarse.
Será un año de presagios en América latina, el período más difícil desde la ola de reformas liberales inauguradas en la región a mediados de la década de 1980-1990. Dos aspectos predominarán: uno es el espectro de una recesión de alcances regionales y la continua amenaza de una debacle financiera en la Argentina; el otro, las elecciones presidenciales de Brasil, en octubre, que podrían exhibir un cambio hacia la izquierda en el país más grande de la región. No habrá una retirada integral de la democracia o de la economía de mercado. Pero habrá un encarecimiento serio en favor del nacionalismo económico y de una mayor confianza en la política industrial.
Con una visión optimista, América latina podría ver un crecimiento económico entre el 1 y el 2 por ciento en el 2002, es decir levemente por encima del 1por ciento del año precedente. Eso podría implicar una acelerada recuperación para el 2003. Pero la situación también podría ser mucho peor si es que depende del exterior. Una recesión mundial implicaría más bajos precios para las exportaciones de productos latinoamericanos, incluso del petróleo que mantuvo en una razonable prosperidad a países como Venezuela y Ecuador en el 2001. México resultaría especialmente afectado ya que los Estados Unidos adquieren casi las nueve décimas partes de las exportaciones aztecas de crudo.
Un default argentino repercutiría negativamente en la ya debilitada moneda de Brasil, con el consiguiente riesgo de retorno a la inflación.
Esa es sólo una de las muchas incertidumbres que rodean la campaña electoral en Brasil. Durante ocho años de reformas liberales bajo Fernando Henrique Cardoso, Brasil derrotó la inflación y materializó progresos en la enseñanza y en la distribución de las tierras. Pero el crecimiento económico sostenido se muestra esquivo, la pobreza subsiste en amplias zonas y las privatizaciones imperfectas dieron lugar recientemente a un racionamiento de la electricidad. Una declinación en las inversiones del exterior se traduciría en reducción del crédito para los consumidores. De ahí que Cardoso no esté nada convencido de que lo suceda en el cargo su candidato.
Serán unas elecciones abiertas, en las que puede triunfar cualquiera de los tres candidatos. Luiz Inacio "Lula" da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores, que por cuarta vez intenta llegar a la presidencia, realizará su campaña más agresiva desde 1999, y podría ganar. Lula, un ex obrero de la industria automotriz y dirigente sindical, es más moderado que en el pasado y de todas maneras tendrá que hallar aliados en el centro para lograr mayoría parlamentaria. No tratará de instaurar un socialismo genuino, pero sus alusiones a la renegociación de la deuda inquietan a los inversores.
Otro tanto ocurre con Ciro Gomes, un populista inveterado. El tercero en discordia es el candidato de Cardoso. Pero ¿quién ha de ser? No Roseanna Sarney, gobernadora de uno de los Estados del noreste e hija de un ex presidente, que podría aspirar a la vicepresidencia. La nominación parece recaer entre dos hombres. José Serra, el ministro de Salud, es un socialdemócrata, pero no se ha revelado de mucho empuje en la campaña. Después está Tasso Jercissati; tres veces gobernador del estado de Ceará, en el noreste, está relacionado con los selectos círculos comerciales de San Pablo.Y podría determinar que Gomes, también de Ceará, saliera de la contienda puesto que ambos son amigos personales.
Las elecciones pueden circunscribirse a una dilucidación entre Lula y el candidato del oficialismo. El gobierno podría verse favorecido si un benigno meteoro, El Niño, originase abundante precipitación pluvial en el centro de Brasil, llenando las represas, lo que permitiría dejar sin efecto el racionamiento de electricidad.
Año de elecciones
Otros cuatro países irán a las urnas para elegir al presidente en 2002. Ello va a significar que esta región del mundo, pese a todos sus serios problemas, está defendiendo su democracia, su libertad de expresión y relativa apertura de la economía. Sería decepcionante que todos esos progresos, todavía inexistentes en muchas partes del mundo en desarrollo, no se traduzcan en el año próximo en un mayor bienestar económico. El pueblo de América latina no va a ser más rico. Las elecciones en Colombia serán observadas muy de cerca. Habiendo adoptado el dólar, Ecuador se constituyó en la sorpresa económica de la región en este año, con un crecimiento del 4 por ciento al salir de la hiperinflación. Al presidente Gustavo Noboa, un profesor de derecho independiente, podría sucederlo un político de la vieja guardia, ya sea Rodrigo Borja, un socialdemócrata de Quito, la capital montañesa, o León Febres Cordero, un conservador populista de la ciudad portuaria de Guayaquil. Ambos han sido presidentes. Un tercer contendiente es Alvaro Noboa, un magnate bananero con posibilidades electorales.En Bolivia, otros dos ex presidentes buscarán su retorno al poder. Jaime Paz Zamora tiene el apoyo del joven presidente interino Jorge Quiroga. Gonzalo Sánchez de Losada es uno de los reformistas más innovadores de América latina. Puede captar votantes con el recuerdo del crecimiento económico registrado bajo su mandato. Pero como ninguno de los dos va a ganar por la mayoría requerida, la elección la decidirá el Congreso, donde Paz cuenta con más aliados.
