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lunes, 6 de octubre de 2014

ARGENTINA Y SUS RELACIONES CON EE.UU. 2014.



La crisis económica / El viaje de la presidenta

Cristina obtuvo respaldos del gremialismo internacional

Se reunió en Nueva York con centrales sindicales de EE.UU. y otros países; coincidieron en las críticas a los holdouts
Por   | LA NACION
NUEVA YORK.- La batalla "antibuitre" del Gobierno tiene, desde ayer, un nuevo socio.
Centrales sindicales internacionales prometieron a la Presidenta "hacer todo lo posible" para impedir que el dinero de empresas y de este país y de grandes fondos de retiro termine en entidades que consideraron "un virus depredador de la democracia y del desarrollo de los pueblos".
"Tenemos que frenarlos de alguna manera, y quitarles oxígeno financiero sería una de ellas", dijo Sharan Burrow, de la Confederación Sindical Internacional (CSI).
"Hay mucha gente que no sabe lo que son esos fondos y les dan su dinero porque prometen rendimiento. Pero tenemos que alentar a que lo quiten de allí. Es hora de pasar a la acción", abundó Kaitlin Faingold, de la poderosa central AFL-CIO.
Pese a que nadie podía ayer responder cómo operará ese compromiso en el terreno de los hechos concretos -"es un apoyo político muy importante", sintetizó el ministro de Trabajo, Carlos Tomada -, para la Presidenta, que ayer abrió su agenda oficial en esta ciudad, fue una buena forma de calentar motores para el discurso que dará mañana ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Como si anticipara párrafos de lo que será esa intervención, Cristina Kirchner arrojó munición pesada contra el gobierno de los Estados Unidos por su política "proteccionista" y contra el juez Thomas Griesa, porque aplica "fallos que ni él mismo puede cumplir".
En este sentido, la Presidenta contraatacó: "Lo que está pasando en ese juzgado [por Griesa] es alarmante. Pero no sólo para la Argentina, sino para cualquier otro país", dijo. Idea que quiso graficar luego con un juego de palabras tomado de la taquillera ópera rock Evita. "Esto no es don't cry for me Argentina, sino don't cry for me the world", dijo.
Todo, con un sabor a conspiración. "No es para nada casual que esto ocurra ahora. Lo que quieren es poner de rodillas a un modelo exitoso", dijo la jefa del Estado, alentada por el aplauso de los líderes sindicales y de una veintena de miembros de su delegación, apiñados alrededor de una mesa en la sede del consulado en esta ciudad.

La "nueva Arabia"

Cristina ató esa conspiración con el expolio de los recursos naturales. "Hablan de nosotros, de la Argentina, como si fuéramos la nueva Arabia Saudita del mundo por las reservas" energéticas, dijo. Dato que, confesó, llegó a sus oídos "por un ex funcionario norteamericano" que se lo dijo a "un integrante del Gobierno".
No quedó claro a quién se refería cuando habló de un ex funcionario del gobierno de Estados Unidos. Pero pareció una nueva alusión a su denuncia sobre la supuesta "maniobra desestabilizadora" en la que involucró a la firma de lobby que posee la ex secretaria de Estado Madeleine Albright, contratada por el fondo NML, de Paul Singer, para buscar un acuerdo de pago en nuestro país.
El encuentro con referentes sindicales que, en conjunto, declaran representar a más de 200 millones de trabajadores de todo el mundo fue uno de los platos fuertes del primer día de actividad que tuvo Cristina Kirchner en esta ciudad.
Con la pelea contra los fondos buitre en la mira, la agenda presidencial arrancó a primeras horas de la tarde en Nueva York. El primer paso de la agenda fue una breve audiencia con el titular de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.
La Presidenta llegó a las 14 y permaneció unos quince minutos en el despacho del titular de la ONU. Fue un encuentro a puertas cerradas. De acuerdo con la versión que por norma protocolar emiten las Naciones Unidas después de cada encuentro de su titular, el diplomático sostuvo ante la presidenta argentina que la "cuestión de la deuda externa argentina y sus implicancias" era un tema "importante" sobre el que los países miembros de la organización "deben discutir más".
Luego, el canciller Héctor Timerman abundó en detalles de esa reunión reservada. Aseguró que Ban "registró" el voto favorable para generar un nuevo marco de renegociación de deuda y que, por esa razón, se "comprometió" a lograr "asesoría técnica" para iniciar su redacción "antes de septiembre del año próximo".
Sucede que hace 10 días la Argentina obtuvo el apoyo de 123 países contra 41 abstenciones y 11 votos en contra en la Asamblea General de la ONU ante una propuesta para establecer desde las Naciones Unidas un nuevo marco regulatorio a las renegociaciones de deudas soberanas. Éste será uno de los ejes centrales del discurso de la Presidenta en la ONU.
La fugaz cita con Ban y el encuentro, luego, con los líderes sindicales fueron las dos salidas que tuvo ayer Cristina Kirchner. La Presidenta regresó luego al hotel, donde anoche recibió en audiencias separadas al inversor húngaro-norteamericano George Soros y, luego, al argentino Eduardo Eurnekian (ver aparte). También pasó por su hotel el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.
No se había informado su agenda de hoy. En la delegación daban como probable que permaneciera de nuevo en su hotel "preparando" las dos intervenciones que tiene previstas mañana. Una, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas y otra, ante el Consejo de Seguridad.

