Diario "Clarín". Buenos Aires, 25 de setiembre de 2013.
Berlusconi vuelve a creer en el “amor sincero” y su novia quiere casarse
EN MEDIO DE UNA ETAPA POLÍTICA MUY COMPLICADA PARA IL CAVALIERE El ex premier italiano, de 77 años, y Francesca Pascale, de 28, protagonizan la portada de la revista Vanity Fair.
A punto de cumplir 77
años y con dos divorcios en su historia, el ex primer ministro italiano
Silvio Berlusconi confiesa que su actual novia, Francesca Pascale, de
28 años, le ha devuelto las ganas de creer en el “amor sincero” de las
mujeres. A su vez, la joven napolitana asegura que tiene la esperanza de
casarse con Il Cavaliere .
“Ahora sólo tiene que darme el
‘sí’”, dijo Pascale, en una entrevista en el próximo número de la
edición italiana de la revista Vanity Fair. La pareja protagoniza la
portada, cuyo título es un textual de la muchacha: “Yo me casaré con
él”.“En todas las situaciones más dolorosas de los últimos años, Francesca ha sabido estar cerca de mí. Me ha regalado alegría, sin pedir nada a cambio. Me ha devuelto las ganas de creer en el amor sincero de una mujer”, afirma el líder de la derecha italiana, en un adelanto de la entrevista difundido ayer.
Las imágenes de ambos, una de las pocas ocasiones en las que Berlusconi ha posado con una pareja para una revista, fueron tomadas en la residencia del ex premier en Arcore, próxima a Milán (norte de Italia), uno de los lugares donde acostumbraba ofrecer las fiestas privadas que tanta polémica generaron.
En la entrevista, Pascale explica cómo fue ella la que, cuando aún era menor de edad, decidió que tenía que llegar hasta Il Cavaliere y cómo logró el primer contacto con él cuando se hizo militante del partido político que Berlusconi quiere ahora relanzar, la conservadora Forza Italia.
“Enseguida le pregunté si podía dejarle el número de teléfono. Le pedí también el suyo. El me dijo: ‘Eres despiadada’. Era el 5 de octubre de 2006”, recuerda la joven, quien relata que esperó a declararse porque él estaba casado entonces con Verónica Lario, su segunda esposa, aunque eso no hizo que se disipara su amor por él.
Y a pesar de que los padres de la muchacha no veían con buenos ojos sus sentimientos –su madre le dijo que ellos también lo admiraban, pero que podía ser su padre– ella finalmente dio el paso de declararse, una vez separado, a fines de 2009.
“El me dijo: ‘Ni hablar, eres demasiado joven, no puedo darte el futuro que mereces ’”, asegura Pascale que le contestó Berlusconi, quien fue condenado en primera instancia el pasado junio a siete años de prisión e inhabilitación de por vida por abuso de poder e incitación a la prostitución de menores en el caso de la joven de origen marroquí “Ruby Robacorazones”.
Pascale, cuya presencia como novia de Berlusconi no trascendió a la escena pública hasta el año pasado, narra que no se rindió y siguió a su lado, incluso con el caso Ruby, hasta que en la Navidad de 2011 ambos se comprometieron.
“Las mujeres se le echaban encima... Era el período de la desilusión, de la incapacidad de sentir amor verdadero por una mujer... A sus ojos yo era una ilusa, una soñadora. No fue fácil para mí. Y a esas cenas (las que dieron origen al caso Ruby) no iba porque no habría conseguido controlarme”, afirma.
“Antes me limitaba a estar cerca de él, a compartirlo, a aguantar carros y carretas, pero mi amor me ha llevado a la exclusividad y a la felicidad de hoy”, agrega Pascale.
Sobre la posibilidad de convertirse en la tercera esposa del magnate de los medios una vez que sea definitivo su segundo divorcio, ella contesta: “Lo he buscado, lo he cortejado, le he hecho enamorarse y le he hecho comprometerse. Prácticamente lo he hecho y lo hago todo yo: él sólo tiene que decir ‘sí’”.
Berlusconi está viviendo una de las etapas más difíciles de su carrera política, que lleva más de dos décadas. Una vez más, su problema es la justicia, tras una sentencia definitiva en su contra emitida en agosto por el Tribunal Supremo de Italia, a raíz de un caso de “fraude fiscal” de su grupo Mediaset. Por esta razón, podría perder su escaño de senador.
Muchas son las mujeres –políticas, militantes del centroderecha o simples admiradoras– que en estos días han salido en su defensa. La última es su hija menor, Barbara Berlusconi, miembro también del consejo de administración del Milan. “La historia de la vida de mi padre es la de un político y un empresario, por cierto no la de un criminal”, enfatizó.
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