En Costa Rica, un país pequeño pero próspero, es probable que los votantes elijan a Abel Pacheco, una popular personalidad de la televisión. Pertenece al gobernante Partido Social-Cristiano, aunque ganó la nominación haciendo campaña contra la jerarquía del partido. Proyecta abandonar los tímidos esfuerzos actuales hacia la privatización y la reforma estructural. Tendrá que librar una ardua contienda contra Rolando Araya, de la oposición Social-Demócrata.
Jamaica celebrará elecciones en la primera mitad del año. La campaña podría verse empañada por la violencia. El Jamaica Labour Party, de oposición, conducido por Eddie Seaga, un veterano ex primer ministro, debería presumiblemente triunfar. Pero, en una carrera muy reñida, el People`s National Party, en el gobierno, podría pisarle los talones, gracias al resurgimiento de la economía y a la sagacidad electoralista de P.J. Patterson, el primer ministro.
En todas partes, los gobiernos tratarán de capear la tormenta económica. En México, la popularidad del presidente Vicente Fox vacilará, especialmente si no consigue la sanción de leyes esenciales a través de un Congreso dominado por la oposición. En Venezuela, el presidente Hugo Chávez, va a ser menos popular con la economía en declinación, pero no le aguardan desafíos de consideración.
Los latinoamericanos insistirán en sus aspiraciones de libre comercio -y en sus quejas contra el proteccionismo agrícola- en una conferencia cumbre entre los líderes de la región y los de la Unión Europea, que tendrá lugar en la capital de España, en mayo. Fox debutará en el papel de líder más influyente de América latina, que hasta hace poco tiempo ostentaba el presidente Cardoso, de Brasil.
El autor es el redactor de asuntos americanos en "The Economist". .
Por Michael Reid De The Economist (Traducción de Jorge Ortiz Barili)
Diario "La Nación". Buenos Aires, 23 de diciembre de 2001
Asia: nuevo timón en Pekín desde octubre
China va por el oro
El gigante amarillo cambiará más de lo que cambiarían otros países en 10 años
PEKIN
China va a cambiar en 2002 más de lo que cambiará la mayor parte de los países en una década. Como no hay revolución, muy pocos entre los 1300 millones de habitantes habrán de sustraerse a sus resultados. Un nuevo líder tomará el timón del gobernante Partido Comunista en octubre. De todos los desafíos a que deberá hacer frente Hu Jintao, ninguno ha de ser tan espinoso como el de desenvolverse con la incorporación de su país a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Las barreras tarifarias a los artículos extranjeros comenzarán a bajar, con la consiguiente desocupación. Los bancos de China contraerán mayores deudas y se reducirán las rentas del sector agrícola.
Semejante cuadro de los desafíos pendientes bastaría para arredrar al
más pintado. Pero, por razones de orgullo nacional, China ha decidido
agregar a su ambiciosa agenda otro ítem: el año 2008. El mundo acudirá
entonces a ver cómo llega a Pekín la antorcha olímpica. A tal fin, un
gigantesco programa de construcciones y embellecimiento por valor de
22.000 millones de dólares se inaugura el año próximo.
China va a cambiar en 2002 más de lo que cambiará la mayor parte de los países en una década. Como no hay revolución, muy pocos entre los 1300 millones de habitantes habrán de sustraerse a sus resultados. Un nuevo líder tomará el timón del gobernante Partido Comunista en octubre. De todos los desafíos a que deberá hacer frente Hu Jintao, ninguno ha de ser tan espinoso como el de desenvolverse con la incorporación de su país a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Las barreras tarifarias a los artículos extranjeros comenzarán a bajar, con la consiguiente desocupación. Los bancos de China contraerán mayores deudas y se reducirán las rentas del sector agrícola.
