Viernes 23 de marzo de 2012 |
El frente externo / Inminente decisión de Washington
EE.UU. les retira beneficios a exportaciones argentinas
El gobierno de Estados Unidos se apresta a suspender un beneficio
para las empresas argentinas que exportan a ese país, por el reclamo de
empresas norteamericanas que no pudieron cobrar sus deudas, en un
contexto de malestar por las trabas a las importaciones y el giro de divisas al exterior.
La
sanción se concretará casi en paralelo a la llegada a Washington de una
misión liderada por la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, para tratar de revertir el déficit bilateral.Fuentes diplomáticas indicaron a LA NACION que la suspensión de la Argentina en el sistema general de preferencias (SGP) es "inminente", dando a entender que podría adoptarse hoy o en los primeros días de la semana próxima. La decisión se tomó por pedido de las empresas Azurix y Blue Bridge, que le ganaron sendos juicios a la Argentina -a raíz de conflictos surgidos con la crisis de 2001- en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) por deudas de unos 400 millones. Al parecer, sólo dos países serán excluidos de este sistema de beneficios que el Congreso de EE.UU. renueva anualmente: la Argentina, por este default, y Sudán, que no termina de salir de una guerra civil de varias décadas.
La fuente diplomática reconoció que la sanción no será fuerte en términos económicos (abarca a unos US$ 500 millones en exportaciones que perderán el beneficio de aranceles reducidos en unos US$ 30 millones), pero aclaró que constituye una señal de "agotamiento" en la relación bilateral. "Hace varios años se les viene advirtiendo a las máximas autoridades del poder político en la Argentina que si no se les paga a las empresas que ganaron juicios en el Ciadi el Congreso de Estados Unidos debe adoptar esta decisión y no hicieron nada para frenarlo", indicó.
El Gobierno acepta el fallo pero pretende que esas dos empresas cobren en la Argentina, con las mismas reglas que otros acreedores del Estado. Informalmente, les ofreció un canje en términos similares a los que se realizaron en 2005 y 2010 para los bonistas en default, por lo que cobrarían su deuda con una quita cercana al 70% en bonos argentinos con legislación extranjera.
Un trabajo de Demián Dalle y Federico Lavopa para la Red Latinoamericana de Comercio Exterior relativizó la importancia de esta sanción: "La preferencia desgravada es prácticamente nula, y las exportaciones argentinas que gozan del beneficio representan sólo el 14% de las ventas totales hacia ese mercado, y menos del 0,007% del total exportado por el país". El trabajo académico detalla que el principal perjuicio se concentrará en empresas de "calzados, plásticos y cauchos y textil e indumentaria".
Fuentes del sector privado ligado a EE.UU. aclararon que el presidente Barack Obama puede decidir un retiro parcial o total de este beneficio arancelario y admitieron que "existe una sensación generalizada de frustración entre los funcionarios norteamericanos respecto del rumbo económico de la Argentina".
En cambio, el ánimo entre las empresas de origen norteamericano radicadas en la Argentina es dispar, según la fuente: "Hay empresas que están desde hace varias décadas y ya conocen las reglas del juego; otras, más recientes, están complicadas por las trabas a las importaciones y por el giro de fondos, tanto por el pago de dividendos como de regalías y de cancelación de líneas del comercio exterior a bancos extranjeros", se explicó.
Mientras se concreta la suspensión del SGP, el embajador en EE.UU., Jorge Argüello, la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, y su par de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Nahón, realizarán hoy y mañana una reunión en Washington para promover el comercio de productos argentinos.
Argüello dijo que el déficit bilateral subió 53% en 2011, con un rojo de US$ 4122 millones para la Argentina. "Por ello, las supuestas restricciones comerciales que alegan las asociaciones de los Estados Unidos no tienen una real correspondencia con las estadísticas", agregó. Sin embargo, en reuniones privadas, Paglieri dijo que las restricciones seguirán hasta no equilibrar la balanza con los países con los que la Argentina mantiene un saldo negativo. En EE.UU. le aclararon que la apreciación del peso conspira contra ese objetivo..
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