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miércoles, 1 de octubre de 2014

EE.UU. AMPLIA LOS BLANCOS DE SU OFENSIVA. 2001.

El mundo en alerta: la réplica de Washington a los atentados

EE.UU. amplía los blancos de su ofensiva

Cheney anunció que la Casa Blanca se propone desarticular un conjunto de organizaciones con células que operan en 60 países
Aunque liderada por Ben Laden, la red al-Qaida está formada por grupos que seguirían trabajando en su ausencia
Podrían levantar una prohibición de asesinar a extranjeros
WASHINGTON.- La administración Bush tiene un objetivo mucho más ambicioso que la captura o el asesinato de Osama ben Laden: se propuso desarticular a todas las organizaciones terroristas que forman Al-Qaeda ("La base" en árabe), una red tan amplia que según el gobierno tiene células operando en 60 países, incluidos los Estados Unidos.
Ben Laden "es el blanco en este momento", dijo ayer el vicepresidente Dick Cheney, porque es el principal sospechoso de haber ordenado los atentados contra las torres de Nueva York y el Pentágono.
"Pero no quiero dejar la impresión de que si tuviéramos hoy su cabeza en un plato eso resolvería el problema", agregó Cheney. Luego explicó que Al-Qaeda, aunque está liderada por Ben Laden, es una red formada por grupos muy diversos que seguirían operando en su ausencia.
"No le molestaría tener su cabeza en un plato...", lo interrumpió el periodista.
"La tomaría hoy mismo" respondió el vicepresidente, y dijo también que, desde su punto de vista, ninguna ley les impide a los Estados Unidos asesinar a Ben Laden si lo encuentran.
Existe, sin embargo, una prohibición para que agentes de la CIA asesinen a extranjeros, que sólo podría ser modificada con una orden ejecutiva de Bush.
Como consecuencia de los atentados, Cheney y otras figuras importantes del gobierno le están pidiendo al Congreso que termine con algunas restricciones que pesan sobre las agencias de inteligencia, como la que les prohíbe tener a sueldo a violadores de derechos humanos.

Buenos muchachos

"Si sólo vamos a tratar con los buenos muchachos, los que están aprobados y certificados, nunca nos vamos a enterar de qué están haciendo los malos muchachos", argumentó el vicepresidente.
Cheney sostuvo que el trabajo de inteligencia será vital para terminar con la red terrorista "la base", porque tiene redes infiltradas en una cantidad de países.
"En el marco de nuestros planes revisaremos todo, cómo cumple con su papel la CIA y cómo cumplen con los suyos el FBI y el fiscal general. Todo será revisado", afirmó, por su parte, el secretario de Estado, Colin Powell.
"Ben Laden es el principal sospechoso de una red de muchas cabezas que probablemente se expande sobre 60 países, incluyendo a los Estados Unidos", afirmó ayer el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
El secretario insistió en que "el problema es mucho más amplio que una persona" y reiteró que los Estados Unidos van a atacar a los países que protegen a los terroristas, una amenaza dirigida en primera instancia hacia el régimen de los talibanes en Afganistán.
"Si uno no tiene un ejército para atacar, entonces hay que ir detrás de la red y también de los países que la protegen", afirmó Rumsfeld.
Entre los grupos que integran "la base" (una organización paraguas que incluye a muchos grupos islámicos extremistas desperdigados entre otros países por Bosnia, Chechenia, Somalia, Yemen, Sudán, Filipinas, Argelia y Eritrea) Cheney mencionó a la Jihad islámica, de Egipto, y al Movimiento Islámico de Uzbekistán.
En esta cruzada, la administración Bush parece haber encontrado un aliado en el lugar menos pensado: Irán, país con el cual no tiene contactos oficiales desde la crisis de los rehenes, que ocurrió hace ya más de dos décadas.
"Tenemos serias diferencias con el gobierno de Irán por su respaldo al terrorismo, pero han hecho una declaración muy positiva que vale la pena explorar", afirmó ayer el secretario de Estado, Colin Powell.
El gobierno iraní mandó sus condolencias al pueblo de los Estados Unidos por las víctimas del atentado, y mostró voluntad de cooperar en la lucha contra Ben Laden porque siempre tuvo, como recordó Powell, "dificultades con el régimen de los talibanes".

Sin evidencias

Entre los pocos países que mantuvieron silencio, el secretario de Estado mencionó a Irak, pero aclaró que el gobierno no cuenta por ahora con ninguna evidencia que vincule a Saddam Hussein con el atentado que produjo en un día el mayor número de víctimas desde la Guerra Civil en los Estados Unidos.
"Hasta ahora no hemos encontrado ninguna vinculación entre lo que pasó el otro día y el gobierno iraquí, pero seguiremos examinando", apuntó Powell.
Mientras que todo el gobierno prepara la primera etapa de una ofensiva sobre el terrorismo que según Cheney puede insumir "años", el presidente Bush pidió a los norteamericanos que vuelvan hoy a sus trabajos y muestren confianza en la economía en un día clave porque reabren las operaciones en Wall Street.
"Le vamos a mostrar al mundo que nuestro país no será amedrentado", dijo Bush.

Lo más destacado del día

Ultimátum: una delegación paquistaní de alto nivel llegará hoy a Afganistán para exigir a los talibanes que entreguen a Osama ben Laden en un plazo de tres días. En caso contrario, enfrentarán una ofensiva militar.
Niega todo: a través de un comunicado difundido por una agencia de noticias, Ben Laden desmintió estar detrás de los atentados del martes último en Nueva York y Washington.
Objetivos: el vicepresidente Cheney afirma que se amplían los blancos de la ofensiva antiterrorista que prepara los EE.UU.. Se examinarán las tácticas de inteligencia.
Investigación: las autoridades norteamericanas anunciaron ayer la detención de otros dos sospechosos, calificados como "testigos materiales" de los atentados, con lo que ya suman cuatro los detenidos.
Revelación: el vicepresidente Dick Cheney reveló que Bush dio la orden el martes último de derribar cualquier avión sospechoso en el área de Washington. .
Por María O´Donnell Corresponsal en EE.UU. 
 



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