Pero el verdadero desafío para Hu y sus colegas nada tiene que ver con rascacielos o cables de fibra óptica; será cuestión de saber si son capaces de crear un país que para 2008 esté a la altura de esas instalaciones de clase internacional. La respuesta es: casi. Las cosas que no cambiarán en 2002 -los hábitos autoritarios y la persistencia de balances deficitarios en las empresas del Estado- serán las cosas que desilusionen.
El éxito de la opción para los Juegos Olímpicos 2008 fue visto por muchos chinos no sólo como una señal de aquiescencia por parte de la comunidad internacional, sino también como una afirmación de que el arduo ritmo de la transformación económica de China durante los últimos 22 años bien valió la pena. Pero ahora el brillo del triunfo habrá de opacarse. Los dirigentes de China, sus corporaciones y asesores de política serán puestos a prueba.
China está en vías de incorporarse oficialmente a la OMC en la primera mitad del año. Su entrada marcará la primera vez en miles de años del Estado chino que el Middle Kingdom accede voluntariamente a realizar reformas económicas de largo alcance de conformidad con los requerimientos de una autoridad del otro lado de las fronteras. Significará que casi todos los sectores de la economía estarán eventualmente abiertos a la competencia internacional. Para los hombres de negocios extranjeros que operan en China, representará un nivel de comodidad y una forma de reparación legal dentro del sistema de arbitraje de disputas de la OMC, que hasta ahora brillaba por su ausencia.
Aunque los verdaderos alcances de la apertura de mercado no se conocerán hasta cinco años después del ingreso, las eventuales alteraciones -y aun las convulsiones- serán perceptibles en 2002. Si las ondas de choque del ataque terrorista en Nueva York y Washington empujan al mundo a una recesión, el incremento de la inversión directa de capitales extranjeros que esperaba Pekín podría quedar sin efecto. El intercambio, entretanto, no parece el más propicio. Las exportaciones dieron señales de retroceso este año y se anticipa una considerable reducción del superávit de la balanza comercial para el próximo, actualizando el enojoso debate -oído ya en 1999- en torno de la devaluación de la moneda.
Esas dificultades se combinarán para formar una mezcla volátil. El intercambio comercial y las inversiones extranjeras han configurado un componente cada vez más importante del PBI en los últimos años, de donde se infiere que una recesión global habría de repercutir muy sensiblemente. Empero, con la incorporación en la OMC, China se compromete a una completa perestroika de sus industrias financieras, manufactureras y agrícolas. Por primera vez, alrededor de cinco millones de personas quedarán sin trabajo en 2002. Este fantasma no inquieta solamente a los obreros chinos; petrifica también a la dirigencia política.
El primer ministro, Zhu Rongji, que continuará a cargo de la política económica al menos por otro año, es consciente de que, si quiere desalentar una rebelión social tendrá que mantener la tasa de crecimiento por encima del 6 por ciento anual. Enormes gastos gubernamentales serán usados una vez más en 2002 con ese propósito. Cerca de 150.000 millones de yuan ($ 18.000 millones) del tesoro público se gastarán en proyectos de infraestructura concebidos primordialmente para crear empleos y estimular el gasto de los consumidores. Los economistas creen, sin embargo, que serán necesarios hasta 150.000 millones de yuan. Cuanto más se gaste, más abultada es la deuda pública. Es probable que el gobierno de China esté ya más endeudado que el de Japón: un dolor de cabeza que se agudizará el año próximo.
Las presiones internas muy bien podrían traducirse en menoscabo de las relaciones exteriores. El año entrante dirá cuán duradero va a ser el respaldo del gobierno a la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo. ¿Es en realidad una cuestión de apoyo a Washington o es que China detesta el fundamentalismo islámico, particularmente en sus provincias occidentales? China desea el aplastamiento del fundamentalismo islámico en Afganistán tanto como los Estados Unidos. Pero los conflictos pueden presentarse cuando el régimen postalibán que se instaure, frágil y dividido, mire hacia el exterior en busca de aliados. China, lo mismo que Rusia y los Estados Unidos, querrá establecer su influencia. La implacable oposición de China a los planes norteamericanos de defensa nacional antimisiles es susceptible de afectar las relaciones.
