jueves, 6 de agosto de 2015

EDUCACIÓN 1996 Martin Carnoy: "No podemos dejarle la educación al mercado

  Diario "Clarín". Buenos Aires, 21 de abril de 1996
Martin Carnoy: "No podemos dejarle la educación al mercado

Hecho ya el ajuste en toda América latina, el Estado debe recuperar presencia y reinvertir en la escuela. Así lo cree Martin Carnoy, un economista doctorado en la Universidad de Chicago, que hoy es visto en los Estados Unidos como el mayor especialista en el vínculo entre economía y educación. Invitado para dar un seminario en la 37¶ Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo que tuvo lugar en Buenos Aires en marzo, Carnoy se explayó ante banqueros y académicos sobre las tareas indelegables que le caben ahora al Estado, en un mundo donde el mercado de trabajo se hace cada vez mas dinámico y exigente. Para atender a esas necesidades, Carnoy opina que es el Estado "mediante una nueva y generosa reinversión" el que debe asegurar la calidad del sistema educativo. Se trata, a su juicio, no de supeditar la escuela al mercado, sino de dotar a cada persona de la aptitud de aprender y de la confianza de que siempre podrá recapacitarse. Carnoy es desde 1969 profesor de la Universidad de Standford y coeditor de la prestigiosa "International Encyclopedia of Education".







En las últimas semanas, el líder laborista inglés, Tony Blair, y el ministro de Educación francés, Francois Bayrou, mostraron su alarma por el nivel de la educación en ambos países. En la Argentina, en marzo, el Banco Interamericano de Desarrollo reunió a todos sus miembros en una asamblea que tuvo a la educación como uno de sus ejes más importantes. øQué pasa realmente? øHay problemas nuevos o los que existían se han agravado en este fin de siglo?

Son varias cosas. La primera es que, de veras, la educación es más importante hoy que hace 25 años. Porque en este período cambió ferozmente el mundo del trabajo, en cuanto a reglas y aptitudes exigidas. Hoy, ningún empleo es constante. Ese trabajo permanente, con un salario que crecía año tras año, pudo existir dentro del mercado que ideó el fordismo y defendieron los sindicatos. Como esa estructura desapareció, es imprescindible que la educación no solo eduque sino reeduque, para permitir reingresar a un mercado dinámico y mutable. La segunda cosa que mueve a la alarma o a la reflexión es el hecho de que los países que tienen una distribución de ingreso muy despareja también tienen una educación muy despareja: es el caso del Brasil. En la Argentina, la distribución de ingresos es más pareja y también lo es su sistema educativo. Si a esto le sumamos la reestructuración del sector público y el ajuste en el gasto que hizo toda América latina, parece claro deducir por qué el estado de la educación preocupa a tantos.øLa crisis de la educación se superpone a la del Estado de Bienestar, entonces?"Creo que si, por la desinversión que se ha verificado. En América latina, el tema se agudiza desde fines de los años 70 y comienzos de los 80, por la crisis de la deuda externa.Sin embargo, hay quienes dicen que en los 80 la matrícula educativa se expandió en la región."Sí, es cierto, pero a costa de bajar salarios de maestros y profesores y de reducir el costo por alumno.øEntonces se expandió la educación pero bajó la calidad?"No tenemos muchos datos que lo corroboren, pero sinceramente lo sospecho. De Chile sí hay datos (porque evaluaron en 1982, 88, 90 y 92) y se sabe que ha habido baja en la calidad.Pero los chilenos han promovido mucho los "buenos resultados" de su modelo privatizador y descentralizado."Sí, privatizaron y descentralizaron, pero hubo un retiro gradual y manifiesto del Estado central, sin un aumento correlativo de los sectores privados, las familias y los municipios. Y esa carencia se notó, sobre todo, entre los más pobres.Como para no alarmarse: se desmantela el Estado de Bienestar y se desinvierte en educación, mientras el mercado de trabajo es cada vez más exigente e inestable."Mire, con toda honestidad, yo creo que el Estado de Bienestar ya es anacrónico. Porque fue construido sobre la base de la idea del empleo constante. Ahora, cada persona no se define en relación a un empleo constante particular, sino en relación a su bagage de experiencias y calificaciones educativas: es más un ciudadano con conocimientos que alguien con un oficio fijo. Pero el hecho de que el Estado de Bienestar me parezca anacrónico no significa que crea que el Estado deba replegarse en el tema educativo. Sabemos que los conocimientos son el motor de la economía de hoy y del futuro, y sabemos que la distribución y el desarrollo de esos conocimientos no pueden ser ajenos al Estado. Hay quienes creen que se pueden privatizar los conocimientos como si se tratara de ferrocarriles, pero es un error tremendo: muy pocos países lo hacen.

