Traducir

jueves, 18 de junio de 2015

EE.UU. OBAMA 2014. Obama autoriza ataques aéreos en Irak para frenar a los jihadistas



Otra crisis en Medio Oriente / Preocupación de la comunidad internacional

Obama autoriza ataques aéreos en Irak para frenar a los jihadistas

Busca detener al grupo Estado Islámico, considerado más radical que Al-Qaeda, que ayer tomó la mayor ciudad cristiana; la ofensiva de los extremistas provocó un masivo éxodo de civiles
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció anoche que autorizó ataques aéreos contra posiciones del grupo jihadista Estado Islámico (EI), además de una operación humanitaria para asistir a los desplazados en el norte de Irak. El objetivo es frenar el hasta ahora incontenible avance del grupo jihadista más peligroso de Medio Oriente, que lleva dos meses ganando terreno contra las fuerzas regulares y tomando ciudades en Siria e Irak.
"Hoy, Estados Unidos llega para ayudar", dijo Obama en una breve declaración desde la Casa Blanca, en lo que representa el regreso de Estados Unidos al país que ocupó entre 2003 y 2011. "Cuando miles de civiles inocentes están en peligro de ser masacrados, y tenemos la capacidad para ayudarlos, lo hacemos", explicó el presidente, y añadió que la ayuda había sido solicitada por el gobierno iraquí. Además, dijo que los ataques aéreos contra los jihadistas buscan "proteger los intereses de Estados Unidos", dado que muy cerca de la zona hay asesores militares y diplomáticos norteamericanos. No obstante, dejó claro que Estados Unidos no se verá involucrado en otra guerra en Irak y no enviará "tropas terrestres".
La decisión se produce en un momento de ebullición en Medio Oriente, tanto por la situación en Gaza como la crisis en Irak, donde el EI consolidó ayer su avance al tomar la mayor ciudad cristiana del país, lo que provocó la huida de decenas de miles de familias y encendió las alarmas de la comunidad internacional.
Tal era anoche la inquietud por el éxodo cristiano y la situación humanitaria que incluso antes de que hablara Obama corrían versiones de que Estados Unidos ya había bombardeado blancos en el norte de Irak. Además, una fuente militar señaló que el gobierno norteamericano también había iniciado el lanzamiento de asistencia humanitaria.
Con la toma de ayer de la ciudad cristiana de Qaraqosh, el EI, considerado más radical que Al-Qaeda, extendió su control sobre el norte de Irak. Se sitúa así a un paso del territorio semiautónomo del Kurdistán. El ataque de los insurgentes, que buscan instalar un califato islámico en un territorio que abarca Irak y Siria, provocó la indignación de la comunidad internacional.
El papa Francisco lanzó un "llamado urgente" para proteger al pueblo iraquí y a los cristianos de ese país. "Hay que poner fin al drama humanitario en la región", pidió en un escrito. Y el presidente francés, François Hollande, confirmó su "disponibilidad a dar apoyo" a las "fuerzas comprometidas en Irak" en la lucha contra los extremistas islámicos.
En junio, la caída de la segunda ciudad del país, Mosul, a manos del EI suscitó la preocupación mundial ante la huida de unos 500.000 civiles que escaparon de los combates en esta ciudad del norte de Irak.
Los militantes sunnitas del EI consideran infieles a los musulmanes chiitas y a las minorías como los cristianos y los yazidis, una comunidad etnorreligiosa kurda.
La ofensiva del EI se intensificó el fin de semana pasado y continuó ayer con la captura de Qaraqosh. Ante la llegada de los jihadistas, unos 100.000 cristianos dejaron sus casas, según advirtió el patriarca caldeo Louis Sako, líder de la mayor comunidad cristiana de Irak. Los atacantes tomaron también la ciudad de Telkif, al norte de Mosul, y la mayor presa hidroeléctrica de Irak, hecho que les da el control de enormes recursos hídricos y energéticos e influencia en el río Tigris, que atraviesa el corazón de Bagdad.
Una de las situaciones humanitarias más desesperantes la vive la comunidad yazidi, una minoría religiosa sincretista, en las montañas de Sinjar, donde según las Naciones Unidas (ONU) se desencadenó una crisis luego de que el EI tomó la zona, el fin de semana pasado. Los yazidis se refugiaron en las montañas de los alrededores de la ciudad y permanecen allí atrapados sin agua ni alimentos, por lo que tuvieron que recurrir a comer hojas de árboles en un intento desesperado de sobrevivir.
El patriarca caldeo denunció ayer un verdadero éxodo de cristianos; tuvieron que huir de la violencia de los insurgentes, que ocuparon iglesias, retiraron las cruces y quemaron más de 1000 manuscritos.
"Entre los que escapan hay también enfermos, ancianos, niños y mujeres embarazadas. Enfrentamos una catástrofe humanitaria y es un riesgo concreto de genocidio. Necesitan alimentos, agua y refugio", agregó Sako.
Este éxodo supera considerablemente por su magnitud al de los cristianos expulsados de Mosul en junio pasado. "Es una de las mayores tragedias para los cristianos de Irak desde 2003", dijo Faraj Benoit Camurat, presidente de Fraternidad Irak, una asociación con sede en París que defiende a los cristianos y a otras minorías en el país.
La comunidad cristiana de Irak está compuesta por unas 400.000 personas. Antes de la invasión liderada por Estados Unidos en 2003, la población cristiana había sido estimada en más de un millón, 600.000 de los cuales vivían en Mosul.
Del editor: cómo sigue. Un bombardeo de EE.UU. solucionará poco si no es acompañado por una ofensiva política interna para que los propios iraquíes detengan al EI.
Agencias Reuters y AFP, EFE .
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
 