Esas preocupaciones van a recaer sobre espaldas más jóvenes en 2002, al menos oficialmente. Hu ocupará el lugar de Jiang Zemin como secretario general del Partido Comunista en el XVI Congreso en otoño (septentrional). Funcionario de carrera política dentro del Partido, Hu hizo amistades cuando administró el Tibet en la década de 1980 y más recientemente en la Escuela del Partido. Ahí van los altos miembros por las dosis regulares de Mao Zedong Pensamiento y Deng Xiaoping Teoría . Nuevo en el syllabus en 2002 será Jiang Zemin Pensamiento . Jiang seguirá en la jefatura de las fuerzas armadas en el 2002 y más allá. Con el ejército a sus órdenes, espera continuar como árbitro de las decisiones.
Sin embargo, hay síntomas de que no le será permitido. Cuando anunció, a principios de 2001, que debería incentivarse a individuos de la empresa privada para que se incorporaran al Partido, muchos conspicuos correligionarios le reprocharon que no los hubiese consultado. La política siguió su curso, y será consagrada en 2002, pero la conmoción reveló los límites de la autoridad de Jiang Zemin. Hu es popular, si no carismático, y parece una opción prudente. Otros cargos van a ser discutidos con mayor vehemencia. Vean la precipitada campaña para suceder al premier Zhu en 2003. El viceprimer ministro Wen Jiabao es uno de los favoritos, pero un amigo de Jiang, Li Changchung, actualmente gobernador de la provincia de Guangdong, muy bien podría introducirse. Docenas de otros cargos principales cambiarán de mano entre este año y el próximo, estableciendo la línea de política por seguir en los años venideros.
Esta nueva generación deberá hacer frente a un cúmulo de problemas, pero ninguno tan delicado como el concerniente a la forma de continuar la reforma política. Una cuestión que urge. Los casos de corrupción en altas esferas han escandalizado a la opinión pública china. En uno de esos casos se puso al descubierto que Shenyang, la quinta ciudad de China en orden de importancia, estaba sometida a las arbitrariedades de una mafia implacable que controla la intendencia municipal, los impuestos, la Fiscalía y otras dependencias Las autoridades del partido han tratado de poner orden sin contemplaciones; ahora, altos funcionarios están siendo pasados por las armas o encarcelados. Se espera aún más de lo mismo para 2002. Pero la negativa del partido a admitir la simple verdad de que el poder total corrompe absolutamente está indicando que el éxito verdadero continuará siendo inalcanzable.
Corrupción, una deuda pública enorme y un gobierno autoritario: China tendrá todas esas cosas en 2002. Pero los cambios que se realizan, crucialmente, apuntan todos en la dirección correcta: hacer de China una nación próspera, más satisfecha de su posición en el mundo. Si Hu y compañía son capaces de administrar esta difícil transición hasta 2008, merecerán una medalla olímpica.
El autor es corresponsal del Financial Times en Pekín.
Los dilemas de Hong Kong
Hong Kong está perdiendo su esplendor. China, no. Hong Kong es la que hace ahora las prendas de vestir, juguetes de plástico y aparatos de radio para el mundo. Desde el verano de 1997, cuando turistas y periodistas confluyeron allí para presenciar la colorida ceremonia de su transferencia a la soberanía china, el lugar ha perdido mucho de su encanto y de su bullicio económico. En 2002, incluso los visitantes procedentes de China continental -para los que cualquier otro lugar es colorido- preferirán gastar su tiempo y su dinero en tierras genuinamente extranjeras como Tailandia y la Toscana.Para hacer a Hong Kong de nuevo interesante, el gobierno está gastando una fortuna en un Disneyland con características chinas, cerca del moderno aeropuerto internacional legado por las autoridades británicas salientes. Pero Disneylandia no se abrirá hasta 2005. Hasta entonces, la economía tendrá que mantenerse activa con inyecciones intravenosas de financiamiento deficitario, un hábito de reciente data que el gobierno promete desterrar.
Hong Kong sigue siendo deliciosamente diferente del resto de la madre patria china. Sus habitantes siguen tomándoles el pelo a los dirigentes con caricaturas llenas de intención aviesa, y les está permitido encender velas y entonar canciones democráticas en Victoria Park para conmemorar la masacre de Pekín del 4 de junio de 1989... exteriorizaciones todas estas que al otro lado de los límites de la ciudad son todavía pasibles de severo castigo. Pero en cambio comparten con el continente una veterana institución política: la manipulación de las elecciones. En 2002, el impopular director ejecutivo Tung Chee-hwa será casi seguramente "reelegido" por un comité cuyos miembros han sido seleccionados por los siete ancianos del Politburó del Partido Comunista Chino en Pekín.
