jueves, 4 de junio de 2015

EE.UU. OBAMA 2013 Obama y Rohani rompen 34 años de silencio entre Irán y EE.UU.




La Asamblea de la ONU / El inesperado acercamiento de dos adversarios

Obama y Rohani rompen 34 años de silencio entre Irán y EE.UU.

Hablaron por teléfono en la primera conversación de los máximos dirigentes de ambos países desde la revolución islámica de 1979; así, reforzaron las señales de apertura del nuevo líder iraní hacia Occidente
NUEVA YORK.- Durante décadas sólo se dieron la espalda. Nunca tuvieron a mano siquiera un teléfono rojo como Moscú y Washington en tiempos de la Guerra Fría. Pero ayer Estados Unidos e Irán, a través de sus respectivos presidentes, Barack Obama y Hassan Rohani, dejaron atrás más de 34 años de silencio y hablaron por teléfono en la primera comunicación directa entre líderes de ambas naciones desde la revolución islámica de 1979.
El diálogo selló el inesperado acercamiento, iniciado hace algunas semanas y acelerado en los últimos días, entre Irán y las potencias occidentales, en particular Estados Unidos, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Allí Rohani dio señales inequívocas, en reiteradas declaraciones, de querer acortar la brecha que distancia a Teherán de Occidente por el plan nuclear que expone a Irán, desde hace años, a durísimas sanciones económicas.
Y así como no hubo mediadores en el diálogo, tampoco los hubo en el anuncio. Fue Obama quien dio la noticia en declaraciones a la prensa, lo que fue confirmado por la presidencia iraní en su cuenta de Twitter. Rohani ratificó el giro diplomático y coincidió con el informe de Obama sobre el tema excluyente de la conversación: el programa nuclear iraní y el reinicio de las negociaciones para garantizar que Teherán no desarrolle armas nucleares.
"Hace unos minutos, hablé por teléfono con el presidente Rohani de la república islámica de Irán. Hablamos sobre los esfuerzos en curso para alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní", dijo Obama.
"Somos conscientes de los desafíos que enfrentamos. El hecho de que se trató de la primera comunicación entre los presidentes estadounidense e iraní desde 1979 evidencia la profunda desconfianza que existe entre nuestros dos países, pero también abre la perspectiva de superar esta historia difícil. Creo que hay bases para una resolución", agregó.
La última conversación entre un presidente norteamericano y un líder iraní fue en 1979, entre Jimmy Carter y el sha Mohammed Reza Pahlevi.
Los iraníes fueron más breves, pero igual de optimistas y asertivos que el líder norteamericano: "En conversación telefónica el presidente Rohani y el presidente @BarackObama expresaron su mutua voluntad política de resolver rápidamente el tema nuclear", señaló la presidencia en un tuit.
"De cara al futuro, el presidente Rohani y yo instruimos a nuestros equipos para que sigan trabajando rápidamente, en cooperación con el P-5 más uno, para buscar un acuerdo", dijo Obama. Hacía referencia a las estancadas negociaciones entre representantes de los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia), más Alemania, con diplomáticos iraníes.
Rohani no tiene margen para demoras: necesita aliviar cuanto antes las sanciones económicas de la ONU que pesan sobre su país por negarse a explicitar los pormenores de su programa nuclear. La economía tambalea, en parte, por las restricciones a la exportación de petróleo, entre otros perjuicios derivados de la penalización internacional.
Por más que Irán siempre afirmó que sus aspiraciones atómicas se limitan a usos civiles, nunca permitió una verificación exhaustiva y concluyente de expertos independientes a sus instalaciones. "Ambas partes tenemos preocupaciones importantes que tendremos que superar. Pero creo que tenemos la responsabilidad de continuar con la diplomacia y que tenemos una oportunidad única para avanzar con el nuevo liderazgo en Teherán", dijo Obama.
Estas declaraciones sobre el nuevo liderazgo de Rohani, elegido en junio pasado para suceder a Mahmoud Ahmadinejad, pueden anticipar otros cambios. Aunque no hubo mención explícita al respecto, ahora que se dirigen la palabra, se abre la alternativa de que Irán colabore con Estados Unidos y las demás potencias occidentales en una salida negociada a la guerra civil en Siria.
El régimen sirio de Bashar al-Assad cuenta entre sus más firmes aliados en su lucha contra las diversas milicias rebeldes a Irán y Rusia, ambos con interés en preservar o incluso aumentar su influencia en el conflictivo Medio Oriente.
Agencias ANSA, DPA, EFE y AFP.
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Opinión

La mejor ( y última) oportunidad de cambiar el juego

Por   | The New York Times

NUEVA YORK- En Irán parece reinar cierto aire de cordura. Los presidentes Hassan Rohani y Barack Obama casi se reúnen en Nueva York, algo que para los estándares de las relaciones entre Teherán y Washington durante los últimos 34 años implica un reacercamiento extraordinario y radical. Renace la esperanza, una vez más, de un avance entre los dos países que tendría las proporciones del acercamiento de Richard Nixon con China.
Pero es tanta la volatilidad actual en Medio Oriente y es tal el juego de espejos en Teherán, que la cautela extrema está garantizada. Como dicen los iraníes, "no todo lo que es redondo es una nuez" y no toda forma de "flexibilidad heroica" es una pipa de la paz. Irán siempre juega por lo menos a dos puntas: no hacerlo, les parecería simplista. Su religión chiita permite, llegado el caso, adornar la verdad para proteger la fe: una especie de simulación que cuenta con la aprobación divina. En esta tierra, nadie cree que el lenguaje directo y la virtud vayan de la mano.
Esas dos puntas del juego actual de Irán son más que evidentes. La primera es el acercamiento de Rohani, su rechazo del extremismo, sus conciliadores (y no aceptados) comentarios sobre los judíos y su categórica declaración de que "las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva no tienen cabida en la doctrina de seguridad de Irán".
La segunda punta es la fuerte participación del cuerpo de elite de la Guardia Revolucionaria en defensa del déspota sirio Bashar al-Assad y la multifacética campaña en curso del comandante de los Quds, Qassim Suleimani, quien convocó a los miembros de Hezbollah a ingresar en Siria y que lucha bajo la ambigua y muchas veces asesina consigna de resistir a Estados Unidos, Israel y Occidente.
El modo en que Alí Khamenei, líder supremo de Irán, se las ingenie para manejar estas dos corrientes dispares será decisivo para el destino del acercamiento entre Obama y Rohani. Por ahora, el uso hecho por Khamenei del término "flexibilidad heroica" sugiere que le dará una chance a la gesta conciliadora de Rohani. Tal como lo expresó un teólogo a la organización de noticias Tehran Bureau, ahora es "bienvenida la diplomacia, adiós al martirio".
Después de más de tres décadas de no comunicación, cualquier intento de diplomacia entre Estados Unidos e Irán está minado de potenciales malentendidos. Los términos de un eventual acuerdo nuclear no son un gran misterio. Grosso modo, implicaría poner un tope del 5% al enriquecimiento de uranio de Irán, y sólo bajo intensa supervisión internacional, con el cierre de las instalaciones subterráneas de Fordow y el abandono de toda planta de separación de plutonio; a cambio, se levantarían gradualmente las sanciones internacionales contra el país.
Pero el zigzagueante tema del programa nuclear, que avanzó durante muchos años sin producir un arma, siempre ha sido más político que otra cosa. Es la quintaesencia de la revolución iraní: el rechazo de la ideología y el tutelaje extranjeros, tras décadas de sentirse humillados por Occidente. La producción de bombas era un tema secundario, porque siempre entrañó el riesgo de la supervivencia de la República Islámica. Y Khamenei, en tanto "Guardián de la Revolución", maneja un negocio conservador.
Así que el punto crucial de las próximas negociaciones entre Estados Unidos e Irán es que Obama pueda convencer a Irán de que un acuerdo nuclear no es equivalente a un nuevo sometimiento o cooptación. Al mismo tiempo Khamenei debe asegurarle a Estados Unidos que la imparable búsqueda de una "resistencia" violenta contra Occidente e Israel se detendrá.
Un acuerdo nuclear no tendría demasiado sentido si no contempla la posibilidad de una eventual cooperación entre Estados Unidos e Irán en ciertas cuestiones estratégicas. Obama y Rohani concuerdan en que ya no vivimos en un mundo de "suma cero".
Ambos usaron esa expresión. Pero con las buenas intenciones no alcanza. Y ésta es la última mejor oportunidad de cambiar el juego: Estados Unidos e Irán no deben dejarla pasar.
Traducción de Jaime Arrambide.
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Una pastera polémica / Diferencias bilaterales

