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lunes, 15 de junio de 2015

RUSIA 2014 Putin llamó a Obama para discutir una salida a la crisis


Ucrania

Putin llamó a Obama para discutir una salida a la crisis

El presidente de EE.UU. le pidió que responda a su propuesta diplomática
RIAD.- Decidido a destrabar el conflicto que mantiene Rusia con Occidente, Vladimir Putin llamó ayer a Barack Obama para discutir una propuesta diplomática de Estados Unidos sobre la anexión de Crimea , informó la Casa Blanca.
El presidente norteamericano -que ayer hizo escala en Arabia Saudita tras su gira europea- instó a Putin a retirar sus tropas de las fronteras con Ucrania y a "no violar aún más la integridad territorial" del país. Además, le sugirió que Moscú ponga "una respuesta concreta por escrito" a la propuesta de Washington, agregó el comunicado oficial.
Obama ha buscado el respaldo de Rusia a una solución diplomática en la que observadores internacionales garanticen que los ciudadanos de etnia rusa en Crimea estén protegidos y que los soldados rusos vuelvan a sus bases. La propuesta la había planteado el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, a su par ruso, Serguei Lavrov, durante una reunión en La Haya, esta semana.
Con la drástica anexión de Crimea todavía sin digerir, y previendo futuros zarpazos territoriales sobre la debilitada Ucrania, Obama instó a Moscú a desistir de lo que llamó "prácticas de la Guerra Fría". Pero Rusia, si bien negó que tenga más tropas movilizadas de lo normal, avaló de alguna manera los temores de Obama, al desdeñar la "histeria" occidental por el "legítimo deseo" de las regiones de habla rusa en Ucrania.
"Se han visto tropas aglomerándose a lo largo de esa frontera con el pretexto de ejercicios militares", dijo el presidente norteamericano durante una entrevista con la CBS desde el Vaticano, donde anteayer se reunió con el Papa. La movilización de efectivos rusos en ese sector puede ser "simplemente un esfuerzo para intimidar a Ucrania o puede ser que ellos tengan planes adicionales", agregó.
Aunque las estimaciones sobre el número de militares concentrados en la frontera varían según las fuentes, Obama sostuvo que, para "aliviar la situación", Rusia "debería hacer retroceder esas tropas y comenzar negociaciones directamente con el gobierno ucraniano, así como con la comunidad internacional".
"Uno pensaría que, después de un par de décadas, habría una conciencia por parte de cualquier líder ruso de que el camino hacia adelante no es volver al tipo de prácticas que, como saben, prevalecía durante la Guerra Fría", lanzó Obama.
El Kremlin no se quedó impasible y decidió recoger el guante. El vocero de la cancillería, Alexsander Lukashevich, rechazó que exista "gran actividad militar" o "preparación agresiva" en la frontera ucraniana, lo cual, dijo, está respaldado por cuatro inspecciones internacionales, la última llevada a cabo por un grupo de expertos ucranianos. Pero luego dio dos mensajes consecutivos que iban en dirección contraria.
El "número dos" del Servicio de Seguridad Federal ruso, Alexander Malevany, advirtió que Rusia está tomando "medidas ofensivas de contrainteligencia y de inteligencia" para repeler los esfuerzos occidentales que apuntan a "debilitar la influencia rusa en una región que es de vital importancia para Moscú".
"Hubo un drástico aumento en las amenazas externas. El legítimo deseo de las personas de Crimea y las regiones del Este ucraniano está provocando histeria en Estados Unidos y sus aliados", precisó el funcionario.
Antes de llamar a Obama, Putin se refirió a la anexión de Crimea como un "examen", confirmando implícitamente la participación de militares rusos en la toma de control de la península, anexada tras el referéndum secesionista del 16 de marzo.
"Los acontecimientos en Crimea fueron un examen. Demostraron las nuevas capacidades de nuestras fuerzas armadas", dijo Putin.
El líder ruso recibió del Senado, a fines del mes pasado, la autorización para que el ejército interviniera en Ucrania. Acto seguido, hombres armados, pero sin distintivo de nacionalidad, tomaron el control de las instalaciones clave de Crimea. Sin embargo, nunca hubo hasta ahora un reconocimiento oficial de parte del Kremlin de la intervención de militares rusos en la sucesión de acontecimientos que culminaron con la separación de Crimea de Kiev.
Agencias AFP, ANSA, EFE y Reuters.
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El Kremlin refuerza su poderío militar... con los delfines asesinos de Crimea