Macri, también con agenda en Nueva York

  • Igual que la presidenta Cristina Kirchner, Mauricio Macri está por estos días en Nueva York. En su caso, para participar de la cumbre del C40 (Grupo de Cambio Climático), un foro de ciudades de todo el mundo dedicado a reducir las emisiones de carbono y adaptarse al cambio climático.
  • La reunión fue aprovechada por los organizadores de la marcha por el cambio climático que anteayer copó las calles de Nueva York. Integran el C40 El Cairo, Bogotá, Caracas, Houston, Lima, Río de Janeiro, Seúl, Pekín, París, Londres, Madrid, Sydney, Roma, Moscú y Varsovia, entre otros.
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En pleno conflicto con los holdouts, Cristina Kirchner se reunió con George Soros

En su visita a Nueva York, la Presidenta estuvo con el financista, uno de los hombres más ricos del mundo; la situación económica de la Argentina, en la agenda

En su visita a Nueva York, la presidenta Cristina Kirchner se reunió con el financista George Soros, uno de los hombre más ricos del mundo.
La reunión finalizó minutos después de las 19.30 de ayer (20.30 de la Argentina). El encuentro con el banquero se desarrolló en el hotel Mandarín Oriental en el que la mandataria se hospeda durante su estadía en Nueva York.
La reunión de la jefa del Estado con el financista húngaro se extendió durante poco más de una hora. "La presidenta Kirchner y el Sr. Soros discutieron una serie de temas, incluyendo las perspectivas de la economía de la Argentina, recientes acontecimientos positivos en la energía y el sector de los hidrocarburos, y la reforma política de drogas de la Argentina en América Latina", dijo Michael Vachon, vocero de Soros, uno de los hombres más ricos del mundo, accionista de YPF, donde tiene el 3,5 por ciento de las acciones.
Previo a este encuentro, Cristina había recibido en audiencia privada al titular del Banco Interamericano (BID), Luis Alberto Moreno; y cerró la jornada con una reunión con el empresario argentino Eduardo Eurnekian.
Horas antes, Cristina se había reunido con representantes de centrales sindicales internacionales, ante quienes criticó duramente lo que denominó el "modelo buitre" del sistema económico mundial.
La Presidenta advirtió que la pelea que atraviesa la Argentina con los fondos buitre y que se dirime en el juzgado de Thomas Griesa es alarmante para el resto de los países..





La crisis de la deuda

Cristina busca sumar a Soros como aliado contra los buitres

Pasó su primer día en Nueva York sin actividades y hoy se reunirá con el magnate; también verá a Bank Ki-moon y a sindicalistas
Por   | LA NACION
NUEVA YORK.- La presidenta Cristina Kirchner abre hoy su actividad en Nueva York con el habitual encuentro con el titular de la ONU, Ban Ki-moon. Luego, por la tarde, se verá con el millonario húngaro norteamericano George Soros, con quien procura sellar una alianza para el embate contra los "fondos buitre".
Pero buena parte de los funcionarios que la vienen acompañando en su gira por Roma y esta ciudad no sabían si podían dar fe de la primera de las citas, prevista para este mediodía. Al cierre de esta edición, algunos de ellos todavía hacían democráticamente cola frente a las oficinas de las Naciones Unidas para la difícil empresa de conseguir la acreditación, indispensable para franquear un apretado recinto de seguridad y un servicio secreto cada vez más nervioso.
"Desbordados, lo siento, estamos desbordados. Las computadoras no andan, son viejas. Nunca nos pasó esto", lamentó ante LA NACION una de las empleadas del organismo internacional en el que Cristina Kirchner apuesta buena parte de su estrategia "antibuitre". La batalla se preparaba con la atípica imagen de una larga hilera de tres cuadras integrada por diplomáticos e integrantes de delegaciones oficiales, de un lado. Y del otro, otras dos cuadras de periodistas. Todos, con la misma misión de obtener sus credenciales para la Asamblea General. "Un poco más y hacemos la Asamblea aquí mismo", bromeó un encargado de misión de Indonesia.
Lejos de todo eso, la Presidenta pasó el primer día de los cuatro que permanecerá sin salir de su suite. No hubo agenda oficial. "Está descansando", se conjeturó en el lobby. Una pausa luego de las ocho horas de vuelo desde Roma, donde se entrevistó con el papa Francisco.
Al igual que el canciller Héctor Timerman y que el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, se alojó, como lo hizo habitualmente en los últimos años, en el hotel Mandarin Oriental. Tiene, desde allí, una espectacular vista de los jardines del Central Park, ayer saturados por una masiva marcha de ambientalistas que, por momentos, convirtió la ciudad en un laberinto infranqueable. "Dudo que con esto salga siquiera a caminar. No dan ganas", dijeron en la delegación.
La otra parte del grupo -miembros de La Cámpora y el senador Aníbal Fernández, entre otros elegidos por la Presidenta para esta ocasión- se aloja en el Park Lane, a sólo tres cuadras del Mandarin y también sobre los jardines del Central Park. Para todos ellos fue también una tarde libre: no se detectó que la Presidenta los convocara para nada.
La primera cita, con Ban Ki-moon, está pautada para las 12.30 (las 13.30 en la Argentina). Un cara a cara habitual con el diplomático, a quien, años atrás, la Presidenta le pidió apoyo en sus gestiones a favor de la soberanía de las Malvinas, cuya situación -en esencia- sigue inalterable desde hace años.
En esta ocasión la demanda será por los fondos buitre. El pasado 9 de septiembre, más de 110 países acompañaron la propuesta argentina para generar un nuevo marco para la renegociación de deuda externa que limite su proceder especulativo ante los tribunales. La idea, ahora, es poner manos en la masa y hacerlo.
Los más optimistas confían en que mucho más decisiva sea la cita con Soros. El hábil financista y especulador financiero tiene puntos en común con la estrategia antibuitre. Para empezar, le hizo juicio al Banco de Nueva York para que libere los fondos que tiene bloqueados por orden del juez Thomas Griesa.
"Pero lo más importante, diría yo, es que Soros tiene activos importantes en YPF. Es normal que procure que ese negocio tenga financiamiento accesible, algo que, con el conflicto buitre, es difícil que ocurra. No me extrañaría que Soros haga todo lo que pueda por el Gobierno con eso. Es una forma de ayudarse a sí mismo", dijo el analista financiero Alberto Bernal, de Bulltick, al ser consultado al respecto. La gran duda es saber si ese esfuerzo podría llegar a la compra de deuda que hoy está en poder de los fondos buitre.
La agenda de la Presidenta se completará con un encuentro con sindicalistas internacionales. "Todavía estamos trabajando en otras citas que aún no están cerradas", dijeron en la delegación, con aire sugestivo.

