Diario "La Nación". Buenos Aires, Miércoles 29 de enero de 2014 |
El espionaje, hasta en Angry Birds: la NSA busca datos en las apps de los celulares
La agencia tiene un programa para recabar información de los usuarios de las populares aplicaciones
WASHINGTON.- Cuando el usuario de un celular inteligente abre Angry Birds
, la aplicación de un juego muy popular, es posible que haya espías
acechando tras bambalinas en busca de datos que revelen la locación,
edad, sexo y otras informaciones personales sobre el jugador, según
revelan documentos secretos de la inteligencia británica.
En su vigilancia masiva y global en busca de sospechosos de terrorismo y otros blancos, la Agencia de Seguridad Nacional
(NSA, por sus siglas en inglés) y su contraparte británica vienen
intentando explotar un subproducto básico de las telecomunicaciones
modernas: con cada nueva generación de tecnología móvil son más los
datos personales que se vuelcan a la Red.Entre las más valiosas de esas aplicaciones infiltradas por los servicios de inteligencia se encuentran las así llamadas "leaky apps" ("aplicaciones infiltrables"), que arrojan todo tipo de datos, desde los códigos de identificación de los usuarios de celulares hasta su ubicación.
La NSA y el Cuartel General de Comunicaciones británico trabajan en conjunto desde 2007 en la forma de recolectar y almacenar los datos de decenas de aplicaciones, según documentos aportados por Edward Snowden, ex contratista de la NSA. Desde entonces, las agencias intercambiaron fórmulas para apropiarse de datos de locación y planificación de un objetivo que usa Google Maps, así como para "chupar" agendas de contactos, listas de amigos, listados telefónicos e información geográfica incluida en fotos cuando alguien postea desde las versiones para móviles de Facebook, Flickr, LinkedIn o Twitter.
El alcance y las particularidades de la infiltración de datos todavía no están claros. Los documentos muestran que la NSA y la agencia británica obtienen de manera rutinaria la información de ciertas aplicaciones. En el caso de algunas aplicaciones nuevas, como Angry Birds, tienen las mismas posibilidades.
Las agencias ya venían interceptando el tráfico de información de las generaciones anteriores de celulares, como los mensajes de texto y los metadatos de prácticamente todos los segmentos de la red móvil. Recientemente, también se ocuparon del tráfico informático que corre por la autopista de Internet.
"La NSA no hace perfiles de los norteamericanos cuando se ocupa de su misión de inteligencia extranjera. Ya que algunos datos de personas de Estados Unidos a veces pueden ser recolectados incidentalmente por la NSA en sus misiones de inteligencia amparadas por la ley, a lo largo de todo el proceso existen sistemas de protección de la privacidad de los ciudadanos norteamericanos", según un comunicado de la NSA. Esas mismas protecciones también funcionan para los "ciudadanos extranjeros inocentes", agrega la agencia.
Los celulares son casi un llamado al espionaje. Funcionan como teléfonos -llamadas y mensajes de texto- y como computadoras -para navegar por la Red y enviar correos electrónicos-. Generan información y, al mismo tiempo, dependen de ella. La NSA y la agencia británica rastrillan esos datos, extraen información nueva y la comparan con sus listas de blancos de inteligencia.
Como otro ejemplo, un informe británico secreto de 2012 incluía el código necesario para extraer el perfil generado por los usuarios de Android cuando juegan al Angry Birds. La aplicación del juego fue creada por Rovio Entertainment, de Finlandia. La empresa ya fue blanco de críticas en 2012, cuando algunos investigadores señalaron que la aplicación rastreaba la locación de los usuarios, reunía otros datos y los pasaba a empresas de publicidad para celulares.
Rovio dice que es posible que recolecte información de los usuarios, pero que se atiene a ciertas restricciones. Por ejemplo, que "no recolecta a sabiendas la información personal de menores de 13 años".
Según los documentos, los perfiles varían dependiendo de la empresa de publicidad que los compile, que incluyen a Burstly y el servicio de avisos de Google, dos de las empresas más grandes del sector.
Los espías dicen que el rastreo del tráfico de los teléfonos inteligentes ayudó a desbaratar un atentado con explosivos de Al-Qaeda en Alemania, en 2007, y la NSA se jactó de haber frustrado ese complot tras entrecruzar datos de celulares.
Pero los datos representan una cantidad de información descomunal para que los espías puedan rastrillarla. Según revelan los documentos, la información de celulares se acumula en las bases de datos británica y de la NSA, y muchas veces esas agencias no saben qué hacer con todo eso.
Traducción de Jaime Arrambide.
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