Diario "Clarín". Buenos Aires, 30 de agosto de 2014.
Moscú intensifica su embestida contra la cadena McDonalds: ya cerró 12 locales
Los acusa de infracciones a las normas sanitarias Es en represalia por las sanciones que aplican EE.UU. y Europa contra Rusia a raíz del conflicto ucraniano.
El gigante de comida rápida McDonald’s
anunció ayer que las autoridades rusas han cerrado temporalmente 12
restaurantes de la compañía estadounidense en las ciudades de Moscú,
Stavropol, Sochi, Krasnodar y Ekaterimburgo.
La medida fue adoptada como represalia ante las duras sanciones económicas que vienen aplicando Estados Unidos y Europa al gobierno de Vladimir Putin, a quien acusan de brindar apoyo militar a las milicias separatistas de Ucrania.
“Estamos estudiando detenidamente el contenido de los documentos de la agencia para determinar lo que debe ser hecho para reabrir los restaurantes lo antes posible”, afirmó McDonald’s en un comunicado, tras quejarse por la arbitraria medida rusa.
Para justificar el cierre, las autoridades rusas sostienen que las sucursales de la casa de comidas rápidas está infringiendo normas sanitarias. “De los doce establecimientos cerrados temporalmente en Rusia, un tribunal ordenó que cuatro de ellos –tres en Moscú y uno en Ekaterimburgo– deberán seguir sin operar por un periodo más prolongado de tiempo” debido a supuestas violaciones de la legislación sanitaria, indicó McDonald’s.
Entre los restaurantes cerrados figura el simbólico primer local que abrió la cadena estadounidense en la plaza Pushkin de Moscú, en 1990. Además de estos cierres, un centenar más de establecimientos de la compañía en Rusia fueron objeto de inspecciones por parte de las autoridades locales.
McDonald’s expresó su “desacuerdo” con las duras medidas adoptadas por las autoridades rusas, y anunció su intención de “apelar” la decisión en la Justicia.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció esta semana la posibilidad de imponer nuevas sanciones económicas a Rusia para continuar presionando al gobierno de Putin ante la ayuda militar que le sigue dando a las milicias separatistas del este.
McDonald tiene más de 400 restaurantes en territorio ruso, donde trabajan más de 37.000 empleados. El primero fue abierto en el centro de Moscú durante el final de la era soviética, atrayendo colas gigantes de clientes.
La medida fue adoptada como represalia ante las duras sanciones económicas que vienen aplicando Estados Unidos y Europa al gobierno de Vladimir Putin, a quien acusan de brindar apoyo militar a las milicias separatistas de Ucrania.
“Estamos estudiando detenidamente el contenido de los documentos de la agencia para determinar lo que debe ser hecho para reabrir los restaurantes lo antes posible”, afirmó McDonald’s en un comunicado, tras quejarse por la arbitraria medida rusa.
Para justificar el cierre, las autoridades rusas sostienen que las sucursales de la casa de comidas rápidas está infringiendo normas sanitarias. “De los doce establecimientos cerrados temporalmente en Rusia, un tribunal ordenó que cuatro de ellos –tres en Moscú y uno en Ekaterimburgo– deberán seguir sin operar por un periodo más prolongado de tiempo” debido a supuestas violaciones de la legislación sanitaria, indicó McDonald’s.
Entre los restaurantes cerrados figura el simbólico primer local que abrió la cadena estadounidense en la plaza Pushkin de Moscú, en 1990. Además de estos cierres, un centenar más de establecimientos de la compañía en Rusia fueron objeto de inspecciones por parte de las autoridades locales.
McDonald’s expresó su “desacuerdo” con las duras medidas adoptadas por las autoridades rusas, y anunció su intención de “apelar” la decisión en la Justicia.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció esta semana la posibilidad de imponer nuevas sanciones económicas a Rusia para continuar presionando al gobierno de Putin ante la ayuda militar que le sigue dando a las milicias separatistas del este.
McDonald tiene más de 400 restaurantes en territorio ruso, donde trabajan más de 37.000 empleados. El primero fue abierto en el centro de Moscú durante el final de la era soviética, atrayendo colas gigantes de clientes.
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