El Gobierno intima al BoNY

El gobierno nacional informó a los tenedores de bonos reestructurados, mediante una solicitada, que el Bank of New York Mellon (BoNY) fue intimado a renunciar a su nombramiento como agente fiduciario y que la entidad fue instada a depositar los bienes y fondos bajo su control en el nuevo agente de pago nombrado en su reemplazo..

En Nueva York creen que es imposible que el pago llegue a los acreedores

El BoNY dijo que aún es el agente de pagos; tiene los datos y los medios para transferir el dinero
Por   | Para LA NACION

NUEVA YORK.- El primer pago oficial bajo la ley de pago soberano de la deuda fue recibido en Nueva York sin sorpresas ni estridencias, como un acto simbólico ante una realidad que aquí se ha reiterado hasta el cansancio: el mecanismo diseñado por el Gobierno y aprobado por el Congreso es impracticable.
El Gobierno depositó ayer en una cuenta en Buenos Aires US$ 161 millones para afrontar un nuevo vencimiento de intereses del bono Par regido por la legislación de Nueva York, pese a la orden del juez Thomas Griesa, que había declarado ilegales los intentos de pago y colocado al país en desacato. Pero ayer aquí se insistió en que el andamiaje legal que rige a los papeles de la deuda hace que sea casi imposible concretar ese pago y eludir los canales bloqueados por Griesa.
El Bank of New York Mellon (BoNY) reiteró que aún es el agente de pagos del país y que acatará las órdenes del juez, que le prohibió transferir cualquier dinero destinado a los bonistas a menos que tuviera pruebas de que la Argentina pagó también la sentencia a favor que tienen en sus manos los fondos buitre NML, Aurelius Capital, Blue Angel y 13 ahorristas argentinos que acorralaron al país en los tribunales de Estados Unidos. "BoNY Mellon permanece como fiduciario de los bonos reestructurados bajo los términos del contrato [...] y continuará cumpliendo con las órdenes judiciales vinculantes que rigen sus acciones", indicó la entidad en un comunicado enviado a LA NACION.
Con la ley de pago soberano, la Argentina rompió relaciones con el BoNY, que tiene a su cargo la responsabilidad de transferir los fondos a otras entidades financieras que participan de la cadena de pagos de la deuda. Griesa también dijo que el intento de la Argentina de desplazar al BoNY era ilegal y ratificó el rol de agente de pago del banco.
Clearstream, una de las entidades que forman parte de la cadena de pagos que une a la Argentina con los bonistas a través del BoNY, brindó un mensaje similar de respeto a las decisiones del juez. "Clearstream está siguiendo la situación de cerca y siempre cumple con las órdenes del tribunal sobre este asunto", dijo un vocero, según la agencia Reuters.
Ellos y sólo ellos tienen la información y los medios para llevar el dinero depositado hasta a los bonistas, y por eso el depósito que hizo el Gobierno en una cuenta en Nación Fideicomisos se vio aquí como un acto simbólico que cumple un doble papel: mostrar voluntad de pago del Gobierno y desafiar las órdenes del juez.
"La Argentina ratifica una vez más su compromiso inquebrantable de cumplir todas sus obligaciones respecto de los bonistas", señaló en un comunicado el Ministerio de Economía (ver aparte).
Cristina Kirchner reforzó luego el mensaje al hablar desde el Salón de la Mujer de la Casa Rosada. "¿Por qué no dejan que la Argentina pague su deuda que quiere pagar?", preguntó la jefa del Estado, en un discurso en el que envió mensajes muy duros a Griesa y al Departamento de Estado de Estados Unidos, que horas antes había emitido una declaración protocolar que reiteraba, por enésima vez, la postura del gobierno de Estados Unidos frente al caso argentino.
"El pago no cambia nada", graficó a LA NACION un analista de un banco de inversión. La referencia hizo eco, una vez más, al statu quo en el que ha quedado sumida la pelea de la Argentina con los fondos buitre frente al punto muerto en las negociaciones entre el Gobierno y los demandantes para llegar a un acuerdo y ponerle fin a una disputa que ya lleva más de una década.
El dinero depositado por el Gobierno ha pasado así a formar parte del limbo legal en el que ha caído una parte de la deuda pública del país a partir de los fallos de Griesa.
Con nulas esperanzas respecto del éxito del plan de pago soberano o de las negociaciones, quienes siguen la disputa aguardan, ahora, las próximas novedades legales: la definición final de Griesa sobre el futuro de los bonos gobernados por la ley argentina en dólares y las eventuales sanciones por el desacato. En este punto, importa sobre todo saber si habrá sanciones "no monetarias", que podrían complicar aun más a la Argentina.

Una convención que jamás rigió

NUEVA YORK.- La Convención de las Naciones Unidas sobre las Inmunidades Jurisdiccionales de los Estados y de sus Bienes, el documento internacional a que hizo referencia el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para rechazar el desacato dictado por el juez Thomas Griesa contra la Argentina, no fue firmado por el Gobierno. La convención fue aprobada en Nueva York en diciembre de 2004, cuando era presidente Néstor Kirchner, y fue firmada sólo por 28 países. EE. UU. tampoco adhirió, al igual que la Argentina. La convención no entró en vigor porque para eso se requería la firma de al menos 30 países. Los únicos dos países de América latina que la firmaron fueron México y Paraguay.

