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viernes, 9 de enero de 2015

BRASIL. SARNEY. "LA INTEGRACIÓN DE AMÉRICA LATINA ES IRREVERSIBLE"- 2011


Entrevista / José Sarney

"La integración de América latina es irreversible"

Uno de los mentores del Mercosur, junto a Raúl Alfonsín, dice que llegará el auge de la región
BRASILIA.- "La integración latinoamericana es irreversible", afirma el senador y ex presidente de Brasil José Sarney, quien cree que el Mercosur ha sido una de las piedras fundamentales para ese proceso. Fue uno de los arquitectos del Mercosur, junto con el ex presidente Raúl Alfonsín. No bien asumió, tras la inesperada muerte del presidente electo Tancredo Neves, envió a su canciller, Olavo Setúbal, a Buenos Aires para proponer un cambio profundo en la relación entre ambos países. Alfonsín, con las mismas ideas, dio luz verde y el 30 de noviembre de ese año ambos firmaron la Declaración de Iguazú, que seis años más tarde daría como fruto el Mercosur.
En medio de su agitada agenda, Sarney recibió a La Nacion para analizar pasado, presente y futuro del bloque.
-¿Cuáles fueron los principales resultados del Mercosur?
-Los resultados del Mercosur han sido extraordinarios, comenzando con el fin de la rivalidad histórica entre Brasil y la Argentina, que no tenía ningún sentido y era una hipoteca de las antiguas guerras del Plata; vivíamos de espaldas, concentrados en el pasado. El acercamiento entre Brasil y la Argentina dio grandes avances respecto de lo político, lo económico y lo social de los dos países.
-¿Qué fallas hubo en este proceso de integración?
-El cambio de enfoque que ocurrió. Cuando lo concebimos con Alfonsín, nuestra idea era hacer un mercado común como el europeo, que no fuese sólo una integración económica sino también política, física, de complementariedad. Soñamos con un banco de desarrollo para toda el área, otro de compensación, y una moneda común; y también ideamos la cláusula democrática que establecimos y que desencadenó el fin de todas las dictaduras en América del Sur. Cuando llegó Carlos Menem, resolvió que teníamos que ser un área de libre comercio, cuando en realidad la idea original no se agotaba en eso.
-¿Cuáles son las principales dificultades que ve hoy?
-Cada una de nuestras economías tiene particularidades y por eso era que queríamos avanzar en la integración por etapas, por sectores, pero se perdió la perspectiva de conjunto y del futuro. Hubo entonces un desequilibrio muy grande en diversos sectores de la economía; unos perjudicando a Brasil, otros, a la Argentina. Eso hizo que la base teórica del Mercosur comenzara a desaparecer y que cada país buscara protegerse; es algo natural.
-¿Qué fue lo más difícil en las negociaciones con Alfonsín?
-El acomodamiento de los intereses corporativistas, tanto brasileños como argentinos. Lo que mejor ilustra esto es el problema del trigo; el nuestro costaba el doble y no podíamos comprarlo por la mitad de los argentinos. Y los argentinos nos reclamaban por nuestras manzanas.
-¿Cómo ve los problemas hoy, con las trabas que ha puesto el gobierno argentino y los subsidios brasileños?
-Son problemas episódicos, que debemos pasar hasta que todo el proceso se ajuste, e incluso cuando ya esté ajustado tendremos que saber lidiar con las diferencias y los problemas que surjan. Pero la idea básica del Mercosur está consolidada y ya tenemos un espacio económico propio en el mundo. Ahora también dependemos mucho más de la economía mundial, los efectos se sienten más porque somos más grandes. El comercio intrarregional ha sido muy importante, porque creó trabajo para nuestras poblaciones.
-¿Ve la falta de una mayor institucionalización como una cuenta pendiente?
-Es sólo una cuestión de tiempo que ese proyecto se consolide y sea un éxito. Según mi visión, ya tuvimos los años dorados de Europa, la época de oro de Estados Unidos, y estamos en los años dorados de Asia, que comenzó con los "tigres asiáticos" y ahora con el fortalecimiento de China. La próxima etapa del mundo va a ser sin dudas de auge para América del Sur.
-Pero en estos años no se han sumado nuevos miembros?
-Hay que considerar que a la UE le llevó mucho tiempo y nosotros no podemos incorporar nuevos países al Mercosur sin que estén preparados realmente para asumir el peso de ser parte de una economía de estas dimensiones. En Europa, cada país tuvo que ser ayudado, preparado, para que el impacto de su entrada sea positivo.
-¿Qué piensa de los acuerdos con Egipto e Israel, y qué cree sucederá con la Unión Europea?
-Demuestran que nos estamos moviendo y ya tenemos otra dimensión. Nuestras comisiones están trabajando mucho con la UE, y creo que pronto se logrará. Ya no es sólo un interés nuestro, sino de ellos también. Europa está en un proceso difícil para salir de la crisis, mientras que aquí sentimos los efectos mucho menos.

Perfil
Profesión: abogado y escritor

Edad: 80 años
Trayectoria: fue presidente de Brasil desde 1985 hasta 1990, tras la dictadura militar que había regido el país durante dos decenios. Además de ser miembro de la Academia Brasileña de Letras, fue gobernador, diputado, y como senador ha presidido la Cámara alta en 1995-1997, 2003-2005 y desde 2009 hasta hoy.

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BRASILIA (De nuestro corresponsal).-La Nacion consultó a Sarney por los próximos 20 años del Mercosur.
-Vamos a tener que volver a la idea de integración por sectores, preparar a otros países para entrar al bloque y hacer esfuerzos para adaptar las identidades nacionales y empezar a funcionar como región sudamericana. Con el Mercosur conseguimos crear una conciencia de integración latinoamericana de otra dimensión, no sólo retórica, como se hacía siempre. Esa es una gran idea en expansión. Fue el Mercosur el que abrió el camino para que América del Sur se integrase en el mundo como mercado fuerte..
Alberto ArmendarízCorresponsal en Brasil

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