Otra mala costumbre que Hong Kong está adquiriendo del continente es la publicación de números ficticios. En 2000, por ejemplo, el gobierno de Hong Kong informó incorrectamente que la economía había crecido el 10,5 por ciento. Esto no era evidencia de una economía floreciente, sino de una estadística errática que suele ocultarse en los intestinos de la burocracia: el PBI deflacionario.
Los funcionarios responsables prometieron corregir esta relación en 2002. Lo que implicará también datos económicos más opacos.
(Traducción de Jorge Ortiz Barili)
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Diario "La Nación". Buenos Aires, 23 de diciembre de 2001
Por un islam moderno
Por Brian Beedham
De The Economist
La oligarquía regional, con los días contadosLONDRES
No. Crucemos los dedos. No estamos encaminándonos hacia el temible Choque de Civilizaciones, la Venganza de Alá, la Ultima Cruzada. A pesar de todo el horror y la histeria desde el 11 de septiembre último, tanto musulmanes como occidentales todavía pueden tener la esperanza de que un día serán buenos vecinos y, quizás, aliados que luchen hombro a hombro si, durante esta centuria, China resulta ser el auténtico problema de la época y una amenaza para ambos.
Aunque, en términos generales, hombres como Osama ben Laden pueden navegar sobre las turbulentas correntadas del resentimiento antioccidental que fluyen por todo el mundo musulmán, un creciente número de musulmanes con mayor capacidad de discernimiento comenzó a darse cuenta de que, en gran medida, esa turbulencia tiene origen en un pasado que se desvanece gradualmente; además, esos musulmanes más perspicaces también observan que aunque entre el islam y Occidente siempre habrá ciertas diferencias sustentadas en la religión, existen muchas cosas en "el estilo de vida occidental" que les gustaría compartir, para lo cual un Choque de Civilizaciones no servirá de nada. La marea, en suma, va a cambiar.
Uno de los objetivos de Osama ben Laden en septiembre último, según expresó, fue resolver el conflicto entre Palestina e Israel. Lo que quiso decir con eso fue borrar a Israel del mapa; no mató a varios miles de personas tan sólo para promover un cambio respecto de unas pocas decenas de kilómetros cuadrados en una futura frontera israelí-palestina. Sin embargo, la mayoría de los palestinos, de acuerdo con Yasser Arafat, acepta la existencia permanente de Israel, y lo propio puede decirse de la mayoría de los otros gobiernos árabes, con la excepción más notoria de Saddam Hussein, de Irak.
Osama ben Laden estuvo acompañado por semejantes en la otra parte de su explicación sobre los atentados contra los Estados Unidos. Aborreció la presencia de soldados norteamericanos en el suelo sagrado de Arabia Saudita. Pero esos soldados fueron allí a rescatar a Kuwait ya proteger a Arabia Saudita, de Saddam Hussein, y no estarían todavía allí si no fuera porque la mayoría de los sauditas aún quieren su protección. En ambos aspectos, el hipócrita Osama ben Laden y el dictador Saddam Hussein conforman una extraña pareja, y más bien aislada.
También existe, por cierto, esa genuina y más amplia gravitación de una airada envidia musulmana antioccidental. Hace mil años, el islam era una civilización fulgurante cercana a una cruel Europa medieval. Esos europeos crueles luego arrasaron sangrientamente sus lugares sagrados en Jerusalén, se apropiaron de la ciencia islámica, de sus matemáticos y sus artes para imponer su Renacimiento; se erigieron en dominadores de la mayor parte del resto del planeta, y posteriormente absorbieron a la mayoría de los musulmanes en sus imperios europeos. Justa causa para el resentimiento.
Pero esos imperios europeos desaparecieron hace medio siglo. Los Estados Unidos, actualmente blanco principal de la envidia musulmana, tiene un poder inmenso, pero no es un poder ejercido por regentes coloniales y con bayonetas; se trata del poder económico, basado en el funcionamiento de una economía de mercado libre en la que la gente compra y vende lo que quiere. No son los Estados Unidos los que deciden el precio del petróleo áabe; son los musulmanes los que deciden si quieren comer-o no- en su McDonald`s local. Es difícil para las personas imparciales resistirse a llegar a la conclusión de que, si los países musulmanes -en su mayoría- son todavía pobres e impotentes, eso es principalmente culpa no de los extranjeros sino de sus propios gobernantes, que utilizan el poder en beneficio propio y son corruptos o incompetentes.