Fanático de los animales, Putin tomó el mando de esa insólita unidad de combate
Por   | LA NACION
Amigo de la naturaleza y fanático de los animales, Vladimir Putin se queda con todo en Crimea y toma para el Kremlin no sólo territorios, ciudades y unidades militares, sino también los programas secretos que, hasta hace poco, controlaba Ucrania después de heredarlos de la ex Unión Soviética.
Luego de que sus fuerzas completaran el dominio total de la armada ucraniana en Crimea al abordar el dragaminas Cherkessy, Putin, un tiburón en el escenario internacional, volvió a tomar el mando de una unidad de combate integrada por delfines y leones marinos con sede en Sebastopol.
Nadie sabe cómo pero, según consignaron los medios rusos, tanto los cetáceos como los otáridos ya juraron lealtad al Kremlin, cuyo jefe suele fotografiarse con tigres, osos, caballos y grullas.
Mientras en los años 60 enfrentaba a Washington en una guerra fría global, la Unión Soviética comenzó a entrenar delfines y otros mamíferos marinos para detectar minas, objetos, obstáculos y buzos tácticos, a quienes incluso podían asesinar.
Como todo relato de la Guerra Fría, el programa no estuvo exento de mitos y fantasías. Mientras en Estados Unidos las aventuras de Flipper y su pequeño amo pecoso rompían récords de rating televisivos, en la nevada y oscura calle Lubyanka de Moscú técnicos de la KGB desarrollaban dispositivos especiales que, configurados a la fisonomía del cetáceo, lo convertían en una máquina de matar.
Cuchillos y arpones eran accesorios que formaban parte de la instrucción junto con las clásicas pelotas multicolores, sogas y anillos de metal, elementos de juego de los delfines asesinos.
Expertos del Delfinario de Moscú aseguraron a la agencia RIA Novosti que los delfines habrían resultado inútiles para este tipo de misiones, porque, mientras los leones marinos y las focas no tenían ningún problema en realizar el trabajo sucio, los cetáceos eran más obstinados al momento de emprender sus letales acciones.
Tal vez más desagradable por tratarse de uno de los animales que más simpático le cae al hombre, los delfines también podían estar equipados con explosivos para llevar a cabo ataques suicidas contra buques enemigos. Supuestamente podían distinguir las naves soviéticas de los potenciales objetivos que debían destruir.
Pero los soviéticos, según publicó recientemente el diario británico The Telegraph, tampoco habrían logrado convertir en kamikazes a los delfines, cuya extrema inteligencia les advertía que se dirigían a una muerte segura. Siendo cautivos, eran libres y nada sabían de la obediencia debida, propia de los códigos militares.
En cursos más benévolos, se los instruyó para encontrar torpedos perdidos durante las maniobras navales y así evitar que cayeran en manos enemigas. Todo gracias a su sistema de localización por ondas de ultrasonido, que les permite interpretar, mediante el eco de las señales que emiten, los elementos de su entorno. Fue uno de esos ejemplares el que halló un submarino no tripulado que se había perdido en la década de los 50.
Sin confirmación oficial, los rumores en Ucrania decían que, en la práctica, la Flota del Mar Negro se limitó a usarlos para atrapar buzos no autorizados en aguas cercanas a sus bases navales en la península de Crimea. Aparentemente, el desafortunado era capturado por uno de esos tantos killers acuáticos que patrullaban las aguas y luego empujado por el propio animal hacia la superficie. Allí, las amables fuerzas de seguridad soviéticas rescataban al buzo del cetáceo, ya desesperado por sangre.
Con el colapso de la Unión Soviética en 1991, Kiev heredó a los animales y sus instructores. Entonces sin desafíos geopolíticos, la unidad de los letales delfines enterró momentáneamente sus arsenales, rescató los anillos y las pelotas, y se reconvirtió en un gabinete de terapistas marinos para chicos con capacidades diferentes. Algunos no aceptaron sus nuevas tareas humanitarias y tres de ellos "desertaron" en marzo de 2013. Los tiempos ahora son otros. Con Crimea anexada y el apoyo de la chequera del Kremlin, los rusos descartan que Putin desee instalar un acuario con dóciles atracciones.
"El programa será preservado y redirigido. Se sumarán tareas de espionaje para la armada rusa", dijo uno de los empleados del delfinario. Un dato revelador que confirmaría la reapertura de la escuela de homicidas, la vuelta a clase de los delfines con nuevos y mejores equipos y la esperanza de que, esta vez sí, las flamantes mascotas de Putin se conviertan en verdaderos ángeles de la muerte..

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