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jueves, 1 de octubre de 2015

EE.UU. OBAMA 2014 Por decreto, Obama lanza la mayor reforma migratoria desde Reagan

Por decreto, Obama lanza la mayor reforma migratoria desde Reagan

El plan, una promesa del presidente, beneficiará a cerca de cinco de los 11 millones de extranjeros indocumentados
Diario "La Nación". Buenos Aires, Viernes 21 de noviembre de 2014






WASHINGTON.- Millones de hogares en Estados Unidos festejaron anoche en decenas de idiomas, sobre todo en castellano, el anuncio de un decreto de Barack Obama para sacar de las sombras a casi la mitad de los indocumentados del país, en el mayor avance en la materia desde 1986, cuando el republicano Ronald Reagan impulsó la última gran oleada de regularización de inmigrantes.
Cerca de cinco de los 11 millones de inmigrantes ilegales, la mayoría de origen latinoamericano, se verán beneficiados por el decreto anunciado ayer por Obama, en reemplazo de una frustrada legislación al respecto votada el año pasado en el Senado, pero que duerme el sueño de los justos desde entonces en la Cámara de Representantes. Y, lo que es igual de importante, como van las cosas no tiene visos de salir adelante.



La idea es regularizar en forma temporal con permisos de trabajo a residentes extranjeros sin documentos, bajo determinadas condiciones, como ser padres de hijos nacidos en Estados Unidos y tener una larga permanencia en el país, lo que -según análisis previos- comprendería a la mitad de los "sin papeles".



Obama, anoche, en la Casa Blanca, al anunciar el trascendental decreto
Obama, anoche, en la Casa Blanca, al anunciar el trascendental decreto.Foto:AFP
"Las medidas son las cosas que puedo hacer con mi autoridad legítima como presidente para mejorar el sistema, al mismo tiempo que sigo colaborando con el Congreso y lo exhorto a aprobar un proyecto bipartidista exhaustivo que resuelva todo el problema", anticipó Obama en un video, en el que trazó las líneas maestras de su política.



El decreto, o más bien la "orden ejecutiva" que firmó Obama, es una herramienta que permite al presidente hacer cambios de política pública y, en ciertos casos, dar solución temporal a temas que no se solucionaron en el Congreso. Es el caso de una reforma largamente prometida por Obama -su principal bandera de campaña por la reelección-, pero que no ha logrado sortear el filtro de los representantes republicanos.
Aquella promesa migratoria de 2012 motivó una movilización pocas veces vista de la comunidad hispana de Estados Unidos, que resultó fundamental para que Obama consiguiera un segundo mandato presidencial. Desde entonces pasaron dos años, y ahora, con la victoria de los candidatos republicanos en las dos cámaras en las legislativas del 4 de noviembre pasado, Obama se convenció de que el Congreso no actuaría y decidió la preparación de las órdenes ejecutivas, ante la furia de los líderes de la oposición.



"Todo el mundo está de acuerdo en que nuestro sistema migratorio falló, lamentablemente Washington permitió que el problema se prolongara durante demasiado tiempo", dijo Obama en su discurso de anoche, distribuido previamente por la Casa Blanca en Facebook.

Soñadores

Es la segunda vez en sus seis años de gobierno que Obama promueve un cambio tangible en la siempre precaria situación de los indocumentados extranjeros. Su administración aprobó en 2012 el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que habilitó a 600.000 jóvenes que cruzaron la frontera antes de 2007 -conocidos como "soñadores"- a obtener un permiso de trabajo y estudiar en la universidad.
La apuesta vuelve a subir y unos cinco millones de personas podrían obtener esta vez sus permisos de trabajo y evitar la espada de Damocles de la deportación, que pende a cada instante sobre las vidas de los extranjeros sin residencia legal. La medida buscaría proteger, entre otros, a los padres de ciudadanos norteamericanos o residentes permanentes, siempre que esos padres vivan en el país desde hace más de cinco años de manera continua.
Otros beneficiarios serían los inmigrantes traídos sin autorización cuando eran chicos, pero que no reúnen todos los requisitos del decreto que benefició a los "soñadores".
Ninguno de los beneficiarios tendría sin embargo el camino abierto a la ciudadanía. Además, cuando Obama termine su mandato luego de las elecciones de 2016, su sucesor podría derogar estas normas con otra orden ejecutiva.
Los republicanos no piensan esperar tanto. Ayer mostraron los dientes ante lo que definieron como un exceso de atribuciones de Obama en una materia que, a su juicio, le corresponde al Congreso, y señalaron que van a disparar a discreción para echar abajo la flamante política.
"Si el presidente Obama avanza en desafiar al pueblo e impone su voluntad sobre el país, el Congreso actuará", dijo Mitch McConnell, futuro líder de la mayoría republicana en el Senado. Aunque no precisó cuál sería la respuesta, dijo que se está considerando "una variedad de opciones". Su colega Ted Cruz, senador por Texas, calificó a Obama de "monarca" por firmar la orden ejecutiva sin pasar por el Congreso.
Diversas organizaciones de defensa de los derechos de los inmigrantes presentaron ayer ante la Casa Blanca unas 260.000 peticiones que recordaron a Obama, por si hiciera falta, la urgencia de "mantener su promesa y usar su autoridad legal para hacer algo "grande".
Agencias AP, DPA, EFE y AFP
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El anuncio, la parte más sencilla de un programa de difícil implementación

PARA LA NACION Buenos Aires,Viernes 21 de noviembre de 2014




El discurso a la nación que dio anoche el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, podría ser la parte más sencilla de su controvertido plan para flexibilizar la política de inmigración.
Implementarla, en cambio, será difícil, y probablemente mucha gente nunca se beneficie de ella, advierten abogados especializados en inmigración.