El Gobierno hizo el depósito para los bonistas

  • El Ministerio de Economía informó que el Gobierno depositó los montos correspondientes a los intereses de los bonos Par emitidos en los canjes 2005 y 2010 sujetos a la legislación del Estado de Nueva York, Estados Unidos de América, y a la legislación de Inglaterra y Gales por el equivalente a US$ 161 millones.
  • El Palacio de Hacienda indicó que "la Argentina ratifica una vez más su compromiso inquebrantable de cumplir todas sus obligaciones respecto de los bonistas y contribuir mediante las medidas que estén a su alcance a preservar su derecho a cobrar las sumas que les corresponden bajo los títulos de deuda, el cual se encuentra indebidamente obstaculizado por el incumplimiento de The Bank of New York Mellon de sus obligaciones como agente fiduciario".
  • Del total, sólo se pudieron distribuir en 5 millones de dólares por parte del Citibank, que fue autorizado por el juez Thomas Griesa para pagarles a los bonistas.
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Alerta de la embajada sobre la inseguridad

Advirtió a los turistas norteamericanos que en el país creció el número de crímenes reportados




Aseguran que se trató de "un trámite de rutina" y que no tiene nada que ver con el enfrentamiento que la Casa Rosada protagoniza en estos momentos con Washington. Pero lo cierto es que la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires envió ayer desde su página web un mensaje de alerta a todos los ciudadanos estadounidenses que residen o planean visitar la Argentina sobre los hechos de inseguridad que hay en el país.
"La embajada de Estados Unidos desea informar a sus ciudadanos que viven y viajan a la Argentina que en los últimos meses, ciudadanos estadounidenses han reportado un gran número de crímenes a la embajada", reza el texto.
Entre los delitos reportados incluyeron "crímenes menores, estafas en taxis [especialmente en los aeropuertos internacionales], asaltos a mano armada, arrebatos con motos y bicicletas y, ocasionalmente, crímenes más serios, como secuestros exprés, entraderas, robo de autos, asaltos y agresiones sexuales usando drogas". No hubo aclaración respecto a si estos hechos fueron padecidos en los últimos tiempos por los norteamericanos que vinieron al país.
Por otra parte, en una suerte de recomendación al viajante, la embajada aconsejó: "Consulte a fuentes confiables la información sobre transporte, alojamiento y la seguridad general de las áreas que vaya a visitar".
Además, el comunicado oficial advirtió: "Los ciudadanos estadounidenses deberían evitar las zonas de las manifestaciones y tomar precauciones cuando estén cerca de cualquier gran protesta o amontonamiento". También destacó que la mayoría de los hechos ocurren en ciudades grandes, pero pidieron mantener la misma precaución lejos de los grandes centros urbanos.


Desde la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires aclararon a la nacion que este tipo de mensajes se ofrece anualmente a los ciudadanos norteamericanos que viajan a la Argentina y sólo es "un trámite de rutina". Además, voceros de la institución se preocuparon por aclarar que el mensaje subido a la web "no tiene nada que ver" con las tensas relaciones que transitan Buenos Aires y Washington. "Es erróneo pensar que este mensaje hacia los ciudadanos norteamericanos tenga relación con el vínculo entre ambos países", afirmaron. Un mensaje similar se envía desde las embajadas norteamericanas a otros países y la sede diplomática de Washington en Buenos Aires había enviado una alerta parecida para el paro nacional del 28 de agosto pasado, donde recomendaban medidas de seguridad.
La embajada norteamericana no pasa por su mejor momento con el Gobierno. Hace menos de 15 días, el canciller Héctor Timerman citó al encargado de Negocios, Kevin Sullivan, para reprocharle por haber dicho que "para Estados Unidos es importante que la Argentina salga del default". Luego llegaron las duras críticas del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y la respuesta de la subsecretaria de Estado norteamericana Roberta Jacobson, que admitió que la relación entre ambos países pasa por "un momento duro".
En este contexto, la tarea de la embajada norteamericana en el país quedó relegada a su mínima expresión. De hecho, no habrá nuevo representante diplomático hasta marzo o abril del año que viene y no hay a la vista nuevos programas de cooperación entre la DEA o el FBI con la Argentina para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
El default / Escalada en la relación bilateral

EE.UU. reclamó al país "normalizar la relación con todos los acreedores"

En un comunicado del Departamento de Estado, señaló que sigue "de cerca" la situación generada a partir de la declaración de desacato dispuesta por el juez Griesa; rechazo a la apelación a La Haya
Por   | LA NACION
WASHINGTON.- De nada valieron las cartas de protesta y los reclamos de la presidenta Cristina Kirchner. El gobierno norteamericano reclamó a la Argentina "normalizar su relación con todos sus acreedores".
Además, admitió que sigue "de cerca" el litigio con los llamados fondos buitre, pero ratificó que no piensa intervenir en el asunto y que la salida para la Argentina es buscar un acuerdo de partes "con todos" sus acreedores.
Además de una réplica a las cartas de protesta que elevó la embajadora Cecilia Nahón, la posición del gobierno norteamericano rechaza en los hechos una vez más la petición que ayer renovó la presidenta Cristina Kirchner de llevar la cuestión a la Corte Internacional de La Haya.
La "clara posición" -como la definen- fue fijada por voceros del Departamento de Estado que, consultados por LA NACION, no se apartaron para nada de la línea que ha venido sosteniendo hasta ahora la administración norteamericana.
Una ratificación que no hace gesto alguno por recoger el guante que lanzó la Presidenta, al sostener que la administración demócrata es "legalmente responsable" por el "acoso" judicial que sufre el país y que constituye -dijo- "una afrenta para la soberanía nacional".
Lejos de contestar el texto de 11 carillas con reclamos y reproches que le cursó la embajadora Cecilia Nahón, la cartera que lidera John Kerry produjo ayer una respuesta de cinco líneas.
En ella, básicamente, reitera su tradicional criterio en el sentido de que no hay espacio político para atender lo que consideran un caso judicial.
"Estamos al tanto de que, el pasado 29, el juez Thomas Griesa declaró a la Argentina en desacato judicial", arrancó la respuesta. "Es una situación que seguimos de cerca", admite.
Luego de eso, reitera que su posición "se mantiene clara" en la convicción de que lo mejor para la Argentina es "normalizar su relación con todos sus acreedores".
Concluye con la afirmación de que una Argentina "próspera y con plena integración en los mercados financieros internacionales beneficiará a los argentinos, a los Estados Unidos y a la comunidad internacional".
La nota mantiene la línea que, de modo público, han sostenido diplomáticos norteamericanos para disgusto, incluso, del canciller Héctor Timerman, quien ya expresó malestar cuando el encargado de negocios de la embajada norteamericana, Kevin Sullivan, expresó la convicción de que era en beneficio del país salir cuanto antes de la situación de default.
También respeta la línea que, ante la consulta de LA NACION, fijó días atrás la responsable para América latina del Departamento de Estado, Roberta Jacobson, al reiterar que se estaba frente a un episodio judicial, que debe ser dirimido en los tribunales judiciales. "No es ésta una cuestión a tratarse entre los dos gobiernos", dijo.
Antes de eso, la misma cartera había fijado criterio en el sentido de que la Corte Internacional, a la que quiere llegar el Gobierno, "no es el ámbito idóneo" para tratar el litigio con los buitres. No hubo ayer mención explícita de esa cuestión, pero no hay indicios de que el criterio vaya a modificarse.
El comentario de cinco líneas fue, hasta anoche, la única réplica formal que produjo ayer la administración norteamericana a las 11 carillas de texto que presentó la embajadora Nahón.
Al parecer, la diplomacia de la Argentina seguía esperando, al cierre de esta edición, una respuesta más explícita.
En la carta que elevó a Kerry, el Gobierno sostuvo que la decisión de Griesa es "una afrenta" a la soberanía nacional por cuyas consecuencias hace "legalmente responsable" a los Estados Unidos.
"Esto es una ilegítima injerencia en los asuntos internos del Estado argentino", sostiene el texto, que reprocha a la administración norteamericana que permita que eso suceda.
Se está frente a una responsabilidad que "de ningún modo puede eximirse bajo el argumento de que es una actuación de su Poder Judicial, dado que, según los principios del derecho internacional, un Estado debe responder por los actos u omisiones cometidos por cualquiera de sus órganos", afirmó.
El intercambio de mensajes por vías oficiales exhibe la tensión generada entre los Estados Unidos y la Argentina a partir de la situación generada por los fondos buitre y el fallo de Griesa..








