The Guardian denunció presiones
del gobierno inglés por el caso Snowden
Scotland Yard defendió la legalidad de la detención de la
pareja del periodista que reveló los programas de espionaje. El servicio
secreto obligó al diario a destruir discos duros con archivos del topo de la
CIA por miedo a más filtraciones.
Perseguidos. El
diario inglés afirmó que la libertad de prensa en el Reino Unido está
amenazada.
El diario británico The Guardian denunció ayer presiones
masivas por parte del gobierno inglés por los documentos secretos filtrados por
el ex técnico de los servicios secretos estadounidenses Edward Snowden y que
fueron publicados por su periodista Alan Greenwald. En un duro artículo en el
que denunció que la amenaza al periodismo crece en el Reino Unido, el redactor
en jefe del diario, Alan Rusbridger, denunció que Londres le pidió la destrucción
o la entrega del material filtrado por Snowden, amenazando con una actuación
jurídica contra la publicación en caso contrario. Además, Rusbridger aseguró
que dos empleados del servicio secreto británico GCHQ supervisaron en el
edificio del diario la destrucción de discos duros de computadoras, en uno de
los "momentos más bizarros" de la larga historia de la publicación.
Según relató, primero se puso en contacto un funcionario de muy alto rango del
gobierno del primer ministro británico, David Cameron, hace algo más de dos
meses.
En dos encuentros que siguieron se le exigió la
destrucción o devolución de todos los materiales en los que trabajaba el diario
y hace más de un mes Rusbridger recibió una llamada telefónica del gobierno en
la que se le decía: "Ya se divirtieron bastante, ahora devuelvan el
material". En reuniones posteriores esas exigencias se repitieron, añadió
Rusbridger.
Rusbridger dijo que el "extraño" episodio y la
detención llevada a cabo el domingo en el aeropuerto londinense de Heathrow de
la pareja del periodista de the Guardian Glenn Greenwald muestra que la
libertad de prensa está amenazada en Gran Bretaña. La detención de nueve horas
del brasileño David Miranda, pareja de Greenwald, en virtud de una ley
antiterrorista, ha originado fuertes críticas en Brasil, en políticos de la
oposición británica y en abogados de derechos humanos. Greenwald fue el primer
periodista en publicar secretos de inteligencia británicos y estadounidenses
filtrados por Snowden, un ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de
Estados Unidos (NSA), quien recibió asilo temporal en Rusia tras una intensa
búsqueda por parte de Washington.
La policía británica justificó ayer como
"jurídicamente correcta" la detención temporal en la noche del
domingo de Miranda. El interrogatorio del brasileño de 28 años era
"necesario y adecuado" conforme a las leyes antiterrorista, afirmó la
policía de Londres en un comunicado. Además negó que Miranda no contara con la
presencia de un abogado y aseguró que un letrado estuvo presente durante el
interrogatorio. También se le ofreció asistencia jurídica, según Scotland Yard.
El canciller brasileño Antonio Patriota dijo incluso a su par británico William
Hague que la retención de Miranda fue "injustificable". La afirmación
fue formulada durante una charla telefónica sostenida entre los dos
cancilleres, cuyo tenor no ha sido revelado por el gobierno de Brasilia. A su
vez, el embajador del Reino Unido en Brasilia, Alex Ellis, afirmó en una nota
que Patriota y Hague sostuvieron una "conversación privada" sobre el
tema de la retención de Miranda en base a las leyes antiterroristas británicas,
y acordaron que "representantes de los gobiernos brasileño y británico
seguirán en contacto sobre el asunto". "Esta sigue siendo una cuestión
operativa de la policía metropolitana de Londres", agregó Ellis en un
comunicado, en el que afirmó que Hague dijo a Patriota que la detención del
brasileño fue "una cuestión operativa de la policía metropolitana de
Londres".
La ministra del Interior británica, Theresa May, fue la
primera integrante del gobierno en hablar públicamente del tema. May deslindó
cualquier responsabilidad y dijo que como política no se mete en acciones
policiales. En una entrevista con la BBC la ministra defendió el accionar y dijo
que había sido informada previamente. "No está claro que de hecho haya
cometido algún tipo de crimen al transportar material a través de
Heathrow", aseguró Rusbridger a BBC. "Creo que habrá una impugnación
legal sobre el uso de esa parte controvertida, la cláusula 7 del acta de
terrorismo y de su uso para obtener material periodístico", aseguró.
"Muchos periodistas del mundo viajan a través de Heathrow y creo que
algunos de ellos se pondrán algo nerviosos ahora".
El caso también generó una protesta por parte de la
organización Reporteros Sin Fronteras, que consideró el caso como una amenaza a
la libertad de prensa. "Los Estados más represores siempre identifican
periodismo con terrorismo, y las autoridades del Reino Unido se pasaron de los
límites", afirmó la entidad.
Diario “Clarín”. Buenos Aires, 21 de agosto de 2013
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