Mujica dijo que autorizará a la ex Botnia a aumentar la producción

Pese a la oposición argentina, el presidente uruguayo anticipó que permitirá que pase de 1,1 a 1,3 millones de toneladas, y que se lo comunicará a Cristina en la reunión que mantendrán el próximo lunes
Por   | Corresponsal en Uruguay
MONTEVIDEO.- El presidente del Uruguay, José Mujica, anunció que el lunes le transmitirá a su colega argentina,Cristina Fernández, una fórmula para que ambos países avalen el aumento de producción de la Planta Orion de la empresa UPM (ex Botnia), la que comprende nuevas exigencias de cuidado ambiental.
La movida de Mujica desacomodó a los negociadores porque hasta ahora no aparecía objeción de tipo ambiental a la solicitud de la compañía finlandesa, dado que hay aval explícito de la autoridad correspondiente. Pero el presidente uruguayo decidió buscar "alguna" concesión para la Argentina y se inclinó por esa fórmula.
La planta está detenida porque en este ejercicio prácticamente cumplió el máximo autorizado de producción y, luego de la parada anual por obras de mantenimiento, espera una resolución del Poder Ejecutivo para definir su funcionamiento.
Uruguay ha quedado en la disyuntiva de resolver unilateralmente si autoriza o no el pedido de mayor producción anual, frente a la resistencia de la delegación argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU).
La empresa no hace declaraciones ni acepta conversar fuera de micrófono: se limita a comunicados. La postura de Mujica ha desconcertado a los empresarios.
Todo se da en un contexto de presión social, debido a la paralización obligada que debe realizar la fábrica, hasta que comience un nuevo ejercicio anual, lo que se da en noviembre, deriva en perjuicios para centenares de trabajadores directos y una cantidad muy superior de indirectos, entre forestales, fleteros, funcionarios portuarios, servicios conexos, entre otros.
Líderes de la oposición propusieron a Mujica un respaldo político amplio para dar la concesión en forma unilateral, pero el presidente -fiel a su estilo negociador- ideó una fórmula para mostrar que le podía sacar algo a UPM y entregarle una concesión a la Argentina.
Mujica insistió ayer en comentarios que había hecho días atrás, pero al darle repercusión internacional con una agencia de noticias, generó nuevas expectativas.
Y otra vez usó el mismo recurso que en Montevideo. Dice que no puede hablar, pero habla. A la agencia Bloomberg le avisó: "No le voy a decir nada hasta que hable con la presidenta argentina". Pero segundos después, dijo que "la decisión" la tiene "tomada", que ya lo conversó "con UPM", y que ahora lo va a trasladar a Cristina Fernández. "Lo voy a hacer el [lunes] 30; es inminente", dijo.
Igualmente, luego contó que su fórmula está en "la media línea, con un tipo de exigencia para mejora ambiental de la propia compañía".
Añadió que, por una parte, "tiene que ver con una mejora en la refrigeración del agua que se manda al río", y, por otra, con "una baja en el tenor de fósforo que tiene el agua".
Para el presidente uruguayo, "es todo un paquete", y reconoció: "La decisión no es simple". ¿Quién tiene que responder a quién? El presidente insinúa que está esperando que la empresa le diga si hay "canje" de cuestiones ambientales y jurídicas. "Te doy para que tú me des, pero si tú no me das, no te doy", manifestó el presidente.
Pero la empresa ha comunicado que está esperando que el gobierno le responda si autoriza o no el incremento de producción.
Dos años después de comprar el negocio a Botnia, UPM planteó en 2011 la necesidad de aumentar su producción de la "actual de 1.000.000 de toneladas secas al aire por año [con un límite superior establecido en 1.111.250] a 1.300.000 con una variación que no exceda el 5% de este valor".
El gobierno habilitó el trámite y dio curso a la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), que tras analizar el caso, emitió un informe en el que sostiene que "como conclusión", no está previsto "que existan impactos negativos residuales de significación en caso de que se acceda a lo solicitado por la empresa".
Pero todo se trancó en la CARU. Para Uruguay, hace un año se inició un proceso que termina este mes, y que habilita a dar la autorización unilateral. Para la Argentina, ese plazo no arrancó nunca, porque no se le dio toda la información que pidió. Uruguay dice que respondió todo.
Ahora, Mujica quiere una fórmula transaccional. Y reactiva la discusión ambiental.
Hay expectativas diversas entre los que trabajan en esto. Unos pocos confían en que "Pepe" Mujica convenza a Cristina. Otros sostienen que la fórmula complicará más el diálogo en la CARU y abrirá otro frente, ahora ambiental. Y que eso dejará a Mujica con la misma disyuntiva: ¿autoriza o no a UPM sin el aval argentino? El presidente oriental insinúa que está dispuesto a dar ese paso, pero en su gobierno no se animan a confirmar que lo hará efectivamente.

Los pasos de un conflicto que retorna

Vuelve a enturbiarse la relación entre la Argentina y Uruguay
  • 2011? // UPM pide aumentar su producción
    La pastera finlandesa solicita autorización a la CARU para subir su producción de 1 a 1,3 toneladas
  • Marzo de 2012? // Resurge el conflicto bilateral
    Uruguay aceptó el pedido, pero lo condicionó al aval de la CARU. La Argentina lo rechazó
  • Mayo de 2012? // Permiso y nuevos cruces
    La CARU acepta el pedido de UPM. Comienza un intercambio de información entre los gobiernos
  • Marzo de 2013? // Plazos para una decisión unilateral
    Comienza a correr el plazo de 180 días tras el cual, según Uruguay, la autorización puede ser unilateral
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Diario "Clarín". Buenos Aires, 25 de setiembre de 2013.

Avance de Irán y los EE.UU. para negociar la crisis nuclear

LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ONUObama elogió los gestos de apertura del nuevo gobierno persa. Y apostó a la vía diplomática para resolver este diferendo. Su colega iraní saludó el diálogo y negó la búsqueda de armas atómicas.
  • Ana Barón