Deuda

Timerman citó al jefe de la embajada de EE.UU. y crece el malestar

Por  | LA NACION
La Argentina y Estados Unidos profundizaron en las últimas horas el nivel de tensión en sus relaciones diplomáticas ante un hecho puntual que promete generar mayor fricción: el encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, Kevin Sullivan, fue citado para hoy al Palacio San Martín por el canciller Héctor Timerman, para expresarle el malestar del Gobierno ante las declaraciones que hizo el diplomático norteamericano, en las que dijo que "sería importante que la Argentina salga del default".
Según confirmaron a LA NACION fuentes calificadas de la Cancillería, la citación a Sullivan se iba a dar ayer mismo, pero Timerman recién regresará hoy al país, por lo que el funcionario norteamericano fue convocado para este mediodía.
"Hay mucho malestar con las expresiones del encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos porque están planteadas como una intromisión de Washington en asuntos internos de la Argentina", dijo un allegado al canciller.
En tanto, en la embajada norteamericana se limitaron a responder con un "no comments (sin comentarios)" cuando LA NACION intentó conocer la opinión de Sullivan sobre la citación que recibió de parte del canciller argentino.
Ayer, en declaraciones al diario Clarín, el encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos dijo que "es importante que la Argentina salga del default lo antes posible para poder retornar a la senda del crecimiento económico sustentable y atraer la inversión que necesita". Para el principal funcionario de la embajada estadounidense, hasta el 16 de junio, día en que la Corte Suprema de Justicia de su país rechazó revisar el caso argentino, "la Argentina venía muy bien, resolviendo problemas clave para su reinserción en los mercados financieros. El acuerdo con el Club de París es importante y contundente. Traerá beneficios a la Argentina", dijo.
Por otra parte, en su breve diálogo con la prensa, Sullivan aclaró que "Estados Unidos no respaldará el mecanismo legal propuesto por la Argentina en las Naciones Unidas pararegular las reestructuraciones de las deudas soberanas". El actual representante del gobierno de Barack Obama en el país destacó que "Estados Unidos no apoya el debate en las Naciones Unidas porque no nos parece el ámbito para encontrar una solución eficiente".
En rigor, las expresiones de Sullivan no parecen haber agregado novedad alguna a lo que ya había expuesto públicamente Washington en el debate de la Asamblea General de la ONU la semana pasada. Allí, los representantes norteamericanos votaron en contra de la propuesta de la Argentina, liderada por el Grupo de los 77 más China.
Washington se opuso a la idea de impulsar en las Naciones Unidas una regulación de los mecanismos de reestructuración de las deudas soberanas junto con otros 10 países. Entre los que votaron con Estados Unidos figuran el Reino Unido, Alemania, Japón, Canadá, Australia, República Checa, Finlandia, Hungría, Israel e Irlanda.
En contra del voto de los 124 países que acompañaron a la Argentina, los que se opusieron en la ONU a la propuesta del Gobierno expresaron que ese debate debería darse en el FMI, el Banco Mundial o el G-20, entre otros lugares. Además, hubo 41 países que se abstuvieron de votar y el Gobierno lo tomó como un apoyo encubierto a la postura que se llevó a la Asamblea General.

Las frases de la discordia

Kevin Sullivan
Enc. de negocios de EE.UU.
"Es importante que la Argentina salga del default lo antes posible para poder retornar a la senda del crecimiento".
"La Argentina venía muy bien resolviendo los problemas clave para su reinserción en los mercados financieros".

