Diario "La Nación". Buenos Aires, Domingo, 24 de marzo de 2013
La OEA dejó abierta la reforma al organismo de los derechos humanos
La iniciativa se aprobó por consenso tras una fuerte presión de los países del Alba. Se resguardó la autonomía financiera de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
La maratónica sesión de los cancilleres de la OEA en Washington sobre el funcionamiento de la CIDH.
La Organización de Estados Americanos (OEA) cedió
tras intensas negociaciones a la demanda de los países del Alba y dejó
la puerta abierta a que la reforma de la CIDH siga bajo debate sin
limitación temporal, aunque a la par disipó al menos en parte los
temores de estrangulamiento financiero del sistema, al garantizarle la
continuación por el momento de sus vías alternativas para lograr fondos.
La Asamblea General de la OEA aprobó la noche del
viernes por consenso en su sede en Washington, aunque tras más de 12
horas de debates y una amenaza de Ecuador de salirse del sistema, una
resolución que hará que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) siga bajo la lupa de los Estados. Así queda reflejado en el punto
que más negociaciones forzó, el segundo párrafo relativo a la
continuación del diálogo sobre el "fortalecimiento" de la CIDH.
Ecuador reclamaba además que se especificaran los
puntos que considera deben seguir negociándose, entre ellos las medidas
cautelares o la sede de la CIDH, y llegó a amenazar con salirse del
sistema si no se aceptaba su demanda. Mas con la intensa mediación del
canciller argentino, Héctor Timerman, se logró finalmente configurar un
texto con el que la mayor parte de los actores dijeron sentirse si no
del todo satisfechos, al menos no completamente en contra.
Diálogo permanente. El documento
final acuerda así "con la participación de todas las partes
involucradas, mandatar al Consejo Permanente continuar el diálogo sobre
los aspectos fundamentales para el fortalecimiento del sistema teniendo
en cuenta todos los aportes realizados por los Estados, los órganos del
sistema y la sociedad civil a lo largo del proceso de reflexión, así
como los debates durante la presente Asamblea general extraordinaria".
Tras casi dos años de debates y trabajos de reforma
que han agotado buena parte de los esfuerzos de la CIDH, tanto ésta como
organizaciones de la sociedad civil habían pedido que con la
presentación de las respuestas de la Comisión a los reclamos de reforma
de los Estados miembro se pusiera fin este punto. Su argumento: que el
debate ha distraído al organismo de su misión principal, que es defender
los derechos humanos.
Consuelo para estos: no progresaron otros reclamos de
enmiendas y al final se logró que se mantuviera el texto de forma que,
según la mayor parte de los actores, garantiza al menos la "autonomía"
de la Comisión y su acceso a fondos de cooperación internacional más
allá de la región, algo clave sobre todo para la financiación de la
Relatoría de Libertad de Expresión. Así, el texto "toma nota" de las
propuestas de reforma que la CIDH presentó en respuesta a las demandas
de los Estados miembro y se limita a solicitarle que "continúe avanzando
en su aplicación". Además, alivia los temores de la CIDH de que su
financiación externa pueda verse "estrangulada", como había alertado
apenas un día atrás su directiva, al no cerrar ni condicionar del todo
el acceso a fondos externos al menos hasta que se logre el proclamado
"pleno financiamiento del sistema a través del fondo regular" de la OEA.
Alivio. Si bien salvo del lado
ecuatoriano quizás no hubo grandes sonrisas al término de la intensa
sesión, en una muestra típica de la diplomacia de la OEA prácticamente
todos los actores aseguraron a posteriori estar satisfechos con el
resultado de la negociación. "Creo que ese es un muy buen resultado, y
si se logró por unanimidad, mejor, creo que no convenía una votación
divisiva", declaró el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, dijo que si bien la
resolución no supone un "triunfo total" de la postura defendida por su
país junto con Bolivia, Nicaragua y Venezuela sobre todo, "los
resultados son muy alentadores", puesto que la resolución prevé "casi
todo" lo que habían planteado previamente, salvo el cambiar la sede de
la CIDH.
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