FIAT. ITALIA 2014. Fin de una era: Fiat dice su adiós definitivo a Italia

iECO. Diario "Clarín". Buenos Aires, 3 de agosto de 2014.

Fin de una era: Fiat dice su adiós definitivo a Italia

Economía estancada Creada hace 115 años, la mayor empresa industrial de Italia Deja el país como resultado de su fusión con Chrysler.

Ciao Turín. Rodeando a una Ferrari, vehículos de las diversas marcas de Fiat y Chrysler “posan” frente a la nueva sede de Michigan.

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La familia controlante Agnelli y otros inversores, que el viernes celebraron su última reunión de accionistas en Turín, sellaron el final de Fiat como empresa italiana al votar la fusión con Chrysler.

Fiat Chrysler Automobiles NV, creada por el director general ítalo-canadiense Sergio Marchionne, será registrada bajo la ley holandesa, tendrá sede en el Reino Unido y cotizará en la Bolsa de Nueva York.
“Marchionne no quiere abandonar a Italia; él quiere que FCA sea –y ser él mismo– un actor global, y para eso el centro de gravedad de FCA tiene que ser reubicado“, dijo Erik Gordon, profesor de Stephen M. Ross School of Business de la Universidad de Michigan. “Es un poco triste para Italia”.
La estructura cosmopolita de la nueva firma representa para la industria automotriz un apartamiento de los titanes nacionales como Fiat, que durante décadas se enorgulleció de su linaje italiano y turinés. Mediante la fusión con la automotriz estadounidense, la compañía antes conocida como Fabbrica Italiana di Automobili Torino puede competir mejor con pesos pesados como GM, Volkswagen y Toyota, dice el director general. Haber orillado la quiebra diez años atrás mostró que centrarse en Italia era insostenible.
“Marchionne necesita las luces de Wall Street”, dijo Vincenzo Longo, estratega de inversiones de IG Group en Milán. Hay más oportunidades que en un “lugar periférico, que es en lo que se ha convertido el mercado italiano”.
La economía italiana se ha estancado en los últimos 14 años y contraído en 10 de los últimos 11 trimestres. Las tasas de desempleo se acercan a niveles récord, lo que lleva a miles de italianos a irse en busca de un futuro mejor.
Lo mismo vale para Fiat. El endurecimiento de la regulación exige grandes volúmenes de ventas para financiar el desarrollo de motores más limpios y la expansión hacia los mercados en crecimiento como China e India. Alentado por la fusión, Fiat planea aumentar un 61% las entregas en cinco años, a 7 millones de autos en 2018. Eso sigue siendo inferior a la meta de VW para ese año, de 10 millones.
A Fiat le quedaban pocas opciones como empresa independiente. Las operaciones en EE.UU., inexistentes antes de que Fiat tomara el control de Chrysler hace cinco años, representaron en el segundo trimestre el 62% de las ganancias operativas del grupo. Las operaciones europeas, en otro tiempo la pieza central del grupo, perdieron 6 millones de euros. Sin una división estadounidense Fiat no hubiera sido rentable en 2012 y 2013.
Para reducir su dependencia de Italia como mercado y como base de producción, Marchionne inició la búsqueda de un socio hace unos 10 años, cuando se hizo cargo de la empresa. La búsqueda, que incluyó un fallido intento con la unidad Opel de GM, no prosperó hasta el año 2009 cuando, ante la quiebra de Chrysler y la perspectiva de tener que liquidar la tercera automotriz de EE.UU., Washington dio a Fiat la oportunidad de poner en pie la compañía de Michigan. Italia no será completamente abandonado, pero perderá centralidad.