Domingo 27 de marzo de 2011 | Publicado en edición impresa
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Consumo y negocios
La inversión brasileña se modera
Las
empresas de ese país retomaron en 2010 sus desembolsos en la Argentina,
pero no alcanzaron las cifras de 2008; Petrobras y JBS se achicaron
RIO
DE JANEIRO.- Ya con lo peor de la crisis económica internacional
detrás, los capitales brasileños están volviendo con renovadas fuerzas a
la Argentina. Mientras algunas empresas están alentadas por un
crecimiento oficial del PBI del 9% en 2010 y una perspectiva de
expansión del 6% para este año, otras ven en el desembarco en la
Argentina la mejor opción frente a los crecientes obstáculos que pone el
gobierno de Cristina Kirchner a las importaciones desde Brasil.
Según
datos revelados por el Banco Central de Brasil, en 2010, las empresas
brasileñas invirtieron US$ 476 millones en la Argentina, flujo que
significa una notable recuperación después de los tan sólo US$ 191
millones que de 2009. Aún no se alcanzó el nivel de US$ 620 millones que
se había logrado en 2008, antes de que se desatara la crisis
internacional, pero es auspicioso el gran interés de los ejecutivos
brasileños por apostar en la Argentina en el futuro mediato."Nuestros planes allí son de más inversión. Estamos muy optimistas sobre todo por las oportunidades que ese mercado tiene, más allá de lo que representa para las empresas brasileñas", destacó a La Nacion Allan Toledo, vicepresidente de Operaciones Internacionales del Banco do Brasil, que el año pasado selló un acuerdo para la compra del 51% de las acciones del Banco Patagonia, en una operación de US$ 479 millones que se hará efectiva muy pronto, en cuanto lo apruebe la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.
Una vez que tenga luz verde, el Banco do Brasil pretende aumentar su inversión, con nuevas sucursales y más participación en la entidad financiera argentina. "Haremos una oferta pública de acciones, en la que daremos a los otros accionistas las mismas condiciones que dimos al grupo controlador, y a los que quieran vender su participación, el banco se las estará comprando", dijo Toledo desde Brasilia.
Uno de sus competidores privados, el Itaú, invirtió en 2010 más de US$ 20 millones en la renovación de sucursales y el cambio de cajeros automáticos, además de que está trabajando con financiamiento del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) para ofrecer créditos a empresas que compren maquinaria brasileña. Ya tiene una cartera con más de veinte compañías por US$ 55 millones para ser colocados este año.
Sin embargo, la mayor inversión, por lejos, será la de la gigante minera Vale, que prometió este año desembolsar US$ 1400 millones en la explotación de yacimientos de cloruro de potasio en Río Colorado, Mendoza. Y es apenas del comienzo: hasta 2013 debería invertir US$ 4000 millones en levantar una central eléctrica, un ramal ferroviario e instalaciones portuarias en Ingeniero White (Buenos Aires), para transportar el mineral usado como fertilizante. En tamaño emprendimiento participarán otras grandes corporaciones brasileñas como las constructoras Camargo Correa (compró Loma Negra en 2005 por más de US$ 1000 millones), Odebrecht y Andrade Gutierrez.
La siderúrgica Gerdau, que en 2008 puso en stand by la ampliación de su planta en Pérez, en la zona oeste del Gran Rosario, ahora está analizando reactivar el proyecto, según informó su oficina de prensa, mientras que el Grupo Votorantim tiene en sus planes la construcción de una usina termoeléctrica para abastecer de energía a su empresa local Acerías Bragado, que aumentó 15% su facturación en 2010.
En otro sector, la aerolínea Tam, que este mes celebra diez años en la Argentina, también celebró el aumento de 27,2% en su demanda de 2010 sumando vuelos desde Aeroparque a los que ya tenía desde Ezeiza, y a partir de enero ofrece servicio de primera clase en sus trayectos entre Buenos Aires y San Pablo/Río de Janeiro.
Incluso para algunas corporaciones brasileñas que en los últimos años no les había ido tan bien, los pronósticos parecen estar cambiando. Tal es el caso de Petrobras, que tras varias turbulencias en 2010 se desprendió de una refinería y una red de estaciones de servicio -adquiridas por Oil Combustibles-, pero de todos modos cerró el año con una ganancia de más de US$ 150 millones, con un resultado operativo positivo en todos sus negocios. "Petrobras invirtió desde su llegada al país, lo que demuestra que para nosotros es una plaza estratégica e importante y que están dadas las condiciones para invertir y generar valor. La compañía planea invertir US$ 1780 hasta 20124, según el plan de negocios 2010-2014", destacó la petrolera en un comunicado a La Nacion.
En tanto, el grupo JBS-Friboi -el mayor productor de carne del mundo, dueño de la local Swift-, tuvo que reorganizar su negocio en la Argentina después de la caída en la oferta de ganado y las restricciones a la exportación de carnes. Si bien hasta el momento mantiene cerrados tres de sus seis frigoríficos, invirtió US$ 50 millones en una fábrica en Pilar para producir hamburguesas, marcando así un interés por concentrarse en productos ya industrializados.
La extensión de las licencias no automáticas de importación, de 400 a 600 productos, lleva a muchas compañías a cruzar la frontera y producir en la Argentina, para superar las barreras tarifarias y no perder el mercado. Tal fue el caso de la empresa de cosméticos Natura, que ahora elabora perfumes en nuestro país, o de Baterías Moura, que prevé invertir US$ 30 millones en una fábrica en Pilar que demandará tres años.
"Es natural que el gobierno argentino busque controlar la importación para proteger su industria local. Nuestra creencia de que eso se mantendrá algunos años aceleró nuestra decisión de fabricar en la Argentina, sin dudas", señaló Paulo Sales, presidente ejecutivo de Baterías Mouras, que proyecta una estrategia mayor en toda la industria automotriz del Mercosur.
Vicunha Textil, en tanto, se lanzó a producir denim a través de un acuerdo con el Grupo Ullum, de San Juan, que prevé una opción de compra del negocio hasta fines de junio. De concretarse la venta, supondría unos US$ 40 millones más de inversión brasileña..
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