No hubo encuentro. Ni siquiera un apretón de manos. Sin embargo, durante los discursos que pronunciaron ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Barack Obama y su colega iraní, Hassan Rohani, se mostraron dispuestos a entablar una nueva relación bilateral entre Estados Unidos y la República Islámica de Irán después de más de 30 años de enfrentamiento. Es difícil saber si lo lograrán. Pero si ambos mandatarios tienen éxito sería, sin duda, el inicio de una era de détente en Oriente Medio.
En el epicentro del gran desafío está el plan nuclear iraní. “No pienso que una difícil historia pueda ser superada de la noche a la mañana”, dijo el presidente Obama. “Pero creo que, si podemos resolver el tema del programa nuclear iraní, eso puede ser un gran paso en un largo camino hacia una relación diferente, basada en intereses y respeto mutuo”, agregó el líder de la Casa Blanca. “La apertura diplomática en las últimas semanas puede proveer la base para un acuerdo sobre su programa atómico, pero las acciones deben confirmar las palabras,” aclaró el mandatario estadounidense.
De hecho, desde hace años existe el temor de que Teherán esté a punto de poder fabricar armas nucleares y por eso Estados Unidos y la ONU han impuesto contra Irán sanciones económicas muy severas, que han aislado a Teherán de la comunidad internacional.
Todo indica que, con el nuevo gobierno elegido en los comicios de junio último, Irán quiere ahora regresar a la escena internacional como un poder en Oriente Medio que debería tener voz y voto en la búsqueda de soluciones para conflictos como el sirio.
Ayer, al hablar ante la asamblea general de la ONU, la moderada elocuencia de Rohani fue un verdadero contraste con la retórica inflamatoria que solía utilizar su predecesor, Mahmud Ahmadinejad, cuando le tocaba hablar ante ese foro internacional. Sus declaraciones anti–Estados Unidos, anti–Holocausto y anti–Israel eran tan virulentas que la mayoría de las delegaciones occidentales abandonaban la sala cuando hablaba.
Rohani, al contrario, intentó poner fin a los temores que hay con respecto a su país al afirmar que “las armas nucleares no tienen lugar en la doctrina de defensa ni en la seguridad de Irán. Y contradicen nuestras convicciones fundamentales, religiosas y éticas.” “Irán no plantea absolutamente ninguna amenaza para el mundo,” dijo. “El programa nuclear de Irán (...) debe tener exclusivamente fines pacíficos. Quisiera declarar aquí de manera abierta y sin ambigüedades que éste ha sido siempre y será el objetivo de Irán”.
El nuevo presidente iraní propuso resolver el problema del programa atómico por la vía diplomática urgiendo a eliminar la amenaza militar de la mesa de las negociaciones. Según el mandatario persa, la vía militar nunca solucionó ningún problema en Oriente Medio y tampoco solucionará aquellos surgidos respecto de la guerra civil en Siria y de su propio país.
Obama, a su turno, cuando tomó la palabra, se pronunció en favor de una negociación diplomática con Irán y le pidió a su Secretario de Estado, John Kerry, que participe en la reunión que tendrá el Grupo 5+1 (Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Alemania) con el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, mañana.
Pero también sostuvo que Estados Unidos “está preparado a usar todos los elementos en su poder, incluyendo la fuerza militar para defender sus intereses en la región”.
Este año, el discurso de Rohani originó tantas expectativas que la sala estaba repleta. Rohani predicó desde el podio la paz y la tolerancia. Mientras hablaba, solamente brilló por su ausencia la delegación de Israel. De hecho, tanto el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como numerosos legisladores estadounidenses desconfían de Rohani. “Todos sabemos que Irán está tratando de fabricar el arma nuclear. La única manera en que podríamos creerle a Rohani es si mañana deja de enriquecer uranio por más del 20% y permite a los inspectores de la ONU inspeccionar todos los centros de energía nuclear”, dijo el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Diputados estadounidense, el republicano Mike Rogers.
El canciller persa afirmó, por su parte, que las grandes potencias e Irán tenían “una ocasión histórica para resolver el tema nuclear”. En su cuenta de Twitter, agregó sin embargo que los países del Grupo 5+1 “deben ajustar su actitud para que corresponda mejor al nuevo enfoque iraní”.
Según la Casa Blanca, el encuentro personal entre Obama y Rohani no fue posible porque los iraníes dijeron que actualmente era demasiado “complicado”. Falta saber cuál es la versión iraní.
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La asamblea de la ONU / Avanza el proceso de deshielo

EE.UU. e Irán aceleran el diálogo para un acuerdo por el plan nuclear

Representantes de los países del Consejo de Seguridad y de Teherán se reunirán el 15 de octubre para comenzar formalmente con las históricas negociaciones

NUEVA YORK.- Después de una semana de vertiginosos avances diplomáticos en el marco de las Naciones Unidas, donde Irán se mostró inusualmente abierto a la comunidad internacional, Estados Unidos, otras potencias y Teherán aceleraron ayer a fondo para alcanzar un acuerdo sobre el polémico programa nuclear.
Por lo pronto, los cancilleres convinieron que las negociaciones detalladas sobre el tema nuclear comenzarán formalmente el 15 de octubre próximo, en Ginebra, un avance significativo, dado que las negociaciones estaban en un punto muerto.
El programa nuclear iraní no sólo alimenta la tensión en un Medio Oriente de por sí volátil, sino que también enemista a Teherán de Occidente y lo expone a una serie de fuertes sanciones que sacuden al país de los ayatollahs.
Ayer el canciller iraní, Javad Zarif, dijo que esperaba que la disputa sobre el programa nuclear pueda solucionarse en un plazo razonable y que ello permita el levantamiento de "todas" las sanciones contra Irán. El ministro advirtió que espera que los miembros del Consejo de Seguridad más Alemania alcancen un acuerdo con Irán en el plazo de un año.
Zarif tuvo un encuentro a solas con John Kerry, el secretario de Estado norteamericano, antes de la reunión de cancilleres de las potencias y de Irán. Parte de un incipiente proceso de deshielo en la relación entre Washington y Teherán, la reunión fue la primera de tan alto nivel entre ambos gobiernos desde 1979.
"Hemos acordado tratar de continuar un proceso para concretar y encontrar una manera de contestar las preguntas que la gente tiene sobre el programa nuclear iraní", dijo, por su parte, Kerry, tras el encuentro.
El secretario de Estado señaló que, si bien Washington dio la bienvenida a la reunión y al "cambio en el tono", eso en sí "no responde aún a esas preguntas, y aún queda mucho por hacer".
La reacción de los cancilleres europeos al encuentro de las potencias también fue optimista, aunque cauta. La jefa de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo que la "reunión fue sustancial".
En tanto, el canciller británico, William Hague, dijo que hubo una "gran mejora en el tono y el espíritu" de parte de Zarif, en comparación con representantes de gobiernos iraníes anteriores.
La clave de los diálogos de ayer era aprovechar el acercamiento entre el presidente norteamericano, Barack Obama, y del flamante presidente iraní, Hassan Rohani, que se paseó como una estrella en la Asamblea General de la ONU, que congrega a los líderes del mundo entero.
Durante su discurso oficial en el plenario y en sucesivas declaraciones, Rohani, elegido a la presidencia en junio pasado como sucesor del intransigente Mahmoud Ahmadinejad, exhibió una etiqueta de líder moderado y sacó a relucir su disposición a encarar un deshielo con las potencias occidentales.
"No tenemos nada que ocultar", dijo en el discurso del martes ante la Asamblea General, en relación con sus proyectos nucleares.
Horas antes, el propio Obama, que ya había intercambiado cartas con Rohani, había tendido la mano al presidente iraní.
Desde su llegada al poder a mitad de año, Rohani dejó en claro que busca un alivio a las sanciones que el Consejo de Seguridad le impuso a su país en el correr de los años por su secretismo nuclear, las cuales redujeron sus vitales exportaciones petroleras y restringieron sus transferencias bancarias internacionales. Rohani aseguró además tener pleno apoyo del líder supremo del país, el ayatollah Ali Khamenei, última palabra en todas las cuestiones de Estado importantes, incluso el programa nuclear.

Siria: ultiman los detalles de la resolución

Tras meses de parálisis, los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, Francia, China y Gran Bretaña) están a un paso de lograr un acuerdo para una resolución sobre la destrucción del arsenal químico del régimen sirio.
Washington y Pekín concuerdan en la necesidad de que la resolución sea vinculante -es decir que incluya sanciones en caso de incumplimiento por parte de Damasco-, dijo ayer un funcionario norteamericano, tras el encuentro entre el secretario de Estado John Kerry y el canciller chino, Wang Yi.
En tanto, el canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo que su país y EE.UU. se pusieron de acuerdo sobre el borrador de resolución.
Agencias AP, AFP, EFE y ANSA.
Del editor: cómo sigue.
Los avances, impensables hace sólo unos meses, no logran borrar la desconfianza alimentada durante décadas entre Irán y EE.UU.
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El escenario

