Murió Dedé, la “mariposa” que enfrentó a la dictadura de Trujillo
Bélgica Mirabal era hermana de las tres mujeres asesinadas por el dictador dominicano.
Otros tiempos. Una foto de Bélgica Adela Mirabal, Dedé, en su casa de la ciudad de Santo Domingo, en 2008. /AFP
Santo Domingo. Especial -
17/02/14
Fue una íntima testigo de las atrocidades de la dictadura de Rafael Trujillo en la República Dominicana de los años 50 y 60.
Las sufrió en propia carne con los asesinatos de sus tres hermanas, las
“mariposas” de República Dominicana. Su lucha por esclarecer los
crímenes terminó hiriendo al tirano y ayudando a su caída. Bélgica Adela
Mirabal, Dedé para sus compatriotas, murió en Santo Domingo a los 88 años, convertida en un símbolo de la lucha de las mujeres contra la violencia.Ella dedicó más de medio siglo a honrar la memoria de sus hermanas. A pesar del miedo que había en su entorno, llevó adelante la investigación para demostrar que no había sido un accidente automovilístico la causa de las muertes. La verdad de los hechos, reconstruidos por Dedé con firmeza y determinación, convulsionó a la sociedad de la época y seis meses más tarde Trujillo era abatido.
Antes de la llegada del dictador al poder, los Mirabal eran una acomodada familia del municipio de Salcedo. Pero con la llegada de “El Jefe” perdieron casi toda su fortuna. Minerva, Patria y María Teresa, las tres hermanas de Dedé, comenzaron a vincularse con los grupos opositores, para luego sumarse al Movimiento 14 de Junio. Dentro de esa organización eran conocidas como Las Mariposas.
El grupo, liderado por Manuel Alvarez, marido de Minerva, era una agrupación que nucleaba estudiantes, campesinos y profesionales y no consiguió desarrollarse porque sufrió detenciones masivas, torturas, desapariciones y crímenes, pero permitió ver lo extendida que era la resistencia a Trujillo. El enfrentamiento con los Mirabal comenzó en los años 50. En una fiesta de San Cristóbal, el dictador -acostumbrado a tomar a cualquier mujer que le gustara- no toleró el desplante de Minerva ante una de sus insinuaciones para seducirla. Fueron más de diez años de terror para la familia.
El régimen mandó primero a la cárcel a su padre. Luego a los maridos de las tres hermanas y, por último, asesinó a machetazos a las tres mujeres, cuando volvían de una visita a la prisión tras verse con sus esposos. “¿Por qué a usted no la mataron?”, le preguntaban recurrentemente a Dedé , a lo que ella respondía: “Quedé viva para contarles la historia y que nadie la olvide”. A pesar de los años, la mujer siempre contaba que creía todos los días ver a Minerva “en el jardín, con su cabeza erguida, la mirada perdida en el infinito, recitando poemas”. De Patria recordaba “su voz cálida, su buen gusto y su refinamiento”. “Hasta para dormir se arreglaba con un pijamita de lujo”, decía. De María Teresa, en cambio, decía que no podía “rememorar nada”, que todos los recuerdos habían sido “borrados” de su memoria. Precisamente ésta fue la asesinada con más saña: la violaron y torturaron para que delatara a más gente pero, según confesaron sus propios asesinos, no lo consiguieron.
El crimen de las hermanas fue contado en “ La fiesta del chivo ”, el libro del peruano Mario Vargas Llosa, y llevado al cine en “El tiempo de las mariposas”, protagonizada por Salma Hayek (Ver En el cine...). En honor a esta valiente mujer junto a sus hermanas, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. La fecha fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999.
“ Dedé puede ahora descansar tranquila. La huella que gracias a ella han dejado sus hermanas ha trascendido el recuerdo de sus conciudadanos. La Provincia de Salcedo ahora se llama Hermanas Mirabal. Qué sería de nosotros si no fuera por todas las Minervas, Patrias, Marías Teresas y Dedés que nos guían. Sin todas las mariposas”, decía ayer el director de la película, Mariano Barroso, en el diario El País de Madrid.
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