Crisis de la deuda

La pelea con los buitres, lejos del radar de Washington

No contempla tratar el litigio con los holdouts en su agenda para la asamblea de la ONU
Por   | LA NACION
WASHINGTON.- Cuando falta apenas una semana para el comienzo formal de la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU), en la que el Gobierno se propone defender su proyecto contra los fondos buitre y lejos de la euforia que su aprobación desató en la Casa Rosada, la iniciativa no parece estar en el radar del gobierno de Barack Obama para esa cumbre diplomática.
"Lo siento, no tengo comentarios para eso", se excusó la vocera del Departamento de Estado, Marie Harf, cuando LA NACION quiso saber ayer si la delicada cuestión formaría parte, de alguna manera, de la agenda que los Estados Unidos desarrollará en el encuentro.
El tema no estaba presente ni contaba con referencia alguna en la voluminosa carpeta con la que Harf se presentó ante un grupo de corresponsales extranjeros, entre ellos LA NACION, para explorar, precisamente, una agenda anticipada de los objetivos con que llega el gobierno de Washington a la asamblea anual de la ONU.
"Déjeme confirmar con mi equipo para ver qué me dicen sobre este asunto", contentó Harf, luego de repasar, en vano, las hojas de la carpeta en busca de alguna referencia a la cuestión.
El pasado 10, el gobierno nacional obtuvo el respaldo de 124 países -entre ellos, los del denominado bloque G-77 más China- para impulsar un nuevo marco legal que regule las reestructuraciones de deuda soberana y limite el alcance que puedan tener en el futuro los procesos judiciales de los llamados fondos buitre ante tribunales internacionales. La iniciativa propone legislar hacia adelante, por lo cual la Argentina no se vería beneficiada en la pulseada que mantiene con los holdouts.
Once países, entre ellos, los Estados Unidos, votaron en contra de la propuesta argentina. El bloque de los que se opusieron incluyó también a Australia, Canadá, la República Checa, Finlandia, Alemania, Hungría, Irlanda, Israel, Japón y el Reino Unido. Junto con ellos, México se convirtió en el único país de la región que no dio su respaldo.
Desde el pasado 16 de junio -en que la Corte Suprema norteamericana ratificó los fallos adversos contra el país del juez neoyorquino Thomas Griesa-, la posición del gobierno norteamericano ha sido invariable en el sentido de que nuestro país debe agotar todas las instancias para encontrar un acuerdo con sus acreedores y en la insistencia en que las resoluciones judiciales están para acatarse.

Primero, el Papa

Procedente de Roma, donde abordará la cuestión de los fondos buitre con el papa Francisco durante un almuerzo privado en la residencia de Santa Marta, la presidenta Cristina Kirchner viajará a Nueva York el próximo domingo.
Según trascendió, el eje central de su visita será arengar nuevamente a las Naciones Unidas en favor del proyecto sobre las reestructuraciones de deudas soberanas, que ya aprobaron días atrás.
Hasta ahora, la iniciativa argentina no ha tenido eco en los países donde se concentra la mayor parte de las demandas judiciales de bonistas contra nuestro país. Con Estados Unidos a la cabeza. Los votos en contra del proyecto lo evidenciaron..










La crisis económica / Respuesta de Washington

EE.UU. desechó por "inverosímiles" las denuncias de Cristina

En el Departamento de Estado dijeron que "no pueden ser tomadas en serio"; la Presidenta había revelado planes para atentar en su contra
Por   | LA NACION
  
WASHINGTON.- Hasta ahora, nunca se había llegado a ese extremo. Voceros del gobierno de Barack Obama tomaron distancia de modo tan palmario de las acusaciones que le dedicó la presidenta Cristina Kirchner que, lisa y llanamente, sostuvieron que, de tan "inverosímiles... no se pueden tomar en serio".
Es la primera vez que aparece esa forma de lenguaje en el vínculo entre ambos gobiernos, vínculo al que ahora se reconoce en un "momento difícil" y de difícil retorno.
La clara toma de distancia se produjo ante LA NACION, 48 horas después no sólo de que la Presidenta le dedicara las más graves acusaciones -incluida la sospecha de un posible atentado contra su integridad física-, sino de que miembros del Gobierno las ratificaran, enriquecidas con nuevas metáforas. Entre ellas, la de un violador que abusa de la hija de un padre decidido a todo para defenderla, que enarboló el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Además de desechar las "inverosímiles" acusaciones presidenciales, la misma fuente explicó que la alerta de seguridad para ciudadanos norteamericanos que produjo la embajada en Buenos Aires fue un "mensaje de rutina" similar a otros tantos que se producen en otros países en un momento dado.
La Presidenta vio en ello una "provocación", urdida por el máximo responsable de la legación, su encargado de negocios, Kevin Sullivan. "Seguro que pensó que, con eso, me iba a hacer enojar, pero no pienso caer en la provocación", dijo la mandataria, en su larga intervención televisada.
En ella, habló además de "maniobras desestabilizadoras", de conspiraciones e, incluso, deslizó la posibilidad de que se estuviera gestando -aquí- un ataque contra su integridad personal. "Si me pasa algo, que nadie mire hacia Oriente, que mire hacia el Norte", dijo la Presidenta, en medio de sus reproches a la administración de Obama.
En la misma bolsa metió al juez neoyorquino Thomas Griesa, el autor del fallo a favor de los fondos buitre que el Gobierno desconoce. "No soy ingenua, todo esto no es casual. Es una provocación en la que no voy a caer", dijo Cristina Kirchner.
Tras dos días silencio, voceros del Departamento de Estado consultados por LA NACION tuvieron breves comentarios sobre lo ocurrido. Una vez más, intentaron apuntar al deseo de un buen vínculo con nuestro país.
"El gobierno de los Estados Unidos procura una relación fuerte con la Argentina", arrancó el comentario. Avanzó luego con lo que suele ser una de sus expresiones habituales, en el sentido de que "una Argentina próspera es algo que beneficia a los argentinos, a la comunidad financiera internacional y también a los Estados Unidos."
Dedican luego la que -hasta ahora- es la línea más dura que hayan dedicado a la presidenta Cristina Kirchner. "Sus acusaciones son tan inverosímiles que no pueden ser tomadas en serio", dijeron.
Una línea especial dedicaron a la "provocación" que la Presidenta vio en la alerta sobre inseguridad que produjo la embajada el pasado martes. Sin aludir a la expresión que usó la mandataria, el vocero explicó que ese mensaje fue "una advertencia de rutina para viajeros norteamericanos en el exterior". Aclaró que se trata de un procedimiento de "rutina" que guarda similitud con otros en su tipo.
La réplica de quienes hablan en nombre de la cartera de John Kerry responde a la escalada en la ofensiva que, desde hace una semana, inició la Presidenta contra Washington.
El puntapié inicial lo dio con su discurso en la asamblea de las Naciones Unidas (ONU), en el que habló de la "complicidad" de los Estados Unidos por amparar a un juez -por Thomas Griesa- que pretende "desestabilizar" al Gobierno y llevar al fracaso su renegociación de deuda.
En la mima ocasión, la Presidenta puso en duda las decapitaciones que lleva adelante el grupo terrorista Estado Islámico, y sugirió complicidad de Washington con la provisión de armas y recursos para sus militantes.
"Estamos en una etapa dura de la relación", admitió la subsecretaria adjunta para la región, Roberta Jacobson, cuando fue consultada por LA NACION por esas expresiones.
La funcionaria reconoció que la cuestión de los llamados fondos buitre era un tema "complejo" para la Argentina, pero insistió en que es una cuestión judicial, que no es materia de los gobiernos y que "no debería afectar la relación bilateral".
En medio, la embajadora en Washington, Cecilia Nahón, entregó la que, probablemente, sea la misiva más larga que dirigió a Kerry. En ella no sólo se rechazaba el fallo del juez Griesa, sino que se hacía responsable a los Estados Unidos de violar una convención de las Naciones Unidas por la que ningún poder de un país -incluida su Justicia- puede atentar contra la soberanía de otro.
Luego se supo que el convenio en cuestión no entró en vigor y que entre los países que no lo firmaron -y que, de ese modo, impidieron su validación- figuran el nuestro y los Estados Unidos.

