Araceli Viceconte
Ni el calor ni los recortes sociales. El tema del verano en Alemania es una muestra cuyo contenido se conoce pero que fue postergada hasta 2004 al difundirse el título: El Mito RAF. La muestra estaba dedicada al grupo terrorista Fracción del Ejército Rojo (en alemán, RAF), también conocido como banda Baader-Meinhof. En los años 70, la RAF asesinó a varios miembros del establishment, sus guardaespaldas y choferes. La República Federal de Alemania vivió una suerte de estado de sitio, con tanquetas y agentes con ametralladoras en las calles.
"El escándalo habla de la importancia de trabajar sobre este capítulo terrible de la historia", subrayó Klaus Biesenbach, director artístico de la exposición. El objetivo de la muestra será presentar datos y hechos para "desmitificar" la imagen positiva de la que goza la RAF en ciertos ambientes juveniles.
En un borrador, sin embargo, se hablaba de la intención de rescatar "los ideales e ideas de la RAF que mantuvieron su valor". Un planteo que ofendió a los familiares de las víctimas y a políticos oportunistas. El diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung vio detrás de la muestra "la idea perversa de poner al mismo nivel a estos criminales y a la resistencia contra el nacionalsocialismo".
El diario Bild se preguntó si estaba bien que una exposición sobre terroristas recibiera un subsidio público de 100 mil euros. "La RAF es parte de la historia; marcó a toda una generación y a esta República", dijo la dirigente verde Adrienne Goehler, directora del Fondo de Cultura para Berlín. Para los responsables, se trata de reflexionar sobre el nacimiento y las actividades del grupo fundado por Andreas Baader y Ulrike Meinhof, lejos de la habitual lectura superficial, esa que hace que algunos adolescentes usen remeras con la ametralladora cruzando la estrella de la RAF.
Heribert Prantl, columnista del Sueddeutsche Zeitung, escribió que una muestra sobre la RAF debería plantearse cómo una periodista hipercrítica con la sociedad alemana como era Ulrike Meinhof llegó a convertirse en terrorista, y por qué jóvenes de clase media alta devinieron en asesinos.
Prantl cita al máximo responsable de la lucha antiterrorista de esos tiempos, Horst Herold, quien curiosamente ve en la RAF un antecedente del movimiento antiglobalización. "Los escritos de los comienzos (...) hacen alusión a fenómenos que no se diferencian de los que hoy plantea la globalización, como la disolución de los estados nacionales y su pérdida de poder frente a consorcios multinacionales que se salen de todo control y crean sus propias normas sin contemplar la humanidad ni la solidaridad", dice Herold.
En los próximos meses se sabrá si finalmente la historia del grupo terrorista alemán se exhibe o no con obras de arte, fotos y documentos en un museo de Berlín. El tema, dada la polémica, promete un gran éxito comercial.
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