Diario "Clarín". Buenos Aires, 30 de agosto de 2014.
Putin cruzó a la OTAN y le exigió no bromear con una potencia nuclear
La crisis internacional por el conflicto en Ucrania La Alianza del Atlántico Norte le había reclamado cesar las “acciones militares ilegales” en territorio ucraniano.
El presidente ruso, Vladimir Putin, reaccionó
con dureza frente a las advertencias de la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN), quien le había exigido que cesara sus “acciones
militares ilegales” en Ucrania. La respuesta del mandatario fue que no
se debe bromear con “una potencia nuclear” como Rusia.
Al hablar ante los participantes de un campamento juvenil en Seligher, Putin sostuvo que “Rusia es una de las mayores potencias nucleares, y no se trata de palabras sino de una realidad”. “No se debe bromear con una potencia nuclear”, advirtió. “Los socios de Rusia –continuó– deben entender que es mejor no meterse con nosotros”. Para atenuar sus frases, señaló que su intención “no es amenazar a alguien, sino sentirse seguro”.
El jefe de estado ruso también volvió a acusar a los soldados ucranianos de atrocidades contra los civiles en las provincias separatistas del este, Donetsky y Lugansk, y los comparó con los nazis. “Por triste que sea, esto me recuerda incluso a la II Guerra Mundial, cuando los ocupantes fascistas alemanes, sus tropas, rodearon nuestras ciudades, como Leningrado, y dispararon contra esas poblaciones y sus habitantes”, afirmó.
Reivindicó el “éxito considerable” de los rebeldes pro rusos en el este de Ucrania e invitó al mundo a asumir “la incapacidad de Kiev de establecer” el orden en la región. Putin sostuvo, además, que se debe “obligar a las autoridades ucranianas a iniciar negociaciones” con los separatistas.
Su encendido discurso se produjo tras la dura advertencia que le había hecho la Alianza del Atlántico Norte para que cesara sus “acciones militares ilegales” en Ucrania. “Condenamos firmemente el permanente desprecio de Rusia a sus obligaciones internacionales”, declaró el secretario general de la alianza occidental, Anders Fogh Rasmussen. “Instamos a Rusia a detener sus acciones militares ilegales, a cesar su apoyo a los separatistas armados y a tomar medidas inmediatas y verificables para una desescalada de esta crisis”, agregó.
Esta exhortación ocurre tras el informe difundido el jueves por la OTAN donde a través de imágenes satelitales se mostró la presencia en territorio ucraniano de más de 1.000 soldados rusos y blindados, algo que Moscú lo niega.
Alemania y Francia, por su parte, también alzaron el tono de sus reclamos y calificaron de “intervención militar” la acción de las fuerzas rusas en la frontera ucraniana. El canciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, “pidiendo que cese el ruido de botas rusas” porque la situación puede “salirse de control” y desembocar en una “confrontación inmediata” entre tropas rusas y ucranianas.
En tanto, los combates en el este ucraniano se siguen intensificando. Cada día mueren alrededor de 36 personas, según explicó la comisaria de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay. Desde el comienzo de los enfrentamientos, en abril pasado, se registraron al menos 2.600 muertos. El informe del organismo internacional señala que en los últimos meses hubo un aumento dramático de las víctimas civiles, producto del uso creciente de armas pesadas por parte de ambas partes.
La ONU acusa sobre todo a las milicias separatistas de graves violaciones a los derechos humanos, aunque también denunció que soldados ucranianos dispararon en varias ocasiones contra civiles.
Al hablar ante los participantes de un campamento juvenil en Seligher, Putin sostuvo que “Rusia es una de las mayores potencias nucleares, y no se trata de palabras sino de una realidad”. “No se debe bromear con una potencia nuclear”, advirtió. “Los socios de Rusia –continuó– deben entender que es mejor no meterse con nosotros”. Para atenuar sus frases, señaló que su intención “no es amenazar a alguien, sino sentirse seguro”.
El jefe de estado ruso también volvió a acusar a los soldados ucranianos de atrocidades contra los civiles en las provincias separatistas del este, Donetsky y Lugansk, y los comparó con los nazis. “Por triste que sea, esto me recuerda incluso a la II Guerra Mundial, cuando los ocupantes fascistas alemanes, sus tropas, rodearon nuestras ciudades, como Leningrado, y dispararon contra esas poblaciones y sus habitantes”, afirmó.
Reivindicó el “éxito considerable” de los rebeldes pro rusos en el este de Ucrania e invitó al mundo a asumir “la incapacidad de Kiev de establecer” el orden en la región. Putin sostuvo, además, que se debe “obligar a las autoridades ucranianas a iniciar negociaciones” con los separatistas.
Su encendido discurso se produjo tras la dura advertencia que le había hecho la Alianza del Atlántico Norte para que cesara sus “acciones militares ilegales” en Ucrania. “Condenamos firmemente el permanente desprecio de Rusia a sus obligaciones internacionales”, declaró el secretario general de la alianza occidental, Anders Fogh Rasmussen. “Instamos a Rusia a detener sus acciones militares ilegales, a cesar su apoyo a los separatistas armados y a tomar medidas inmediatas y verificables para una desescalada de esta crisis”, agregó.
Esta exhortación ocurre tras el informe difundido el jueves por la OTAN donde a través de imágenes satelitales se mostró la presencia en territorio ucraniano de más de 1.000 soldados rusos y blindados, algo que Moscú lo niega.
Alemania y Francia, por su parte, también alzaron el tono de sus reclamos y calificaron de “intervención militar” la acción de las fuerzas rusas en la frontera ucraniana. El canciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, “pidiendo que cese el ruido de botas rusas” porque la situación puede “salirse de control” y desembocar en una “confrontación inmediata” entre tropas rusas y ucranianas.
En tanto, los combates en el este ucraniano se siguen intensificando. Cada día mueren alrededor de 36 personas, según explicó la comisaria de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay. Desde el comienzo de los enfrentamientos, en abril pasado, se registraron al menos 2.600 muertos. El informe del organismo internacional señala que en los últimos meses hubo un aumento dramático de las víctimas civiles, producto del uso creciente de armas pesadas por parte de ambas partes.
La ONU acusa sobre todo a las milicias separatistas de graves violaciones a los derechos humanos, aunque también denunció que soldados ucranianos dispararon en varias ocasiones contra civiles.
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