En Teherán, la apertura trae esperanza, pero también escepticismo

Por   | Agencia AP

Teherán.-En un callejón en ruinas de la ciudad de Teherán, al jornalero Mohammed Hasanzadeh le preocupa más conseguir una changa que la diplomacia internacional, pero lo tranquiliza saber que el presidente Hassan Rohani intenta encontrar un terreno común de diálogo con Occidente. "Yo no lo voté, pero parece ser un buen presidente -dice Hasanzadeh-. Rohani no busca pelea, sino aliviar las tensiones, y eso nos favorece."
Aunque la apertura de Rohani está lejos de contar con un apoyo total -la poderosa Guardia Revolucionaria, por ejemplo, parece inquieta por el ímpetu del nuevo presidente-, el cambio de tono hacia Occidente despertó una cauta esperanza entre la gente.
A los liberales les resulta muy prometedor que este mes el gobierno haya liberado a más de 90 presos políticos de las protestas de 2009.
Los comerciantes, por su parte, están a la espera de una señal que augure una flexibilización de las sanciones como parte de un paso a paso en las negociaciones por el programa nuclear de Irán. Y algunos simplemente agradecen un cambio respecto del estilo beligerante de Mahmoud Ahmadinejad, predecesor de Rohani.
"Lo que yo veo es que Rohani es un hombre respetuoso y Ahmadinejad no lo era", dice Hassan Makani, un obrero de la construcción, de 42 años. No es ésta, sin embargo, la primera vez que Irán atraviesa por algo así. El presidente reformista Mohammed Khatami llegó al poder en 1997, en medio de una gran expectativa por un acercamiento a Washington y un retroceso de los elementos más radicalizados del gobierno. Pero Khatami fue pronto aplastado por sus opositores conservadores.
Las presiones que debe soportar Rohani son ahora incluso mucho mayores, por más que cuente con el aparente apoyo del supremo líder ayatollah, Ali Khamenei.
Su gran desafío es reanudar el diálogo sobre la cuestión nuclear con las potencias del mundo y convencer a Estados Unidos de que si disminuye las sanciones económicas será recompensado con concesiones por parte de Irán. Pero la Guardia Revolucionaria podría aguarle la fiesta, si considera que Rohani va demasiado lejos y demasiado rápido.
Entretanto, muchos iraníes están encantados por la energía positiva que se respira después de los ocho años de imprecaciones que salían de la boca de Ahmadinejad.
Ziba Seddighi, vecina de Teherán, habla con entusiasmo del "hermoso diálogo" que puso en marcha Rohani, que el martes usó su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas para impulsar "la esperanza, la racionalidad y la moderación".
Los comerciantes y empresarios, en cambio, están más pendientes del pedido de Rohani para que Occidente morigere las sanciones.
"En los hechos concretos, aún no cambió nada, pero el cambio más grande ha sido revivir la esperanza", sintetiza Bita Nazari, una joven iraní.
Traducción de Jaime Arrambide.
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El escenario

La flexibilización iraní, un desafío para Israel

Por  y   | Agencia Reuters
JERUSALÉN.-El abordaje conciliador hacia Occidente del nuevo presidente iraní, Hassan Rohani, y el matizado enfoque con respecto al de su predecesor, Mahmoud Ahmadinejad, que negaba el Holocausto, generaron fuertes sospechas de Israel sobre los fines nucleares de Teherán.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que su país no se dejará engañar por el compromiso internacional de Rohani, y que el mundo tampoco debería hacerlo.
Por ello, cuando Netanyahu llegue a las Naciones Unidas, la semana que viene, llevará a cabo lo que los colaboradores describen como una misión para desenmascarar a la nueva administración iraní, en la que Occidente ve a un potencial socio en las negociaciones que buscan poner fin a lo que teme sea el posible desarrollo de armas atómicas de Teherán.
"Habíamos anticipado desde la elección de Rohani que habría diálogo de Estados Unidos con Irán", dijo un funcionario israelí que participa del foro anual de la ONU. "Nuestra meta es asegurar que esas conversaciones, si se producen, sean acompañadas por acciones, y pronto. Los iraníes sonríen, pero aún mienten, y eso tiene que ser expuesto", agregó.
Irán argumenta que su programa nuclear es exclusivamente para fines pacíficos. Pero Israel, considerado el único país de Medio Oriente con arsenal atómico, demanda que Teherán retrotraiga todos sus proyectos nucleares, incluidos el enriquecimiento de uranio y la producción de plutonio, que pueden llevar al desarrollo de una bomba.
En conversaciones en la Casa Blanca el próximo lunes con el presidente Barack Obama, y en su presentación ante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, al día siguiente, Netanyahu apuntará a lo que considera un doble discurso iraní que busca eludir las sanciones internacionales mientras entra en la etapa final de creación de armas nucleares.
En su debut el martes pasado en la ONU, boicoteado por la delegación israelí en la Asamblea, Rohani comprometió la voluntad de Irán de participar inmediatamente en conversaciones sobre el tema nuclear. No obstante, no brindó nuevas concesiones. Ayer, en tanto, Rohani instó a Israel a firmar el Tratado sobre la No Proliferación Nuclear y someter así al control internacional el arsenal atómico que se sospecha posee.
Con el antecesor de Rohani, el ex líder de línea dura Ahmadinejad, fuera de juego, el Estado judío ahora está obligado a calar más hondo entre líneas en la retórica iraní para intentar develar la intransigencia de su archienemigo..
UN MARCADO GIRO DISCURSIVO EN TEHERÁN

 

Histórico encuentro entre los cancilleres de EE.UU. e Irán

ORIENTE MEDIO Se reunieron con ministros de otras potencias para discutir el plan nuclear iraní. Es la primera vez que funcionarios de alto nivel de los dos países conversan tras 34 años de ruptura diplomática.
  • Ana Baron

Hasta ahora el acercamiento entre Irán y EE.UU. había sido fundamentalmente retórico y gestual. Pero a partir del encuentro que tuvieron ayer el secretario de Estado John Kerry y el ministro de Relaciones Exteriores iraní Javal Zarif, sin precedentes desde 1979, comenzó una nueva etapa en la que podrá comprobarse si el deshielo será real.
Una reunión histórica, el más alto nivel de contacto luego de 34 años de congelamiento diplomático.
El diálogo entre ambos cancilleres tuvo lugar en el marco de la reunión del grupo 5+1 integrado por EE.UU., Rusia, Gran Bretaña, Francia, China y Alemania, con Irán para discutir el programa nuclear iraní.
A la salida de la reunión, Kerry dijo que el encuentro había sido positivo pero que “todavía queda mucho por hacer”. Zarif fue más optimista y habló de un plazo: dijo que habían establecido el objetivo de “ alcanzar (un acuerdo), con un poco de suerte en un año”, declaró. Lo que está sobre la mesa es el levantamiento de las sanciones económicas que tanto necesita el gobierno iraní a cambio de que el presidente Hassan Rohani acepte frenar el enriquecimiento de uranio necesario para las fabricación de armas nucleares.
El Grupo de los 5+1 acordó ayer con Irán continuar las negociaciones en Ginebra, el 15 y el 16 de octubre próximo. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, dijo que las conversaciones de ayer habían sido “sustanciosas” y que se “habían desarrollado en una buena atmósfera”.
Según Ashton, la presencia de Zarif fue por sí misma “un cambio en la dinámica” y todos los ministros tuvieron la oportunidad de exponer sus puntos de vista.
Durante el discurso que pronunció el martes frente a la Asamblea General de la ONU, Rohani dijo que las armas nucleares no tienen lugar en la doctrina de defensa ni en la seguridad de Irán. Y contradicen sus “convicciones fundamentales, religiosas y éticas.” “Irán no plantea absolutamente ninguna amenaza para el mundo”, dijo.
Mas aún, ayer Rohani dijo que los temores que hay en torno del programa iraní deben ser superados rápidamente. En el discurso que pronunció durante la conferencia sobre desarme que tuvo lugar al margen de la Asamblea General de la ONU, dijo que podía alcanzarse ese objetivo en tres o seis meses.
En una entrevista con Christiane Amanpour, de CNN, Rohani reconoció la existencia del Holocausto, algo que Ahmadinejad siempre había negado. “Todo crimen contra la humanidad que tiene lugar en la historia, incluyendo el crimen de los nazis contra los judíos como también contra los no judíos, es condenable. Cualquiera sea el crimen que cometieron contra los judíos, los condenamos”, dijo.
Pero luego de haberle enviado esta señal de acercamiento a Israel, por la tarde Rohani urgió al gobierno israelí a que firme el Tratado de No Proliferación Nuclear, y señaló que es el único país de la región que todavía no lo ha firmado.
De acuerdo a la Asociación para el Control de Armas, Israel tiene entre 100 y 200 toneladas de cabezas nucleares.
Según Rohani, el objetivo debería será la eliminación de todas las armas nucleares de la región. “Casi cuatro décadas para eliminar los esfuerzos para establecer una zona libre de armas nucleares lamentablemente han fracasado”, dijo Rohani. “Es necesario dar pasos prácticos para establecer esa zona. Israel, el único país que no adhirió al Tratado de No Proliferación, debe adherir. Y, consecuentemente, todas las actividades en la región deben ser sujetas a las salvaguardias de la Agencia Internacional de Energía Atómica”, agregó.
Lo que Rohani no dijo es que, si bien Irán es parte de ese tratado, nunca ha permitido que los inspectores de la AIEA ingresen en los centros donde se sospecha que Irán esta a punto de fabricar las armas nucleares.
De todas maneras, a la salida de la reunión del grupo de los 5 +1 con Irán, el canciller británico, William Hague, dijo que “ha habido una gran mejora en el tono”, con un acuerdo para que haya “negociaciones detalladas” en Ginebra, por lo que consideró que ayer hubo “un buen comienzo” para relanzar el proceso.
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Diario "La Capital". Rosario, Miércoles, 25 de septiembre de 2013 

Obama abrió la vía diplomática para resolver el litigio nuclear con Irán

El presidente de EEUU pidió gestos claros por parte de Teherán, y reclamó una resolución fuerte sobre las armas químicas en Siria.