El renacimiento del islam
He aquí el fondo de la cuestión. Muchos musulmanes, siguiendo esta línea de pensamiento, llegaron a la conclusión de que quieren su propio renacimiento: un resurgimiento, una resurección de los esplendores del islam. Algunas de esas personas son rústicos ideólogos al estilo taliban o violentos fanáticos como Osama ben Laden. Pero la mayoría no es así.Los perspicaces musulmanes resurreccionistas -una palabra más apropiada que fundamentalistas- son hombres y mujeres que saben mucho más que sus padres y abuelos acerca del mundo occidental gracias a la televisión, los teléfonos, la Internet y el resto de la actual tecnología que no conoce fronteras. Deploran parte de lo que ven (tanto sexo, tanto énfasis en los lujos materiales) pero lo propio hacen muchos occidentales. Pero hay otras cosas que esos resurreccionistas francamente admiran. Les agrada la idea de que los gobiernos deben responder ante los pueblos que gobiernan. Anhelan que las economías del mundo musulmán se vuelvan más eficientes, siempre que la eficiencia sea atenuada por la compasión. Los alegra abrazar la modernidad siempre que puedan seguir siendo buenos musulmanes; quieren que las muchachas usen velo, pero las muchachas pueden, con el velo puesto, trabajar contentas frente a una computadora.
El inconveniente es que, para lograr esas cosas, una resurrección musulmana tiene que modificar las estructuras de poder que actualmente existen en el mundo occidental. La rigidez que mantiene el carácter tan antidemocrático de la política musulmana -y el carácter tan incompetente de la economía musulmana- no tiene su origen en el Corán. en el Corán, Dios alabó la idea de la responsabilidad individual ("Ningún hombre puede cargar con los pesos de otro"), y las ideas económicas de Dios fueron claramente típicas del mercado libre.
Sin embargo, durante los siglos que trasncurrieron después de que Mahoma transcribió la palabra de Dios, los musulmanes permitieron que la interpretación de su palabra cayera en manos de los ulema, los pequeños grupos de académicos musulmanes versados en teología y derecho, conformados sólo por varones que más o menos realizan un proceso de selección propio y que se arrogan el monopolio del conocimiento respecto de lo que Dios significaba, no sólo en las cuestiones espirituales sino en las terrenales. Era de prever que el despotismo teológico y la política autoritaria fuesen de la mano. Para que exista un islam moderno, el derecho -emanado de Dios- de todo musulmán a la responsabilidad individual tendrá que liberarse de esa antigua oligarquía. El islam también necesita introducir su Reforma.
Esas cosas no suceden de la noche a la mañana. Tardan incluso más tiempo en conquistarse después de una guerra iniciada por un fanático violento y sus secuaces de rústica ideología. Pero la marea está cambiando, y esos dos Pueblos del Libro, el islam y Occidente, no están condenados a ser eternos enemigos. .
Por James Kinge Para The Economist (Traducción de Jorge Ortiz Barili) Por Brian Beedham De The Economist (Traducción de Luis Hugo Pressenda)
Diario "La Nación". Buenos Aires, 23 de diciembre de 2001
La cita del fútbol
Japón y Corea, sedes del máximo acontecimiento deportivo
LONDRES (The Economist) - Más de 400.000 simpatizantes viajarán a Japón y
Corea para la Copa Mundial de Fútbol de 2002, el mayor acontecimiento
deportivo del mundo.
Cada uno de esos dos países, que tienen un historial de rivalidades y
tensas relaciones, se propuso por medio de enérgicas y resueltas
campañas convertirse en el único organizador del campeonato.
En cambio, la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), que rige el fútbol mundial, prefirió que ambos compartieran la organización del torneo.
Los partidos se jugarán en 20 ciudades. Seúl, en Corea del Sur, será la sede del partido inaugural el 31 de mayo en tanto que en la ciudad japonesa de Yokohama se jugará el partido final el 30 de junio, que será visto por más de 1000 millones de teleespectadores.
No hay mejor señal del cambio de la imagen nipona que su nueva generación de héroes deportivos.