Moyano: "La Presidenta es como Maduro"

  • Fiel a su estilo, Hugo Moyano ironizó con la denuncia que hizo Cristina Kirchner sobre el supuesto complot interno y externo del que sería víctima. "La Presidenta es la versión femenina de [Nicolás] Maduro, cada día nos sorprende más. La verdad es que no la entendemos", dijo ayer el jefe de la CGT opositora.
  • Moyano se refirió, además, a la salida de Juan Carlos Fábrega de la conducción del Banco Central. "Va a traer consecuencias, como la pérdida de puestos de trabajo y la suspensión de trabajadores", estimó el camionero. Y dijo que un eventual reemplazo de Jorge Capitanich en la Jefatura de Gabinete "no modificaría nada".
  • El martes próximo Moyano se reunirá con Luis Barrionuevo para definir el futuro del plan de lucha de las dos CGT opositoras. La posibilidad de convocar a un nuevo paro ya habría sido descartada.
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Tensión

Timerman amenazó con expulsar al jefe de la embajada de Estados Unidos

Por  | LA NACION

En una nueva escalada de la tensión diplomática que protagoniza la Argentina con Estados Unidos por el conflicto irresuelto con los fondos buitre, el canciller Héctor Timerman citó ayer al encargado de Negocios de la embajada norteamericana en Buenos Aires, Kevin Sullivan, y le expresó "el profundo malestar" que generaron en la Casa Rosada declaraciones suyas a la prensa, en las que remarcó que para Washington es importante que la Argentina salga del default. Pero la reacción del Gobierno no terminó allí: también amenazó con expulsar del país al diplomático norteamericano si reitera expresiones "impropias".
Fue una reunión tensa que no duró más de 40 minutos en el piso 13 de la Cancillería. Timerman le pidió explicaciones a Sullivan por haber comentado a la prensa temas de la deuda que hacen a los "asuntos internos" de la Argentina. Luego advirtió en un comunicado que "de repetirse este tipo de intromisiones se adoptarán las más severas medidas estipuladas en la Convención de Viena sobre la conducta de los representantes diplomáticos". Esto implicaría la expulsión directa del encargado de Negocios de la embajada, actual número uno de la sede diplomática, ya que la designación del embajador puesto por Barack Obama, Noah Mamet, aún no fue ratificada por el Congreso estadounidense.
Fuentes del Palacio San Martín dijeron a LA NACION que Timerman le advirtió a Sullivan que debía retractarse públicamente en sus declaraciones para evitar una reprimenda. Sin embargo, en la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires expresaron que no harán comentario alguno y que el comunicado del Gobierno no decía nada de eso. A la vez, fuentes del Departamento de Estado destacaron que "no hay nada que aclarar ni rectificar". En rigor, en Washington creen que Sullivan no avanzó sobre temas internos de la Argentina y resaltaron que las expresiones del encargado de Negocios fueron "por la positiva". En diálogo con Clarín, Sullivan había dicho que "es importante que la Argentina salga del default lo antes posible para poder retornar a la senda del crecimiento económico sustentable y atraer la inversión que necesita".
Allegados a la Presidenta aclararon que la afrenta no llegará a mayores y que, a lo sumo, se declarará a Sullivan "persona non grata".
Sin embargo, Timerman avanzó ayer en su embestida contra Washington y, según se expuso en el comunicado oficial, el canciller explicó a Sullivan que "la Argentina ha honrado todos sus compromisos en tiempo y forma en las condiciones que lo ha acordado en 2005 y 2010, y lo seguirá haciendo".
Por otra parte, Timerman le recordó al encargado de Negocios de Estados Unidos que "el propio gobierno norteamericano conoce las consecuencias perversas de la sentencia del juez [de Nueva York, Thomas] Griesa, tal como expresó en abril de 2012 en su presentación como amicus curiae de la República Argentina, cuando sostuvo que «la interpretación de la cláusula pari passu puede permitir que un solo acreedor frustre la implementación de un plan de reestructuración con apoyo internacional»".
Como una respuesta directa a los dichos de Sullivan sobre la situación de default del país, Timerman aclaró: "La Argentina no tiene deudas en cesación de pagos con Estados Unidos ni con ningún otro país. Muy por el contrario, con fecha del 30 de julio del corriente año el país ha erogado el primer vencimiento del acuerdo firmado con los países miembros del Club de París por un importe de 642 millones de dólares". Inmediatamente el canciller le subrayó a Sullivan que "los dichos sobre un supuesto default no tienen ningún asidero fáctico, sino que coinciden con la postura de los fondos buitre, en contraposición con los intereses del 92,4% de los acreedores que han aceptado la reestructuración de la deuda".
En otro pasaje del encuentro Timerman remarcó que "la Argentina deplora que Estados Unidos no haya aceptado dirimir las responsabilidades de su Estado por el daño ocasionado por su Poder Judicial ante la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, donde jueces independientes hubieran resuelto la cuestión aplicando criterios legales, equitativos y justos". Y le recordó que "Estados Unidos tampoco acepta la jurisdicción de la Corte Interamericana y de la Corte Penal Internacional en temas vinculados con la violación de los derechos humanos".
Fuentes de la Cancillería coincidieron ante LA NACION que la citación a Sullivan le sirvió a la Argentina para hacer un nuevo llamado de atención internacional a menos de una semana de que Cristina Kirchner emita su discurso en la ONU, donde reiterará su postura sobre la reestructuración de deudas y la necesidad de fijar un nuevo marco regulatorio a nivel mundial.
También el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se refirió a Sullivan. Calificó sus palabras como "incorrectas, inapropiadas y desafortunadas", por lo que constituían una "injerencia indebida en la soberanía del país".

