BRASIL. PLANTAS NUCLEARES

Diario "La Nación". Buenos Aires, 9 de agosto de 2005.

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AMERICA LATINA | EL EXCLUSIVO CLUB DE LOS PRODUCTORES MUNDIALES DE COMBUSTIBLE ATOMICO Ambicioso programa nuclear de Brasil con fines civiles y militares
A partir de 2004 el país ya estará en condiciones de exportar uranio enriquecido. Y fuentes militares dijeron que la marina aspira a construir un submarino atómico dentro de los próximos 5 a 9 años.

Eleonora Gosman. Diario "Clarín". Buenos Aires, 12 de octubre de 2003.
egosman@clarin.com

Brasil está listo para empezar a producir uranio enriquecido en los primeros meses de 2004. El país vecino entra así en el exclusivo club de los productores mundiales del combustible nuclear. Son siete: Estados Unidos, Rusia, China, Japón más los integrantes del consorcio europeo Urenco (Holanda, Alemania e Inglaterra).

Brasil, que domina desde los '80 el enriquecimiento de uranio, se encuentra entre los diez países del mundo con mayores reservas del mineral.

La fábrica, instalada en Resende (Río de Janeiro), producirá el material para alimentar las centrales nucleares de generación de electricidad Angra I y II (ubicadas en un balneario a 180 kilómetros al sur de la capital carioca). Pero el proyecto es más ambicioso: se busca exportar el excedente.

La producción tendrá un objetivo también militar, aunque no exactamente armamentístico. La marina, dueña de la tecnología, pretende conseguir la calidad necesaria para propulsar un submarino nuclear.

Según informó durante la semana el ministro de Ciencia y Tecnología, Roberto Amaral, la empresa Industrias Nucleares de Brasil (INB), propietaria de la planta de enriquecimiento, producirá en una primera etapa con un nivel de enriquecimiento de 3,5% (indica la cantidad del isótopo radiactivo U235 presente en el material). En estado natural, el mineral de uranio contiene sólo 0,7% de ese isótopo.

El equipamiento de la planta de Resende fue desarrollada en forma conjunta entre el Centro Tecnológico de la marina en San Pablo y el Instituto de Investigaciones en Energía Nuclear (IPEN). Fuentes de la armada afirman que se podrá alcanzar el 20 por ciento de enriquecimiento necesario para alimentar la planta propulsora del submarino nuclear, así como también proveer material para los reactores de radiofármacos.

Hace un tiempo, el contralmirante Wilson Jorge Montalvao, director del Centro de la Marina reveló que "el proyecto de planta de propulsión nuclear en submarinos requería la provisión doméstica del combustible: el uranio enriquecido". Y señaló que Brasil aspira a contar con ese tipo de navío dentro de los próximos 5 a 9 años. No se aclaró cómo Brasil resolverá el desafío de la metalurgia súper especializada que se requiere para contener un minirreactor nuclear en una nave y a la que tienen acceso muy pocos países en el mundo.

El director de producción de combustible nuclear de INB, Samuel Faiad, apuntó que el objetivo es sustituir importaciones y crear excedente para la exportación. Según Amaral, "se trata de un producto de gran valor agregado. Una vez abastecidas nuestras plantas, queremos exportar hacia los Estados Unidos".

Desde luego, hay quienes miran con alguna suspicacia el avance del programa nuclear brasileño. Pero a nivel internacional nadie se interroga por la eventualidad de un proyecto de construir la bomba atómica. Ocurre que para un artefacto de ese tipo se requeriría una instalación capaz de enriquecer uranio al 99%.

Pero hay algo que pesa mucho más. Brasil firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y además posee con la Argentina un acuerdo de inspecciones mutuas. Entrevistado por la BBC de Londres en Brasil, el científico Pablo Florido, del Centro Atómico Bariloche, miembro del equipo de inspectores argentinos en Brasil, sostuvo que el acuerdo de control nuclear conjunto permite a ambos países inspeccionar plantas y materiales.

Admitió, sin embargo, que esas inspecciones no alcanzan a las respectivas plantas de enriquecimiento de uranio. El acuerdo firmado por los ex presidentes de Argentina, Carlos Menem, y de Brasil, Fernando Collor de Mello, en 1991, las dejó expresamente de lado.

La Argentina posee la tecnología de producción de uranio enriquecido desde fines de los 80, pero la planta piloto de Pilcaniyeu fue desactivada en 1992. Ahora, en el Centro Atómico Bariloche un grupo de científicos está embarcado en la actualización de esa tecnología y espera concluir el diseño e instalación de una fábrica para el 2006.