Anteriormente, durante la época del gran crecimiento económico, los simpatizantes llenaban las canchas para ver a astros del béisbol como Shigeo Nagashima y al rey de los anotadores de home-runs Sadaharu Oh, ambos integrantes leales del equipo Yomiuri Giants durante toda su carrera y ciudadanos ejemplares dentro y fuera de la cancha.
A estos fieles jugadores jamás se les hubiese ocurrido jugar en el extranjero ni teñirse el pelo de rubio.
Sin embargo, hoy Japón tiene un héroe deportivo que ha hecho ambas cosas. El futbolista Hidetoshi Nakata -un volante de creación- se arriesgó a abandonar la vida desahogada y cómoda de una superestrella local con el propósito de intentar suerte en los mayores niveles de ese deporte. Y su éxito en la típica atmósfera de gladiadores de la primera división del fútbol de Italia, jugando para el equipo de Parma, desencadenó un éxodo de otros jugadores talentosos.
Además, el béisbol japonés puede aclamar a su propio héroe en el extranjero. Se trata de Ichiro -como se conoce a Ichiro Suzuki tanto en Japón como en los Estados Unidos- que tuvo una primera temporada extraordinaria en las grandes ligas norteamericanas, estableciendo récords de bateo para el equipo Seattle Mariners y logrando ser elegido para el Partido de las Estrellas.
Tanto Ichiro como Nakata son individuos incisivos e intransigentes, más fieles a su propio talento que a los ideales del trabajo en equipo y el autosacrificio que animaban a sus ilustres antecesores. Los dos se han convertido en ídolos del nuevo Japón.
Los organizadores de la Copa del Mundo a ambos lados del mar de Japón deberán ocuparse a fondo en pulir las operaciones logísticas y diplomáticas.
Veamos este ejemplo. El título oficial y la marca registrada de la Copa del Mundo, impresa en inglés, es "2002 FIFA World Cup Korea/Japan" (Copa Mundial de la FIFA 2002 Corea/Japón). Eso fue causa suficiente para que surgiera una controversia respecto de cuál de los nombres de esos países debería aparecer primero en los documentos oficiales japoneses de la Copa del Mundo y en los sitios de Internet. La controversia quedó resuelta tan sólo cuando se decidió que no figurara ninguno de los nombres de esos países.
Corea propuso que Corea del Norte fuese sede de uno de los partidos en un gesto de unificación. Pero debido a que Corea del Norte no es miembro de la FIFA, es improbable que la propuesta sea aceptada.
Los simpatizantes pueden esperar un espectacular despliegue de alta tecnología de parte de sus anfitriones asiáticos. Tanto Japón como Corea del Sur invirtieron más de 1000 millones de dólares en magníficos estadios modernos y el certamen estará en la cresta de la ola del entusiasmo popular.
Hay que advertir que los simpatizantes que lleguen a Corea y Japón hallarán algunas diferencias culturales inesperadas. Corea del Sur tiene previsto prohibir fumar dentro de los estadios y también propuso que, inmediatamente después de cada partido, los espectadores dediquen cinco minutos a limpiar y juntar los residuos que suelen dejar en las tribunas. Costará un poco persuadir a los simpatizantes europeos. Pero es improbable que el torneo sea un escenario de violencia. Los simpatizantes inadaptados y perturbadores tienden a circunscribir sus actos violentos dentro de Europa.
Los mayores enfrentamientos -deportivos, se entiende- se producirán en los campos de juego. Los equipos europeos nunca ganaron una Copa del Mundo fuera de su propio continente. Y opacada transitoriamente la estrella de Brasil, el torneo tiene un amplio abanico de posibilidades. Pero que nadie espere que un equipo asiático se consagre campeón.
El autor es editor de temas financieros del SportBusiness Group. .
Por Matthew Glendinning Para The Economist (Traducción de Luis Hugo Pressenda)
Diario "La Nación". Buenos Aires, 23 de diciembre de 2001t
Calendario universal 2002
Mes por mes
Enero
Los billetes y las monedas del euro llegan a los negocios y los bolsillos de los habitantes de 12 países europeos.
España asume la presidencia de la Unión Europea Nueva Orleans organiza
por novena vez -un récord absoluto- la 36ª versión del Superbowl, la
gran final del fútbol norteamericano.
El Foro Económico Mundial se reúne en Davos, Suiza.
La reina Margarethe II festeja 30 años en el trono danés.
