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lunes, 16 de septiembre de 2013

REINO UNIDO. PRESIONES A THE GUARDIAN POR SNOWDEN



The Guardian denunció presiones del gobierno inglés por el caso Snowden
Scotland Yard defendió la legalidad de la detención de la pareja del periodista que reveló los programas de espionaje. El servicio secreto obligó al diario a destruir discos duros con archivos del topo de la CIA por miedo a más filtraciones.
Perseguidos. El diario inglés afirmó que la libertad de prensa en el Reino Unido está amenazada.
El diario británico The Guardian denunció ayer presiones masivas por parte del gobierno inglés por los documentos secretos filtrados por el ex técnico de los servicios secretos estadounidenses Edward Snowden y que fueron publicados por su periodista Alan Greenwald. En un duro artículo en el que denunció que la amenaza al periodismo crece en el Reino Unido, el redactor en jefe del diario, Alan Rusbridger, denunció que Londres le pidió la destrucción o la entrega del material filtrado por Snowden, amenazando con una actuación jurídica contra la publicación en caso contrario. Además, Rusbridger aseguró que dos empleados del servicio secreto británico GCHQ supervisaron en el edificio del diario la destrucción de discos duros de computadoras, en uno de los "momentos más bizarros" de la larga historia de la publicación. Según relató, primero se puso en contacto un funcionario de muy alto rango del gobierno del primer ministro británico, David Cameron, hace algo más de dos meses.
En dos encuentros que siguieron se le exigió la destrucción o devolución de todos los materiales en los que trabajaba el diario y hace más de un mes Rusbridger recibió una llamada telefónica del gobierno en la que se le decía: "Ya se divirtieron bastante, ahora devuelvan el material". En reuniones posteriores esas exigencias se repitieron, añadió Rusbridger.
Rusbridger dijo que el "extraño" episodio y la detención llevada a cabo el domingo en el aeropuerto londinense de Heathrow de la pareja del periodista de the Guardian Glenn Greenwald muestra que la libertad de prensa está amenazada en Gran Bretaña. La detención de nueve horas del brasileño David Miranda, pareja de Greenwald, en virtud de una ley antiterrorista, ha originado fuertes críticas en Brasil, en políticos de la oposición británica y en abogados de derechos humanos. Greenwald fue el primer periodista en publicar secretos de inteligencia británicos y estadounidenses filtrados por Snowden, un ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), quien recibió asilo temporal en Rusia tras una intensa búsqueda por parte de Washington.
La policía británica justificó ayer como "jurídicamente correcta" la detención temporal en la noche del domingo de Miranda. El interrogatorio del brasileño de 28 años era "necesario y adecuado" conforme a las leyes antiterrorista, afirmó la policía de Londres en un comunicado. Además negó que Miranda no contara con la presencia de un abogado y aseguró que un letrado estuvo presente durante el interrogatorio. También se le ofreció asistencia jurídica, según Scotland Yard. El canciller brasileño Antonio Patriota dijo incluso a su par británico William Hague que la retención de Miranda fue "injustificable". La afirmación fue formulada durante una charla telefónica sostenida entre los dos cancilleres, cuyo tenor no ha sido revelado por el gobierno de Brasilia. A su vez, el embajador del Reino Unido en Brasilia, Alex Ellis, afirmó en una nota que Patriota y Hague sostuvieron una "conversación privada" sobre el tema de la retención de Miranda en base a las leyes antiterroristas británicas, y acordaron que "representantes de los gobiernos brasileño y británico seguirán en contacto sobre el asunto". "Esta sigue siendo una cuestión operativa de la policía metropolitana de Londres", agregó Ellis en un comunicado, en el que afirmó que Hague dijo a Patriota que la detención del brasileño fue "una cuestión operativa de la policía metropolitana de Londres".
La ministra del Interior británica, Theresa May, fue la primera integrante del gobierno en hablar públicamente del tema. May deslindó cualquier responsabilidad y dijo que como política no se mete en acciones policiales. En una entrevista con la BBC la ministra defendió el accionar y dijo que había sido informada previamente. "No está claro que de hecho haya cometido algún tipo de crimen al transportar material a través de Heathrow", aseguró Rusbridger a BBC. "Creo que habrá una impugnación legal sobre el uso de esa parte controvertida, la cláusula 7 del acta de terrorismo y de su uso para obtener material periodístico", aseguró. "Muchos periodistas del mundo viajan a través de Heathrow y creo que algunos de ellos se pondrán algo nerviosos ahora".
El caso también generó una protesta por parte de la organización Reporteros Sin Fronteras, que consideró el caso como una amenaza a la libertad de prensa. "Los Estados más represores siempre identifican periodismo con terrorismo, y las autoridades del Reino Unido se pasaron de los límites", afirmó la entidad.
Diario “Clarín”. Buenos Aires,  21 de agosto de 2013

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