Un comunicado de tono severo

  • "El ministro [Timerman] le expresó el profundo malestar y el enérgico rechazo del gobierno argentino por las impropias declaraciones del diplomático"
  • "La Argentina ha honrado todos sus compromisos en tiempo y forma en las condiciones que lo ha acordado en el 2005 y el 2010 y lo seguirá haciendo"
  • "El propio gobierno norteamericano conoce las consecuencias perversas de la sentencia del juez Griesa"
  • "El diplomático [Kevin Sullivan] parece ignorar la ley 26.984 del pago soberano local de la deuda exterior de la República Argentina aprobada por el Parlamento argentino"
  • "La Argentina lamenta que Estados Unidos no se haya unido al amplio consenso logrado en las Naciones Unidas sobre la necesidad de establecer un marco legal regulatorio para la reestructuración de deudas soberanas"
  • "De repetirse este tipo de intromisiones en los asuntos internos de la República Argentina se adoptarán las más severas medidas estipuladas en la Convención de Viena sobre la conducta de los representantes diplomáticos"
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Menos tensa, la Presidenta bajó el tono de sus críticas

En un acto en Ezeiza, aludió al discurso de su hijo Máximo en Argentinos Juniors
Por   | LA NACION










Borrón y cuenta nueva. Cristina Kirchner se mostró ayer como si nada hubiera pasado tras la crisis que se desató a partir de su encendido discurso del martes, que obligó al entonces presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, a dejar su cargo ante las acusaciones que le dedicó la Presidenta.
Sonaba el clásico "Avanti morocha", los papelitos celestes y blancos caían sobre el escenario y Cristina bailaba junto a Dulce Granados, la mujer del ministro de Seguridad bonaerense y mandamás de Ezeiza, Alejandro Granados.
En ese clima de distensión tras un día caliente en los mercados, la Presidenta bajó el tono de sus críticas y jugó con la interna política, tanto nacional como bonaerense.
De paso, envió un guiño a su hijo, Máximo Kirchner, a quien sin mencionar, aludió por primera vez desde que el fundador de La Cámpora se presentó en público hace dos semanas en su estreno como líder político de la juventud en el estadio de Argentinos Juniors.
"Solamente sirve crecer en economía cuando se crece con la gente adentro, como dice uno que yo sé", resaltó, y enseguida debió aclarar: "El de sanseacabó". Era en referencia a la ya famosa frase de su hijo cuando apuró a la oposición a que compitiera con Cristina en 2015.
El que entendió rápidamente, antes de que la Presidenta diera la pista central sobre su hijo, había sido el diputado Eduardo Wado de Pedro, quien sonrió apenas escuchó la alusión presidencial. Estaba en primera fila, junto a 27 intendentes bonaerenses. Integrante de la mesa chica de la quinta de Olivos, la idea económica del hijo de la Presidenta no lo tomó por sorpresa.
Lejos del tono encendido de su última presentación, Cristina Kirchner optó por un discurso corto y conciso, de apenas 20 minutos, durante la inauguración de un complejo de 216 casas y una escuela en Ezeiza.
Retomó la idea planteada por su hijo de focalizar el discurso electoral en el proyecto político del kirchnerismo, más allá de nombres y candidaturas anticipadas. "Tenemos la decisión, la voluntad y la fuerza para defender los intereses de un proyecto que es el proyecto de Nación, que no es de un partido, que no es de un sector ni de una persona", abundó.
Aunque esta vez dejó a un lado las críticas, no abandonó las consignas épicas. Dijo que su Gobierno representaba la generación del Bicentenario que hizo "honor a aquella otra generación que fundó la patria cuando le tocó pelear por la independencia nacional".
Ni Thomas Griesa ni los fondos buitre ocuparon su mensaje. Sólo mencionó la deuda externa previa a 2003 como una "torta amarga, de hiel" y solapadas críticas al sector agropecuario.
"Les llenan la cabeza a los productores de que queremos apropiarnos de sus cosas", planteó, mientras resaltaba la inversión de $ 260 millones que haría el magnate George Soros en Pehuajó para la producción de girasol confitado, desembolso que se trajo Cristina tras su reunión con el empresario en Nueva York.
Más allá del repaso de gestión, la interna bonaerense jugó su propio partido ayer desde Ezeiza. La Presidenta sentó en el acto al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, además de Wado de Pedro. Por teleconferencia apareció el intendente de Berazategui, Juan Patricio Mussi, bendecido por el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, como aspirante a la gobernación. Como suele hacer en tiempos preelectorales, la Presidenta repartió el apoyo. La sorpresa de la tarde, al menos para los intendentes -siempre proclives a analizar la política de los gestos-, fue la inesperada presencia del ministro del Interior, Florencio Randazzo, poco afecto a los actos oficiales..

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