Acercamiento. El presidente iraní, Hasan Rohani, se mostró dispuesto a iniciar conversaciones con EEUU.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró ayer ante el pleno de las Naciones Unidas que está dispuesto a darle una oportunidad más a la vía diplomática, tanto en el conflicto con Siria como con el diferendo iraní por su programa nuclear, pero dejó claro que esta vía política está condicionada al cumplimiento de estos países de sus obligaciones internacionales. En un gesto conciliador hacia Teherán, Obama saludó en su discurso ante la Asamblea General de la ONU el aparente cambio de rumbo del gobierno de Irán bajo el mandato de Hasan Rohani, aunque subrayó que las declaraciones del nuevo líder persa deben ser sustentadas con "acciones verificables" en torno a su controvertido programa nuclear. "Las palabras conciliatorias deben ser probadas con acciones transparentes y verificables", sostuvo Obama. "No creo que la difícil historia (común) pueda ser superada de la noche a la mañana, la desconfianza es demasiado profunda. Pero creo que si podemos resolver la cuestión del programa nuclear de Irán, eso puede servir como un gran paso en un largo camino hacia una relación diferente, una basada en intereses y respeto mutuo", afirmó.
Horas más tarde, en su primera aparición en este foro, Rohani dijo que está preparado para comprometerse en conversaciones nucleares "acotadas y orientadas a la obtención de resultados". "Escuché atentamente los dichos del presidente Obama a la Asamblea General", dijo Rohani. "Acorde al deseo político de los líderes estadounidenses y esperando que se abstengan de hacer caso al interés a corto plazo de los grupos de presión belicosos, podemos llegar a un marco de acuerdo para afrontar nuestras diferencias", agregó en un discurso en el que no buscó incrementar las tensiones con Washington. Pero en una señal de las dificultades que los países afrontan en su intento de acercamiento tras décadas de hostilidades, funcionarios estadounidenses e iraníes no lograron arreglar un encuentro entre los líderes en los márgenes de la reunión de la ONU. Durante la jornada, hubo crecientes rumores de un encuentro cara a cara entre ambos dignatarios al margen de la Asamblea, algo que finalmente no se concretó.
En su discurso, ampliamente centrado en la región de Medio Oriente y el norte de Africa, Obama también insistió en la importancia para la estabilidad de esa región y del resto del mundo en que palestinos e israelíes logren resolver sus diferencias y llamó en este sentido a la comunidad internacional a respaldar sin fisuras las negociaciones de paz bilaterales en las que media Washington. "Es hora de que la comunidad internacional respalde los esfuerzos de paz", reclamó el mandatario.
Firmeza con Damasco. Otro escenario que requiere de una acción internacional unificada es el conflicto en Siria, continuó Obama. Por ello, urgió al Consejo de Seguridad a que apruebe una resolución "fuerte" sobre sus armas químicas que pueda dar nuevas fuerzas a un "esfuerzo diplomático", a la par que reclamó "consecuencias" en caso de que Damasco no cumpla. "Tiene que haber una resolución fuerte del Consejo de Seguridad para verificar que el régimen de (Bashar) Assad cumple sus obligaciones y debe haber consecuencias si no lo hace", reclamó. En juego está el propio prestigio de la ONU, advirtió, porque de no ser capaz la comunidad internacional de lograr este acuerdo de mínimos, "se demostrará que la ONU es incapaz de implementar las leyes internacionales más básicas".
Por el contrario, "un acuerdo sobre las armas químicas debería dar vigor a un esfuerzo diplomático más grande para lograr un acuerdo político en Siria", sostuvo Obama, quien pese a ello desechó tajante la posibilidad de que Assad pueda seguir gobernando en el futuro en vista de las "abrumadoras" pruebas de que el régimen de Damasco es el responsable del ataque químico del 21 de agosto. "Un líder que ha masacrado a sus ciudadanos y gaseado a niños hasta la muerte no puede recuperar la legitimidad para liderar un país gravemente fracturado", enfatizó.
Crucial reunión
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Javad Zarif, se reunirán mañana en la sede de las Naciones Unidas, en un histórico encuentro de alto nivel con los representantes de otras cinco naciones para discutir el controvertido programa nuclear de Teherán y su desmantelamiento.
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Giro diplomático / El impacto regional / El escenario

Un acuerdo que reconfigura el poder en Medio Oriente

Por   | Agencia Reuters

DUBAI.- El acuerdo alcanzado entre Irán y las potencias, que abre la puerta a un descongelamiento de la disputa iraní-norteamericana (que duró casi tanto como la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética), causa alarma en Israel y entre gobernantes del mundo árabe, que temen una nueva hegemonía regional hostil a sus intereses.
Y no es para menos. Un acuerdo definitivo podría inclinar la balanza del poder en Medio Oriente a favor de Teherán, después de dos años de revueltas populares que debilitaron a las naciones árabes de la región.
El acuerdo para poner límites, pero no desechar, el enriquecimiento de uranio en Irán, que para Occidente siempre tuvo el fin de desarrollar una bomba, tiene implicaciones que van más allá de la proliferación de armas, en una región marcada por la guerra y crucial para el mundo por sus reservas de petróleo.
Para algunos Estados del Golfo, que consideran que Teherán es el camorrero de la región, y para Israel, que ve en Teherán una amenaza letal, el acuerdo de Ginebra implica que fracasaron en disuadir a Washington de un curso de acción que sospechan que terminará en lamentos.
Irán será más rico y fuerte gracias a la flexibilización y potencial eliminación de las sanciones que tienen jaqueada su economía, dando pie a los gobernantes islamistas para que aumenten su apoyo a sus aliados chiitas de los países árabes, según afirman quienes critican el acuerdo.
Por el contrario, los que lo apoyan dicen que el acercamiento entre dos potencias largamente enemistadas podría estabilizar una región en caos y reducir las luchas sectarias que han enfrentado sangrientamente a sunnitas y chiitas.
Como los centros históricos del poderío árabe, como Egipto, Siria e Irak, están debilitados por la insurgencia y las tensiones sectarias, un nuevo comienzo con Teherán emerge como un potencial logro alentador para un gobierno como el de Barack Obama, que busca un éxito en materia de política exterior.
Rami Khouri, de la Universidad Norteamericana de Beirut, describe el acuerdo como "algo muy bueno" que podría conducir a un acercamiento entre los gobernantes religiosos de Teherán y los líderes de los Estados árabes del Golfo, aliados de Estados Unidos.
"Si las negociaciones avanzan y las sanciones son levantadas progresivamente, la economía de Irán cobrará impulso, y también los sectores liberales. Pienso que poco a poco veremos progresos sociales y políticos en ese país", dijo Khouri.
"En el corto plazo, alienta la cooperación entre Estados Unidos e Irán para intentar negociar con Siria. Se está gestando una amenaza común: los militantes sunnitas bombardearán a los iraníes, bombardearán a Estados Unidos, como ya hemos visto, así que en este momento ellos son enemigos de todos."
Los expertos dicen que los países del Golfo intentarán consensuar una estrategia diplomática y de seguridad para reducir su vulnerabilidad frente a un Irán en resurgimiento, que ahora contempla con ansias un futuro libre de sanciones.
Por su parte, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que el acuerdo provisorio era un error histórico porque "el régimen más peligroso del mundo dio un paso decisivo para obtener el arma más peligrosa del mundo". Netanyahu reafirmó la histórica amenaza de Israel de tomar acciones militares contra Irán, aunque un miembro de su gabinete de seguridad reconoció que el pacto coarta esa posibilidad.