Una brutal cruzada dispuesta a exterminar a todo infiel

Por   | LA NACION

PARÍS.- Mientras siguen apoderándose de vastas regiones a ambos lados de la frontera entre Siria e Irak, dejando a su paso terror y devastación, los jihadistas del Estado Islámico (EI) obsesionados con su guerra santa, han lanzado la mayor persecución religiosa de los últimos 50 años en Medio Oriente.
Cristianos, yazidis, shabaks, turcomanos, chiitas e incluso sunnitas que se niegan a hacer acto de sumisión al autoproclamado califa, Abu Bakr al-Baghdadi, son acosados, despojados, desterrados, torturados o fríamente asesinados. Esa limpieza religiosa de otra era continuó esta semana cuando el EI se apoderó de las ciudades de Karakoch (Bajdida en español), la urbe cristiana más importante de Irak, y Sinjar, ambas en el noroeste de Irak. Sinjar es la cuna de por lo menos 200.000 de los 700.000 yazidis que existen en el mundo, comunidad kurda no musulmana, monoteísta y de orígenes zoroastrianos.
El odio del EI por los yazidis nunca fue un misterio. Una y otra vez la organización ha hecho circular videos en las redes sociales mostrando a miembros de esa minoría detenidos en minúsculas celdas custodiadas por sus carceleros. En sus campañas de propaganda, esos fanáticos islamistas siempre dejaron en claro su intención de ejecutar o esclavizar a los adeptos de esa antiquísima religión, a quienes califican de "adoradores de satanás".
Aterrorizados, muchos yazidis de Sinjar huyeron esta semana hacia los campos de refugiados del Kurdistán iraquí. Otras 30.000 familias se dirigieron hacia las montañas donde, aisladas y rodeadas por los jihadistas, duermen en cuevas, soportan temperaturas de 50° centígrados, y carecen de agua y de alimentos.
Anteanoche, el EI se apoderó de Karakoch sin encontrar resistencia: los peshmergas kurdos que la defendían la habían abandonado. El EI ocupó iglesias, destruyó cruces y manuscritos y provocó un nuevo éxodo de 100.000 personas, en su mayoría cristianos, que deambulan por los caminos sin saber adónde ir.
Sinjar y Karakoch son la prueba más reciente de la brutalidad del Estado Islámico, una organización que viola los más elementales derechos humanos y que, durante los últimos dos meses, no sólo ejecutó en forma sumaria a un sinnúmero de chiitas, mayoritarios en Irak, sino a centenares de sunnitas que -aunque de la misma confesión que el EI- rechazaban su fanatismo religioso.
Ayer, llegaron a París los primeros cristianos iraquíes que recibieron las llamadas "visas de asilo", otorgadas por el gobierno francés. Libradas con cuentagotas, esas autorizaciones "excepcionales" de residencia fueron decididas por el presidente François Hollande después de que los jihadistas tomaron la ciudad de Mosul, donde también vivían miles de cristianos.
Francia también anunció que ayudará a las autoridades de la región kurda de Irak a detener el avance islamista. Mientras tanto, Estados Unidos analiza bombardear posiciones del EI en el norte iraquí (ver aparte).
Como en casos anteriores, el EI emplazó a los cristianos de Mosul a convertirse, abandonar pertenencias y casas, y partir o pagar el impuesto aplicado a cada una de las religiones consideradas "idólatras". Quienes desobedecieran serían ejecutados.
Los cristianos de Irak representan la minoría religiosa más castigada por el fanatismo del EI. Pero todas las comunidades religiosas que conforman el fecundo mosaico de creencias en Irak están amenazadas.
Ése es el caso de los shabaks, un grupo de unos 300.000 miembros que practican un antiguo culto preislámico, emparentado con el chiismo. O de los turcomanos, tercer grupo étnico en importancia en el país y mayoritariamente sunnita. El EI los acusa de perjuros, por mantener una actitud fundamentalmente secular.
Desde que comenzó su siniestra aventura "redentora", el EI ha actuado con total impunidad. Sin que la comunidad internacional reaccione, se ha apoderado de un territorio más grande que Gran Bretaña, de centenares de millones de dólares en armamento fabricado por Estados Unidos, y ha subyugado a cerca de seis millones de personas.
Anoche, tras las decisiones de Francia y Estados Unidos, la situación parecía haber comenzado a cambiar..
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
UNA AMENAZA CADA VEZ MAS SERIA 
 
Diario "La Nación". Buenos Aires, 8 de agosto de 2014.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario