Traducir

jueves, 2 de octubre de 2014

AL QAEDA Y LA NUEVA ESTRATEGIA DE LAS CÉLULAS LOCALES AUTÓNOMAS. 2003.

La posguerra

Al-Qaeda y la nueva estrategia de las células locales autónomas

La red terrorista promueve la acción de grupos con poder de decisión propio
Los recientes ataques suicidas perpetrados en Riad y Estambul -con el de ayer, fueron tres en menos de dos semanas- confirman que Al-Qaeda, después de sobrevivir al embate que significó la caída de los talibanes en Afganistán, ha mutado en una red descentralizada que integran múltiples células y grupos cuya fuerza de cohesión es el odio a Occidente.
Los analistas coinciden en que la red supo capitalizar el resentimiento que la guerra contra el terrorismo de Washington despertó en el mundo musulmán, ya que aumentó sus índices de reclutamiento. Ahora, los nuevos golpes de ese puño que parece estar en todos lados y en ninguno sugieren que Al-Qaeda podría lanzar ataques más frecuentes y hasta ampliar el espectro de sus blancos.
"La red cuenta con grupos afiliados en todo el mundo musulmán", dijo a LA NACION el vicedirector ejecutivo del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), Marco Vicenzino, en diálogo telefónico desde Washington.
"Muchos de los líderes de esos grupos han recibido instrucción en Afganistán durante el régimen talibán. De vuelta en sus países, han reclutado a una nueva generación de voluntarios. Y no esperan órdenes. Fueron entrenados para ser autosuficientes", señaló.
Según los investigadores, Al-Qaeda habría dado órdenes directas para alguno de los atentados suicidas de este año, entre ellos el de Indonesia, en agosto, y el de mayo, en el complejo residencial de la capital saudita. Pero otros golpes, como el de Casablanca, también en mayo, serían responsabilidad de grupos locales que operan con independencia. Los expertos advierten allí la puesta en marcha de una nueva estrategia de la red.

Simpatía ideológica

Se estima que Ben Laden entrenó a unas 20.000 personas en Afganistán en la segunda mitad de la década del 90. Los cabecillas del grupo local que ayer se adjudicó el ataque en Estambul estarían entre ellas, dicen los expertos. Pero además, en distintos países, Al-Qaeda cuenta con células totalmente nuevas que se integran a la red por "simpatía ideológica" con sus postulados.
"En el mundo árabe, estos grupos terroristas reclutan con facilidad a jóvenes sin trabajo ni oportunidades que ven en la causa extremista un objetivo, una motivación para su vida", indicó Vicenzino.
El jefe de los servicios secretos alemanes, August Henning, dijo ayer luego del atentado en Estambul que Occidente está "perdiendo la batalla por las mentes y los corazones" en el mundo árabe, al tiempo que alertó sobre la creciente interdependencia de todos los conflictos de la región.
"Al-Qaeda parece estar ampliando sus objetivos, aunque esto no es del todo nuevo", dijo a este diario Anthony Cordesman, experto del Centro de Estudios Internacionales Estratégicos (CSIS), desde Washington. "Además de atacar objetivos norteamericanos, también golpea contra blancos judíos e incluso musulmanes. Pero los ataques de Estambul muestran que Al-Qaeda se está corriendo cada vez más hacia el conflicto israelí-palestino."
Si bien el principal enemigo de Al-Qaeda es Estados Unidos, por transición cualquier país amigo de Washington es objetivo de la red terrorista, señalan los especialistas. Incluso si son musulmanes, como Arabia Saudita o Turquía, en cuyo caso son considerados "herejes" por la red. Europa también podría ser blanco de ataques, especialmente aquellos países como España, Italia e Inglaterra, aliados de George W. Bush en la guerra de Irak.

Europa, caldo de cultivo

Jonathan Stevenson, un experto del IISS, advirtió que los 15 millones de musulmanes que viven en la UE son un terreno fértil para el reclutamiento de Al-Qaeda. "Viven en los márgenes de la sociedad europea, tanto en lo social como en lo económico y lo político", señaló.
Como ejemplo, Vicenzino mencionó al Grupo Islámico Armado, originario de Argelia, pero que ahora está reclutando elementos en la misma Francia. "La nueva frontera del terrorismo en Europa está dada por los jóvenes musulmanes marginados, que son el caldo de cultivo", señaló.
Ayer se conoció un informe de la ONU según el cual algunos miembros de la red tendrían en su poder misiles aire-tierra y podrían usarlos contra aviones militares. Sin embargo, según los expertos, Al-Qaeda sólo estaría en condiciones de lanzar ataques sobre objetivos "blandos", especialmente lugares públicos, y no en sedes militares u objetivos bien protegidos.
De acuerdo con esto, Ben Laden, que estaría oculto en una impenetrable zona de clanes en la frontera entre Afganistán y Paquistán, ya no podría ordenar un ataque como el perpetrado el 11 de septiembre de 2001. Pero el silencioso crecimiento descentralizado de la red a la que dio un "paraguas ideológico" representa una amenaza siempre latente. .
Por Héctor M. Guyot De la Redacción de LA NACION

No hay comentarios:

Publicar un comentario