Intromisión

En el corazón de las preocupaciones de los países del Golfo está la convicción de que los funcionarios moderados de Irán que negociaron no son los hombres fuertes que están a cargo de lo que consideran una intromisión chiita en los países sunnitas.
Los árabes del Golfo citan como ejemplo el apoyo de Irán al presidente sirio Bashar al-Assad, miembro de una secta desprendida de los chiitas, que ya lleva dos años y medio en guerra contra los rebeldes sunnitas apoyados por los árabes del Golfo.
Un alto funcionario de los países árabes cercano al pensamiento del gobierno saudita dijo que la actitud del reino sigue siendo de "sospecha", basada en los movimientos de Irán en Siria, Yemen y Bahrein.
"El arsenal atómico no es el único arsenal que tienen. El que debe preocuparnos es el arsenal escamoteado -dijo-. Ya hemos recibido muchos acuerdos y promesas de ellos en el pasado. Ahora esperamos ver alguna actitud correctiva."
La revelación de que altos funcionarios norteamericanos habían mantenido conversaciones bilaterales secretas con su contraparte iraní para preparar el acuerdo nuclear tal vez haya exacerbado los temores de los países del Golfo de que Washington pretende sellar un pacto con Irán a sus espaldas.
Muchos árabes del Golfo sospechan que los intereses comerciales que han conducido durante décadas las relaciones de Estados Unidos con ellos son los mismas que ahora llevan a Washington a negociar con Teherán. "Estados Unidos tiene sus intereses: Irán es un mercado lucrativo. Los iraníes tienen mucha infraestructura que reconstruir, lo que podría generar miles de millones de dólares para las empresas petroleras norteamericanas y británicas", dijo Abdullatif al-Mulhim, comodoro retirado de la armada saudita.
Además, algunos árabes del Golfo temen que un Estados Unidos cada vez más autosuficiente desde el punto de vista energético, gracias al shale gas que produce en casa, pierda interés en custodiar el estrecho de Ormuz, arteria por la que pasa el 40% del petróleo que se embarca.
Sami al-Faraj, asesor en seguridad del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), dijo que los gobiernos del Golfo ahora trabajarían diplomáticamente en un acuerdo sobre el nivel de seguridad necesario para sentirse protegidos contra cualquier ambición de dominio de Irán y dejó entrever que los árabes se sienten dejados de lado con este acuerdo.
Traducción de Jaime Arrambide .
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Optimismo en una Teherán asfixiada

Satisfacción en las calles por un acuerdo que aliviará la economía de las familias
TEHERÁN (AFP).- "¡Gracias a nuestros negociadores!", exclama Ahmad, un estudiante de Teherán satisfecho después del acuerdo alcanzado entre Irán y las grandes potencias sobre el programa nuclear, lo que supondrá el levantamiento de algunas sanciones económicas occidentales contra Teherán.
Irán vive desde 2006 bajo el peso de las sanciones internacionales, que se vieron incrementadas el año pasado, sumiendo al país en una profunda crisis económica.
Con una inflación interanual del 36% y una tasa de desempleo superior al 11%, la producción industrial cayó en picada y el precio de los productos de consumo aumentó de forma constante.
El embargo bancario y la desconexión de la red de transferencias internacionales afectaron entre otros sectores al de la salud. El precio de los medicamentos se disparó y su importación se hizo cada día más complicada, sobre todo para los tratamientos prolongados de enfermedades graves.
Hamed Mohamadi, un residente de Teherán de 30 años y empleado del sector privado, espera que la cotización de las divisas extranjeras disminuya tras el acuerdo.
"Eso significará que el precio de las cosas será gradualmente más bajo en riales [la moneda iraní]", explicó.
Los cambistas confirmaron que el éxito de las negociaciones afectará directamente el valor del dólar con respecto al rial.
El optimismo reina desde la victoria en junio del presidente Hassan Rohani, considerado moderado y que lanzó una política de apertura hacia Occidente. El dólar, que costaba 38.000 riales en febrero, bajó aproximadamente un 20% desde agosto.
Mohammed Amini, propietario de un comercio de ropa en un barrio próspero de Teherán, explica que tuvo que llamar de regreso a su hijo que estudiaba en Europa.
"Yo no podía continuar pagando sus estudios. Ahora espero que el dólar baje y que mi hijo pueda viajar nuevamente para continuar estudiando", sostiene..
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El análisis

Volvió el Obama de las jugadas audaces

Por   | LA NACION

WASHINGTON.- Como pocas veces, el anuncio del acuerdo histórico con Teherán encuentra al gobierno de Barack Obama necesitado con urgencia de un logro de peso.
Uno que le permita confrontar el mal humor social que, según comprobaron las encuestas esta semana, lo castigó con el mínimo de imagen positiva. Apenas el 30% de los norteamericanos considera que, en general, las cosas van en la dirección correcta.
Si los sondeos venían midiendo un creciente cortocircuito entre Obama y los norteamericanos, lo de ayer tiene el potencial de sacudir esas lecturas. Pero, al mismo tiempo, enfrentarán al presidente con un rumbo que es absolutamente suyo y que tiene la posibilidad de granjearle poderosos enemigos. Dentro y fuera del país.
El paso ratificado ayer ata a Obama a la suerte de ese nuevo curso que abrió con Teherán, el gobierno al que Israel califica como "el más sospechoso del mundo".
Un telefonazo en la última hora de anoche de Obama a Benjamin Netanyahu pretendía no perder del todo al que, hasta ahora -si bien cada vez con más reticencias-, podía definir como su principal aliado estratégico en la región.
Según se recogía anoche, la relación había llegado a su punto más bajo. No sólo por el acuerdo al que Israel considera un "error histórico", sino por cómo se gestó.
La noción, confirmada ayer, de que hubo conversaciones reservadas en los últimos meses entre Teherán y Washington alimentaba conjeturas de nuevos matices en lo que, hasta ahora, fue el juego de alianzas en Medio Oriente.
Anoche crecía la conjetura de si un eventual acercamiento de Washington a Teherán no podría facilitar entendimientos en áreas más allá de lo específicamente nuclear. La hipótesis encontraba cultores con el correr de las horas.
Lo que queda claro es que el pacto de Ginebra marca un nuevo hito en lo que fue el mapa de confianzas y desconfianzas en la región más convulsionada del planeta.
El esfuerzo lleva la firma de Obama y de su apuesta decidida por la diplomacia. Vuelve el hombre que, apenas asumió, pronunció, convencido, aquello de tenderle la mano al mundo islámico. En lo personal, vuelve el presidente de las jugadas audaces. El mismo que envió un comando en plena noche contra Osama ben Laden.
Le responde un Teherán acuciado por el ahogo económico y convertido en el paria diplomático global. Hoy comienzan los riesgos para que ese entendimiento prospere. Los primeros, en su propio partido, donde ayer ya había voces que lo calificaban de equivocado.
Las principales líneas duras demócratas y republicanas afilaban sus dudas. Lo mismo ocurría fronteras afuera. La Casa Blanca, sin embargo, celebraba como quien se ha ganado la lotería. Algo que sólo ocurre cuando, entre tantas opciones, uno acierta en llevarse el billete debido..
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 GANADORES Y PERDEDORES DEL PACTO CON IRÁN
 
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Señales de deshielo entre Obama y Rohani

En un marcado giro diplomático, abrieron las puertas para un diálogo sobre el plan nuclear
Por   | Para LA NACION

NUEVA YORK.- Primero cruzaron cartas. Después dejaron de lado las amenazas y la retórica del pasado y ayer se ofrecieron palabras amistosas en sus discursos ante la 68º Asamblea General de la ONU.
Aunque finalmente no hubo apretón de manos, Barack Obama y Hassan Rohani formalizaron ante el mundo su intención de tender puentes, un histórico acercamiento entre Estados Unidos e Irán que podría sentar las bases de un acuerdo sobre el controvertido plan nuclear de Teherán y eventualmente normalizar las relaciones diplomáticas entre ambos países.
En su discurso más extenso ante la ONU, enfocado en los problemas de Medio Oriente, Obama renovó su apuesta por la diplomacia y dijo que le ordenó al secretario de Estado John Kerry negociar un acuerdo con Irán sobre su plan atómico.
"Los obstáculos pueden ser muy grandes, pero creo firmemente que la vía diplomática debe ser probada", dijo. Nunca antes, en ninguna de sus cuatro presentaciones ante la Asamblea General, Obama le había dedicado tanto tiempo a Irán o dado tantas señales para abrir las puertas a un acercamiento.
Horas más tarde, en su primer discurso en la ONU, Rohani marcó un fuerte contraste con su antecesor, Mahmoud Ahmadinejad, al pronunciar un discurso conciliador y moderado, en línea con la ofensiva diplomática que lanzó desde que llegó al poder.
"Irán no representa una amenaza para el mundo o la región", afirmó el presidente iraní. "Las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva no tienen cabida en la doctrina de seguridad y defensa de Irán", agregó.
Rohani dio la bienvenida a las conversaciones, condenó el terrorismo, el extremismo y las sanciones que impuso Occidente y que han atenazado la economía de Irán, ofreció "transparencia plena" y un "compromiso constructivo".
 
