martes, 21 de julio de 2015

F.M.I. 2011 Ser independiente, el reto de la nueva jefa del FMI

Ser independiente, el reto de la nueva jefa del FMI

PARÍS-La francesa Christine Lagarde toma el timón del Fondo Monetario Internacional con la tarea de reconciliar dos imperativos: la necesidad de ser una voz independiente en la crisis de deuda de la zona euro y la de mostrar que, a pesar de ser europea, puede reorientar el enfoque del prestamista mundial de emergencia para que represente mejor a los países en vías de desarrollo.
Lagarde, abogada corporativa por formación, fue catapultada al gobierno con su designación como ministra de Comercio de Francia en 2005 desde el máximo cargo en la firma de abogados Baker &McKenzie en Estados Unidos. Trae una habilidad para negociar y una capacidad de comunicación notables al FMI, donde asumirá el puesto de directora gerente al tiempo que se intensifica la crisis de las finanzas públicas de Grecia y la propia entidad sufre por el golpe a su reputación a raíz de la renuncia de Dominique Strauss-Kahn en medio de acusaciones de agresión sexual en Nueva York, que él niega.
La funcionaria francesa no tiene antecedentes educativos en economía. En una entrevista reciente, minimizó la relevancia de ello. "Mi enfoque siempre ha sido finjir que no comprendo nada y obligar a la gente que sabe a explicar su postura", contó.
Una de sus primeras tareas será elaborar un segundo paquete de rescate para Grecia. Un año después de que la zona euro y el FMI acordaran una ayuda de 110.000 millones de euros (US$157.000 millones), Atenas está nuevamente en negociaciones. Esta vez, el rescate incluye al sector privado.
Las negociaciones darán a Lagarde una oportunidad temprana para mostrar su independencia, aun cuando los analistas no esperan que se desvíe de la posición, que ha reiterado con frecuencia, de apoyar a Grecia y mantener la integridad de la eurozona.
"Tiene un sólido conocimiento de la situación de Europa", dice Nicolas Veron, académico del centro de investigación Bruegel en Bruselas. "Tendrá problemas en adoptar una postura que sea muy diferente a la que adoptó como ministra de Finanzas".
Aun así, Lagarde tendrá cierto margen para determinar cuán severas serán las condiciones para nuevos préstamos a Grecia.
En declaraciones a la televisión francesa tras ser designada para el cargo, Lagarde exhortó a los acreedores
de Grecia a acudir a la mesa de negociación, en un lenguaje que pareció más firme del que había empleado antes. "Todos los prestamistas tienen que estar al lado de Grecia, pero Grecia también tiene que ser responsable y mantener una estrecha atención sobre sus finanzas públicas", dijo.
En muchos sentidos, la funcionaria de 55 años ha dejado una huella más honda en la escena internacional
que en la política interna francesa. Lagarde, que ha tenido una de las gestiones más prolongadas entre los ministros de Finanzas de Francia, jugó un papel clave desde el comienzo de la crisis de deuda de la eurozona, contribuyendo a juntar medio billón de euros de garantías estatales para proveer una red de seguridad para miembros en problemas del bloque monetario. A través de su estrecha relación con el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäuble -a quien califica de amigo- ayudó a persuadir a una Alemania reacia para que antepusiera la solidaridad europea a lo que percibía como sus intereses nacionales, inyectando miles de millones de euros a Grecia.
Junto con Francia y el Banco Central Europeo, se ha opuesto a una reestructuración de las obligaciones griegas, resistiendo las propuestas alemanas de reprogramar la deuda soberana de Grecia.
Lagarde, quien será la primera mujer en encabezar el FMI, ha prometido mejorar la diversidad en el organismo. Será la quinta persona de ciudadanía francesa en ocupar el cargo de director gerente desde que se creó el FMI tras la Segunda Guerra Mundial.
Además de la crisis europea, un reto clave de Lagarde será cumplir sus promesas a países emergentes de mejorar su representación en el FMI. El proceso de selección por el cual llegó al cargo ha frustrado las esperanzas de muchos líderes nacionales, que creían que podría ser la primera oportunidad realista de un no europeo de asumir el cargo.
Aumentar la legitimidad del fondo debería ser la "piedra angular" del rol del FMI en la economía mundial, dijo Lagarde al lanzar su candidatura. Implementar cambios de gobierno acordados el año pasado para dar a los países emergentes una mayor cuota de los votos es un "prerrequisito obvio" para que el FMI sea más transparente ante todos sus miembros, agregó..
Por Nathalie Boschat y William Horobin

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