Entra en vigor la prohibición, impuesta por la Unión Europea para preservar al delfín, de la pesca indiscriminada con red rastrera.
Febrero
Elecciones presidenciales y legislativas en costa Rica Juegos Olímpicos de Invierno en Salt Lake City, capital del Estado norteamericano de Utah.Carnaval de Río de Janeiro Año Nuevo chino: el 4700, año del caballo.
El heredero del trono holandés, Willem-Alexander, príncipe de Orange, se casa por civil con la argentina Máxima Zorreguieta.
El 28 se cumple el plazo para sacar de circulación las monedas nacionales en la zona del euro.
Marzo
Elecciones parlamentarias en Ucrania, Chad, Jamaica y las Bahamas. Elección presidencial en Zimbabwe. ¿Fin del camino para Robert Mugabe?El Consejo Legislativo de Hong Kong es reelegido por 800 hombres y mujeres sapientes. La ley fundamental prevé la celebración de auténticas elecciones democráticas en 2007.
Año Nuevo musulmán, el 1423.
Uttar Pradesh, el mayor de los Estados de la India, va a las urnas. Se espera que el oficialista BJP pierda y el gobierno nacional tambalee.
Referéndum suizo para formar parte de las Naciones Unidas o no. En caso de ganar el sí, Suiza se convertirá en el 190º miembro.
El 24 se realiza la 74ª edición y entrega de los premios Oscar, en Los Angeles.
Abril
Elecciones legislativas en Hungría.Las escuelas de Japón reducen de 13 a 6 años la edad para comenzar a aprender inglés.
Las escuelas de la India suprimen la disección animal obligatoria.
Funcionarios norteamericanos y vietnamitas celebran su primera conferencia sobre el Agente Naranja, un desfoliante tóxico utilizado durante la guerra de Vietnam.
Mayo
Elecciones presidenciales en Francia y Colombia. Elección legislativa en los Países Bajos.Los líderes de la Unión Europea y América latina se reúnen en Madrid.
La Copa Mundial de Fútbol comienza en Corea del Sur y Japón. Francia y la Argentina son equipos de temer.
Junio
Elecciones legislativas en la República Checa, Argelia y Papua-Nueva Guinea. Elecciones presidenciales y legislativas en Bolivia.A partir del 26, Canadá será sede de una reunión del Grupo de los 8 en Kananaskis, Alberta.
Reunión cumbre de la Unión Europea en Sevilla, España.
La reina Elizabeth II celebra 50 años en el trono británico.
Suecia, Dinamarca y Finlandia suprimen los límites a los viajeros que ingresan con alcohol y tabaco.
Julio
Dinamarca asume la presidencia de la Unión Europea.El Tour de France, que tendrá el recorrido más corto de su historia, se inicia en Luxemburgo. Después de 3400 kilómetros, el ganador de la competencia ciclística llega a París.
Agosto
56° Festival Internacional de Edimburgo.La empresa Nike comienza a promover la venta y distribución de mercaderías relacionadas con el Manchester United, principal equipo de fútbol británico, merced a un acuerdo de 450 millones de dólares.
Septiembre
Elección en el presidium de Bosnia-Herzegovina. Elecciones legislativas en Suecia, Eslovaquia y Alemania.Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sustentable, en Johannesburgo.
El 11 se cumple el primer aniversario de los atentados terroristas contra el World Trade Center, de Nueva York, y el Pentágono. El mundo todavía se estará recuperando.
16° Congreso del Partido Comunista Chino. Hu Jintao será designado secretario del partido. Xian Zemin continuará en el poder.
Octubre
Elecciones presidenciales y legislativas en Brasil y Ecuador.40° aniversario de la aparición de Love Me Do (Ámame), el primer disco simple de los Beatles.
Noviembre
El 5, el pueblo norteamericano va a las urnas para elegir una nueva Cámara de Representantes, un tercio del Senado y a 36 gobernadores estatales.Elecciones presidenciales en Eslovenia. Elección legislativa en Marruecos.
La OTAN se reúne en Praga, y se extiende hacia el este.
Diciembre
Elecciones presidenciales en Corea del Sur.Un eclipse solar total deja a oscuras a Africa y Australia.
Reunión cumbre de la Unión Europea, en Dinamarca. Grecia asume luego la presidencia del organismo. .
(Traducción de Luis Hugo Pressenda)
Diario "La Nación". Buenos Aires, 23 de diciembre de 2001 |
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