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jueves, 1 de octubre de 2015

RUSIA 2014 Harto de la mala fama, el Kremlin hace campaña

Harto de la mala fama, el Kremlin hace campaña

El gobierno de Putin utiliza todos los medios a su alcance para contrarrestar la "propaganda" de Occidente
Agencia AFP
Diario "La Nación". Buenos Aires, Jueves 20 de noviembre de 2014
MOSCÚ.- El Kremlin utiliza todos los medios a su alcance para difundir su opinión "alternativa" en el extranjero, mientras impone un control cada vez más severo de los medios de comunicación populares dentro de Rusia.
Desde que la plataforma multimedia Sputnik fue lanzada con gran pompa, comenzó la lucha de las autoridades "contra la propaganda agresiva que alimenta al mundo e impone un punto de vista único", según su director, Dimitri Kisselev, un presentador controvertido a causa de sus declaraciones consideradas homófobas y antiestadounidenses.
"Sputnik cuenta lo que los otros no dicen", según la consigna de esta plataforma, que emitirá en 30 idiomas a partir de 2015.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ayer, en Moscú
El presidente ruso, Vladimir Putin, ayer, en Moscú.Foto:AFP
El 11 de noviembre pasado, un día después de su lanzamiento oficial, uno de los primeros artículos mostraba claramente su línea: "Estados Unidos carece de pruebas que demuestren que las caravanas militares a Donetsk (este de Ucrania) pertenezcan a Rusia".
Los observadores ya denunciaron que esta nueva plataforma es un instrumento de propaganda del régimen ruso.
"El Estado no necesita medios de informaciones, sino instrumentos de propaganda".
"Sputnik es un medio de propaganda en el extranjero", explicó el ex disidente soviético y periodista Alexander Podrabinek.
Sputnik no es el único medio en el cual invierten las autoridades rusas para vender la posición de Rusia en el extranjero.
A partir de 2005, el Estado lanzó su canal de televisión, difundido en inglés, árabe y español, RT (ex Russia Today). Actualmente está preparando una versión francesa.
Después de abrir estudios en Washington en 2010, esa cadena acaba de inaugurar su local en Londres.
Sin embargo, la nueva RT británica fue rápidamente objeto de polémicas cuando la autoridad británica de regulación de las telecomunicaciones (Ofcom) la acusó de presentar una cobertura "no totalmente imparcial" de los acontecimientos en Ucrania.
Paralelamente a la expansión de los medios financiados por el Kremlin, los medios independientes deben hacer frente a condiciones de trabajo muy duras.
Ante la destitución de figuras emblemáticas -como la redactora jefa del sitio de Internet de informaciones más antiguo y más leído, Lenta.ru- o la adopción de leyes apremiantes, como la que limita al 20% la parte de capital que una entidad foránea puede poseer en una empresa periodística en Rusia, el analista independiente Alexander Morozov considera que "el Kremlin utiliza todos los medios para tener una influencia sobre los medios de comunicación".
Frente a esta situación, el canal de televisión estadounidense vía satélite CNN anunció que a fines de este año suspenderá su difusión en Rusia.
Y actualmente, la radio Eco de Moscú, uno de los últimos medios de comunicación que critican al poder político, símbolo de la libertad de expresión durante el período de Boris Yeltsin, se encuentra en peligro.
Esta emisora corre el riesgo de perder a su emblemático redactor jefe, Alexei Venediktov, en conflicto declarado con la dirección de la radio, 66% de la cual pertenece a Gazprom Media, que depende del gigante del gas Gazprom.
Ese conflicto fue desencadenado por el despido, rechazado por Venediktov, de un periodista que había publicado un tuit de mal gusto sobre la muerte del hijo mayor de Serguei Ivanov, el jefe de la administración presidencial rusa.
Poco antes, el periodista había provocado una polémica al difundir un programa que mostraba la vida cotidiana de los soldados ucranianos que combaten a los insurgentes prorrusos en el aeropuerto de Donetsk.
En esa ocasión, el interventor ruso de los medios de comunicación reprochó a Eco de Moscú la difusión de "informaciones que legitiman crímenes de guerra".
El objetivo del Kremlin "es reforzar el control sobre los medios de comunicación populares y obligar a las redacciones a vivir en condiciones de autocensura, con temor a procesos", opinó Morozov.

Sin avances sobre Ucrania

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, restó importancia a la posibilidades de que el viaje del canciller alemán, Frank Walter Steinmeier, a Moscú la semana próxima tenga un impacto real en la posición rusa sobre Ucrania. "La visita es de trabajo. Hemos acordado hablar sobre Ucrania, pero nadie espera ningún avance", dijo Lavrov.
Agencia AFP

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