Diario "La Nación". Buenos Aires, Sábado 07 de abril de 2012
Dilma viaja a EE.UU. en busca de más influencia
Se reunirá con Obama pasado mañana
WASHINGTON.-
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, tendrá una larga lista de
deseos cuando visite pasado mañana la Casa Blanca, pero hay un objetivo
que se destaca por sobre el resto: una cena con Barack Obama.
No
es probable que eso ocurra. La decisión del presidente estadounidense de
no desplegar por completo una alfombra roja para Rousseff en Washington
simboliza la relación entre las dos gigantescas economías, que desean
convertirse en grandes aliadas, pero que no han encontrado todavía una
causa común que las acerque.Temas complejos como la situación en Siria, la política monetaria estadounidense, acuerdos de defensa de miles de millones de dólares y el "boom" de la exploración energética mar adentro de Brasil también estarán en la agenda para la reunión bilateral.
Otro punto que tratarán los líderes es el comercio bilateral. Las empresas norteamericanas esperan que el encuentro afiance la relación económica entre ambos países y sirva para impulsar nuevos acuerdos bilaterales.
Brasil es la sexta economía del mundo, pero es apenas el octavo socio comercial de Estados Unidos. El comercio bilateral el año pasado fue de 74.000 millones de dólares. En cambio, el comercio bilateral entre China y Estados Unidos fue de 503.000 millones de dólares.
Pero la atención se ha centrado en lo que funcionarios brasileños perciben como un rechazo del protocolo, que según dicen representa la negativa de Washington a reconocer por completo el reciente ascenso económico del país sudamericano y su creciente influencia en asuntos internacionales.
El cronograma de Rousseff para pasado mañana -que consiste en una reunión con Obama en la Casa Blanca, un almuerzo de trabajo y una conferencia con empresarios- contrasta con el recibimiento que tuvo el mes pasado el primer ministro británico, David Cameron.
El líder británico fue invitado a una cena formal de Estado en la Casa Blanca, aunque su viaje no era completamente oficial. Obama también llevó en avión a Cameron a un juego universitario de básquetbol en Ohio; ambos fueron fotografiados sonriendo, comiendo panchos y conversando con fans.
Funcionarios brasileños, en declaraciones bajo anonimato, dicen que consideran que su país no disfruta de una "relación especial" con Estados Unidos como Gran Bretaña.
Pero destacaron que Brasil oficialmente superó a Gran Bretaña el año pasado al convertirse en la sexta mayor economía del mundo, lo que justificaría que el gigante sudamericano fuera tratado como un socio importante en los próximos años.
"Existe la percepción de que una mayoría de personas en Washington no aprecian lo que está ocurriendo en Brasil", dijo un funcionario cercano a Rousseff. "No tenía que ser una visita de Estado, pero Obama podría haberla invitado a cenar o llevarla al Kennedy Center", agregó.
Agencias Reuters y AFP.
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