Rohani dio ayer su primer discurso ante la ONU. Foto: Reuters 
"El programa nuclear de Irán [...] debe tener exclusivamente fines pacíficos. Declaro aquí, abiertamente y sin ambigüedades, que no obstante las posiciones de otros éste ha sido y será siempre el objetivo de Irán", afirmó.
Tan lejos quedaron ayer el "eje del mal" de George W. Bush y las incendiarias declaraciones de Ahmadinejad que el rumor de un apretón de manos entre Obama y Rohani para sellar el inicio de la nueva etapa de conversaciones persistió, incluso, hasta bien entrada la tarde, cuando un funcionario de la Casa Blanca dijo que los iraníes habían rechazado una invitación a una "discusión informal" porque, en estas instancias, aún era algo "muy complicado" para la dinámica interna iraní.
Obama y Rohani generaron una gran expectativa, primero, con un intercambio de cartas en las últimas semanas y, luego, con el rumor de ese encuentro que finalmente no se dio. Sin embargo, Kerry y el canciller iraní, Mohammed Yawar Zarif, se reunirán mañana en una cita de la que participarán otros gobiernos, pero será, igualmente, el encuentro de mayor nivel desde la revolución de 1979.
Los periodistas poblaron el edificio de la ONU, convertido en un pequeño caos: el debate general de la Asamblea se mudó al edificio Norte, pues la histórica sala principal está cerrada por reparaciones, las primeras que se hacen allí en 60 años.
Con su discurso, Obama hizo una apuesta de alto riesgo: no son pocos quienes advierten que la ofensiva diplomática de Rohani, avalada por el líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamenei, sólo busca ganar tiempo mientras Teherán avanza en la fabricación de un arma nuclear.
Uno de los líderes que defienden ese argumento es el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien acusó a Rohani de ser un "lobo vestido de oveja" y que ayer calificó su discurso de "cínico".
Ayer, por caso, The New York Times se encargó de recordar que cualquier avance en las negociaciones debe recibir el visto bueno de Khamenei, quien ya le soltó la mano una vez a otro líder pragmático, Mohammed Khatami, y quien en su momento respaldó a Mahmoud Ahmadinejad.
A nadie debería extrañar, entonces, que las palabras amistosas y los guiños a la diplomacia llegaran acompañadas con algunas pinceladas de escepticismo.
"Debemos ser capaces de llegar a una solución que respete los derechos del pueblo iraní y que le brinde al mundo la confianza de que el programa iraní es pacífico. Para tener éxito, las palabras conciliadoras tendrán que ser igualadas con acciones que sean transparentes y verificables", redondeó Obama.
Ese acuerdo, dijo, puede ser un "gran paso" que abra una nueva relación entre Washington y Teherán, aislados el uno del otro desde 1979. Esa historia, matizó luego, no será superada "de un día para el otro", una de sus muletillas favoritas.
Atento a que en Occidente no son pocos los que desconfían de Teherán, Rohani le pidió a Obama que ignore las presiones "pro guerra". "Si se evita seguir los intereses a corto plazo de los grupos de presión pro guerra, podemos encontrar un marco para administrar las diferencias", dijo.
Con todo, tres gestos dejaron ayer al descubierto los nuevos hilos que mueve la diplomacia: Zarif escuchó el discurso de Obama y la delegación de Estados Unidos, esta vez, no abandonó la asamblea como lo hacía antaño cuando llegaba el turno de Ahmadinejad. Por el contrario, la delegación israelí, por orden de Netanyahu, repitió la tradición y dejó la sala.

Obama no fuma por "miedo"

Barack Obama confesó ayer que dejó de fumar por "miedo" a su mujer, Michelle, según sus palabras captadas por un micrófono abierto, durante la Asamblea General de la ONU. "Yo no me fumé un cigarro en unos seis años. Es porque le tengo miedo a mi mujer", se escuchó decir a Obama, en tono jocoso, en una grabación registrada por CNN entre el presidente norteamericano y uno de sus interlocutores de la reunión. 
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ENTRE TEHERÁN Y WASHINGTON, RELACIONES PENDULARES





El escenario

Detrás del nuevo rostro moderado, el poder real sigue intacto

Por   | The New York Times
TEHERÁN- Éste es el momento de Hassan Rohani. Flamante estrella en la Asamblea General de la ONU, el nuevo presidente iraní está ocupadísimo concediendo entrevistas a públicos selectos. Y ayer, cuando se paró en el estrado para hablarle al mundo, lo hizo como leal representante del líder supremo de Irán, autoridad definitiva que está detrás de la seductora ofensiva diplomática del país en los últimos días.
Desde su elección, Rohani no ocultó su deseo de llegar a un acuerdo con Occidente por el programa nuclear iraní ni dejó de mostrar que puede hacerlo de manera tan ostensible porque cuenta, al menos por ahora, con el apoyo de un hombre: el ayatollah Ali Khamenei.
"Rohani sólo puede intentar mantener conversaciones directas porque el líder supremo está de acuerdo. De lo contrario no estaría ahora en Nueva York", dijo Hamid-Reza Taraghi, uno de los pocos integrantes de su círculo íntimo autorizados a interpretar ante la opinión pública los sermones y discursos del líder supremo. "El presidente y su equipo sólo dialogan por sus órdenes expresas."
Hombre astuto y enigmático, Khamenei, de 74 años, es quien le dio autoridad a Rohani para buscar un acuerdo con Estados Unidos, y con la misma facilidad podría retirarle ese apoyo.
Khamenei se ve a sí mismo como una especie de referí del complejo sistema político de Irán, que respalda o cuestiona a los políticos que él mismo unge para conducir al país, muchas veces en direcciones marcadamente distintas.
El 1997, por ejemplo, bendijo la candidatura reformista de Mohammed Khatami, que flexibilizó algunas restricciones sociales y dio más libertad de prensa. Pero Khamenei también permitió que los extremistas socavaran la presidencia de Khatami, y en 2005 señaló a Mahmoud Ahmadinejad, un nacionalista de línea dura que se dedicó a antagonizar con Occidente durante gran parte de sus ocho años en el gobierno.
Este año, Khamenei se sumó al impulso diplomático de Rohani, con palabras a veces ambiguas, aunque de todos modos conciliadoras, como al hablar de "heroica flexibilidad". Pero para muchos iraníes la gran incógnita es cuánto espacio le dará a la diplomacia antes de tirarle del mantel a Rohani.
Los expertos dicen que desde el punto de vista de Khamenei resulta perfectamente lógico mantenerse al margen y permitir que Rohani lleve adelante conversaciones con el principal adversario de su país.
"Khamenei tiene todas las de ganar", dijo Mojtaba Moussavi, un comentarista político iraní.
Según explicó, si las conversaciones llevan a la reducción o eliminación de las sanciones económicas internacionales que perjudican a la economía de Irán, Khamenei se adjudicaría el crédito de haber aprobado la nueva estrategia negociadora. Pero si las negociaciones fracasan, Khamenei también podría adjudicarse el crédito.
"En este caso, recibiría elogios por haber demostrado la animadversión de Occidente para con Irán", dijo Moussavi.
Los expertos dicen que a Khamenei, líder supremo desde 1989, le interesa probar la flexibilidad de Estados Unidos a la hora de negociar el programa nuclear, que según Teherán sólo tiene fines pacíficos y que según Occidente es una fachada para desarrollar armas nucleares.
"El líder supremo está dándole una oportunidad a Estados Unidos de cambiar su postura, aunque duda de que eso vaya a ocurrir alguna vez", dijo Taraghi, que recalcó que Khamenei "le permitió" a Rohani explorar esas posibilidades.
Sin embargo, cuando Rohani vaya de oficina en oficina en la ONU, lo hará con un mandato limitado, que el líder supremo restringió a la cuestión nuclear y, tal vez, al problema de Siria, según allegados a Khamenei. Más allá de toda la atención que recibe la nueva actitud moderada de Irán, en los círculos del poder de Teherán se dice que el líder supremo jamás cederá en sus presupuestos básicos.
"No tenemos intenciones de cambiar -dijo Taraghi-. Nuestra ideología seguirá siendo la misma, incluso después de las posibles conversaciones." Con eso quiso decir que Irán nunca reconocerá al Estado de Israel ni dejará de apoyar a los grupos palestinos que luchan contra "la entidad sionista". En cuanto al tema nuclear, implica nada menos que una aceptación plena de lo que Irán diga que está "bien" dentro de un programa nuclear que está bajo su control. Y el apoyo iraní al gobierno de Siria seguirá, al igual que su postura general de confrontación hacia Occidente.
Traducción de Jaime Arrambide.
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Cambios en Irán / El futuro del plan nuclear

