Miércoles 09 de julio de 2014
Tensión regional / La operación Barrera Protectora
Medio Oriente, otra vez al borde de la guerra: Israel alista un ataque terrestre
Decenas
de tanques y cientos de soldados estaban ayer desplegados en torno de
Gaza; en la ofensiva aérea, que comenzó anteanoche, ayer murieron 16
personas
CIUDAD DE GAZA.- Las fuerzas armadas israelíes
lanzaron ayer una gran ofensiva aérea contra el movimiento Hamas en la
Franja de Gaza, y se preparan para una posible invasión terrestre para
frenar los ataques de cohetes con los que las milicias palestinas
hostigan a Israel.
Esos movimientos dejaron a Medio Oriente otra vez al borde de una guerra, un año y medio después del último fuerte conflicto bélico
entre Israel y Hamas. La violencia comenzó luego de la espiral de
venganza de la semana pasada, que dejó tres adolescentes israelíes y uno
palestinos asesinados.Desde el comienzo de la operación Protective Edge (Barrera Protectora), anteanoche, la aviación israelí efectuó medio centenar de ataques contra objetivos de Hamas en Gaza, feudo del movimiento islamista.
En los ataques murieron por lo menos 16 palestinos, entre ellos tres niños, y más de un centenar resultaron heridos, según fuentes médicas. Además, perdieron la vida seis milicianos de las brigadas Azzedim al-Qassam -el brazo armado de Hamas- y tres combatientes del movimiento radical Jihad Islámica.
"El objetivo es golpear a Hamas y reducir el número de cohetes disparados contra Israel", dijo ayer Moti Almoz, vocero militar, quien confirmó que el ejército se está preparando para todos los escenarios posibles, "incluida una invasión o una operación terrestre".
Decenas de tanques del ejército se apostaban ya a primera hora de ayer en la frontera con el enclave palestino. "Todas las opciones están sobre la mesa (...) Hay dos brigadas preparadas, estacionadas actualmente alrededor de la Franja de Gaza y en los próximos días llegarán más", explicó Almoz, para quien lo más probable es que la operación militar se desarrolle "por etapas".
"Estamos dispuestos a librar una batalla contra Hamas que no terminará en unos pocos días. El ejército proseguirá su ofensiva de forma que Hamas pague un precio muy alto", advirtió el ministro de Defensa, Moshe Yaalon.
Si finalmente se lanza la operación terrestre, sería la tercera ofensiva contra Gaza desde 2008, cuando Hamas llegó al poder de la Franja.
Según el ejército israelí, 33 cohetes lanzados desde Gaza cayeron en el sur de Israel ayer sin causar víctimas. En total, fueron lanzados cerca de 300 proyectiles en las últimas semanas. Uno de los cohetes llegó hasta las afueras de Tel Aviv, donde fue neutralizado por la "Cúpula de Hierro", el escudo antimisiles israelí.
Las advertencias de los responsables militares israelíes fueron confirmadas más tarde por fuentes cercanas a Benjamin Netanyahu citadas por la radio militar. El premier israelí podría ordenar en breve, según esas fuentes, una "ampliación significativa" de la operación en curso en la Franja de Gaza. El gobierno ya autorizó a las Fuerzas Armadas a movilizar a 40.000 reservistas en caso de una operación terrestre.
El ataque israelí más sangriento se produjo en Jan Yunis, en el sur de la Franja, donde un misil lanzado contra una casa mató a siete personas, entre ellas dos adolescentes. La bomba dejó 25 heridos. Previamente, hubo cinco muertos, incluido un responsable del brazo armado de Hamas, en dos ataques en el centro de la Franja.
El movimiento islamista reaccionó a la ofensiva encolerizado, al tachar los ataques de "espantosos crímenes de guerra", y advirtió que "todos los israelíes se han convertido ahora en blancos legítimos de la resistencia palestina", en palabras del vocero de Hamas Sami Abu Zuhri.
Ante el cariz que tomó la situación, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, exigió a Israel que ponga fin de inmediato a su campaña. En un comunicado, el líder palestino pidió a la comunidad internacional que intervenga para detener la "peligrosa escalada que podría provocar más destrucción e inestabilidad en la región". El reclamo de Abbas fue escuchado por la Liga Árabe, que pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La nueva espiral de violencia -la más grave desde noviembre de 2012- tiene su origen en el secuestro, el pasado 12 de junio, de tres estudiantes israelíes en Cisjordania, cuyos cuerpos fueron hallados unas semanas después. En venganza, un adolescente palestino fue raptado y quemado vivo en Jerusalén presuntamente por fundamentalistas judíos.
El goteo de cohetes lanzados por Hamas desde la Franja de Gaza fue condenado duramente por los Estados Unidos y la Unión Europea. "Condenamos con firmeza el disparo continuo de cohetes hacia Israel y apoyamos el derecho de Israel a defenderse de estos ataques", dijo la vocera del Departamento de Estado norteamericano, Jennifer Psaki.