Algo más que capacitar

øCuáles son las tareas que el Estado no puede delegar?Por ejemplo, más que capacitar, "reformar" a la gente. Piense si una persona de 40 años tiene que cambiar de trabajo porque el mercado así lo pide, o quiere arriesgarse e intentar un negocio propio: øquién la va a ayudar con la informática o cualquier otro conocimiento nuevo que requiera? En Italia son la región y el municipio los que se ocupan de capacitar a la gente, aun la que trabaja como independiente o cuentapropista.En general, øusted ve a los estados de América latina con la intención de hacerse cargo de estas tareas?"Depende del país. Pero en general, sí. Tengo confianza en Fernando Henrique Cardoso en Brasil, y también en los últimos gobiernos chilenos. Alwyn primero y luego Frei hicieron modificaciones importantes en la política de Pinochet. También me parece que en la Argentina el Estado tiene conciencia de que debe reaparecer con una presencia rotunda. Pero, øsabe cuál es el problema? Que todos los estados creen que pueden evitar gastar más plata en educación, y eso es realmente un sueño. No hay ningún Estado de país importante que no gaste mucho en educación y ciencia básica. En los Estados Unidos, las empresas privadas hacen inversiones importantes, pero nunca invierten tanto como el gobierno mismo. Y eso que la economía neoliberal, en el mundo entero, hizo perder conciencia acerca de la necesidad de que el Estado sea intervencionista.øSon compatibles la economía neoliberal y el Estado intervencionista?"Son más que compatibles: son interdependientes.Pero, hasta ahora, lo que uno ve en América latina es que el neoliberalismo rechaza la injerencia del Estado."Nadie quiere ni necesita un Estado sobredimensionado, pero vea lo que pasa en los Estados Unidos: todas las empresas privadas saben que sin la inversión y la orientación del Estado, su destino no será próspero. Esas empresas no quieren un Estado obeso, ni les gusta pagar impuestos, pero saben que en tecnología "y sobre todo en educación" el Estado es insustituible. Saben que no pueden confiar en que el mercado se haga cargo de la educación. Para ser más preciso: no podemos dejarle la educación al mercado, para que se ocupe de ella como si se tratara de cualquier otro producto negociable.

øQuién es responsable del desempleo?

En nuestro país hay ahora un debate fuerte acerca de si la escuela debe o no hacerse cargo del desempleo. Y si debe tener en cuenta qué profesionales necesita el mercado, para formar esos saberes y no otros. øQué cree usted?"No sé si la escuela puede resolver el tema del desempleo. Porque el desempleo aquí, en la Argentina, es producto de una reestructuración muy rápida y cruda, sobre todo en el sector publico, y de una apertura muy fuerte a la importación.øY de la inclusión de tecnología?"No, la tecnología no causa desempleo: desplaza gente. Todos los indicadores muestran que países como los Estados Unidos y Japón, que han difundido con intensidad las nuevas tecnologías, tienen un crecimiento de empleo mayor que el de Europa, que está atrasada en tecnología. Volviendo al caso argentino, creo que hay dos posibilidades. Una, que el desempleo sea solo coyuntural y desaparezca pronto. Si España es un buen ejemplo, no creo que el desempleo argentino disminuya rápidamente. Pero si la Argentina logra un crecimiento alto en los próximos años, el desempleo se reducirá, porque nuevas industrias van a emplear a más gente. Con esto le quiero decir que la escuela no puede hacerse cargo del desempleo porque no es la responsable: la reestructuración de la economía es la responsable.Un ajuste hecho sin red..."Hay gente que dice que es la única manera de hacerlo. Pero yo pienso como otros, que dicen que el Estado de Bienestar es anacrónico, pero que hay que conformar uno nuevo, solidario. Y el mercado tampoco se va a encargar de esto: es el Estado el que debe ocuparse de la calidad de vida de la gente.øY de prepararla para ese empleo ya no constante del que usted hablaba?"El Estado tiene que lograr que la escuela sea mejor, sin duda. Tiene que dar una educación de más calidad, que le permita a cada persona saber siempre cómo resolver problemas, sin estar aferrada a una única profesión y vocación.øPero dentro de qué espectro de empleos puede ir uno variando en la vida? øLa escuela puede realmente propocionar un panorama tan amplio de aptitudes?"La escuela puede dar la aptitud más importante, que es saber aprender. Es decir: saber que uno puede aprender y tener confianza y disponibilidad de aprender lo que sea. Yo tengo 57 años y creo que la escuela me puede dar armas hoy para ser un buen abogado, o un buen médico en dos años. No hablo de los contenidos, sino de algo más básico: la predisposición y la confianza para aprender a cualquier edad.La escuela y uno pueden tener esa confianza. Pero, øla tiene el mercado de trabajo?"Es cierto, hay sociedades y mercados que no creen en eso. Pero le puedo dar el ejemplo de los Estados Unidos, donde hay una gran flexibilidad para aprender nuevos conocimientos. El grupo de más rápido crecimiento en educación superior durante los últimos veinte años fueron las mujeres de más de 30.øA qué lo atribuye?"Las mujeres suelen ingresar y permanecer en el mercado de trabajo por unos años, hasta que se embarazan y crían a los hijos. Pero saben, cuando quieren reingresar a él, que no van ni siquiera a obtener el mismo tipo de trabajo con el que salieron. Porque pasaron 6 o 7 años y el último renglón en su currículum dice "ama de casa". En cambio, si el último dato de sus antecedentes es que está estudiando algo, la opinión de su posible empleador mejora notablemente: ella se ha ido, pero suple la desconexión de los últimos años con una recapacitación en algún tema. Esto es bien visto, claro, porque implica revalorizar el trabajo y revalorizar la educación.

  

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