Primer gesto de Rohani a EE.UU.: le ofrece abrir el diálogo

El nuevo presidente iraní insistió en su "seria disposición" a negociar con Occidente sobre su polémico programa

TEHERÁN.- Dos días después de jurar como presidente de Irán, Hassan Rohani ofreció ayer una rama de olivo a Estados Unidos y mostró su "seria determinación" para entablar un diálogo "sustancial" sobre el controvertido programa nuclear iraní.
Rohani, el clérigo moderado de 64 años que ganó las elecciones en junio pasado , ya había adelantado su compromiso a optar por la vía diplomática al jurar su cargo el domingo pasado, ante el Parlamento.
Ayer, en su primera conferencia de prensa como presidente de la república islámica, confirmó sus intenciones: "La solución de la disputa nuclear es simple y por eso podría ser solucionada rápidamente y a corto plazo".
Para el mandatario iraní, la clave está en el "diálogo respetuoso, no en las sanciones". "Estamos dispuestos a esclarecer todos los reparos de la comunidad internacional", añadió.
Rohani salió así al paso del escepticismo mostrado por Washington y la comunidad internacional tras su discurso de asunción, en el que sugirió una apuesta por la vía diplomática en la contienda nuclear.
Un grupo de 76 senadores estadounidenses envió hace unos días una carta al presidente Barack Obama en la que pedían elevar la presión sobre Irán y proponían más sanciones contra el régimen de los ayatollahs. La mayoría de los senadores norteamericanos le recordó a Obama que no debe descartar la opción militar contra Irán si prosigue con su programa atómico.
Para responder a esas inquietudes, Rohani dijo estar "seriamente determinado" a resolver la disputa con negociaciones "sustanciales" sobre el tema.
Ante la rama de olivo tendida por Rohani, Washington reaccionó con prudencia. "La pelota está en el campo iraní, depende de ellos tomar decisiones creíbles", dijo ayer un vocero del Departamento de Estado.
Aunque Occidente ve a Rohani como un líder moderado, el hecho de que el poder real del régimen resida en el líder supremo de la revolución -el ayatollah Ali Khamenei- despierta grandes suspicacias sobre las intenciones del régimen. Los críticos con Irán recuerdan que en el pasado ya hubo rondas de negociaciones, utilizadas por Teherán para ganar tiempo.
Rohani afirmó que su país no abandonará el programa nuclear, pero precisó que lo mantendría "sobre la base de la ley internacional". Estados Unidos, Israel y la Unión Europea creen que Irán oculta fines militaristas con el desarrollo del programa atómico, una acusación rechazada por Teherán.
"El programa nuclear es una cuestión nacional. Nosotros no cederemos en lo que respecta a los derechos de nuestra nación, pero somos partidarios del diálogo, el entendimiento y la interacción con terceros países."
La esperanza de una resolución diplomática para el tema nuclear creció tras la victoria electoral de Rohani, que sustituye al conservador Mahmoud Ahmadinejad.
Las últimas conversaciones de alto nivel entre Irán y las potencias mundiales encuadradas en el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania) se celebraron en abril sin resultados positivos.

Respaldo de Rusia

La mano tendida de Irán recibió ayer el respaldo de Rusia. El Kremlin expresó que las conversaciones sobre el programa nuclear iraní deberían celebrarse a mediados de septiembre. Durante una visita a Italia, el canciller ruso, Sergei Lavrov, dijo que Rusia está de acuerdo con la estrategia de Rohani y criticó las medidas que buscan endurecer las sanciones contra el régimen iraní. "Ahora es urgente apoyar la postura constructiva del liderazgo iraní", declaró Lavrov.
En una carta enviada ayer al nuevo líder iraní, la UE dijo que Rohani recibió "un sólido mandato para comprometerse en el diálogo". Y agregó que Bruselas espera una nueva onda de negociaciones "tan pronto como sea posible".
Tanto Estados Unidos como la Unión Europea (UE) impusieron sanciones a Irán por las sospechas sobre sus intenciones nucleares. Washington e Israel manifestaron en varias ocasiones que todas las opciones están abiertas -incluidas las acciones militares- para impedir que Teherán adquiera armas nucleares.
Rohani criticó los embargos contra su país, que han tenido un creciente impacto en la economía iraní en el último año y medio, debido a que han reducido las importaciones de crudo, la principal fuente de ingresos del país.
Las medidas hicieron caer las exportaciones de petróleo de Irán en más de la mitad frente a los niveles previos a las sanciones, lo que ha contribuido a la devaluación de la moneda iraní y a una fuerte aceleración de la inflación.
"Se dice que a través de las sanciones se supervisan las actividades nucleares de Irán. Esto es totalmente infundado y ellos mismos [la comunidad internacional] lo saben. No tiene nada que ver con el tema nuclear. Están presionando al pueblo", dijo Rohani.

Los mensajes conciliatorios de Rohani

El presidente de Irán dio un giro a la estrategia de confrontación de su antecesor, Mahmoud Ahmadinejad, y se mostró dispuesto a negociar con Occidente el programa nuclear iraní
  • "En mi opinión, la solución de la disputa nuclear es simple, y por eso podría ser solucionada rápidamente y a corto plazo"
  • "El programa nuclear es una cuestión nacional, pero somos partidarios del diálogo y la interacción con otros países"
  • "Dicen que con las sanciones se supervisan las actividades nucleares de Irán. Eso es falso. Están presionando al pueblo"
  • Del editor: cómo sigue.
    Acostumbrado a la virulencia de Ahmadinejad, Occidente aún desconfía de la moderación de Rohani. Por eso, la cautela al recibir su oferta de diálogo.
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    QUIEN ES QUIEN EN EL TIRA Y AFLOJA CON TEHERAN




    Recambio

    Le exigen "rápidos progresos" a Irán

    Luego de que Rohani dijera que está dispuesto a dialogar
    WASHINGTON.- Pese a los gestos conciliadores del nuevo presidente de Irán, Hassan Rohani, la Unión Europea instó ayer a Irán a realizar "rápidos progresos" para responder a las preocupaciones internacionales sobre su programa nuclear.
    "Esperamos que el nuevo gobierno iraní [...] participe de manera constructiva en la propuesta del Grupo 5+1 [Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania] para crear confianza", dijo un vocero de la UE.
    En tanto, una mayoría de senadores norteamericanos instó al presidente Barack Obama a elevar la presión sobre Teherán e imponer más sanciones al régimen teocrático por el desarrollo de su programa nuclear.
    "Señor presidente, necesitamos saber si Teherán está preparado para negociar seriamente", señalaron en una carta 76 de los 100 miembros del Senado norteamericano.
    La carta de los senadores a Obama fue divulgada un día después de la asunción de Rohani como presidente, pero se envió a la Casa Blanca el viernes pasado. Al jurar su cargo, el clérigo moderado dijo ante los parlamentarios iraníes que su gobierno estaría dispuesto a dialogar con Occidente "en términos de igualdad y respeto", y rechazó las sanciones impuestas a su país por la comunidad internacional. La Casa Blanca saludó el gesto y se mostró dispuesta al diálogo si la propuesta iraní se concretara en hechos.
    Fuentes del Senado señalaron ayer que la Cámara alta prevé aprobar nuevas sanciones contra la república islámica. "Nuestro país debe endurecer las sanciones y reforzar la posibilidad de recurrir a la fuerza armada", indicaron. "Debemos estar preparados para actuar e Irán debe ver que estamos preparados", agregaron.
    Agencias AFP y Reuters.




     
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