Agencias AP, AFP, EFE y Reuters.
Miércoles 09 de julio de 2014
En Gaza, pánico al poderío israelí, pero también al de Hamas
Como en 2009 y 2012, los residentes temen llevar la peor parte del conflicto armado
JERUSALÉN.- Las calles de Gaza se vaciaron ayer por la tarde y sus habitantes, atrapados entre los cohetes lanzados desde la Franja y los bombardeos israelíes,
se refugiaban en sus casas con la certeza de asistir al inicio de una
nueva y cruenta ofensiva contra el territorio palestino controlado por
los islamistas de Hamas.
"Las explosiones son frecuentes. No hay
ningún lugar seguro en Gaza en este momento. La gente está asustada y no
sale. Yo estoy en casa con toda mi familia. Hemos salido únicamente
para comprar algo de comida y sin alejarnos mucho", explica a LA NACION,
vía telefónica, el profesor de Ciencias Políticas Riad Ali El Aila.Según fuentes militares israelíes, en 24 horas más de 160 cohetes fueron lanzados desde Gaza, la mayoría de ellos reivindicados por Hamas, e Israel, dentro de una ofensiva bautizada Protective Edge (Barrera Protectora), bombardeó unos 150 puntos de la franja en los que perdieron la vida por lo menos 16 personas.
Israel asegura que Hamas posee misiles más perfeccionados y potentes que pueden recorrer una distancia de 80 kilómetros y amenazar ciudades como Tel Aviv, donde las sirenas de alarma sonaron ayer.
"Mientras hablamos escucho el ruido de las bombas. ¿Las oyes? La situación es terrible, la gente está muy asustada. Esto puede ser peor que en 2012 porque esta vez los israelíes y Hamas están deseosos de mostrar su poderío. La comunidad internacional debe decir algo o intervenir de alguna manera", pide, angustiado, George Anton, profesor en una escuela primaria.
En noviembre de 2012, en la última ofensiva militar israelí de magnitud contra la franja, unos 177 palestinos murieron bajo las bombas.
"Los aviones israelíes no dejan de sobrevolar Gaza. Nosotros seguimos trabajando porque hay emergencias en el terreno, pero la situación es siniestra", corrobora Adnan Abu Hasna, un vocero de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa, por sus siglas en inglés).
"La triste verdad es que en Gaza llevamos años sin estar tranquilos: no tenemos suministro eléctrico constante, agua suficiente o combustible. En Gaza no hay mañana, no hay futuro. Es muy difícil contagiar esperanza a la gente", agrega Hasna.
De los 1,6 millones de habitantes de Gaza, 800.000 comen gracias a la ayuda humanitaria y el desempleo supera el 40% de la población. La pobreza, la falta de perspectivas y de libertad de movimientos que se siente al llegar a la franja es desoladora.
Hamas, que no reconoce la existencia del Estado de Israel y cuyo brazo armado perpetró en el pasado sangrientos atentados, ganó las elecciones legislativas en Gaza en 2006 y tomó las riendas de la Franja un año después. Desde entonces, el cerco israelí sobre esta estrecha franja de tierra se intensificó y la sensación que se respira en las calles es de asfixia. Los palestinos necesitan un permiso especial israelí para salir temporalmente de la franja, pero los menores de 35 años ven cómo sus solicitudes son denegadas una y otra vez. En 2013, la salida por tierra hacia Egipto, en el Sur, controlada por El Cairo, también se cerró tras el derrocamiento del gobierno de los Hermanos Musulmanes, lo cual aumentó el aislamiento de Gaza.
"Israel llevaba un mes preparando esta ofensiva. El primer detonante fue la formación de un gobierno de reconciliación entre Hamas y Al-Fatah [partido del presidente palestino, Mahmoud Abbas] en junio. Luego, el asesinato de los tres chicos israelíes en Hebrón", lamenta Ali El Aila.
Este profesor señala además que la decisión del canciller israelí, Avigdor Lieberman, de romper con el primer ministro Benjamin Netanyahu aceleró la operación militar porque el gobierno israelí, sustentado sobre una heterogénea coalición, está en la cuerda floja. "Netanyahu quiere recuperar su superioridad gracias la sangre palestina", asegura.
En el barrio Zeitun de Gaza, una pequeña comunidad católica compuesta en buena parte por religiosos de América latina, aguarda y reza mientras escucha el lanzamiento de cohetes a pocos metros de la casa.
"Suspendimos todos los servicios religiosos porque es un riesgo para los fieles. Los bombardeos mueven los cimientos de las casas y la gente tiene mucho miedo. Salí a la ventana y oía el llanto inconsolable de los niños. Es terrible", explica la hermana Laudis Gloriae, de Brasil..

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