Dramático pedido por una rehén en Irak
Hoy vence el ultimátum impuesto por los captores de la periodista Jill Carroll
BAGDAD.- En una jornada sangrienta -que dejó más de 20 muertos en
distintos hechos de violencia- la madre de la periodista estadounidense
Jill Carroll, secuestrada en Irak hace dos semanas, suplicó ayer por la
libertad de su hija a través de la cadena CNN, cuando faltan pocas horas
para que venza el ultimátum dado por el grupo que la capturó.
"Escogieron a la persona equivocada. Si buscan a un enemigo de Irak,
Jill es todo lo contrario. Yo, su padre y su hermana apelamos
directamente a sus captores para que liberen a esta joven que se ha
esforzado por mostrar al mundo los sufrimientos de los iraquíes", dijo
Mary Beth Carroll, la madre de la periodista de 28 años. Los captores exigen que Estados Unidos libere a todas las mujeres iraquíes que mantiene presas, caso contrario matarán a la rehén.
En ese sentido, se encendió una luz de esperanza cuando el viceministro de Justicia iraquí, Busho Ibrahim Ali, dijo que seis mujeres presas serían liberadas la semana próxima, aunque destacó que la medida no era parte de un canje con secuestradores.
Sin embargo, en Washington, el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan, aclaró que aunque el gobierno se estaba esforzando por lograr la libertad de Carroll, no se preveía la liberación de detenidos iraquíes próximamente.
"Cuando hay un rehén estadounidense, dondequiera que sea, es una prioridad para el gobierno", dijo McClellan. "Queremos verla de regreso sana y salva", agregó. En Irak, grupos sunnitas condenaron el secuestro.
Los secuestradores de Carroll, identificados como integrantes de la hasta ahora desconocida Brigada de la Venganza, dieron tiempo hasta esta noche para que liberaran a todas las detenidas iraquíes. Pero los grupos de secuestradores iraquíes suelen extender luego estos plazos.
La nota sangrienta de la jornada la dieron dos atentados en Bagdad, que causaron más de 20 muertos y cerca de 30 heridos.
El ataque más grave tuvo lugar frente a un popular restaurante del barrio de Bataween, en el centro de Bagdad, donde un suicida hizo detonar la carga que llevaba adosada al cuerpo y mató, por lo menos, a 19 personas.
El segundo atentado ocurrió pocos minutos después en Bab al Sharqi, también en el centro de Bagdad, donde un coche bomba acabó con la vida de tres militares y causó heridas a otras ocho personas, incluidos tres civiles.
En el plano militar, el gobierno italiano anunció ayer que a mediados de año volverán a su país unos 1000 uniformados apostados en Irak para completar, antes de fin de año, la retirada total de su contingente de 2600 soldados. .
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