Obama anunció que algunos padres de ciudadanos norteamericanos y de residentes legales permanentes recibirán un indulto ante una posible deportación y que hasta cinco millones de personas podrían beneficiarse por esa medida.


Sin embargo, grupos de defensa de los inmigrantes afirman que no tienen recursos suficientes para proveer de servicios legales a sus clientes existentes, y menos a millones de posibles clientes nuevos. No se prevé que la propuesta de Obama entregue financiamiento federal para servicios de asesoría a los inmigrantes durante el proceso.


"Si el pasado sirve de precedente, va a haber un significativo aumento de personas que pedirán asesoría legal", comentó Karla McKanders, que dirige la práctica de ley inmigratoria en la Escuela de Derecho de la Universidad de Tennessee, en Knoxville.
El nuevo plan es similar a la acción ejecutiva de Obama de 2012, conocida como DACA, que detuvo la deportación y otorgó permisos de trabajo para inmigrantes llevados ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños pequeños.


McKanders dijo que ella y sus alumnos ya enfrentan problemas debido a DACA. En muchas partes de Estados Unidos, especialmente en zonas rurales, no existen suficientes abogados privados especializados en inmigración o la mayoría de los inmigrantes indocumentados no pueden costear sus servicios.
Sólo un 55 por ciento de los cerca de 1,2 millones de jóvenes elegibles en virtud de DACA han presentado solicitudes inmigratorias, según un reporte de agosto del Instituto de Política Migratoria.
Y existe otro problema. Los inmigrantes que han vivido ilegalmente en Estados Unidos por muchos años pueden tener miedo de regularizar su situación o carecer de la documentación apropiada para respaldar sus afirmaciones, dijo Jacqueline Rishty, del Programa de Servicios Legales de Inmigración de Caridades Católicas, en Washington.
La escasez de abogados especializados en inmigración también abre la puerta a autoproclamados expertos legales que dan mala asesoría o incluso estafan a sus clientes por miles de dólares.
La asesoría legal formal no siempre es necesaria para procesar solicitudes de inmigración y probablemente mucha gente se postulará por sí sola.
Sin embargo, algunos, especialmente aquellos que no saben inglés o no están alfabetizados, necesitarán la ayuda de personas con al menos algún conocimiento legal para llenar los documentos.
Una buena representación legal puede marcar una enorme diferencia en ciertos casos más complejos, explicó el juez Robert Katzmann, de la Corte de Apelaciones del segundo circuito, en un discurso pronunciado el miércoles en Nueva York.
Agencia Reuters

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"Estoy entusiasmada, feliz, ansiosa"

Diario "La Nación". Buenos Aires, Viernes 21 de noviembre de 2014


MIAMI (AFP).- La nicaragüense Bertha Sanles nunca perdió la esperanza de regularizar su situación y sacudirse el miedo constante a ser deportada de Estados Unidos. Ahora espera que las medidas migratorias del presidente Barack Obama le permitan acabar con 14 años de vida en las sombras.
"Estoy bien optimista, siempre creí en él [Obama]. Muchas llantas se pincharon, muchas personas dejaron de creer, pero yo nunca perdí la fe", dice en entrevista en el departamento en Miami, Florida, donde vive con su esposo, también indocumentado, sus dos hijas, sus tres perros y su tortuga.

"Estoy entusiasmada, feliz, ansiosa", dice esta nicaragüense originaria del puerto de Bluefields, que asegura haber llorado de la emoción cuando se enteró de que el presidente iba a anunciar ayer una serie de decretos para aliviar la situación de indocumentados como ella.

Sanles, de 36 años, dice que estaba al tanto que los padres de ciudadanos estadounidenses o que hayan residido por un tiempo prolongado en el país recibirán permisos de trabajo y quedarían a salvo de ser deportados, y eso la alivia. Leah, la hija menor de esta mujer que trabaja limpiando casas, es norteamericana y Sanles ha vivido 14 años en Estados Unidos, desde que llegó de Nicaragua buscando un futuro mejor.

Si fuera deportada, a Sanles le preocupa sobre todo Leah, porque su otra hija Christell, nacida hace 20 años en Nicaragua, se pudo inscribir en el llamado programa DACA, lanzado por Obama en 2012 para otorgar permisos temporales de permanencia para jóvenes que hubieran llegado antes de los 16 años al país.
Sanles es consciente de que la solución tiene que ser una ley de reforma migratoria que apruebe el Congreso. "Tenemos que seguir presionando, especialmente a los representantes republicanos", quienes paralizaron en la Cámara de Representantes la reforma migratoria aprobada en el Senado en 2013 y que abría una vía para formalizar la situación de los más de 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, la mayor parte de ellos latinoamericanos.

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